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XI SALÓN DEL CÓMIC DE STA. CRUZ DE TENERIFE 

XI Salón Del Cómic de Santa Cruz de Tenerife

 

Lugar: Sala de Arte La Recova

Fecha: Del 19 de agosto al 20 de septiembre de 2003.
 

Organización: Comics canarios incorporados
Coordinadores: Patricio G. Ducha


Colaboradores: Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife / Juventud / Cultura, Ficomic

[ Cartel del festival ]


CRÓNICA, por Luis Javier Capote Pérez


El pasado veinte de septiembre se clausuró la undécima edición de un evento que poco a poco se ha ido haciendo un hueco y un nombre dentro del apretado calendario de festejos de tal naturaleza que pululan por la geografía española, y que ha permitido a los aficionados chicharreros tener un punto de encuentro anual en el que conocer un poco más de cerca la obra de los autores invitados.

UN POCO DE HISTORIA

La primera edición del evento en cuestión se celebró en elUna de las charlas del festival verano de 1993, centrándose el Salón en la realización de varias exposiciones dedicadas a autores españoles. A partir de ahí se fueron sucediendo una serie de años, introduciéndose en el segundo una sección dedicada a los autores canarios, de cuya organización se hizo responsable el actual comisario del evento, Patricio García Ducha. En la misma se dio cabida en origen a artistas más mayores del estilo de Antonio Perera o Fernando López Aguilar, si bien más tarde empezó la búsqueda de jóvenes que estuvieran en los inicios de su carrera. De esos años proviene toda una generación de autores isleños que pasó por el Certamen Regional de Comics de Canarias, un concurso organizado por la Dirección General de Juventud y del que salieron artistas como Alberto Hernández, Roberto Burgazzoli, Eduardo González, Juan Carlos Mora o Javier Pulido. El responsable de las tres primeras ediciones fue el veterano periodista Manuel Darias, en tanto que la cuarta se considera de transición, ya que todo lo que se montó fue hecho por Ficómic. Sería a partir del VI Salón cuando García Ducha asume la dirección de la misma y la introducción de una serie de novedades respecto a la dinámica precedente: por un lado, mediante la aparición de exposiciones comisariadas en Tenerife y por otro, a partir de la séptima edición, mediante la realización de actividades paralelas como charlas, mesas redondas, proyecciones, sesiones de firmas, etcétera. A lo largo de estos once años han pasado por el salón personas como Miguelanxo Prado, Carlos Giménez, Alfonso Font, Víctor Mora, Lorenzo F. Díaz, Francisco Pérez Navarro, Carlos Puerta, Celso Piñol, Sergio Córdoba, Ramón Bachs, J. Busquets, Kano, Alfonso Azpiri o Álex Fito entre otros.

2.- LA UNDÉCIMA EDICIÓN

Una vez más, la organización del evento fue responsabilidad de Patricio G. Ducha en su condición de comisario, Francisco Pérez Navarro y Superlópezsecundado por el personal de Comics Canarios Incorporados (Cocainc.) En esta ocasión las exposiciones que ocupaban las paredes del centro de arte santacrucero La Recova pertenecían a gente de la talla de Horacio Altuna (PlayBoy), Alessandro Barbucci, Barbara Canepa (SkyDoll), Jordi Sempere (Total Hero), Jan (Superlópez) o Jean Claude Fournier (Spirou y Fantasio), si bien diversos compromisos y problemas de última hora impidieron que contáramos con la presencia de buena parte de ellos. A cambio, se contó con la inesperada aparición de dos viejos conocidos de los visitantes de otras ediciones: Lorenzo F. Díaz y Francisco Pérez Navarro. El resultado final a la hora de desarrollar las actividades paralelas fue un compendio que recorría todos los aspectos creativos y empresariales del mundo de los tebeos: dibujantes, guionistas, editores que pintaron un paisaje del sector más oscuro y menos optimista del que puede deducirse de los comunicados oficiales de las empresas, pero que quizá esté más cerca de la realidad. El aficionado isleño tuvo la oportunidad de conocer un poco el lado oscuro de la realización y edición de tebeos cuando Barbucci explicó los pormenores contractuales de su relación con Disney y enumeró las contraprestaciones inherentes a trabajar con la casa de los sueños, que hace firmar un voluminoso contrato en el que se recuerda al dibujante que su trabajo va a ser conocido en todo el mundo pero no su nombre. También pudieron los asistentes sonrojarse. El punto romántico e idealista vino de la mano de Jordi Sempere, que animó a los asistentes con inquietudes profesionales a rebelarse contra las imposiciones editoriales y a adentrarse en la aventura de la autoedición (también recomendó que se buscaran un trabajo fijo, respetable y alejado de los tebeos, pero esa es otra historia.)

Dentro de las exposiciones y dejando aparte las dedicadas a los autores invitados, otras tres merecen especial mención. En primer lugar, la elaborada por el periodista grancanario Eduardo Serradilla: Superhéroes en el Cine, con muestras  dedicadas a la Patrulla-X, Daredevil, Matrix, La Liga de los Hombres Extraordinarios  y  Supermán, esta última dotada de un amplio muestrario de los tebeos y el merchandising conmemorativo del día en que el kriptoniano cayó heroicamente (para levantarse no menos heroicamente tiempo después, pero eso es otra historia) y de sus varias décadas de historia. Serradilla complementó estas exposiciones con una serie de conferencias en las que, al igual que en la décima edición, dejó bien patentes sus vastos conocimientos sobre tebeos y sobre cine. En segundo lugar, la dedicada a Total Hero, con buena parte de los originales que cuentan las aventuras de Lucas, el recordado niño de El Sol creado por Pérez Navarro y Sempere,Sempere, recordando intimidades aficionado a los tebeos, dotado de una imaginación sin igual y muchas veces incomprendido por sus atribulados progenitores. En tercer lugar, pero no por ello menos importante, la exposición dedicada al ganador del tercer certamen de tebeos canarios, un joven güimarero de dieciocho años llamado David García Borrego, que pertenece a esa generación de aficionados que crecieron durante la explosión del manga y el anime de principios de los noventa, y que plasma en su trabajo –una historia muy bonita- las influencias recibidas en esa época que parece haberse terminado para siempre.

Como todos los años, el Salón de Santa Cruz se ha desarrollado sin grandes multitudes, sin artistas “hot” del mundo de los superhéroes o del manga, sin mil y un chiringuitos en los que ir a comprar grandes dosis de “vicio”, sin esos concursos de karaoke que ya me contarán ustedes qué rayos tienen que ver con los tebeos, pero en el que los visitantes tienen ocasión de acercarse a los autores invitados, conversar con ellos, preguntarles mil y una ocurrencias y participar como algo más que meros consumidores. Como todos los años, escucho entre algunos aficionados la eterna cantinela: es que no es como el Salón (del Cómic o del Manga, tanto da) de Barcelona. Pues no, no lo es. Ni falta que hace.


[ © 2003 Luis Javier Capote Pérez, publicada en Tebeosfera 031019 ] [ Esta misma crónica, aunque redactada de modo diferente,  ha sido publicada en otros sitios web y revistas dado que su autor lo remitió a distintos editores a la vez; se reproduce tal cual la remitió su autor sin que signifique que sus opiniones sean compartidas por el editor de Tebeosfera ]