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LEONARDO ANDRÉ WADEL, EL PRECURSOR, EL MAESTRO ( y 3 ).

Artículo por Alberto D. Kloster

[ Parte 3. Leer la parte 2 ]

[ Tapa revista Skorpio, Ediciones Record S.C.A., N° 105, Año 10, fechada en setiembre de 1984. Allí publicaba Alfredo J. Grassi la sección "Así los conozco", en ese número sobre Leonardo Wadel ]


“La historieta y yo” (extractos de Wadel, de Skorpio):

Sobre Pimentón.-

"Oscar Blotta, poeta de la línea" y "El Gnomo Pimentón", en Skorpio, 137, VII-1987, Ediciones RECORD S.C.A., pág. 4:

«Una de las mas notables características de aquella original revista que fue Patoruzito es que casi todos sus colaboradores fueron auténticos creadores... ¡Y por partida múltiple...! Surgieron de ellos fabulosos personajes de originalidad tal que a cuarenta años de distancia aun asombran y fascinan. Artistas creadores de personajes, situaciones y guiones a la vez generadores de dibujos con los cuales revistieron seductores sueños y fantasías. El gran Lovato creo los dibujos de Rinkel, el ballenero; Battaglia guionó y dibujo sus festivos Mangucho y Meneca; y Ferro idem de idem en su Langostino.

»(…) El ilustre escritor, crítico, catedrático y académico don Ramón Menéndez y Pidal afirma que "una historia del cuento nos ofrecería un breve trasunto de la historia cultural de la Humanidad”(…)

(esto lo dice Wadel) “Cuentos y novelas de todos los tiempos reflejan momentos y circunstancias y documentaciones de todos los pueblos y todas las culturas. En "Las Mil y Una Noches" asistimos al mas trepidante discurrir del alucinante mundo arábigo de otros tiempos. El Archiprestre de Hita, Boccaccio, Chaucer, Don Juan Manuel, ilustres cuentistas todos ellos, hicieron conocer mas a sus pueblos que tanto pomposo y erudito historiador”.

» (…) Mi ingenio las engendro y las pario mi pluma y van creciendo en brazos de la estampa..." Cervantes en "Novelas Ejemplares".

» (…) Pimentón no impresiona por su altura... ¡si es enano! Ni por su fortaleza física... ¡es chiquitín! Ni por su ardiente juventud... ¡es un buen mozo de barbazas blancas...! Atrapa y conquista por la sutil ingenuidad con que esta revestido. Gorro de aguda punta y pluma que el tiempo fue variando en arrogancia, narizotas grandotas, grandotas, cuerpecillo frágil, zapatillas de paño con puntas buscando cielos... ¡Tan frágil, endeble, blandito... al par que sólido Aconcagua! Pero no reside en ello su verdadero INSTRUMENTO DE PODER, sino en su PULVERIZADOR, con el cual hace cuanto le de la real gana. Petrifica cuerpos. O insufla vida a muñecos. O convierte feos ogros en mancebos de TV. O hace oro con yuyitos del campo.

»El ritmo de los relatos es pausado , cadencioso. Parlamentos curiosamente castizos guían al lectorcito y procuran hacer vibrar su emocionado corazón.

¿Lo dicho? El léxico es a veces medio castizón. En boca de tales personajes, tan fuera de serie, no suenan mal palabrejas como SANDECES, SEÑORITO, RAPAZ, ZORRERIAS, PERFIDO, INCONDUCTA, VILLADIEGO y otras. Abundan asimismo, términos de rotunda intención moralizadora y ejemplarizadora. CORRECTIVO, MERECIDO, PLENA JUSTICIA, ARREPENTIMIENTO, PREMIO AL BUENO, CASTIGO AL MALO, RECOMPENSA, ESCARMIENTO, EL BIEN SIEMPRE TRIUNFA, EL MAL CASTIGADO...

»Los seres pimentonianos suelen ser muy malos o muy buenos. Pero son intrínsecamente perfectibles y hasta regenerables. Aun cuando hayan sido la mismísima piel de Judas. Que la esperanza es lo ultimo que suele perderse (dicen...)...

