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Entrevista a José María Martín Sauri, espartano de la historieta.

Entrevista practicada por Félix Velasco, telefónicamente y por correo electrónico, entre noviembre y diciembre de 2002.

 

Sauri hoy

Fotografía: Sauri hoy © 2003 J.MJ Sauri.


PRIMERA PARTE DE LA ENTREVISTA

SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA Y GALERÍA


José M. Martín Saurí (Barcelona, 1949) es uno de esos dibujantes españoles con más obra destinada a los mercados exteriores que al propio ya desde sus inicios como autor, integrado en Creaciones Editoriales y luego entre los autores habituales de la IPC británica. Al final de los año setenta se asentó en Barcelona y en años sucesivos destinó algunas obras dispersas para algunas revistas (Terror Gráfico, Blue Jeans, Más Madrea!, Rampa) y desarrolló algunas historietas de mayor longitud para los sellos Bruguera (Alejandro), Norma (Cimoc Especial III Guerra Mundial) o el eventual Saco Roto (El patio trasero). La afición le conoce sobre todo por ser el dibujante de Odiseo, serie de corte mitológico escrita por Pérez Navarro que fue ofrecida por entregas en Heavy Metal y en Ilustración + Comix Internacional y también recogida en libro por Planeta-DeAgostini. En los años noventa, Sauri trabajó como dibujante de animación integrado en el grupo Equip, si bien siguió dibujante historietas de todo género, tanto eróticas (firmó junto a Abulí el libro La mariposa y la llama, RBA) como de aventuras. 


TEBEOSFERA: Formaste parte de una generación de dibujantes españoles de marcado talento gráfico, aunque tu pertenecías al sector más joven. ¿Qué recuerdos tienes de aquella época efervescente, marcada por la Transición?

SAURI: Yo era de los jóvenes que íbamos detrás de los maestros. Recuerdo que
nuestro día a día significaba estar totalmente metidos en el mundo de la historieta, 
vivíamos para ella, no hablábamos de otra cosa, siempre intentando estar a la última de lo que se publicaba fuera de nuestro país, siempre había alguno que tenía acceso a ello y ¡oh, oh, cielos!, de culo para poder echar una ojeada, siempre haciendo planes y soñando con llegar a poder publicar en tal o cual revista en que el omnipresente Toutain se dignara un buen día a echar una ojeada a tus dibujos...

T: ¿Qué comics leías de niño y qué autores te impactaron?
S: Capitán Trueno y evidentemente, Ambrós. Después, ya un poco mayorcito, H. Foster y A. Breccia (éstos son la cola de un largo etcétera).

T: Luego entraste en contacto con Selecciones Ilustradas...
S: Tuve conocimiento de SI a través de Fernando Fernández (algún día te contaré esta larga historia).

T: Cuéntanos cuál fue tu primera historieta profesional.
S: Una del Oeste dibujada en papel vegetal para ahorrarse el fotolito para Ursus
Ediciones (profesional porque me pagaron algo por ella). Esto sería allá por 1969-70.

T: Al principio, eras un admirador de Esteban Maroto y F. Fernández, ¿qué es lo que más te llamaba la atención de ambos autores?

S: Pues de Esteban estaba loco por su concepto de página, sus mujeres, su trazo, a pincel o a plumilla, su elegancia en la composición, su atrevimiento en aplicar soluciones nuevas, el tamaño de sus originales y el amor y sabiduría que tenía por los ilustradores ingleses y yanquis del 1800 y de principio del siglo XX y la cantidad de cultura gráfica que adquirí como consecuencia de largas charradas (conversaciones, en catalán, ¡ojo! que no chorradas). De Fernando, que aparte de ser mi padre espiritual y mejor amigo y confesor, me gustaba mucho, mejor muchísimo, su concepto del b/n y la valentía que tenía manchando...

T: Te hicieron un reportaje que salió publicado en Blue Jeans (famosa foto tuya a lo Sandokan incluida) ¿Qué significó para ti; influyó en tu trayectoria?

S: El editor de Ursus que fue el que publicó mi primera historieta era amigo de Rocca, el editor de Nueva Frontera. Le habló de mí y al verme se enamoró de un servidor (todo es coña). Sauri, en Blue JeansTotal, que se interesó por mi trabajo, quedamos en un bar, creo recordar en el Paseo de Gracia (no estoy seguro), me hizo la entrevista y evidentemente exageró con lo de Sandokan, pero a mí me hizo ilusión, para qué negarlo, era la primera para mí. Aparte de eso, sí,  supongo que me conoció  más gente. De todas formas, nadie me envió ninguna carta alabando mi físico y menos para darme trabajo de historietista, lo que si me sirvió fue para publicar la misma historia en la revista italiana Vampirella, que para mí fue mucho más de lo esperado.

T: Dinos cuándo y cómo surgió la idea de hacer Odiseo
Corría el mes de noviembre de 1979, ¡qué lejos y qué viejo! (por aquel entonces trabajaba dibujando 36 páginas cada mes de las de seis, siete u ocho viñetas para Italia: editorial Universo; llevaba así desde 1976 y tenía contrato para largo). Aquel mes fui de viaje a Londres (iba bastante a menudo) y en la gloriosa librería Golden Dark Eyes Shadow y ya no sé qué más, una gozada de lugar en un sótano enorme lleno todo a reventar de material norteamericano, nunca visto por aquel entonces por aquí y ¡ohhhhhhhhhhhhhhh, cielos! recién salido de la imprenta, allí estaba... The Studio [libro de ilustración del sello Papel Tiger, con obras de B. Wrightson, M.W. Kaluta, J. Jones y B.Windsor-Smith]. Supongo que sobran las palabras. Fue tal la impresión que me causó, que al volver a Barcelona cancelé el contrato con los italianos y convencí al Pérez Navarro que la cosa mentalmente iba en serio (ya teníamos hablado hacía tiempo hacer algo grande). En principio pensamos en La Ilíada, pero al fin nos decantamos por La Odisea...

