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NEIL GAIMAN Y LA CADENA INFINITA  [ parte dos ]

Texto de David Caro.

 

[ es parte segunda. Volver a parte primera ]

[ Sueño y Muerte, las dos grandes recreaciones de Neil Gaiman. Imagen de Chris Bachallo  ©  DC Comics ]


EL APRENDIZAJE INTERMINABLE

Paralelamente a la publicación de The Sandman y sobre todo tras su finalización, Gaiman ha continuado buscando nuevas formas de contar sus historias, nuevos medios de expresión.

Sin abandonar el cómic, ha seguido colaborando con Dave McKean en obras de carácter extremadamente intimista, casi autobiográficas (Mr. Punch y Signal to Noise, esta última lamentablemente inédita en nuestro país). Ha continuado los pasos de Alan Moore en Miracleman, actualmente paralizada por problemas legales alrededor de sus derechos de publicación. Expandió la historia narrada en Sandman en dos miniseries centradas en su hermana (Muerte, el alto coste de la vida y Muerte, lo mejor de tu vida), así como la vertiente mágica de DC en general (Los libros de la magia). También guionizó una miniserie basada en un disco de su amigo el cantante Alice Cooper (Alice Cooper: La última tentación).

Ha colaborado en cine y televisión. Realizó la adaptación a la lengua inglesa del guión de La princesa Mononoke, película de animación japonesa. En 1996 escribió Neverwhere, una miniserie de seis episodios para la BBC, experiencia que resultó terriblemente frustrante al ver cómo el guión era modificado una vez tras otra en las diferentes fases de la producción y el montaje final, lo que le llevó a convertirlo en novela ese mismo año. Ha guionizado un capítulo de la quinta temporada de Babylon 5. A finales de 2002 debutó en la dirección con el cortometraje A short film about John Bolton, que será comercializado próximamente en DVD.

Por encima de todos los demás, el medio que más parece interesarle en los últimos años es la literatura. Como se ha mencionado, en 1996 publicó Neverwhere, su primera novela en solitario. Anteriormente había escrito Buenos presagios con Terry Pratchett, novela que Terry Gilliam lleva años intentando trasladar al cine, así como Stardust, que fue originalmente publicada por DC en cuatro entregas y acompañada de ilustraciones a cargo de Charles Vess. La mayoría de sus relatos cortos han sido publicados en la antología Humo y espejos, junto con varios poemas.

Gracias a la novela American Gods (2001) Gaiman parece haber encontrado un nuevo público que antes desconocía sus obras. Sus ventas han sobrepasado considerablemente las de sus anteriores trabajos en prosa colocándole en la lista de best sellers del New York Times, además de haber obtenido algunos de los más prestigiosos premios literarios como el Hugo, el Nebula, el Bram Stoker y el Locus (curiosamente algunos de ellos como mejor novela de terror, otros de fantasía y otros de ciencia ficción).  Se trata de una extensa novela en la que recupera gran parte del ambiente y la textura que envolvían Sandman, compartiendo incluso algún que otro personaje secundario. La relación de los seres humanos con sus dioses es el trasfondo sobre el que se desarrolla la trama.

Su más reciente publicación es Coraline, una novela corta etiquetada “para jóvenes adultos” que supone después de American Gods un nuevo giro en su carrera y que parece estar sirviéndole una vez más para darse a conocer entre nuevos grupos de lectores. Para esta ocasión ha vuelto a contar con Dave McKean, que ha realizado la portada y las ilustraciones interiores. Con Coraline Gaiman ha conseguido por segundo año consecutivo los premios Hugo y Stoker, en esta ocasión en el apartado de novela corta.

