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MISTER K

Mister K

La otra revista que sale los miércoles

Editor: El Jueves, 2004

[ Cubiertas de los números 2 y 4 de Mister K, obra de Kiko da Silva y de José Luis Ágreda, respectivamente. Inmersas en el texto vemos las cubiertas de los núms. 1 y 4. © 2005 Ed. El Jueves ]


CASO CLÍNICO: REVISTA MISTER K, comentario por Francisco Javier Alcázar

Una revista de fácil acceso, precio ajustado y estilo atractivo, con personajes e historietas que resultan cercanas tanto por los personajes como por las situaciones que se tratan. Encomiable también por la promoción que hace de nuevos valores dentro de la historieta en un país en el que la industria del cómic es prácticamente inexistente. De todos modos, las mejores series no tienen características diferenciales para el lector infantil y preocupa la elección de la temática semanal, que puede llegar al agotamiento.

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ANTECEDENTES

Desde los años cuarenta del pasado siglo hasta bien entrada la década de los ochenta, la industria del cómic español estuvo dirigida al público infantil y juvenil. Los cuadernos de aventuras que encandilaban a los niños de la posguerra convivían con revistas semanales, quincenales o mensuales, que contenían historietas con personajes fijos, chistes gráficos, pasatiempos, anécdotas... Historias que estaban realizadas con oficio por unos dibujantes que hoy se consideran maestros dentro de su profesión y que persisten en el acervo cultural de los españoles que vivieron aquellos años. A pesar de que existían varias editoriales con productos propios y de éxito (la recordada revista Chicos, los tebeos de la escuela valenciana, el TBO que dio nombre a todos los demás), fue sin duda la inmensa Editorial Bruguera la que dominaba el mercado, con una ingente cantidad de títulos muy similares entre sí (al fin y al cabo, los autores eran prácticamente los mismos): Pulgarcito, Tío Vivo, DDT, Mortadelo, son algunos de los títulos más conocidos.

En los años setenta comenzó el declive de una parte fundamental de la historieta española, que finalizó a mediados de los ochenta coincidiendo (no necesariamente existió una relación causa-efecto) con la aparición y posterior boom del cómic “para adultos” (en contraposición con el hasta ahora dirigido a los infantes). ¿Las causas? Por supuesto son múltiples y pueden achacarse al agotamiento de una fórmula repetida y explotada durante años; a la aparición de otros medios de entretenimiento más fáciles de “digerir” y más atractivos para el niño, como la televisión y posteriormente los videojuegos; a otras alternativas dentro del mismo mundo del cómic, con las ya comentadas historietas de orientación más adulta, aunque éstas también acabaron feneciendo en la década de los noventa.

En la misma década de los ochenta existieron otras opciones de lectura que no eran Bruguera, aunque muy similares, antes y después de su desaparición: revistas como Spirou Ardilla, Jauja, Fuera Borda, Garibolo, Guai!, la mayoría de ellas de escasa duración en el mercado y poca penetración en el inconsciente generacional. La sucesora de Bruguera, Ediciones B, continuó editando revistas de historietas desde finales de los ochenta hasta mediados de los noventa; de nuevo repitiendo fórmulas, personajes, autores, formatos... con el ya consabido final de un producto que no acaba de convencer a un público que tiene mejores cosas que hacer que leer un tebeo: la desaparición y, si no hay suerte, el olvido. El panorama tebeístico nacional a estas alturas era deprimente: las grandes revistas de historieta adulta cerraban sus páginas, persistiendo sólo El Víbora (que cerró antesdeayer) y El Jueves (que era otra cosa, con otro público muy diferente). Y las dirigidas al público infantil / juvenil, también desaparecían sin dejar rastro. El mercado español se nutría de traducciones estadounidenses (con superhéroes por doquier), japonesas (¿quién no se acuerda del mega éxito de Dragon Ball?) y, en mucha menor medida, de otros países europeos.

