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ACCORSI, Andrés (2001): “Reportajes: Mark Millar”, en Comiqueando, # 51, Comiqueando Press, Buenos Aires


[ Cubierta de YoungBlood reciente proyecto de Mark Millar. Cubierta de Lob Liefeld ]


«TODAVIA NO TIENE 30 AÑOS Y YA ES EL GUIONISTA MAS EXITOSO DEL MERCADO AMERICANO. ES ESCOCES COMO GRANT MORRISON Y ALAN GRANT, AMA A LOS SUPERHEROES CLASICOS COMO KURT BUSIEK Y MARK WAID, Y CADA TANTO SE ZARPA MAL COMO WARREN ELLIS Y GARTH ENNIS. DE SU INJUSTAMENTE IGNORADA ETAPA EN SWAMP THING A SU ARROLLADOR SUCESO EN THE AUTHORITY Y ULTIMATE X-MEN, ESTE ES EL FENOMENAL MARK MILLAR

AA: La primera vez que escuché tu nombre fue cuando te hiciste cargo de Swamp Thing junto a Grant Morrison. ¿Tu historia profesional comienza ahí, o hay trabajos anteriores?

MM: Muy poco, y además en revistas británicas de esas que los norteamericanos no conocen. Mi objetivo fue, desde un principio, el mercado americano, porque la industria del comic en el Reino Unido es un desastre. De la mano de Grant logré entrar en 2000 A.D. que, dentro de todo, es la revista más decente, donde trabajaron algunos de los héroes de mi infancia, y ahí, después de mucho hinchar las pelotas, me recibieron muy bien, durante un tiempo me dieron mucho trabajo. Pero lo mío era llegar a EEUU, como mi ídolo Alan Moore. El Swamp Thing de Alan fue uno de los primeros comics que me voló la cabeza y que me hizo ver que se podían hacer cosas magníficas en los comics, que no había por qué tomárselo en joda y producir basura para nenes tontos. Después me enganché con Watchmen, con el Dark Knight y todo eso, pero lo que me decidió a querer ser guionista de comics fue el Swamp Thing de Alan. Por eso, cuando surgió la posibilidad de trabajar para DC nada menos que en Swamp Thing, yo no lo podía creer.

AA: Pareciera que, tal vez por las pocas ventas, te daban muchísima libertad en esa serie...

MM: Sí, de entrada quedó en claro que lo mío iba a ser el cierre de la serie regular de Swamp Thing. Desde el primer día planeamos todo con Stuart Moore, que era el coordinador, como un gran arco argumental de tres años de extensión, y no importaba qué tan complejo resultara. De hecho, a medida que pasan los números, se va haciendo más complejo, entran en escena más personajes, más conceptos, incluso más planos de realidad. Stuart decía que terminó siendo algo bastante enkilombado, incluso para estar escrita por un británico (risas).

AA: Hay varios personajes en tu etapa de Swamp Thing que parecer réplicas de personajes de DC: hay una especie de Spectre, una especie de Alan Scott, y así. ¿Vos decidiste no usar a los originales o te lo impusieron?

MM: No, yo quería usar a los originales. Imaginate: era mi primer trabajo en DC, tenía todos esos personajes magníficos para jugar! Pero Stuart me convenció de que no, de que era mejor dejarlos al margen. Era la época en que Vertigo se esforzaba por mantenerse apartada del Universo DC... y bueno, yo lo entendí. No me pareció tan mal, no me enojé, ni nada. Era parte de las reglas del juego entre los editores y los guionistas de ese entonces. Y un poco porque esta política no convencía mucho a nadie, en Vertigo se empezaron a desarrollar historias y series totalmente unitarias, fuera de todo universo y no sometidas a ninguna política editorial de DC, ni nada. Pero en ese momento sí, me habría gustado poder jugar con todos esos juguetes.

AA: Tu último arco en Swamp Thing, donde él se transforma en la Tierra, es el más difícil de encajar en cualquier tipo de continuidad, ya sea de DC, de Vertigo o de lo que sea, porque al ser un impacto tan grande, debió haber tenido consecuencias en todos los otros títulos. ¿O no era esa tu idea?