»El Gnomo Pimentón ascendió al firmamento incorruptible de los cuentos de hadas universales y reflejó un mundo conocido pero siempre hechicero. Doncellas y labradores, castillos y ogros, paladines y monstruos, humanos animalizados y animales humanizados, juguetes y fantasías múltiples. Colorido desfilar que nos cala tan hondo, hiriendo cuerdas que creíamos para siempre perdidas en le ayer rosado de la infancia lejana.

»Oscar Eduardo "Pocho" Blotta dibuja al tierno, calido y hechicero GNOMO PIMENTON. Amen de un lujoso universo de seres fantásticos, paisajes de ensueños y situaciones insólitas (…) El G.P. es una de las historietas cómicas de mas prolongada trayectoria. Y se convirtió en uno de los personajes favoritos del publico de aquellos mas románticos tiempos.» 

Sobre Torino, en "Hector L. Torino, Don Nicola y el Chaplin de La Boca":

«Tenia que ser, inexorable. Fatal, fatalísima. Una "pata" en Italia y otra en Argentina solo podia generar "eso": tanocriollo o criollotano. O "tarriolo" o "criotano". Pongale nombre: el puso su nacimiento, el, don Héctor L. Torino. Y es que su progenitor cumplió deberes maritales en Italia, pero su nacimiento se produjo meses después en Argentina. Tal cual.

Barriales aires boedianos mecieron su cuna. Año "yeta": 1913 (…)

»Ninguna academia, ningún "profe" se arrogara jamás su discipulado. Héctor fue autodidacta cabal. Solo tuvo acaso "inspiradores" (…)

»Allá por los años treinta cuando los cultos y sabios maestros europeos se masacraban por cuatro lotecitos, salía el suplemento de un diario bochinchero apelado Crítica

»¿Que sentía mas, la música o el dibujo...? En tales angustias kafkianas, opto por lo seguro. Había que comer las pastachutas... Y siguió manejando lápices y creando personajes (…)

»¡Don Nicola, glorioso Chaplin de la Boca...! Su desmesurada carona de tanazo tanito parecía un horizontal ovoide. La gorra cuadriculada emparejaba una ñata bendecida por colosal bigotazo. Ojo dilatado, craneo peludón, camiseta de dudosa pulcritud aristocrática, "leones" caidizos, pancita tallarinera, chaleco cortón como día sin líos. Y un entorno hoy nostalgia pura.

»Así era la pluma de Torino. Nos hacia reír del pobrerío, pero lo acunaba con bondad, lo liberaba de su roteril, mitificándolo acaso, emancipándolo por instantes del entorno cruel, brutal. Solo un artista podría haberlo plasmado, solo uno de verdad.

»Y hete aquí que nuestro biografiado opta por "fusilar" al sudoroso laburante. Ahora es editor con (imaginado) habano gordo y panza con cadena de reloj. Saca Bichofeo, "QUE USTED PIDE SILBANDO", conforme al eslogan. O slogan. O como guste.

»(…) compartían el cartel de Torino nada menos que dibujantes de la talla de Salinas (¡¡el emperador!!), Cortinas (¡remember Jastinapur!), Breccia (remember Vito Nervio!) y los tres Guillermos: Guerrero, Battaglia y Roux.

»Año 1958. ¡H.L.T. gana pináculo de su carrerón! Ahora provoca gordos soponcios a sus alarmados colegas: ¡aparecen las EDICIONES TORINO! Un gran debute...! Y sale con exitazos.»

(…)

»Y como diría un titiritero poeta:

"Titere y titiritero
No sienten rodar los años...
La lenta marcha del tiempo
Pasa apenas sin tocarlos..."
Javier Villafañe"»
 

Sobre Roux, a quien Wadel llamaba "flammarionis", "portaantorchas" o "llamas":

«Se da por seguro que el biografo suele "adornar" - a favor o en contra- a su biografiado. Acaso para hacer ver que este no es un tipo "cualunque". Confieso que en mi caso jamás adicione nada conscientemente. Y confieso asimismo que siento cierta vergüenza retrospectiva por no haberles reconocido a mis biografiados todos sus meritos y cualidades cuando estábamos en plena juventud o madurez y en fecunda creatividad. Es que codearse con puntachos como Salinas, Cortinas, Roux, Premiani, Quinterno, etc., etc., era para mí cosa de todos los días. O casi... Y a lo corriente y moliente raras veces se le da importancia... Perdónenme muchachos: ahora los reivindico...si me da el cuero, claro.

