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ACCORSI, Andrés y Diego (1994): “Reportajes. José Muñoz”, en Comiqueando, # 8, Comiqueando Press, Buenos Aires (XII-1994)


[ Imagen: Comienzo de una historieta de Muñoz y Sampayo protagonizada por Alack Sinner ]

Comienzo de una historieta de Muñoz

«CONSIDERADO UNO DE LOS MAXIMOS EXPONENTES DEL NOVENO ARTE EN EUROPA Y LOS EEUU, JOSE MUÑOZ VISITO BUENOS AIRES PARA PRESENTAR UNA MUESTRA EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA. EL CREADOR DE ALACK SINNER RECORRE CON NOSOTROS SU TRAYECTORIA, ANALIZA A FONDO SU ESTILO DE DIBUJO Y NOS ANTICIPA LOS PROYECTOS DE SU NUEVA ETAPA, CON Y SIN CARLOS SAMPAYO.
. Cuéntenos un poquito sus comienzos, cuándo y dónde nació...
JM: Bueno, yo nací en Buenos Aires el 10 de junio del 42... Origen: clase media comercial, buen pasar hasta mis 10 años, cuando se cayó la empresa familiar. Se vino a pique y yo me puse a trabajar de ayudante del ayudante de un obrero metalúrgico. Entre los 10 y los 14 años entré a la Escuela Panamericana de Arte, donde aprendí con Alberto Breccia, con David Borisoff... No aprendí personalmente con Hugo Pratt pero toda mi infancia está teñida de Hugo Pratt, de Alberto Breccia, de Solano López... con el cual empecé a trabajar a los 14 años como ayudante, haciendo El Eternauta.
. Y empezó a publicar en los últimos años de Editorial Frontera...
JM: Claro, pero de ahí la mayor parte de la gente se iba a hacer historias mucho menos interesantes pero mucho mejor pagadas para los ingleses; y ahí entramos la generación de Sosa, Durañona, yo, todos ex-alumnos de Breccia... Yo era el más prattiano-brecciano, la sub-línea, la sub-tribu prattiana-brecciana, como en un barrio intermedio. Y como ayudante de Solano, desde los 15 hasta los 17, 18, trabajé directamente con los guiones de Oesterheld, poco tiempo antes de que Hora Cero fuera comprada por Editorial Ramírez... Y en el interín que estudiaba clandestinamente historieta con Breccia, estudiaba dibujo y pintura con Humberto Serantonio, un gran artista argentino de origen italiano que vivía en la Paternal a quien yo le ocultaba -porque sabía que había que ocultárselo- mi militancia historietística. Así que entre las artes plásticas y la historieta yo debuté en la clandestinidad.
. Luego de varios años de carrera en la Argentina, a principios de los `70 se va a vivir a Europa...
JM: Si, entre el `62 y el `63 volví a trabajar con Solano y después trabajé en Misterix, donde hacía Yago e ilustré unos buenísimos -bueno, buenísimos para mí, hay que ver ahora, pero a mí me gustaban mucho- guiones de Zapietro, que hacía Precinto 56... Después en Top ilustré solamente una historia de Mirco Repetto pero yo ya estaba trabajando con Solano. Yo me retiré de publicar personalmente en Argentina, pero trabajé durante un par de años bajo el nombre de Horacio Porreca para Columba, porque Columba no me daba trabajo directamente y a través de Porreca sí. En el '66-67 volvió Solano de Europa y me contrató nuevamente y trabajé otros cinco años como ayudante suyo para los ingleses, con un gran equipo que hizo Solano. Entónces desde hacía cinco años, ya en el '67 oficialmente me había ido como publicador y en el '72 me fui realmente a ver qué pasaba allá.
. Artísticamente ¿cómo y por qué se produce el cambio de esa línea a lo Pratt del primer Alack Sinner al Alack Sinner de hoy, donde parece que trabajara en hoja negra y pintara con blanco, con una línea absolutamente...
JM: He vuelto... En los últimos Alack Sinner ha vuelto el blanco, pero hay toda una etapa oscura...
. La época que acá vimos en Fierro sobre todo.
JM: Por ejemplo. Nicaragua...
. Nicaragua es de las más negras.
