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LOS PRIMEROS DIBUJANTES ARGENTINOS EN LA HISTORIETA ESTADOUNIDENSE


 

[ Tapa del número 124 del comic book de DC Doom Patrol cuya ilustración realizó el italoargentino Bruno Premiani. ]


Artículo por Carlos R. Martínez


«Un dibujante argentino seduce a 16 millones de estadounidenses». Con ese título a cuatro columnas el diario Clarín encabezó la nota publicada el 18 de mayo de 2004 en la cual se refería al trabajo que actualmente realiza Enrique Breccia ilustrando para los Estados Unidos la serie The Swamp Thing y a otros aspectos de la vida profesional de este reconocido artista. Meses antes el mismo diario se había ocupado del dibujante e ilustrador Ariel Olivetti, quien en la entrevista explicaba el sistema de trabajo que le permite colaborar desde la Argentina con editoriales de aquel país.

Pero previo a este presente donde el avance de las comunicaciones y de diversas tecnologías facilitan el trabajo a distancia y los contactos para obtenerlo, hubo un tiempo donde todo dependió del afán aventurero de quien decidía afincarse en Estados Unidos para probar suerte en el mundo del cómic. Así fue que, a partir de 1939 un puñado de dibujantes argentinos (y alguno que no lo era por nacimiento pero con una larga residencia en el país), abrieron una huella que a lo largo de décadas transitarían muchos otros colegas y compatriotas. Es que, pese a las prevenciones que se puedan tener, sean de orden ideológico o estético, resulta evidente que hacer historietas para Estados Unidos, el país que inventó ese medio y le dio un carácter masivo, constituye –además de los ingresos económicos que dicho trabajo pueda reportar- un paso importante en la carrera de todo dibujante.

De aquella zaga de pioneros hemos elegido los nombres de Luis y Arturo Cazeneuve, José Luis Salinas, Bruno Premiani y Luis Angel Domínguez, no descartando la posible existencia de otros dibujantes que hayan cumplido igual experiencia. De los nombrados se brinda una semblanza de su actuación previa y luego los datos disponibles respecto a la trayectoria profesional que cumplieron en el exterior. En conjunto, la reseña abarca –o intenta abarcar- los veinte años iniciales de presencia argentina en la historieta norteamericana.

Las aventuras de Luis y Arturo Cazeneuve

Los diferentes trabajos publicados sobre la historieta argentina coinciden en señalar a Luis Cazeneuve como el primer dibujante que viajó a probar suerte en los Estados Unidos, país rumbo al cual partió en 1939 junto con su hermano menor, Arturo, también dibujante pero del cual se desconoce su labor profesional en la Argentina, si es que tal labor existió. En cuanto a Luis, nacido en 1908, sus antecedentes profesionales en la Argentina incluían tiras diarias realizadas para los diarios El Mundo y Noticias Gráficas y páginas para la entonces muy difundida revista El Hogar. Ese trabajo desarrollado entre los años 1934 y 1939 comprendía títulos como Quique el niño pirata, Aventuras de dos argentinos en un país salvaje y Aventuras de caza del Pibe Palito.

La llegada de los hermanos Cazeneuve a Estados Unidos, bueno es recordarlo, va a coincidir con el comienzo de lo que los especialista llaman La Edad de Oro o la Edad Dorada del comic book americano, cuyos tanteos iniciales habían comenzado en 1933 y 1934 de la mano de empresarios gráficos y editores como Max C. Gaines, George Delacorte o el comandante Malcom Wheeler-Nicholson y que a partir de 1940 adquirirá proporciones colosales en cuanto a cantidad de títulos y tiradas millonarias.

El momento era propicio y al parecer Luis y Arturo Cazeneuve supieron aprovecharlo. Apenas llegados a Estados Unidos ambos comienzan a trabajar en el estudio de Will Eisner y Jerry Igger y cuando éstos se separan continúan con Igger. Uno de los compañeros de trabajo que tuvieron los dos argentinos en aquella etapa fue el dibujante Pierce Rice, junto con el cual los Cazeneuve montan en 1941 su propio shop, término que en esos tiempos definía a los estudios que abastecían de material a los innumerables editores que el éxito de las revistas de historietas había hecho surgir como hongos. Rice (que dominaba el idioma español por haber vivido durante su niñez en Cuba) era el encargado de dibujar a lápiz y los hermanos Cazeneuve del pasado a tinta.