T: O sea que te lanzaste a un trabajo de documentación gráfica de la antigua Grecia: armas, naves...

S: Bueno, el que se leyó varias veces el libro fue el Pérez, yo sólo una ¿para qué más? Nos reuníamos siempre en algún bar de la  ciudad, me comentaba un capítulo abocetado de guión, llenábamos y acabábamos con todas las servilletas del lugar, con apuntes, ideas... y salíamos la mar de contentos (del alcohol, claro) y ¡hala!, a trabajar y así sucesivamente durante tres largos años, durante los cuales un servidor vivía y comía por si os lo preguntáis de ir un día a la semana a la redacción del Grupo Z pues yo dibujaba en la revista Interviú por entonces.

T: Imagino que elegisteis La Odisea porque, aunque no es tan épica como La Ilíada, da más juego por la fantasía que contiene: el cíclope, Circe, Escila y Caribdis... ¿Fue esa la razón?

S: Sí, sí, Odiseo era muy atractivo por toda la aventura fantástica que conllevaba, todo dependía de tu imaginación en cuanto a crear las situaciones, fondos... corrías el riesgo de idealizarlo a lo mejor demasiado como seguramente sucedió en algunas parte, pero en fin....

T: ¿Conocías por entonces algún otro comic importante ambientado en la Hélade? ¿Quizá Heros the Spartan de Frank Bellamy?

S: Huy, a este Sr. Bellamy ya lo conocía de mucho antes, desde aproximadamente 1972, de mi primer viaje a Londres, en el que ya descubrí aquella librería que menciono al principio donde compraba ejemplares de la revista Eagle, en cuyas páginas aparecía el maestro Frank, dibujando de todo... religioso, “Frazier de Africa” y “Eros de Sparta”... ¡vaya gozada de dobles páginas y pensar que a ningún editor que yo sepa se le ha ocurrido reeditar con todo lujo el mencionado Heros... lástima, lástima, lástima.

T: Respecto al grafismo, en Odiseo, muestras ya (al menos para el gran público) un estilo personal, abandonando la influencia de Maroto y demás. ¿Te costó mucho esfuerzo o tiempo?

S: El grafismo... con lo difícil que es dibujar como para encima preocuparte del grafismo y de la unidad del estilo... La verdad es que empecé por el cuarto capítulo para romper el hielo, había errores, búsquedas y balbuceos, pero al acabar el mismo tenía claro por dónde iban a ir los tiros, intenté seguir a mis maestros conceptuales (The Studio), me sumergí de lleno en el prerrafaelismo y los ilustradores ingleses de principios del siglo pasado, de alguna cosa más y entre todo ello salió lo que salió...

T: Dices que el cuarto episodio fue importante a nivel de estilo. ¿Empezaste por ahí o fue en ese episodio donde comenzaste a plasmar gráficamente lo que tenías en mente?

S: No, no, qué va, cuando empecé por el cuarto capítulo iba totalmente, si no recuerdo mal, perdido, tenía claro por dónde no quería ir, pero ni puta idea del camino correcto. Al final del capítulo el sufrimiento había sido atroz , pero había servido para al menos ver ya con claridad un atisbo de luz que se confirmó al continuar por el primer capítulo.

T: ¿En qué otros países se publicó Odiseo, qué formatos y qué edición te dejó más satisfecho?

S: Bueno, su publicación fue toda una "Odisea". Primero, evidentemente, se ofreció por estas tierras tan nuestras cuando llevábamos dos capítulos, recibiendo sendas negativas (comentarios aparte), por parte de los editores de la época (los mejores, claro). Fue tal el chasco que con el Pérez (en un bar, naturalmente) decidimos presentarlo a la mejor revista del momento (para nosotros, evidentemente) y ésta era el Heavy Metal americano. Dicho y hecho: cogimos un vuelo para Nueva York y nos plantamos allí (hay un escrito muy cachondo y entrañable que a lo mejor conoces que data del primer Salón de Barcelona y que apareció en una revista que se editó por el certamen). Bueno, resumiendo: les interesó, firmamos un contrato y allí se estrenó un año y medio después, apareciendo por capítulos. Después se publicó en España en la revista Comix Internacional, en Alemania en Comic Spiegel, en Yugoslavia, en Italia en la revista Intrepido y de nuevo en España de la mano de Planeta [De-Agostini] y que yo sepa nadie más.

T: Creo que la obra fue bien recibida en Estados Unidos...

S: Sí, efectivamente, hubo buenos e interesantes comentarios que nos explicaba cada vez hablábamos con la editora de Heavy Metal, por aquel entonces, Julie Simmons-Lynch, y que después nos hizo uno de los prólogos o comentarios en la edición de Planeta. Hubo gente a la que le chocó al principio el tema, decían que no estaba en línea con la revista, pero acabaron por disfrutar con el aporte... digamos de un clásico, además de felicitarnos por el trabajo de ambientación y recreación hecho con tanto respeto y cariño.

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[ © 2003 Félix Velasco Fargas, para Tebeosfera 030131  ]