JM: Más negra puede llegar a ser Recordando... Después hay una cosa negra, negra en el sentido de la última escena de En el Bar, donde hay un delirio negro, de clientes con su universo en un diferente estado de exitación, enloquecido. Yo puedo decir que durante mis cinco años de la última etapa con Solano me adecué al estilo de Solano. Yo tenía que trabajar dentro de sus coordenadas; era el estilo que yo conocía porque ya había estado como ayudante suyo; yo estaba en el pincel, pero no hay quien maneje el pincel de Solano como Solano. Cuando Solano hace una mancha inconclusa, como en El Eternauta, una cosa sucia, tres arruguitas en vez de una... si yo hago tres arruguitas como Solano, están muertas, se parecen, pero el usaba el pincel seco. Cuando trabajaba en El Eternauta con el pincel seco y lo dejaba resbalar sin tinta daba unas texturas, unas calidades, con una sensibilidad que yo no la comprendía estéticamente, pero lo que sí me impresionaba de Solano ya en aquella época, era la capacidad que él tenía de hacer personajes vivos que miraran al lector. Era impresionante. Todas las historias que hizo con Oesterheld, El Cuaderno Rojo, las historias de guerra que había hecho... y El Eternauta es una obra mayor...Entónces, cuando yo me voy de allí, llego en el `72 a Londres, luego de una serie de búsquedas en el resto de Europa. Y en Londres tomo trabajo con la misma casa para la cual trabajaba con Solano, me pedían un poco el estilo solanesco. Yo dale con el pincel, lo hice un poco más de acuerdo a mi línea, que es una línea entera, no rota, línea que continuaba, tipo pluma y la mancha negra estilo Pratt, tipo Caniff, tipo Noel Sickles, tipo Toth. Ellos querían Solano, así que ahí hubo una especie de lucha unos dos años y después dejé de trabajar allí... Entonces, cuando nos conocimos con Sampayo vimos la posibilidad de trabajar juntos y además necesitábamos hacer una cosa que nos interesase, una necesidad casi dolorosa de hacer algo que nos interesase, que pudiésemos respetar como historia. Entonces yo cambié todo, volví a la pluma y a la mancha negra, porque quería estar lejos de los recursos que aprendí con Solano, porque si no lo repetía inconcientemente. Ahí apareció esta línea, como vos decís, prattiana, que yo considero hija directa a través de Precinto 56, que se había paralizado 10 años antes. Y una vez que empecé a entrar en confianza y que el material que nosotros empezamos a elaborar con Sampayo, material psicológico, material narrativo, o sea, la forma de narrar, fue transformando el estilo del dibujo porque todo se fue influenciando; cuando salimos de la cosa chata del género detectivesco de Alack Sinner con el cigarrillito... digamos, en Viet-Blues, hay un salto, hay más experimentación. Porque hicimos El Caso Webster, El Caso Fillmore, El Cuya Bondad Es Infinita y después Viet-Blues. Me parece que vienen así... Con El Cuya Bondad Es Infinita nos la agarramos con la hipocresía de los religiosos... Y en Viet-Blues pasamos al jazz, a la cosa nocturna, a lo que nos gustaba...
. A los capítulos de Chispas, que son espectaculares.
JM: En Chispas empieza a aparecer el negro y por la suerte que hemos tenido, por la aceptación del público, yo fui modelando, yo fui cambiando mi estilo. Considero que los primeros Alack Sinner están un poquito chatos... Después fue cambiando por experiencias que nos fueron sucediendo. El personaje de Chispas, Sophie, era un amiga nuestra de la cuidad de Breccia, al norte de Italia, donde vivíamos. Su cabeza, sobre todo, que nos impresionó, también su vida; pusimos parte de lo que vimos en ella y construímos un personaje. Entonces nos fuimos acercando a la realidad. Aunque te digo que veo algunas cosas de los primeros Alack Sinner y no me avergÅenzo para nada.
DA: No, a mí me gusta más el primer Alack Sinner que el manchado.
JM: Viste, hay dos formas de ligarse con nuestro trabajo; eso es -como alguno diría- más historietístico.
DA: Si, el primero es más historietístico y el último es más artístico, más plástico.
JM: El asunto es que yo a veces me muevo con dificultad entre esas palabras y con toda la tierra de nadie que hay entre una palabra y otra, porque siempre terminás resbalando. A veces pasás por arrogante, otras veces pasás por excesivamente humilde, que no entiende la importancia de lo que hace y te hacés un nudo de equívocos. Yo he tratado, nada concientemente, día por día, de poder contemplar con interés lo que estaba haciendo. Y ahí se fue transformando. Después hemos tenido picos patológicos dentro de nuestros trabajos, no? Las situaciones en el extranjero, tantas cosas de la locura urbana despiadada; hemos viajado por muchos lados y hemos visto las ciudaes de Occidente y la gente perdida por la calle...