MM: Ehhh.... me gusta bastante esa onda, de poder hacer cosas monumentales sin pedir permiso. A mí me molesta la continuidad. Me molesta la idea de... no sé, para mí, la continuidad es la lógica interna de una historia. Si la historia tiene un sentido, esa es tu continuidad. Si viene Galactus a destruir New York, los Cuatro Fantásticos le hacen el aguante solos, no tienen por qué venir Hulk, o Thor a pelear con Galactus. Cuando el Dr. Doom amenaza a alguien, no tienen por qué meterse todos los demás. Eso es lo que me molesta de la continuidad. Es forzar la interacción, cuando cada personaje podría estar muy tranquilo, combatiendo cada uno a sus enemigos. Mirá si la Justice League fuera en socorro de Superman cada vez que Superman se mete en un problema... respetaría la continuidad, pero le sacaría la gracia a la historia. Creo que cada guionista se tiene que concentrar en su revista, y si lo que vos escribís puede afectar a otra serie... que se haga cargo el guionista de la otra serie, si tiene ganas, si le parece que eso enriquece de alguna manera su propia historia. Pero me parece que hay que evitar el crossover entre los personajes, no me parece algo esencial para que las historias funcionen.

AA: Durante tu época en Swamp Thing colaboraste también con Grant en The Skull Kill Krew, para Marvel. ¿Por qué fue el único aporte de ambos a la editorial?

MM: Con Grant llevamos muchos proyectos. Fue un momento difícil, en el que a Marvel se le estaba terminando una época de enorme éxito, más o menos del ‘88 al ‘93, y era un momento raro para trabajar en la industria. Creo que ese año redujeron a la mitad la cantidad de coordinadores y de nuevo la redujeron al año siguiente. Ahí voló el que iba a coordinar nuestros tres o cuatro primeros proyectos para Marvel. Y algunos de los coordinadores que vieron nuestro material querían meter tanta mano en las historias, que ya no iban a ser más nuestras historias. Pero bueno, eso es típico en la vida de un freelancer. Incluso a veces uno escribe algo que está bien, pero que no es lo que uno quería escribir, sino lo que decidió el coordinador, y después el material no logra encontrar un público, y uno no sabe si el producto no era el apropiado, o si no iba acorde con lo que exigía la editorial, o qué.

AA: Seguimos con Grant: en el ‘96 te tocó finalmente jugar con el Universo DC junto a él tanto en Aztek como en tu paso por Flash. ¿Te gustó?

MM: Sí, lo de Aztek fue un poco frustrante, por la cantidad de ideas copadas que teníamos y que no llegamos a desarrollar cuando DC decidió cancelar la serie. Pero me gusta, me parece un buen trabajo. Y en Flash, en realidad nunca llegamos a trabajar juntos con Grant. Estábamos los dos tan tapados de trabajo, que encontrarnos para tirar ideas y escribir juntos se hacía cada vez más difícil. Fue la época en la que aceptamos cualquier cosa, todos esos números de Vampirella, Pantha... crossovers extraños entre todas las bad girls que se te ocurran (risas)... Fue un año de muchísimo trabajo, locos por las fechas de entrega. Por eso, el intercambio de ideas en Flash fue mínimo y cada uno trabajó por su lado: uno escribía tres números, el otro escribía otros tres y así.

AA: Me llama la atención que, una vez cancelada Swamp Thing, no te hayan ofrecido otra serie en Vertigo. ¿Cómo fue eso?

MM: Nada, que yo quería jugar en el Universo DC. Empezar a escribir comics de superhéroes y llegar, en algún momento, a escribir Superman. En ese momento mi objetivo era escribir Superman y me pareció que las posibilidades mejoraban si me iba de Vertigo. Ni bien terminé Swamp Thing me ofrecieron crear algo que fuera de mi propiedad, como cuando Garth (Ennis) dejó Hellbazer para crear Preacher. Y yo dije “Gracias, lo voy a pensar para más adelante, pero lo que yo quiero es escribir Superman”.