Desde 1940 en adelante, Luis Cazeneuve tuvo a su cargo varios de los más famosos personajes de aquel período, tales como Aquaman (lo había iniciado Paul Norris), Blue Beetle, Captain América, Crimson Avenger, The Eagle, Golden Arrow, Green Arrow, Lance O’Casey, Vigilante, The Shinning Knight y The Boy Comandos, serie ésta que tomó a su cargo cuando Joe Simon y Jack Kirby -sus creadores- dejaron momentáneamente los pinceles para alistarse en el ejército. Otro de los trabajos de Cazeneuve en Estados Unidos aunque esta vez en el formato de tira diaria distribuida por la agencia Editors Press Inc. bajo el título Hernán y las Amazonas, A partir de 1947 no se encuentran ya referencias sobre trabajos realizados por Luis Cazeneuve, quien de acuerdo a los escasos datos disponibles falleció en 1978.

Con respecto a Arturo Cazeneuve su trayectoria es muy similar a la de su hermano mayor aunque un poco más prolongada, ya que existen constancias de trabajos suyos realizados en 1951. De esa década de labor se destacan títulos como Bald Eagle, Black Cat (que había sido creada en 1941 por Al Gabrielle), Buster Crabbe, Crimson Avenger, Flame, Green Arrow, Green Hornet, Slam Bradley, The Shinning Knight y Vigilante. Como se ve, varios de esos personajes fueron dibujados también por su hermano, coincidencia que se da también con los editores para los cuales trabajaron, entre ellos Victor Fox, Harvey, Hillman y Timely. Puede presumirse que la crisis que afectó a la industria norteamericana de la historieta en los años cincuenta obligara a Arturo Cazeneuve a buscar nuevos rumbos profesionales, específicamente en el campo editorial y periodístico donde se desempeñó hasta comienzos de los años ochenta. Su deceso se produjo en 1992.

El sueño americano de José Luis Salinas

En 1949 José Luis Salinas era ya una figura indiscutida del dibujo argentino. Trabajaba intensamente como ilustrador publicitario, había finalizado su exitosa serie de adaptaciones de famosas novelas en la revista El Hogar y era el modelo a seguir por muchos dibujantes sobre todo a partir de la repercusión de Hernán el Corsario, que había realizado en 1936 para la revista Patoruzú.

Sin embargo Salinas ansiaba concretar un sueño: tener una tira de distribución mundial, trabajar junto a las grandes figuras en lo que era el epicentro de la historieta mundial. Tras un primer intento realizado en 1941 y que se frustró debido a los problemas derivados de la guerra, el notable dibujante argentino insiste y en 1949 viaja a Estados Unidos llevando muestras de sus trabajos y cartas de recomendación de la delegación de King Features Syndicate en la Argentina. Poco tiempo después comienza a trabajar en la sede central de dicha empresa aunque durante los primeros meses se ve limitado a hacer trabajos de poca monta tales como pegotes, adaptar las tiras originales al tamaño de los distintos medios que las publicaban, o completar dibujos, situación que acepta a la espera de una ocasión propicia para demostrar su capacidad.José Luis Salinas

La oportunidad le llega a comienzos de 1950 cuando le confían la creación de Cisco Kid, historieta basada en la novela The Caballero’s Way del escritor norteamericano O’Henry, cuya adaptación estuvo a cargo del guionista Rod Reed. En sus mejores momentos Cisco Kid llegó a publicarse en 360 diarios de todo el mundo pese a lo cual no llegó a tener su página dominical ya que nunca se publicó en Nueva York, condición fundamental que establecía King Features para alcanzar aquel objetivo.

Pese a los buenos comienzos la estadía de Salinas en Nueva York duró muy poco tiempo, apenas nueve meses. Había estallado la guerra de Corea y se planteaba el riesgo de que su hijo Alberto fuera convocado a filas como hijo de residente. Salinas le planteó la situación a KFS y la respuesta fue: «Si (George) McManus envía desde California, bien puede mandar usted lo suyo desde la Argentina». Y así fue, ya que desde entonces y hasta la cancelación de la tira en 1968 Salinas dibujó Cisco Kid en la Argentina, se la publicaba en Estados Unidos y luego, traducida, aparecía en la revista Patoruzito.

Un ultimo dato servirá para dar una idea de lo que pudo ser la proyección de Salinas en Estados Unidos: después de muchos años el dibujante volvió a la sede central del King Features y al encontrarse con un directivo que había conocido durante su paso por aquel lugar éste le dice: «la continuidad de El Príncipe Valiente era naturalmente suya, Salinas... pero usted está tan lejos. Si se hubiese quedado...»

Bruno Premiani y su gran trayectoria en DC Comics

Para la misma época en que Salinas concretaba su fugaz paso por los Estados Unidos, Bruno Premiani, un dibujante nacido en 1907 en Trieste (Italia), iniciaba también su experiencia en aquellas tierras. Premiani había llegado a la Argentina en 1930 y durante quince años integró el destacado plantel de dibujantes del diario Critica, medio en el cual comenzó a forjar una trayectoria como profesional de la historieta que continuaría luego con trabajos en la revista El Hogar y especialmente en la revista Patoruzito desde su aparición en 1945.