Yo empecé a mirar en Europa a los expresionistas alemanes, vi grabadores e incisores alemanes; algunas cosas había entrevisto aquí, cuando estaba con Serantonio y también en casa de Breccia. Vi muchos impresionistas, el cine ciudadano despiadado del blanco y negro de las palículas clase B, la literatura policial negra... este es material cultural que fue transformando... con la libertad de cometer errores.
. ¿Cómo es su relación con Sampayo?
JM: Somos amigos, hemos sido siempre amigos que trabajan juntos. Y el trabajo ha sido una herramienta de la amistad, el trabajo para reforzar la amistad. tenemos muchas diferencias como una persona y otra, pero nos queremos mucho, realmente.
. ¿Viven en la misma ciudad?
JM: No, esta es una cosa que dificulta...
. ¿Y no pensó en mudarse para vivir en la misma ciudad?
JM: Yo lo estaba pensando... Porque sampayo se volvió a mudar. Estábamos en Milán, pero se volvió a Barcelona en 1980. En ese momento había llegado mi hija a Milán, tenía mi novia en Milán... para mí era una cosa terrible tener que irme a otro lado. Iba muy seguido a visitarlo, pero después la cosa no se dió porque... Hemos trabajado estos últimos quince años yendo y viniendo y por cartas y teléfono, que nunca dejaba de ser molesto. Y según pasan los años es cada vez más difícil porque las experiencias se alejan cada vez más... yo por ejemplo, tengo un metejón con Milán. Ultimamente he trabajado mucho con imágenes de esa ciudad, he hecho una historia con un amigo mío milanés y son cosas que pertenecen a mi circunstancia. Yo Barcelona no curto. Llego, Carlos me cuenta, tengo una serie de amigos argentinos allá, pero estoy quince días y no puedo vivir ese lugar como mío, así que todo lentamente se va alejando.
. ¿Se le ocurrió trabajar con otros guionistas o escribir sus propios guiones?
JM: Nunca tuve la imperiosa necesidad interna de hacerlo, porque veo que Sampayo escribe mejor Yo que yo mismo. Hasta ahora ha sido así. Y luego, cuando aparcen temas, obsesiones que difieren, allí empieza un pooco la inquietud. Porque decís, por ahí no tengo ganas de hablar de lo que vos me proponés o viceversa. Pero en estos 15, 20 años que hemos trabajado juntos, casi nunca han habido dificultades temáticas ni de... Lentamente empiezan a crecer estas cosas. En estos últimos años hay como una cierta diferenciación en los deseos. Por eso en estos últimos años he hecho una serie de trabajos, he hechos muchos trabajos solo en historietas, para Amnesty International de Francia, he hecho 15 páginas a color sobre una historia milanesa con un amigo mío, he trabajado bastante para diarios satíricos y políticos italianos, haciendo comentarios sobre la realidad italiana... La Unitá, El Manifesto, Cuore, a veces con mi socio, mi amigo milanés Fernetti, a veces solo. Y he pintado mucho...
. Una obra suya bastante reciente y muy rara es la que hizo para el Quinto Centenario...
JM: Si, rara.
. Doblemente rara. Por un lado no es guión de Sampayo y por el otro está hecha a color.
JM: Exacto.
AA: A mí me llamó mucho la atención porque no había visto nunca trabajos suyos a color. Cuando vi eso me pareció rarísimo. Excelente, pero muy raro, nada que ver con los otros trabajos.
JM: Yo siempre tiendo a olvidarme de este trabajo y entiendo por qué. Con la gente de Sevilla se trabajó en razón de que recurrieron a mí, ya bastante tarde, diciéndome que habían tratado de incorporar a ese proyecto un trabajo hecho por Sampayo y por mí, pero que les había parecido quizás un riesgo mayor del que ellos podían asumir en un contexto, con dinero del Estado y una serie de cosas. Esto fue la cosa verbal y en ese momento Sampayo no podía, porque tenía toda una serie de compromisos que lo estaban ocupando. Entonces yo, que tenía un espacio libre y veía en mi blanco y negro de veinte años, una cierta... me veía en cierta manera cansado... No creo que de la temática o del personaje, ni de Alack, sino de la parte estética. Veía que si a veces me distraía me salían fórmulas, como si careciera de obstáculos que me encendieran. Como si de pronto, con mil límites y todo lo que quieras... pero hay que ser sabio para reconocer los límites que uno tiene, o al menos fingir serlo. Pero yo encontraba pocas dificultades. Entonces meterme en el color, de una u otra manera lo estaba buscando y apareció esta oferta de... Yo le digo a Carlitos que voy a hacer esto y Zácate!