AA: Y finalmente te dieron Superman Adventures, y de ahí pasaste a un título de la continuidad oficial...

MM: Sí... fue medio raro. Lo primero que escribí fue un prestige de Superman, que nunca se publicó. Lo programaron varias veces, pero el dibujante (Dave Johnson) jamás entregó a tiempo. Y bueno, con esa excusa iba a menudo a la oficina de Superman y me parecía que de todas las series, la más interesante era Superman Adventures, porque te pagan por lo menos lo mismo que si escribís cualquier otro título de Superman, pero no tenés que tratar con todos los demás guionistas, ni con toda la continuidad que van armando los otros tipos que escriben Superman, los personajes secundarios y demás... que es lo que menos me interesa de Superman. Por eso Superman Adventures fue un gran placer para mí, nunca me exigieron que hiciera nada que yo no quería hacer.

AA: Más o menos de esa época es Paradise Lost, tu miniserie de la JLA...

MM: Uh... eso fue un kilombo.

AA: Esa la dibujó Ariel Olivetti, un autor argentino, amigo de la casa...

MM: ¿Si? Igual el dibujo estaba bien, me gustó... Y el guión... no sé... a alguien le debe haber gustado, porque es mi trabajo que más vendió de todo lo que hice en DC... creo que pasó los 95.000 ejemplares, supongo que porque en ese momento la JLA era lo máximo. Pero bueno, el guión lo supervisó primero un coordinador y después lo vio el coordinador de la JLA, que me lo hizo cambiar. El segundo capítulo lo tuve que re-escribir por completo y el primero, que ya estaba aprobado, me lo hizo cambiar cuando entregué el segundo con los cambios que me habían exigido. Al final, terminó siendo algo tan distinto de lo que yo tenía ganas de escribir, que pedí que fueran tres episodios en vez de los cuatro que se habían planteado de entrada, para terminarla rápido, del modo más sencillo y comunardo posible, y olvidarme de todo ese despelote.

AA: A principios de 2000 o fines del ‘99 te convertiste en el segundo guionista de The Authority, cuando Warren Ellis dejó la serie. ¿En qué difiere tu enfoque de la serie del de Warren?

MM: Ehhh... es difícil, pero tiene la ventaja de ser una serie relativamente nueva. En Superman, no podés imponer tu visión personal, porque es una serie que se viene escribiendo hace sesenta años. Con Authority sí, pero yo no quería joder demasiado, ni pegar grandes sacudones, porque no había nada demasiado establecido... iban 12 números, nada más. Además, me encanta lo que hizo Warren, con lo cual sería una estupidez cambiar sólo por el hecho de cambiar. Me gusta eso que hacía Warren, de meter mucha viñeta-página, ese tono muy grandilocuente, el formato de sagas de cuatro partes... Así que decidí conservar todo lo que me parecía copado. De todos modos, cuando se publique el final que tengo pensado para mi etapa, no va a quedar nada igual que cuando empecé. Y lo que me parece que Warren dejó apenas esbozado en Authority, es el hecho de que hay otros superhéroes a los que la actitud del grupo no les debe caer nada bien. Y de eso me agarré para arrancar hacia otro lado.

AA: Tu primer arco, donde se machacan con esas réplicas de los héroes de Marvel, me hizo acordar muchísimo a Marshall Law, que se especializaba en boletear y torturar superhéroes, pero en joda...

MM: Exacto. Sos el primero que se da cuenta de dónde me lo afané (risas). A mí me encanta Marshall Law, soy fanático a muerte de Pat Mills, el guionista que lo escribía. Tuve la suerte de trabajar con él cuando estaba en 2000 A.D., y es un maestro total.

AA: Decías recién que los personajes de Authority no estaban tan establecidos, pero hay varios que tienen una cierta tradición en el Universo WildStorm. ¿Te familiarizaste con esa historia previa?