Pero algo cambió a finales de la década de los noventa. Norma Editorial, que había estado publicando durante años Cimoc, se encontraba editando en esos momentos varios álbumes europeos y una serie de colecciones de la estadounidense DC. Y, quizás pretendiendo iniciarse en un mercado que estaba en esos momentos desolado, comenzó a publicar la revista Dibus! Una revista de gran formato, a todo color, de edición lujosa, que se podía comprar en los quioscos (tras años de reclusión de los tebeos en las tiendas especializadas) y que iba orientada a un público infantil y preadolescente, con contenidos diversos: historietas, chistes gráficos, pasatiempos (¿les suena?), pero adecuándolos a las necesidades de los chicos de hoy, es decir, relacionándolos con el cine, las series de dibujos animados, los videojuegos... Fue tal la acogida que pronto sacaron al mercado otra revista, DibuCómics, más centrada en las historietas, pero que duró poco en el mercado. Dibus! sigue gozando de éxito y cuenta ya con 59 números. En estos años varias publicaciones de características similares han hecho su aparición (Fox Kids Magazine, Mega Top, Barbie), pero el siguiente escalón que nos lleva a la situación actual es la aparición en 2003 de la revista W.I.T.C.H. (seguida por Embrujadas y Winx en 2004). El acercamiento del público femenino al cómic, favorecido por el manga y el anime, propició que Disney comenzara a editar esta revista de pequeño formato, orientada a las jovencitas, pero que ha supuesto un verdadero éxito de ventas, con una tirada media de ¡143.000 ejemplares! Con estos antecedentes, unos autores inquietos se decidieron a llevar a cabo un proyecto ambicioso, con un enigmático nombre: Mister K.

HISTORIA ACTUAL

         El 6 de octubre de 2004 El Jueves trae un regalo muy especial. Junto con el Extra dedicado a Estados Unidos se regala una revista de formato semejante, de título Mister K, con un 1 en su numeración, con el precio (1’20 €) tachado, y que se subtitula como “La otra revista que sale los miércoles”, además de estar “presentada” por el mismo El Jueves. De momento, tenemos clara su procedencia. En la portada aparece una ilustración (no firmada) de Monteys, de un gracioso robot que sobrevuela una ciudad a bordo de su teléfono móvil (he aquí el chiste), pero que también anuncia varios de sus contenidos: series de historieta, un póster, una entrevista a Santiago Segura... Parece que nos vamos enterando de qué va el tema. Pero esta revista no sólo ha aparecido en los quioscos, sino que se regala a nivel nacional junto con el periódico Metro (también gratuito), y se anuncia en varios medios.

Está claro que los responsables del invento quieren que este producto tenga una difusión masiva. Y así es. Mister K, revista de humor semanal dirigida a chicos entre 10 y 14 años «inteligentes, con buen humor, que no se conforman con cualquier cosa», se plantea como todo un reto para sus creadores, la mayoría de ellos dibujantes de El Jueves, que es la editorial que lo publica: quieren recuperar al público infantil, con un producto que se venderá en quioscos, a un precio muy asequible (el euro con veinte mencionado, doscientas pesetillas de las de antes), y con contenidos actualizados que no son ajenos a las múltiples influencias que reciben los niños de hoy en día; así, internet, los videojuegos, los móviles, incluso la televisión basura, serán motivos tratados en sus páginas.

EXPLORACIÓN FÍSICA

         Hasta ahora (18 números publicados) el formato de portada ha sido siempre el mismo: Una cabecera fija con la mascota de la revista, que únicamente cambia en el color y en el bocadillo de diálogo de la susodicha mascota. Una ilustración principal, que trata sobre el tema de esa semana. Y una serie de ilustraciones secundarias que indican las series o secciones del interior y qué se regala en ese número. Siempre existe una primera página con la editorial y una introducción, y a continuación se publican las historietas, hasta ahora con los mismos personajes fijos, y casi siempre en el mismo orden. Además de las historietas existen secciones fijas, como entrevistas a personajes famosos, un póster central y pasatiempos, que en cada número corren a cargo de uno de los dibujantes de la revista. Todo esto a todo color y en un formato atractivo y manejable.

         La estructura es muy similar a la de El Jueves: cada semana se elige un tema en concreto (en principio, que tenga relación con la infancia y su entorno) al cual se dedican las historietas del principio, que no son de personajes fijos y que están realizadas por diferentes autores en cada número. Posteriormente se mezclan las diferentes historietas de personajes fijos, reservando siempre el pliegue central a la ilustración que sirve de póster. Además de la sección de contacto con el lector (“¿Qué te kuentas?”) en las últimas páginas se anuncia el próximo número, se promociona la suscripción y, también al igual que en El Jueves, se muestran “portadas alternativas” relacionadas con temas de actualidad.