El guión es muy interesante. La vida de Malaespina es aleccionadora, es una historia terrible. No la vamos a contar acá. El guión tiene el problema que con Andreu nos somos simpáticos, nos hemos encontrado un par de veces por allí, en festivales y cosas, pero no hubo ninguna posibilidad de trabajar de formas cercanas a las que trabajamos Carlos y yo. Eso un poco me molestó, no en sentido personal con Andreu, sino que era una cosa un poco más así, de meter en el horno y cocinarla. Cuando yo me explayé allí con el color, empecé con el dibujo coloreado, empecé con las líneas negras que tenían todo, empecé con un miedo... para que el dibujo me sostuviera el color y después me fui soltando lentamente hacia el color y en el interín empezaron a nacer las pinturas que después hice en los años siguientes. Yo hacía un par de páginas y me encontraba de pronto como exacerbado con el color, agarraba un papel grande así y me ponía a tirar baldazos de color; hacía un bailarín de tango, después volvía a Malaespina y así me fui manejando lentamente y me fui soltando un poco. Lo usé como experimentación. Estaba razonablemente pago y te repito que la historia me pareció interesantísima...
. Bueno, como sabrá, Comiqueando es una revista cuyo público lee mucho comic de superhéroes y conocen más a Keith Giffen que a usted. ¿Qué opina de este caso?
JM: Bueno... Que yo copio a Keith Giffen. (Risas)
AA: yo le hice un reportaje a Giffen en San Diego, en el año `91, que se publicó en la Comic Magazine. ¿Quiere leerlo?
JM: El Dios del Comic! No es cierto! No es posible. El armó un balurdo del cual está tratando de salir. La verdad que lo lamento mucho por él, pero mi enojo ya me pasó. De pronto, el juicio que yo le iba a hacer, no a él porque él no era el responsable intelectual, sino a la edicitorial para la cual él trabajaba, iba a llevar un año, iba a tener que meter miles de dólares sobre la mesa para un eficiente abogado neoyorquino, que iba a ganar el pleito con seguridad, pero iba a tener que dedicarle un año o dos de mi vida a masticar energías negativas a ir y volver...
. Hablando de gringos, Dave Mc Kean suele citarlo a usted no sólo como influencia artística sino como amigo personal. ¿Es cierto eso?
JM: Si,si, nos somos muy simpáticos. Nos hemos visto pocas veces pero intercambiamos tarjetitas y cuando nos vemos es con mucho placer. Es un tipo al que yo estimo mucho.
. ¿Cuáles son los dibujantes y guionistas que a usted le gustan cuando se sienta a leer historietas, si es que se sienta?
JM: Cuando me llegan miro y leo Tardi, me gusta su universo francés, paso por Bilal, miro y a veces leo Moebius, leo y miro Spiegelman, de la movida norteamericana lo que hace Crumb, lo que hace Kim Deitch, un tipo que me gusta muchísimo que ha hecho El Boulevard de los Sueños Destrozados; con Spiegelman somos amigos personales... A toda esta gente yo la sigo con gran interés... Y me ocupo mucho de ver lo que hacen las islas de gente joven por los diferentes lados por los que paso. Hay un francés que se llama Golo que ha publicado en A Suivre hace un par de años. Después miro Loustal, miro Jerome Charyn, que es un tipo que me gusta como escribe.
. ¿Se animaría a hacer algo que no sea de autor sino más bien de género?
JM: Si lo puedo evitar lo evito.
. ¿Y qué opina de la producción masiva de géneros como el comic japonés, o el de los superhéroes...?
JM: Hay muchas cosas que no me gustan nada. Inclusive me parece desagradable, como... No hablo de la parte estética, hablo de la parte temática... Pero también hay una joya extraordinaria dentro del comic japonés, una historia que ha publicado la RAW hace 2 o 3 números atras, hecho hace 5, 6 años o más, la historia de la primera menstruación de una muchachita. Una historieta muda, con los ruiditos del bosque, un trabajo extraordinario que me gustó muchísimo. Una de las cosas más lindas que vi. Porque tiene un trabajo, una delicadeza, el dónde se para el ojo para contar lo que está sucediendo, las gotitas, una belleza... Y luego están las cosas desvitalizadas que ocupan mucho espacio en el mercado; yo entiendo las necesidaddes industriales, pero... no soy admirador del material devitalizado.