MM: Si, sí. Por suerte, en los números de Warren se recapitula todo lo que pasó en StormWatch antes de que él llegara, así que zafé de leer todo lo anterior a Warren que, según me contaron,  es horrible (risas). Pero yo no había leído nada y la gente de WildStorm me mandó sólo lo de Warren, así que eso es lo que estudié. Me lo tuve que leer todo de un saque, el mismo día, porque me estaban corriendo con las fechas de entrega. Quedé más boludo que antes (risas), me volví loco tratando de pescar detalles, de memorizar los nombres y cualquier otra cosa que pareciera importante... ya al final tenía alucinaciones (risas). Pero me encantó, lo de Warren Ellis es realmente brillante.

AA: Ahora estás de nuevo en Marvel, con Ultimate X-Men y un par de proyectos para los Marvel Knights. ¿Qué nos podés contar de esto?

MM: Lo de Marvel Knights es algo muy tranqui, muy relajado. Un día me llama Joe (Quesada) y me dice “¿Te coparía hacer, en algún momento, algo para Marvel Knights?”. Yo hacía más de un año que no lo veía, llevaba años sin acercarme a Marvel... ni el e-mail de Joe, tenía. Pero me interesó, quedamos en que él me va a proponer una serie y yo, si puedo, me voy a hacer cargo. En un momento se barajó la pósibilidad de hacer Nick Fury, pero no nos convencía del todo, sobre todo por algunas cosas que hicieron con el personaje en otras series y que tendríamos que respetar... y porque no es un personaje muy vendedor. No es que uno haga todo por la plata... pero es algo a tener en cuenta. Igual, ya estamos conversando acerca de otro proyecto, del que no te puedo contar nada. Simplemente que cuando me lo ofrecieron, no lo podía creer, y que el dibujante es impresionante. Faltan varios meses para que arranque, de todos modos. Y el propio Joe fue el que me propuso para Ultimate X-Men, cuando Brian Bendis la rechazó.

AA: Utimate X-Men me parece una jugada muy interesante de Marvel: salir agresivamente a captar lectores que habitualmente no leen X-Men por los casi 40 años de historia previa, la continuidad retorcida, las sagas dispersas en múltiples títulos, los cientos de personajes y demás. ¿Cómo ves este desafío? ¿Te sentís capaz de traer gente nueva sin apelar a los típicos recursos que vienen mostrando los títulos mutantes hasta ahora?

MM: Creo que Marvel está en una posición muy delicada. Tiene a los personajes más famosos del mundo, pero se está fundiendo. No puede salir de la mecánica de tratar de venderle a los chicos de los colegios secundarios y no mucho más. Eso es una locura y los ejecutivos lo ven, a medida que ellos mismos se van quedando sin trabajo. Y me parece que los comics nunca fueron mejores que ahora. Te lo digo desde el punto de vista creativo, con total sinceridad. No creo que Marvel haya tenido nunca un guionista mejor que Garth Ennis, o que Paul Jenkins, o Grant Morrison, o cualquiera de esos, hay un montón de tipos muy interesantes. Entonces, ¿por qué les va mal? Porque la gente que está a cargo de la empresa hace mal su trabajo. Pokémon no es ni la mitad de bueno que Fantastic Four, o que los X-Men, u otros personajes creados por Jack Kirby... y los pibes se apu–alan unos a otros por una figurita de Pokémon. ¿Por qué no se apuñalan por los Fantastic Four? (risas). Por eso creo que las compañías tienen que hacer algo al respecto. No puede ser que los grandes capos, los que mueven la plata grande, se crucen de brazos en sus hermosas oficinas de New York, mientras observan cómo desaparece el mercado y se les muere el negocio. Como creador, es frustrante, porque uno ve a todas estas revistas de autores copados matándose por un lugar en este mercado... y no puedo creer que vendan, como mucho, 40.000 ejemplares. Podrían vender, qué sé yo... diez millones. Hay novelas de mierda que venden cinco millones de ejemplares, ¿por qué no puede venderlos un comic? Es lógico que quieran encarar más agresivamente al mercado. Yo hace... cinco años que espero una movida como la de Ultimate Marvel. Era hora de que alguien se bancara con el bolsillo lo que dice con la boca y saliera a hacer lo que las editoriales deben hacer, que es vender sus productos. Y Marvel imprimió seis millones de cada número uno de Ultimate y salió a venderlos en lugares donde resulta inteligente vender comics... en librerías, comiquerías, jugueterías, supermercados... Y el tema de eliminar la historia previa sin duda va a traer, por primera vez en varias generaciones, una nueva oleada de público, porque antes era imposible engancharse, y nadie nace siendo un especialista. Primero hay que traer al público general y después, los que decidan cultivar este hobby, se irán convirtiendo en especialistas. Si no, es una locura. Se pueden ofrecer las dos variantes a la vez, incluso: cuando uno se ceba mal con los comics, como me pasó a mí, y decide que se quiere gastar fortunas en esto, puede optar por la comiquería. Hay que aprender de los traficantes de droga: primero van a los colegios, venden la droga barata y eventualmente, los pibes terminan saliendo a robar para conseguir droga. Y eso hay que hacer con los comics: vender muy barato un producto pensado para el público general y después, ir llevando a los adictos a la comiquería.