»Los relatos de Roux en torno a sus criaturas de las Pampas encierran un no se qué de genuino, de autentico, que no ostentan las del Lejano Oeste sajón. El propio héroe Bufalo Bill, tan exaltado por el cine y las novelas, fue poco más que un mito creado por ávidos mercachifles yanquis, que ellos si saben glorificar lo suyo... Otro mito fue el del general Custer, pomposo macaneador y eminente fantasioso, cuya "mascara" solo hace poco le fue arrancada por honestos historiadores yanquis. Que los hay, por supuesto...

»Roux escribía sus historias criollas después de haber agotado todas las posibilidades de reunir autentica documentación. Si no poseía pruebas no engañaba al lector con supuestos episodios verídicos. Sin pelos en la lengua –o en la pluma...- atacó al archiconocido folletinista Gutiérrez por sus biografías de Juan Moreyra y Santos Vega...

»Se llamaba Raúl Alejandro Roux. Y como algunos argentinos de pura cepa, nació en Montevideo... Y consolémonos con aquello de que sus padres -ellos si- eran argentinos. (…) Fue un gran autodidacta total.

»(…) ¡Un momento...! En el primer numero de El Tony, aparecido en setiembre del 28 ¿qué vemos?... ¡Pues nada menos que "El Tigre de los Llanos"! ¡La cabra tira al monte! Ya en sus años juveniles buscaba con afán e instintivamente la esencia del mundo criollo, a los prohombres de las tierras gauchas.

»Pero poco a poco nos fuimos acercando a los tiempos de Patoruzito: 1945. Un día, siendo yo director, me llamo el editor Dante Quinterno. Era para presentarme a un futuro colaborador, un señor alto, delgado, morocho, de ojos sagaces pero algo tristes: Raul Roux.

»Traía una idea (¡cuándo no!) profesional de los de antes, sentía aún cierta leve influencia de la historieta inglesa (…)

[a continuación habla Wadel de la tira de Roux "Ira implacable"]

» (…) Otro tema inglés, bien antiguo lo siguio: "Ivanhoe", de Walter Scott. Tema que Roux, antisajón enrage, hacía ahora con patente mal humor y por pura gana de ganarse esquivos garbanzos. Líneas delgadas escasas sombras y creatividad bien profesional constituían ese orbe scottiano hecho dibujo y mas dibujo.

«Pero en tanto Roux renegaba con "Ivanhoe", iba plasmando lo que seria sin duda su obra cumbre, ese su formidable estudio acerca de la Conquista del Desierto. "Lanza Seca". Y si no fuera por esa perversa sombra de ignorancia y absurdo desdén que abruma nuestro arte. "Lanza Seca", sería hoy tal vez un clásico en su genero...

Confieso que aprendí mucho, muchísimo acerca de la Conquista del Desierto leyendo por deber profesional sus paginas vibrantes, intensas.

»Escribia R.R. con prosa directa, clara, apasionante. Siempre se comprometía (…)

»En "Lanza Seca" se describe la vida militar del joven cadete Martin Olzinellas, enterrado en un remoto fortín, más allá del ferrocarril, mas allá de la diligencia, más allá de todo lo civilizado.

»Su entorno lo integran soldados, oficiales, gauchos, indios, bandidos, la Vida y la Muerte, cueros, boleadoras y lanzas. Y la abrumadora Soledad de la Pampa.

»Pocos escribieron tanto y tan certeramente en torno al fabuloso tópico. ¡Increíble: jamás fue editado en libro! Obra genial, ideal para sentirse mas y mejor argentino.» 