LOS INGREDIENTES DEL ENCANTAMIENTO

Las razones del éxito de Neil Gaiman, principalmente en el mundo del cómic y en los últimos años también en la literatura son probablemente tantas como lectores se hayan sentido atrapados por sus historias. Gaiman ha desarrollado una extensa y muy fiel audiencia, a lo que han contribuido la naturalidad y accesibilidad que demuestra con su público. Son frecuentes las giras en las que visita un país tras otro, realizando largas sesiones de firmas a las que acuden tanto ancianitas con sus nietos como jóvenes punk (los cuales sin duda deben traerle a Gaiman recuerdos de sus dieciséis años).

Más ansiadas aún por sus seguidores son sus lecturas públicas. Gaiman disfruta subiéndose al escenario de un teatro y leyendo sus historias en voz alta. Su entrenada y sugerente voz, su perfecto acento inglés y sus cualidades de actor hacen de él un inmejorable narrador, cautivando en estos eventos a todo aquel que le escucha. Si alguien siente curiosidad puede comprobarlo escuchando Warning: Contains language, un CD-ROM editado en 1995 que recoge las grabaciones en directo de algunas de sus historias cortas, o el más reciente Telling Tales, de 2003.

Gaiman mantiene además otra vía de contacto con sus seguidores. Su página web (http://www.neilgaiman.com) contiene un diario en el que el escritor narra sus impresiones acerca de las obras que lee, las suyas propias, todo lo que rodea al mundo de la publicación o simplemente al acto de escribir. Casi a diario Gaiman contesta algunos de los mensajes que los lectores envían a la web, transmitiendo siempre su pasión por la narración.

Centrándonos en las historias, uno de sus mayores logros ha sido encontrar en sus personajes rasgos de humanidad que les hacen aparecer auténticos ante los lectores, ya se trate de dioses, hadas, humanos, personajes de cuentos populares o cualquier otro ser. Los protagonistas de sus historias se alejan de los arquetipos. Tienen  pasiones, debilidades, miedos, deseos... que los acertados diálogos logran hacer llegar al lector. Cualquiera que haya leído Sandman sabe que Muerte, la hermana mayor de Sueño, es tan encantadora y positiva como pueda llegar a serlo cualquiera. También se podría hablar del taciturno y generoso Sombra de American Gods, o de la obsesiva y determinada Cazadora de Neverwhere. Sus personajes son seres multidimensionales que a veces sorprenden al propio autor.

En ciertas ocasiones Gaiman comienza a escribir teniendo ya un final en mente, pero en otras se limita a establecer un escenario, situar allí unos personajes y en sus propias palabras, «observar qué hacen». American Gods comenzó a ser escrita en primera persona. Pero según Gaiman Sombra (el narrador) se comportaba de un modo tan reservado, se mostraba tan reticente a explicar sus acciones o sus pensamientos que el escritor se vio “obligado” a volver a empezar y narrar la historia desde fuera.

Aunque no se puede afirmar que Gaiman sea un autor de género, sí es cierto que una gran parte de su obra puede encuadrarse en el terreno de lo fantástico. La explicación la podríamos encontrar en su predilección desde niño por este tipo de literatura, pero también en sus amplísimos conocimientos de mitología y folklore popular. A lo largo de su obra ha utilizado con frecuencia referencias, acontecimientos o incluso los personajes de mitos griegos, romanos, hindúes, nórdicos, sajones o egipcios, por citar sólo algunos. Las obras de Gaiman tienen mucho de creación de una mitología moderna, fusión de muchas de las citadas pero también de fábulas contemporáneas, leyendas urbanas, creencias populares y ficciones literarias devoradas y rumiadas por Gaiman a lo largo de los años.

El terror es otro de los elementos presentes en su obra si bien es utilizado con prudencia, como un ingrediente más cuya presencia da un sabor particular al conjunto pero cuyo abuso puede llevar a anular todos los demás ingredientes. Gaiman ha declarado en repetidas ocasiones que los elementos de terror aparecen casi inconscientemente cuando está escribiendo, pero que se aburriría si tuviese que escribir una historia puramente centrada en él.