AA: Ahora que te veo tan entusiasmado con la movida Ultimate en Marvel, ¿le dijiste adiós por un tiempo al Universo DC?

MM: No, es un adiós para siempre. Mi despedida fue el numerito de la Justice League para el evento de Silver Age. Me encantó hacerlo, sobre todo porque el protagonismo se lo llevaban los villanos, pero eso es lo último que voy a hacer para DC. Me parece que en Marvel están pasando cosas mucho más interesantes. En el Universo DC ya no hay nada que me interese. Me gusta lo que está haciendo Mark Waid en la JLA, es bárbaro, pero porque lo hace Mark. Pero me parece que DC no tiene nada para ofrecer en comparación con todo el material interesante que está sacando Marvel. Yo sé que Alan Moore y Neil Gaiman y Grant Morrison hicieron trabajos fabulosos con los personajes de DC, y un poco por eso faltan 10 ó 15 años para que se puedan volver a hacer historias interesantes con esos personajes. En cambio, en Marvel, ¿cuánto hace que no leés una historia grossa de los Fantastic Four, o de Spider-Man? ¿O de X-Men? Hoy por hoy, DC me ofrece resucitar a cualquiera de sus personajes semi-olvidados para hacer lo que se me dé la gana, como hizo Grant con la Doom Patrol, Animal Man y eso. Pero, entre relanzar un personaje olvidado de DC y relanzar a los personajes más famosos de Marvel, con total libertad y con todo el apoyo que te puede brindar Marvel... me quedo en Marvel, sin duda. A nivel creativo, mientras esté Joe Quesada, no vamos a tener ningún problema. El trato que ofrece Marvel es mucho mejor, por eso Joe se está llevando a los mejores autores.

AA: ¿Tenés algo definido de aquella serie de tu propia creación que te ofrecieron en Vertigo cuando terminó Swamp Thing?

MM: No, todo lo que se me ocurrió últimamente y no metí en ninguno de mis comics, lo guardé para una serie que estoy desarrollando para televisión, en Inglaterra. No sé cuándo, pero espero que se concrete. Y en cuanto a comics, quiero darle con todo a los superhéroes. Hace mucho que no leo comics de superhéroes que me vuelen la cabeza. De todos modos, con la gente de Vertigo está todo bien, amo a Karen Berger y a todas las coordinadoras, son gente fabulosa. Me siguen ofreciendo hacer algo, pero sigo diciendo que no. En una de esas, me convencen para un one-shot de 48 páginas del Phantom Stranger, que es un personaje que a mí me fascina, con los chicos que dibujaron Veils. Veremos qué pasa.

AA: Bueno, Mark, mil gracias.

MM: A vos!.»


  [ Documento cedido por Andrés Accorsi para Tebeosfera 031019. Este texto se reproduce en Tebeosfera con el permiso de su autor y sin variar su contenido. ]