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ENTREVISTA A ARTURO ROJAS DE LA CÁMARA.

Entrevista practicada por José María Varona, "Ché", el 3 de mayo de 2003 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante.

[ Rojas de la Cámara, posando ante un grupo de originales expuestos. Fotografía © 2003 J.M. Varona


Rojas de la Cámara (Arturo Rojas de la Cámara), nacido en Paterna en 1930, fue uno de los autores de humor más reconocidos y prolíficos de la editorial Valenciana. Sus personajes creados para Jaimito, Pumby, DDT, Din Dan, Zipi y Zape, Pipa, TBO... son inolvidables para los lectores con memoria y buen gusto. En mayo de 2003 se le hizo un homenaje en la Universidad de Alicante y su localidad natal le dedicó una calle.

Rojas de la Cámara forma parte de ese colectivo de dibujantes que fueron básicos en la llamada ESCUELA VALENCIANA DEL TEBEO y que todavía se encuentran entre nosotros. Fue habitual colaborador de las revistas JAIMITO, PUMBY, PULGARCITO, ZIPI y ZAPE y otras. Actualmente, Arturo es noticia debido al homenaje que días pasados le tributó la Universidad de Alicante, dentro de los actos que acompañaron a la inauguración de la III Exposición Humor Social MIGRATIO miGRATIA.

Aprovecho uno de los momentos libres de Rojas y sin más le pregunto:

Ché: Amigo Arturo dime: ¿el artista nace o se hace?

Rojas de la Cámara: Difícil respuesta. La sabiduría popular parece avalar lo primero y, aunque no cabe duda de que sin cierta habilidad o propensión a él no es posible el arte, es bien cierto que el artista debe buscar permanentemente, con trabajo, la perfección. CUánta gente dotada no llega por falta de afición o constancia.

Ché: Sé que naciste en 1930 y que empezaste a dibujar muy joven, más o menos a los 19 años. - ¿En dónde y por qué?

RDLC: Mi primer trabajo profesional fue en la Editorial Valenciana. El porqué es un tanto complejo y necesariamente tenemos que recurrir al tópico de que se lleva dentro. Es así. Comienzas a garabatear en papeles, libros... Tú, como colega que eres, lo entiendes bien. Te ganas las regañinas de tus padres y profesores, que no pueden comprender tales manifestaciones en las que, quizá, quieres transmitir a los demás ideas que, dibujadas, te permiten llegar a más gente sin necesidad de repetirlas persona a persona.

Un día descubres que tu ego te lo pide más que a los demás y, de pronto, te ves ante una editorial, impelido por las opiniones de quienes te rodean, Tú crees que la historieta que llevas en la mano es genial. Todos te lo han dicho ... Pero no es así, aunque esto lo comprobarás más tarde. Tus sueños de gloria y fama se esfuman cuando los editores te despiertan de tan bello sueño... Mi primera historieta la rehice tres veces. El premio a mi constancia fueron 50 pesetas y así empecé mi lucha.

Ché: Igualmente sé que pasado cierto tiempo chocas con los responsables de la Editorial Valenciana y deciden echarte. ¿Qué es lo que pasó?

RDLC: Aunque a estas alturas poco importa, yo no diría que me echaron. El hecho fue que las directrices de la Editorial estimaron la conveniencia de que el dibujante NIN (desaparecido e injustamente olvidado) y yo, quizá por ser de los más jóvenes entonces, imitáramos a los dibujantes de TBO Benejam y Coll. Les pareció que ello daría lustre a la revista JAIMITO. La habilidad de NIN lo consiguió de inmediato. Fue distinto para mí. No conectaba con el estilo del formidable Coll y sus alargados personajes eran demasiados duros para mí. Y yo que nunca me caractericé por mi valor, me rebelé. Expuse todas estas razones al director artístico y el resultado fue que cesaron las peticiones de trabajo. Eufemísticamente suelo decir que "me felicitaron las pascuas de Navidad en agosto..."

Ché: ¿Cómo fue tu vida profesional fuera de la Editorial Valenciana?

RDLC: En aquellos tiempos, la relación con las editoriales era muy similar, la única diferencia fue que, cuando algo más que un año después ofrecí mis servicios a la Editorial Bruguera, ya iba avalado por mi trabajo anterior en Valencia. Afortunadamente, por mi colaboración en la nueva editorial fui más conocido. Esto trajo consigo la aproximación de agencias que me relacionaron con Londres, a través de Bardon Art y, casi de inmediato, con una editora de Lyon. Al mismo tiempo fui reclamado de nuevo por la Editorial Valenciana que obvió mi rebeldía... Y así transcurrieron los años y vi desaparecer editoriales, luego vino mi etapa final con dos agencias alemanas y seguí almacenando años, tantos que tengo para dar y vender.

Ché: En todos tus muchos años de dibujante, ¿qué es lo que destacarías?

