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El HUMOR EN LA CONCIENCIA: ENTREVISTA A JESÚS ZULET.

Entrevista practicada por Manuel Barrero entre octubre y noviembre de 2002.

Zulet, a la salida del Congreso Internacional sobre el Humor

[ Zulet, en el Rectorado de Alcalá de Henares. Fotografía © 2002 M. Barrero


Jesús Zulet es humorista de el diario vizcaíno El Correo y su viñeta se distribuye a otra docena de diarios del Grupo Correo diariamente. Además, es humorista de raza, interesado por la historia de este medio y participante en multitud de actividades en pro del humor o con el humor como instrumento para la defensa de valores.

Tebeosfera: En un reciente diccionario sobre historietistas y humoristas gráficos (De la Historieta y su Uso, 1873-2000) consta que tu segundo apellido es Oria y que eres oriundo de Euskadi, ¿es así?
Zulet: Mi segundo apellido es Izura. La verdad, rara vez escriben correctamente mis extraños apellidos y por eso no se de donde sale lo de Oria. Nací en Pamplona, Comunidad Navarra. Desde el punto de vista cultural y etimológico mi apellido sí es netamente vasco, derivado de "zulo": hueco, vacío; y vinculado a la expresión francesa "portrait á la silhoutte" o retrato hecho en breves momentos y al concepto de silueta aplicado al dibujo. Así pues, mi firma y mi apellido es una redundancia con respecto a mi quehacer profesional.
T: Relátanos algunos de tus recuerdos de infancia y adolescencia relacionados con el humor gráfico. ¿Crees que pudieron aquellas viñetas afectar a tu formación, a la adopción de una postura ideológica o a la formación de un carácter artístico?
Z: Creo que a través de los dibujos reconocemos y remodelamos el mundo que nos rodea y eso sí me lo inculcó y potenció especialmente mi madre, que era maestra. Mis primeras lecturas fueron el TBO y lo recuerdo con nostalgia. Después, en este país, la prensa y un humor muy vital jugaron un papel clave contra el franquismo y en la llegada de la democracia y me marcaron una huella imborrable.
T: Bajo la firma de Zul comenzaste a trabajar para Diario 16, El Jueves... Muchos recordamos tu baraja de personajes políticos de 1979 ¿Por qué no permaneciste en El Jueves?
Z: Todavía me faltaba realizar el servicio militar y dejé Barcelona y me vine a Madrid. En la División Acorazada me tocó vivir el golpe del 23-F. Resultó definitivo para orientar mi rumbo profesional, no pude soportar aquella realidad de otra manera mas que con la actitud y el "rearme" moral del humor. Podéis contemplar el dibujo que hice para aquellos sanfermines desde dentro de los cuarteles...
T: Tu firma aparece luego en las paginas de La Golondriz y El Cocodrilo... Háblanos de esta segunda publicación satírica, poco conocida por el público en general.