En honor a la verdad no podemos definir con precisión cuál fue el período o períodos durante los cuales Premiani estuvo radicado en los Estados Unidos pero sí que ya en 1949 comienza a producir para ese mercado con trabajos para las revistas Western Love y Young Romance (editadas por Crestwood), para continuar a partir de 1950 con material vario para National Comics (luego DC), la editorial a la cual está unida gran parte de su carrera.

De ese período inicial datan títulos como Imposible... but true, Pow-Wow Smith e Indian Lawman, Casebook Mistery, Nighthawk y, entre 1950 y 1955, aproximadamente, Tomahawk, personaje que en la Argentina era conocido como Hacha Brava. En 1955 Premiani colabora con Curt Swan en un episodio de Superboy titulado “The Rip Van Winkle of Smalville” (como la obra de Washington Irving) publicado en el #208 de Adventure Comics; en 1957 dibuja Challengers of the Unknown y en 1960 Cave Carson.

Para la revista Classics Illustrated (específicamente para la colección titulada The World Around us), Premiani realiza entre 1959 y 1961 una serie de trabajos en los números dedicados a Comunicaciones, Científicos, Pesca de ballenas, Los Cruzados y Los Vikingos, entre otros, dibujando no solo historietas sino también algunas cubiertas.

En enero de 1963, en la revista My Greatest Adventures comienza a publicarse Doom Patrol, serie protagonizada por un grupo de mutantes con poderes especiales que se anticipó por pocos meses a The X-Men, un producto muy similar de Marvel. El creador de aquella serie fue el guionista Arnold Drake y su primer –y principal- dibujante Bruno Premiani, quien un año después realiza para la revista The Brave and the Bold la historieta “Teen Titans”, centrada en las aventuras de un equipo de jóvenes superhéroes integrado por Kid Flash, Aqualad y Robin. A esa producción se sumarían “The Beast Boy” y “The World of Negative Man”, ambas de 1967, “Robotman” (1972) y el episodio titulado “The Trail of the Terrible Titan”, en 1976.  

La labor de Bruno Premiani en Estados Unidos ha sido reconocida en los últimos años tanto por jóvenes creadores como por especialistas de la historieta. En 2002, próxima a publicarse una edición para coleccionistas de Doom Patrol, Arnold Drake recordaba con gran respeto y afecto a Premiani diciendo: «Yo solamente desearía que Bruno Premiani viviera aún para compartir ese momento conmigo. No hubo nadie como él». Vale aclarar que paralelamente a su actividad para los Estados Unidos, los trabajos de Premiani continuaron publicándose en revistas argentinas –salvo algunos paréntesis- hasta poco antes de su fallecimiento, ocurrido en 1984.

La larga ausencia de Luis Angel Domínguez

El último de los dibujantes elegidos para esta nota y quizá el de más larga residencia en Estados Unidos (donde aún permanecía en el año 2002) es Luis Angel Domínguez, nacido en Córdoba, Argentina, en 1923. Ya en sus trabajos iniciales Domínguez evidenció un gran apego por la ilustración de época y los temas históricos, tendencia que se consolida cuando inicia en Patoruzito en 1950 “Historia del pueblo de Francia”, un ciclo que se extendió por varios años a través de capítulos como “El vengador de Sajonia” y “Juana de Arco”. Casi contemporáneamente realizó historietas a la aguada para la revista Idilio (1951-1952).Luis Angel Domínguez en su época de profesor de la Escuela Panamericana de Arte

 Siempre en Patoruzito realizó en 1956 la serie “Cruz Calaveras” y un año después “Scout Rover” (guión de Oesterheld) en la revista Pancho López, que había sido lanzada ese mismo año por Editorial Códex. Para la misma empresa realiza entre 1958 y 1959 “Mitos y leyendas de América” que se publicó en Odiselandia y Aventuras del Oeste, revista ésta donde a fines de esa década dibuja “El Errante”, posiblemente su último trabajo en el país. A esa labor profesional debe sumarse su desempeño en la Escuela Panamericana de Arte, donde integraba el grupo de los 12 Famosos Artistas.

Radicado en Estados Unidos desde comienzos de los años sesenta, Luis Angel Domiguez trabajó para importantes editoras, desempeñándose en el campo de la historieta y también de la ilustración (preferentemente en esta última). Gran parte de esa producción estuvo relacionada con temas del Oeste americano, tales sus trabajos en Billy The Kid, Cheyenne Kid, Gunfighters, Wyatt Earp, Scalphunter y Jonah Hex, aunque no desdeñó los referidos a misterio, guerra, ciencia ficción e incluso los de espada y brujería (Claw the Unconquered, 1976).