Sobre los historietistas olvidados.-

«Acaso algún día se le de a las historietas -cómicas y serias- la cabal importancia que de verdad y plena justicia les corresponde. Cosa sabida, se aprecia mas cualquier mediocre payasada que resuena en ámbitos radiales o televisivos o cinematográficos que los mejores frutos de las historietas.

»Tal injusticia se refleja, profunda, en el momento solemne de la muerte. Dicho con infinito respeto, cuando desaparece un comicastro o un mediocre histrión de cine, radio o TV, los escribas se hartan de llenar paginas y paginas... Mientras que las tan lamentables desapariciones de verdaderos genios como Premiani o Salinas o Cortinas, o Lovato o Rapela o tantos otros, apenas recibieron la magnánima limosna de unas apresuradas líneas. Y muchas veces ni siquiera eso...

»Tremenda injusticia que nos empobrece escamoteándonos espíritus selectos que tendrían que perdurar gloriosos en la memoria de los argentinos. Y en el mundo todo.» 

Conclusión

Leonardo Wadel es la personalidad más culta y multifacética del ambiente de la historieta, su olvido ha sido injusto e imperdonable, tal vez debido a su bajo perfil.

La gran personalidad de sus dibujantes lo relegaron a un segundo plano y también la calidad e importancia de sus revistas, personajes e historietas, quienes han adquirido “vida propia” superando y eclipsando a su hacedor. Y si hablamos de hacedores el genial Dante Quinterno es quien supera y eclipsa Wadel en su calidad de factótum de Patoruzito a pesar de la extraordinaria labor que le cupo a L.W. al frente de dicha revista. Finalmente, como guionista es eclipsado por la figura legendaria trágica y mítica de Oesterheld.

En su carácter de estudioso de la historieta el trabajo de Wadel ha tenido “gusto a poco”, nos debió haber entregado muchos años atrás una gran Historia de la Historieta Argentina y no lo hizo, y debió hacerlo mucho antes que los jóvenes Trillo, Saccomano, Massota y Lipszick se hubieran ocupado de ella. Las reflexiones y anécdotas que nos cuenta Wadel en sus artículos son muy valiosas y únicas, mostrándonos algo que aún no sabíamos pese a los libros de historieta ya publicados.

Tal vez sus familiares posean unas Memorias de Wadel que seria maravilloso que dieran a luz si quedó resguardado su archivo.

Decía Alfredo J. Grassi sobre Wadel en su sección escrita “Así los conozco”, aparecida en Skorpio, 105 (Ediciones Record S.C.A., IX-1984):

«Ocurre que una historieta es ante todo un proyecto, una idea, tal vez algún boceto dibujado en una mesa de café, entre cigarrillos nauseabundos y tazas de negro brebaje. Pero siempre, detrás de todo, debe existir el personaje y sus aventuras -o desventuras- y quien las escriba y describa. es decir el héroe olvidado que tras una maquina de escribir baqueteada y asmática ensucie hoja tras hoja, rompa arranque, tache, hasta lograr dar la primera forma razonable al argumento, que será guión para el dibujante, quien por lo común se lleva casi toda la gloria, ¿vieron? Así es la vida... tan sólo algunos grandes, tal es el caso de Oesterheld, se salvan del olvido injusto. O algunos que simplemente tienen tenacidad -virtud poco común entre nosotros-, oficio -virtud menos común todavía- y en ultima instancia, amor por lo que hacen. (…)

»¿Que mas puedo decir de usted, Maestro? [por Wadel] ¿Que pasé muy buenos ratos leyéndolo cuando no tenía siquiera la más mínima idea de ser yo mismo algún día parte de este mundo fascinante? ¿Que aprendí a hacer guiones copiándolo, parafraseándolo, siguiéndolo, analizando cada secuencia que usted construía? Eso debería saberlo, pero si nadie se lo dijo antes, aquí va mi homenaje, Leonardo Wadel, precursor siempre joven del guión de historieta en la Argentina, como una especialidad separada de todas las ramas de la literatura posibles. Usted es de los buenos y no será olvidado.» 

Hermosas palabras de Grassi que merecen un Amén. Que así sea.

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[ © 2003 Alberto D. Kloster, para Tebeosfera 031223 ]