Z: El Cocodrilo se editaba en Madrid y pretendía ser una imitación de la exitosa fórmula del vecino francés Le Canard Enchainé. Acogió a muy importantes firmas, que en muchos casos lo hacían bajo seudónimo, como Gala, Cela, Tamames, Amando de Miguel, Santiago Amón, José L. Balbín, Alfonso Ussía... Entre los dibujantes, Mingote, Chumy Chumez, Summers, Kalikatres, Ramón, Almarza, José Julio... El editor, Eugenio Suárez, fue una de esas rara avis que desde la iniciativa privada se atrevió a "competir" frente a la prensa oficial del Movimiento con cabeceras como Sábado Gráfico, El Caso... No debería existir facultad de Periodismo y Publicidad que no enseñara las guerras entre Pepsi y Coca-Cola y las aventuras de Eugenio Suárez... Simplemente son Historia.
T: Las viñetas que elaboras para el diario vizcaíno El Correo se publican en otros muchos periódicos, como El Comercio en Asturias o Ideal en Granada, ¿distribuye tus chistes algún tipo de agencia?
Z: No trabajo para ninguna "agencia de prensa" que comercialice y distribuye mis dibujos. Es el trabajo editorial para el mismo grupo de prensa que mantiene la misma propiedad y la misma línea editorial, el Grupo Correo Prensa Española. En este terreno creo necesario destacar la importante diferencia que existe entre un chiste de actualidad y un dibujo editorial.
Verás, el dibujo editorial tiene que encajar exactamente en esa línea con el margen de libertad que brinda el humor pero sin contradecirla en ningún caso y tiene que ser un dibujo muy específico como expresión gráfica de la "noticia del día" y no lo anecdótico o divertido de otros aspectos de la actualidad o de sus protagonistas. Prima la actualidad, la importancia del contenido, del tema a tratar y lo inmediato. Obliga a un trabajo menos "independiente" y una mayor coordinación con el equipo editorialista o de opinión. Probablemente yo sea mas bien editorialista gráfico que un humorista gráfico sin que sea mejor o peor una cosa que otra sino simplemente diferentes. Hay quien sostiene que esto es como lo de la música militar. Sé muy bien los recelos que esta consideración provoca en muchos de mis compañeros por las ataduras que implica en la elaboración del trabajo y entiendo que desde reservas culturales derivadas de años de dictadura franquista y desde el desprecio al hecho y hacer "políticos". Esto, está perfectamente estudiado y desarrollado por el mundo anglosajón, en el papel específico del cartoon editorial y se introduce en España con el cambio democrático.
T: Tanto antes como después de la llegada de la democracia has tenido problemas legales en el desempeño de tu profesión, incluso una acusación de haber cometido un delito de lesa majestad. ¿Podrías referirnos esta historia con pelos y señales?
Z: Sí, por un dibujo de colaboración en la revista El Cocodrilo, en 1986, bajo la nueva legalidad democrática, me vi procesado nada menos que por la Audiencia Nacional y padecí año y medio de libertad provisional bajo fianza. La revista fue secuestrada y retirada de los quioscos, caso muy grave y excepcional. Bueno la sentencia acabo siendo absolutoria... pero tras algunos sudores. Ahora podemos reírnos. Mi obra hacía referencia al cambio socialista... en la vida personal y en los amores públicos de varios miembros del Gobierno González. Pero lo mas "gracioso" era que me imputaban "delito conexo" de injurias al Rey (en el Código Penal se condena este delito con un mínimo de 12 años de cárcel) por la casualidad de haber publicado en esta revista. El Cocodrilo publicó, en portada, otro tema que nada tenía que ver con mi dibujo, y que decía: «LOS TESTÍCULOS DE D. JUAN CARLOS I EN BUEN ESTADO» en referencia al desmentido del rumor sobre su salud y contaba con el antecedente de que meses atrás la misma revista había publicado un trabajo titulado «DIEZ AÑOS DE BORBONEZ», en el décimo aniversario de la actual monarquía. Lo curioso es que los firmantes de los trabajos reales no tenían "delito conexo" con el delito de injurias al gobierno, resultando que yo acumulaba la mayor acusación penal. El juicio, que duró dos días, se convirtió en una divertida ceremonia con múltiples anécdotas, con una larga prueba pericial sobre el humor, videos de Spitting Image.... Me defendí con la celebre frase de Philippon: «Aquello de lo que se me acusa no está en mi dibujo sino en su conciencia.»