RDLC: No sé que contestar a eso. Sobre todo la belleza de nuestro trabajo, porque considero que es grande que, con lo que surge de tus manos hayas contribuido a hacer felices a varias generaciones y es gratificante en extremo recibir cartas de agradecimiento de estas personas, agradeciendo el haber llenado su adolescencia de ilusión. Por otro lado veo con satisfacción que el cómic se resiste a morir, alimentado por el entusiasmo de una pléyade de magníficos dibujantes jóvenes que luchan como leones, a pesar de las enormes dificultades a las que se enfrentan.

Ché: Hay un periodo en tu vida que ha sido una sorpresa para todo aquel que lo conoce, y es tu etapa como escritor de novelas de bolsillo, y que parece ser tu no ilustrabas. Por favor háblanos de ello?

RDLC: Fue a causa de la falta de trabajo en la Editorial Valenciana por mi rebeldía. Era recién casado y necesitaba sacar a mi familia adelante y decidí escribir. Eran novelitas de bolsillo que proliferaron en los años cincuenta, piénsese que no había televisión. La gente sencilla las devoraba, curiosamente, de camino al trabajo en el tranvía, porque entonces había tranvía y Aníbal acababa de pasar por aquí, camino de Roma. Publiqué en la colección Comandos y Luchadores del Espacio de Editorial Valenciana. Pasé posteriormente a Futuro de Ediciones Toray y aquí pareció sonreírme la fortuna, pues me pidieron que incrementara la producción con posibilidad de contrato. Naturalmente expuse mi pretensión de aumentar el precio y el resultado fue que, debido al entusiasmo que producía mi colaboración, me ofrecieron pagar cien pesetas más por novela. Temeroso de que la opulencia me arrastrara por el mal camino, decidí aprovechar el viaje a Barcelona para ofrecerme a Bruguera como dibujante y olvidé la senda de laureles que me ofrecía la Literatura de tono menor.

Ché: En un momento dado, las editoriales Valenciana y Bruguera se hunden. ¿Qué supuso para los profesionales de aquella época tal situación?

RDLC: La desaparición de esta editoriales supuso una desbandada general. Algunos recurrieron a otras publicaciones menores en precios. Quienes pudieron se reintegraron a trabajos que compatibilizaron con su dedicación artística. Otros pasaron al diseño, publicidad y trabajos de encargo puntual. Era el truncamiento de una ilusión y la precaria situación económica, aunque hubo quienes gozaron de algunas épocas de trabajo para el extranjero.

Ché: Sin embargo, hay dibujantes -caso especial de Ibáñez con su Mortadelo y Filemón- que siguen al pié del cañón, ¿cómo podría explicarse tal fenómeno?

RDLC: El caso de Paco Ibañez, creo, es peculiar. Se basa en la tremenda popularidad de sus personajes Mortadelo y Filemón. Hay que hacer notar que no sucedió lo mismo con el resto de sus personajes. Ediciones Zeta defendió con álbumes la fama de aquellos, pero ignoro la trayectoria de este maravilloso artista que intentó reflotar la historieta con una publicación llamada GUAY! que tampoco resistió el extraño fenómeno “anti-tebeo”.

Ché: Por favor háblame de la actual situación -en general- de los dibujantes de tu tiempo y de las posibilidades que tienen.

RDLC: La situación sigue siendo la misma que se produjo con la desaparición de las editoriales. Como es lógico, la mayoría de los “dinosaurios del cómic” viven, o superviven de sus pensiones y los que pudieron se reintegraron a sus antiguos trabajos. Es cierto que algunos somos ex bancarios o ex funcionarios de la Administración, pero el resto, que son los más, siguen pendientes de encargos esporádicos. Lamento ser pesimista respecto a posibilidades, porque nada hay en el horizonte que estimule la esperanza. Bastante difícil lo tienen los noveles como para pensar que los veteranos puedan resolver su situación. ¿Ayuda Estatal? ¿Municipal? ¿Como profesores de Dibujo o Pintura? Por que lo que está claro es que los gustos han cambiado. ¿Reciclarnos? Demasiado tarde para nosotros. Seguiremos arropándonos en el manto de la nostalgia.

Ché: Arturo dime: ¿qué ha supuesto para ti el que te hayan hecho un homenaje y el que te hayan dedicado una calle en tu Paterna natal?

RDLC: Lo del homenaje, que agradezco profundamente, es lo que acabo de manifestar. Lo otro es grandioso. Un sueño de años que, al hacerse realidad, me asusta por la gran responsabilidad de agradecimiento que contraigo con el Municipio que me vio nacer. Pienso que le he dado poco a cambio de este honor. Desde estas líneas quiero agradecer a la persona que, con su tesón y desmesurada fe en mí, lo ha conseguido.


VÍNCULOS:

Texto de Ché sobre el acto de entrega de premios a Rojas de la Cámara en Alicante


 [ © 2003 José María Varona, para Tebeosfera 030716 ]