Gaiman nunca ha ocultado sus influencias, al contrario; en sus obras pueden encontrarse multitud de homenajes a sus autores favoritos, evidentes a poco que se sepa cuáles son estos. Por citar sólo algunos de los que podemos encontrar:

William Shakespeare aparece como personaje en varias historias de Sandman. Dos de ellas están basadas en las dos obras que Shakespeare dedicó al mundo de los sueños: “El sueño de una noche de verano” y “La tempestad”, última obra de Shakespeare y también último número de la serie de Gaiman. La que fue frase promocional de la serie («Te mostraré el terror en un puñado de polvo») corresponde a un diálogo de Hamlet. También es el título de un poema de T. S. Eliot.

La historia “Funerales” presenta un enlazado de historias dentro de historias a su vez dentro de otras historias. Esta misma estructura puede encontrarse en Manuscrito encontrado en Zaragoza del polaco Jan Potocki, uno de los libros favoritos de Gaiman. Este libro se menciona además en un diálogo de American Gods.

Gaiman se ve a sí mismo como parte de una cadena, un hilo invisible pero irrompible que une a cada contador de historias con sus predecesores (los que leyó, aquellos cuyas obras siguió y amó) y sus sucesores (los que le leyeron, y al escribir continuaron la cadena infinita). Cada uno de ellos, consciente o inconscientemente, es de alguna forma el receptor de todo lo anterior a él. Y si se es consciente de eso entonces es de justicia ser agradecido. Por eso Gaiman no oculta sus influencias. Por eso el nombre y la imagen de Gilbert, el personaje de Sandman, son los de Gilbert K. Chesterton. Por eso el reino del Sueño es en parte el reino de Narnia (de Las crónicas de Narnia, de C. S. Lewis). Para dar las gracias.

CONTINUARÁ...

La prolífica producción de Gaiman continúa en la actualidad y a juzgar por la cantidad de proyectos que tiene ya iniciados o en mente, aún le quedan muchas historias por contar.

Endless nights, el esperadísimo regreso de Gaiman a los mitos de Sandman, apareció en septiembre de 2003. En este cómic encontramos la primera colaboración de Gaiman con un dibujante español (una de las siete historias está dibujada por Miguelanxo Prado). En agosto del mismo año se inició la publicación del proyecto conocido como 1602, la primera historia de Gaiman dentro del universo Marvel. Pendientes quedan la finalización de Sweeney Todd con Michael Zulli, así como la deseada continuación de Miracleman.

Tras la dirección de su primer corto Gaiman pretende dar el salto a los largometrajes con la adaptación de su miniserie Muerte: El alto coste de la vida. El proyecto aún tiene que pasar por varias fases antes de hacerse realidad. Gaiman pretende comenzar a dirigirlo en la primavera de 2004. Simultáneamente está escribiendo el guión de La Fermata, basada en la novela homónima de Nicholson Baker, que será dirigida por Robert Zemeckis.

Su último libro es The wolves in the walls, un cuento infantil ilustrado una vez más por Dave McKean, a la venta en septiembre de 2003. Tras esto hay varias novelas que esperan su turno para ser escritas: Anansi boys, centrada en el dios Anansi que aparecía en American GodsWall, situada en el mismo universo que Stardust. Time in the smoke, de la que hasta el momento no se tiene más información que el título. Y una secuela de Neverwhere cuyo primer capítulo ya está escrito.

Sea en el medio que sea, Gaiman piensa continuar mostrándonos cómo somos los seres humanos, revelándonos los secretos de mundos fantásticos. Va a continuar narrándonos historias. Es lo que hacen los cuentacuentos.

Silencio. Escuchad. Va a comenzar. Se está acercando al micrófono...

 

Bibliografía:  

Diario on line de Gaiman

Bibliografía en inglés completa en orden cronológico

Entrevista publicada en Bloodsongs, número 8, 1997

Entrevista para el web Revolution Science Fiction

Neil Gaiman: Of monsters & miracles, publicado en Locus Magazine, abril de 1999


[ © 2003 David Caro, para Tebeosfera, 031019  ]