La sentencia de finales de 1987 recoge una curiosa apreciación sociológica: «Los textos calificados de injurias, (...) con independencia de que sus términos gramaticales sean de gusto deplorable, procaces y hasta groseros, muy del uso actualmente en medios de tan enorme difusión como la radio y la televisión, pronunciados incluso por personas de indudable e innegable cultura, lo que resulta claro es que no responden a una intención seria y subjetiva de ofender (...) son perfectamente admisibles dentro del juego del ejercicio de los derechos reconocidos de crítica y libertad de expresión.»
T: Ante este tipo de problemas, ¿tenéis los humoristas algún sindicato que os proteja, o bien ya las asociaciones que ya existen (VEGAP, APIC / APIM / APIV) os cubren suficientemente en lo referido a cuestiones legales?
Z: La defensa del conjunto de aspectos profesionales, jurídicos, técnicos... requieren sin duda alguna medios que sobrepasan con mucho la capacidad del reducido grupo de profesionales dedicados al humor gráfico y se necesita una unión más amplia, como podría ser la del conjunto de creadores visuales. Y para algunas cosas, incluso aún mayor, con las organizaciones de autónomos, consumidores o sindicatos. Hay que superar sobre todo el radical individualismo imperante. VEGAP, sociedad de gestión de los derechos colectivos de autor en el mundo de la creación gráfica y audiovisual, nos posibilita fondos y servicios jurídicos que de otra manera no podemos disponer por su alto coste. Las asociaciones citadas responden sencillamente al criterio de defensa profesional antes expuesto.
T: Acaso también pudieran servir otro tipo de asociaciones, como FECO y la naciente ONU.
Z: Estas asociaciones que ahora se citan han actuado en un terreno más concreto desde una labor fundamental de promoción del mundo del humor gráfico a través de concursos, etc., y nos han permitido estar conectados internacionalmente. La ONUH es una aspiración máxima mundial, y todas las aportaciones bienvenidas sean y resultan insustituibles. Ahora mismo se trata de consolidar los pasos logrados y de evitar que se dupliquen y solapen actuaciones antes que emprender nuevos proyectos. Lo logrado hasta hoy con la Universidad de Alcalá supone un conjunto de éxitos inimaginables hasta hace bien poco: Un portal en red de Humor Gráfico con conexión permanente, el Premio Quevedos en marcha, el Museo de Humor iberoamericano, la edición básica del Humor país por país, las publicaciones como la revista Quevedos ya trimestral, los encuentros, el Congreso de Humor Gráfico, el circuito de exposiciones... son realidades muy ambicioas que sirven globalmente al conjunto de la profesión de manera extraordinaria. Tenemos a nuestro favor la capacidad de influencia pública y las numerosas solicitudes que recibimos para colaborar en mil proyectos de carácter social.
Viñeta de ZuletT: El humor gráfico en un periódico es critica a la par que opinión. Supongo que eso puede crear problemas si se trabaja para un medio periodístico del país Vasco... ¿ las amenazas recibidas van limitando la libertad de expresión?
Z: El terrorismo provoca un evidente papel de distorsión en todos los campos de la vida pública. Obliga a dedicar recursos muy necesarios para otros problemas y crea una permanente tensión añadida. Es indiscutible que los atentados y las amenazas generalizadas a los medios de comunicación son graves ataques a la libertad de expresión y condicionan su comportamiento. Un detalle: no puedo juzgar con la misma exigencia el comportamiento de los líderes políticos que se juegan la vida a cada instante y no me siento capaz de hacerles caricaturas tan críticas que sí se las haría en otras circunstancias. Por añadidura nos hemos considerado siempre demasiado serios y atormentados, lo cual es contrario al ejercicio del humor. No se cual es el peso real de todo esto. Los alemanes también piensan lo mismo. Y los franceses...
T: ¿Y qué se piensa de los humoristas en una redacción de un periódico, qué consideración se tiene de ellos?