. ¿Cómo es su situación actual? ¿Para dónde está trabajando? ¿Qué proyectos tiene?
JM: Estoy viendo posibilidades de colaboración en historieta, después de este año y medio pictórico y que he trabajado para diarios y he vendido pinturas y páginas originales de historietas, he vivido bastante de eso; ahora hay una serie de posibilidades, estamos conversando, puede que haya contactos con Estados Unidos. Hay que ver si llegamos a un acuerdo, pero estoy volviendo a entrar al mundo del blanco y negro, y en historieta, porque tengo muchas ganas. Aparte de ser un profesional que tiene un universo que puedo poner en alquiler; son cosas que si llego a un acuerdo con un personaje, un texto de un escritor con el cual pueda intercambiar estímulos, etc., es un trabajo que me gustaría hacer. Así que hay charlas. Y últimamente de nuestro trabajo con Sampayo tenemos ediciones de álbumes en Alemania, en lo kioscos italianos salen desde hace unos años los compendios de Alack Sinner... He hecho poquísimo material nuevo este último año y medio, estuve alejado de la historieta.
. ¿Y alguna cosa en carpeta para trabajar con Sampayo de acá en adelante? ¿Una idea que ande dando vueltas?
JM: De esto no hemos hablado con Carlitos, vamos a ver qué pasa en nuestro próximo encuentro... Después de lo que ha pasado a Carlos que ha sido un cimbronazo terrible, él está terminando su segunda novela, y está concentrando sus energías en la palabra escrita. No tenemos necesariamente una urgencia temática mutua de ponernos a trabajar. Yo no lo sé. Por ahí continuaremos Sinner.
. ¿Está en el freezer Sinner?
JM: Claro. Si vos has tenido la oportunidad de recorrer Sinner del principio hasta el final, es más o menos un camino que ha hecho y la última historia donde se reencuentra con Sophie puede continuar o no, no lo sé. Tengo 52 años, digamos que son unos cuantos ya, una respetable carrera "de bailarín y cantor, una orquesta típica, he pasado por muchos escenarios y qué se yo" y tengo ganar de seguir trabajando en esto. Con la ayuda de todas las cosas que me han sucedido, la colaboración de Sampayo y todo, he construído una especie de universo fantástico, más en el mundo del blanco y negro, porque aquí en color no me conocen demasiado, que vienen y me ofrecen meter historietas de universo y yo estoy muy contento.

LO QUE DIJO GIFFEN
AA: Siendo argentino, no puedo dejar de preguntarte por qué tomaste tanto de José Muñoz...
KG: La primera vez que vi los dibujos de Muñoz, no sabía quién era. Creía que era Sampayo, poorque en EEUU, por lo general va primero el nombre del guionista. Estudié sus trabajos intensivamente y eso se empezó a ver en el papel. Pero nunca dibujé con algo de él sobre el tablero, nunca lo copié. Su estilo se ve mucho en mis trabajos porque estudié muchísimo sus páginas. Creo que es el artista más importante trabajando hoy en día en el campo de la historieta.
AA: El se enojó muchísimo cuando vio tus "homenajes".
KG: Si, ya sé. Yo nunca, jamás oculté el hecho de que sigo los trabajos de Muñoz y que analizo a fondo su estilo. Creo que es muy importante y amo su obra y la estudio. Lamento que eso haya sucedido así. Me hubiera gustado que eso no pasara, pero no lo puedo cambiar. De todos modos, eso no cambia mi actitud hacia él. Sigo convencido de que es el mejor.
AA: Y siguiendo tu tradición de cambiar de estilos, ahora estás haciendo algo distinto, que no es Muñoz...
KG: Si, pero no podría estar haciendo esto que hago si no hubiera descubierto a José Muñoz. Yo sigo con los ojos abiertos, mirando qué están haciendo los demás y veo que la escuela argentina sigue metiendo más talento en el mercado que ninguna otra. Pero para Muñoz no tengo palabras. Es como el Dios del Comic. Entiendo que esté enojado. Yo jugué sobre la raya, me acerqué demasiado a su estilo. Pero decir que yo me senté a copiarle dibujos a Muñoz es absolutamente falso.»


  [ Documento cedido por Andrés Accorsi para Tebeosfera 021005. Este texto se reproduce en Tebeosfera con el permiso de su autor y sin variar su contenido. ]