Al igual que Premiani (de quien era gran amigo), colaboró en la revista Classics Illustrated (1961) y en los años setenta ilustró una edición de Tom Sawyer, el libro The World of Sherlock Holmes e hizo tapas para la revista The Deadly Hands of Kung-Fu. En el año 2002 seguía aún activo y preparaba junto al ya citado guionista Arnold Drake un trabajo titulado “Tripping Out”, que se publicó en la revista Heavy Metal a comienzos de 2003.

Epílogo

A este grupo de dibujantes argentinos que hemos recordado podríamos añadir otros que no eran específicamente historietistas pero que por la misma época tentaron suerte en Estados Unidos. Fue el caso del gran ilustrador Joaquín Albistur (aunque realizó algunos trabajos de historietas para Classics Illustrated en la misma época que Premiani) y los humoristas gráficos Vic Martín, Roberto Battaglia y Narciso Gonzáles Bayón, a quienes se sumarían desde mediados de los sesenta en adelante nombres como los de Oscar Novelle, José M. Del Bó o Leopoldo Durañona, iniciando una larga lista cuya enumeración completa escapa al propósito de esta nota.

Tanto ellos como los profesionales que hoy merced a los adelantos tecnológicos -y a la evidente globalización del negocio de la historieta- pueden desde un barrio de la ciudad de Buenos Aires o una ciudad del interior del país dibujar las aventuras de un superhéroe que luego aparecerán en el mercado americano, son en cierta medida deudores de aquel grupo de pioneros que, por lirismo, por orgullo profesional o por un legítimo afán de crecimiento económico quemaron un día sus naves y, lanza y pincel en ristre, se fueron a dibujar historietas entre la imponencia y el vértigo de los rascacielos neoyorquinos.

FUENTES CONSULTADAS:

-Archivo y colección del autor

-BAILS, Jerry (1996): Comic Book Data Base

-BENTON, Mike (1989): The Comic Book in America, an Illustrated History, Taylor Publishing Company, Dallas

-GOULART, Ron (1990): The Encyclopedia of American Comics, Facts On File, Nueva York

-GROTH, Gary (1993): Entrevista a Pierce Rice, en The Comics Journal #219

-LIPZSYC, Enrique (1958): Las décadas de la historieta argentina, Editorial Lipzsyc, Buenos Aires

-POLOWIN, Neil (2003): Entrevista a Arnold Drake, en The Hembeck Files (sitio web dedicado a personajes y series clásicas de la historieta norteamericana) [www.proudrobot.com/hembeck/index.html].

-SASTURAIN, Juan (1980): “José Luis Salinas: un argentino en la corte del King Features”, entrevista en Superhumor núm. 3 (XII-1980)

-STERANKO, James (1972): The Steranko History of comics, Supergraphics, Pennsylvania


GALERÍA      Selección y comentarios por Carlos R. Martínez

Arriba: Tira de Cazeneuve: “Quique, el niño pirata” publicada en el diario El Mundo, de Buenos Aires, el 3-XI-1937

Cubierta de The Eagle, #2 (IX-1941) y página correspondientes a la historieta “The Eagle” publicada originalmente en la revista Weird Comics # 15 (VI-1941, Fox Publications). Material reeditado en el año 2003 en el # 31 de la revista All Amazing Comics.

Original de una página de Black Cat atribuido a Arturo Cazeneuve. Del #1 de la revista homónima (1946, Harvey Publications).

^ Imagen superior, debajo: Fragmento de una página -también de Cazeneuve- de “Las aventuras de caza del Pibe Palito”, publicada en la revista El Hogar, a mitad de la década de 1930

Cubierta y página de la revista Cisco Kid correspondiente a 1958, editada por la Editorial Dante Quinterno. En dicha publicación  se reeditaba material del personaje homónimo dibujado por José Luis Salinas, ya aparecido en Patoruzito.

Página de “Scout Rover”,  dibujada por Domínguez para Pancho López #13 (Códex, XII-1957). Con guión de J. Lerena (seud. de Oesterheld)

Primera página de la historieta "Aquaman” publicada en el # 84 de More Fun Comics (X-1942, Fox Publications). El dibujo era de Luis Cazeneuve

Cubierta y fragmento de historieta extraídos de La Revista del Superhombre #83, del 7-VIII-1951, ambas de Premiani. El personaje es Tomahawk, conocido en la Argentina como “Hacha Brava”. Dan Hunter era su joven compañero de aventuras.

Ilustración de Bruno Premiani para la tapa del #156 de la revista Classics Illustrated, editado en 1960.


[ © 2003 Carlos R. Martínez, para Tebeosfera 041015 ]