Z: Actualmente, en los diez o doce últimos años, se ha revalorizado lo visual dentro de la prensa: surge la figura del director de arte en los periódicos, nace el uso de la infografía y los responsables de "lo gráfico" ocupan puestos destacados en el staff de las redacciones. Esto es muy positivo para nosotros. El humorista gráfico está más integrado y no es un bicho extraño al fenómeno de la comunicación. No creo que sea ajeno a este hecho la irrupción masiva de la mujer en las redacciones, su "toque femenino" y su visión más abierta y novedosa. ¡Y empiezan a llegar mujeres a nuestra profesión, milagro! Por otra parte el humor gráfico, una radiografía más real que la realidad misma, cumple la función de relajar la tensión de los problemas, provoca un distanciamiento emocional y racional, tiene una especial capacidad de enganche y exige del lector la disposición para adoptar otros puntos de vista. La utilización de estos recursos me parece que puede seguir siendo muy útil y enriquecedora en ese concepto de comunicación. Soy optimista en el valor que se va a seguir dando al humor gráfico dentro de la prensa. Otra cuestión es la situación económica de las empresas y las relaciones laborales que también nos influyen. Pero como ya he señalado con anterioridad va a primar cada vez más las capacidad de inmediatez y de respuesta a los acontecimientos, exigencia unida al avance técnico. Hoy, estos avances, la calidad de impresión, el uso del color,... permiten alternativas gráficas y estilos muy variados y ricos que antes estaban limitados por los sistemas de reproducción. Las puertas están abiertas.
La propia prensa va experimentar readaptaciones inevitables que a su vez nos plantearán nuevas exigencias: versiones para red / internet, animación, multimedia...
T: Precisamente tú eres uno de los pocos autores que dibujan directamente sobre la paleta gráfica y frente a la pantalla de tu Mac. Esto supone todo un salto cualitativo para unos profesionales que, por lo general, se sienten muy apegados a cuestiones instrumentales de antaño: el contacto con el lapicero, la tinta y el pincel, el trazo en función de la textura del papel, el aroma de la pintura aplicada al dibujo... Hoy en día son casi nulas las diferencias entre una obra realizada con esas herramientas o con las digitales ¿verdad?
Z: Bueno, entre los recelos se mantienen argumentos similares a los que se plantearon con la llegada de la imprenta. En última instancia me da igual un soporte bioquímico, como el papel o el lienzo, que uno electrónico como un disquete o una pantalla; tan material es uno como otro con sus respectivos condicionantes. El grado de control sobre los mismos y de experiencia acumulada si es diferente. Por ahora. Pero el uso del ordenador se hace imprescindible para los medios de comunicación actuales. Y aplico la lógica de ir adaptándome desde las maneras mas parecidas a las técnicas tradicionales: Zulet dibujando directamente sobre paleta gráficauso un lápiz y una tableta gráfica y programas específicos de ilustración. Y no me cabe duda que a su vez estas técnicas irán cambiando y perfeccionándose.
T: Has sido diseñador, ilustrador, humorista, incluso marionetista, ¿qué factores de la creación satírica destacarías, el mutismo en el chiste, el trazo suelto? ¿Qué valor o importancia concedes a las cuestiones de estilo?
Z: No me parece que sea la persona más adecuada para evaluar mi propio estilo.
Como teletrabajador que atiende medios con gran dispersión geográfica he tenido que sufrir la rápida adaptación a los nuevos usos informáticos y la experimentación, con errores, de estos cacharros. Sí que me parece muy importante el estilo, la "madurez" gráfica, pero creo que la forma en todo caso debe estar supeditada al fondo. Ya he explicado la importancia que doy a lo visual y al contenido de la temática a tratar. Creo que es mas puro el chiste sin palabras, la metáfora visual; creo además que puede tener una lectura más abierta por asociación de ideas sugeridas, por connotación; el texto y la palabra establecen, en general, un código mas preciso y mas cerrado. Me gusta mucho el dibujo a lápiz. Encuentro que es válido para el chiste político, creo que encajan bien en este caso la ética y la estética. Ambos, el efecto lápiz y lo político, son valores antiguos, clásicos y parece que se pueden borrar fácilmente, se brindan a la permanente corrección. En ambos casos me resisto a que se consideren como pasados de moda; es irrenunciable la exigencia de modelos éticos para la sociedad. Yo necesito la definición de los personajes implicados en cada suceso público, la responsables concretos, los rostros particulares y el primer plano. En estos momentos, creo peligrosa la simplicidad radical entre blanco o negro, las dualidades excluyentes: entre fieles o herejes, buenos y malos, reivindico el valor del matiz, la importancia de los grises, a pesar de la apariencia de "suciedad". Valoro la precisión de los detalles para cuestionar las falsas apariencias, pues tal y como define Gombrich, la caricatura presupone «el descubrimiento teórico de la diferencia entre el parecido y la equivalencia». Pero... es posible que yo esté completamente equivocado.
T: Tu siempre te has mostrado comprometido con la realidad social: has participado en obras contra la intolerancia, en actividades en defensa de derechos humanos y civiles, has colaborado en campañas a favor de instituciones penitenciarias... ¿va eso ligado a las obligaciones de los humoristas en tu opinión, o se puede hacer humor gráfico sin compromiso?
Z: Sinceramente yo lo entiendo así y sí creo que nuestro trabajo refleja muy bien el grado de libertad de una sociedad y es un buen termómetro y una buena destilería de la conciencia crítica de la misma. Es comunicación, un ejercicio de libertad y un radical compromiso con la libertad. Es una ratificación de la vida política como factor clave del ser social y comunitario. Estamos obligados en consecuencia a implicarnos en estas realidades.
T: también te hallas ligado a la Universidad de Alcalá, colaborando en parte en la organización y en los congresos que allí se desarrollan.
Z: Las actividades de la Universidad de Alcalá creo honestamente que suponen un avance espectacular en nuestro panorama profesional y nos implican en primer lugar y especialmente a los autores. Nos reclaman, a todos, a participar y me limito a asumir la parte de responsabilidad que me corresponde.
T: Nos gustaría conocer tu opinión sobre la dimensión académica del humor gráfico, el apoyo que hay por parte de la Universidad, si consideras que habría que elaborar más tratados y estudios sobre este medio, si es posible incluir una asignatura sobre la dimensión histórica, propagandística, o incluso pedagógica del humor gráfico en aulas universitarias...
Z: Si este modesto trabajo es parte de la vida y con las características señaladas, la Universidad no puede excluirlo. Como forma particular de comunicación requiere un estudio preciso y un trabajo de investigación como ocurre en otras partes del mundo. El siglo XX español ha sido un desierto en este campo. El humor puede utilizarse con éxito en pedagogía y en sanidad a través de la risoterapia. Pero entiendo que se requiere un cierto rigor científico. Pero hay premisas culturales más básicas y más graves. Creo que experimentamos una verdadera avalancha de mensajes gráficos y al desconocer sus mecanismos de influencia nos vemos condicionados seriamente en nuestro comportamiento. Padecemos en muchos casos un grado de manipulación similar a la que sufrían los analfabetos años atrás. Es muy importante una formación básica de la comunicación visual, el saber ver más que el saber dibujar. Resulta paradójico que en le época de los multimedia se eliminen o minimicen el dibujo y la música de la enseñanza básica. En la formación profesional se imparte como mera enseñanza "técnica". Es un disparate y un contrasentido. Es hora de considerar una educación integral.
T: Por último, querría preguntarte por la dificultad de la elaboración de un chiste diario. Presumo que conlleva una atención constante, y la dificultad de hacer comulgar actualidad con humor (conceptos, por lo común, casi incompatibles). ¿Agota? ¿Qué trucos utiliza el humorista de diario para salir adelante cuando tiene un mal día?
Z: Nuestra profesión también tiene sus leyendas. Decía un autor británico que «lo más duro de mi trabajo es convencer a mi mujer de que estoy trabajando cuando parece que sólo miro por la ventana». Yo no tengo ninguna duda, trabajar en una mina... es mucho mas agotador que el trabajo del humorista gráfico. Conviene tomárselo en serio pero no demasiado, y... con humor. Si uno no puede superar estas cosas, pues como en todo, debe acudir a los profesionales respectivos de la medicina o de la psicología. Tal y como está la realidad tal vez nos reconozcan en la Seguridad Social terapia gratuita de psicoanálisis como mera enfermedad profesional. O como ya me dijo un médico, tal vez sea conveniente dejar de trabajar. Total, podemos seguir haciendo lo mismo fuera del trabajo. Creo que no tenemos remedio.
T: Gracias, Zulet; yo creo que en beneficio de todos, es mejor que sigas trabajando.


VÍNCULOS:

Ficha de Jesús Zulet


[ Entrevista: Manuel Barrero, para Tebeosfera 021127 ]