         Y siempre se acompaña de un regalo: durante los primeros 11 números se obsequió a los lectores con una baraja de cartas por entregas con los personajes de Mister K, pasando después a entregar pegatinas y, en los últimos dos números, mensajes colgantes para las puertas de los chavales.

PRUEBAS COMPLEMENTARIAS

         Además de estar implicados autores ya conocidos de El Jueves (el director de la publicación es Maikel, con una larga carrera en las revistas de Ediciones B; colaboran también Monteys y Bernardo Vergara, guionista de varias series), el gran mérito de Mister K es el relevo generacional que se produce gracias a la participación de varios autores noveles, o que previamente solo habían publicado en fanzines o de forma minoritaria, y que supone no sólo un grato descubrimiento sino un importante apoyo a la creación de una escuela de profesionales dedicados a la historieta de humor. No creo necesario analizar con detalle todas y cada una de las series que componen la revista, aunque sí me detendré en aquellas más significativas o con mayor calidad.

-          Shok y Spik: realizada por Maikel, en un estilo característico que recuerda a sus trabajos para ediciones B (Los profesionales) o El Jueves (Seguridasosiá), narra las aventuras de dos extraterrestres que son enviados a la Tierra para planear una colonización alienígena. En historias autoconclusivas de dos páginas, el humor de esta serie proviene de las situaciones vividas por los dos personajes principales debido a su desconocimiento absoluto de las condiciones y costumbres terrestres, y a las situaciones y equívocos que así plantean.

-          Clases con Guasa: con autoría de Kiko da Silva, se cuentan las aventuras del chaval del título que suelen tener lugar en su colegio o en relación con sus compañeros de clase, existiendo básicamente un chiste final.

-          Carlitos Fax: Sin duda la mejor historieta del semanario. Monteys crea un personaje deudor del Bender de Futurama, un robot que fue creado para ser fax pero que insiste en trabajar como periodista, aunque su inutilidad es tan manifiesta que acaba provocando un desastre en cada aventura. Monteys no se limita a forzar la historia para crear un chiste final: cada viñeta, cada comentario del robot están llenos de humor y de un dominio de lenguaje del cómic envidiable. Como todas las grandes obras, Carlitos Fax puede leerse a varios niveles: para el lector novato o el niño al que en un principio va dirigida es una historia entretenida, visualmente muy atractiva gracias al grafismo característico del autor. Para el lector más exigente supone todo un disfrute el ver como Monteys aprovecha los recursos de la historieta de humor para crear verdaderas joyas y que, además, se superan número a número. Es impresionante el uso que hace de las características no sólo de la página como plano, sino incluso de las propiedades físicas del papel, como en la historieta del número 10, “La realidad es una mentira”, donde el lector tiene que observar la página al trasluz para saber qué es lo que está ocurriendo realmente, o el magnífico uso de los tópicos de la ciencia ficción en las dos últimas historietas, “¡Que vienen los Furrys!”, con alienígenas que se apoderan de las mentes de los humanos, y “La verdad está ahí dentro”, donde se hace un viaje al inconsciente de Carlitos. Todavía es pronto para saberlo, pero si en un futuro se pensara en publicar álbumes recopilando historietas de la revista, Carlitos Fax sería sin duda la serie más indicada.

-          Rocket B: Las andanzas de dos becarias de una agencia secreta, escritas por Javi Montes y dibujadas por el gallego Miguel Robledo. Aunque visualmente muy dinámica, la serie es floja en el aspecto argumental, con situaciones muy previsibles.

-          Zorgo: Una propuesta ingeniosa de Luis Bustos: las vivencias de un malvado (un típico “mad doctor”) narradas a razón de una página semanal.

-          Chinche: Similar a Clases con Guasa, en esta ocasión son Pep y Marc Brocal los que nos cuentan lo que le ocurre a Chinche y sus amigos.

-          El mundo de Judy: Guionizada por Jordi Lafebre y dibujada por Toni Font, una serie donde los protagonistas son frutas y verduras. De nuevo el aspecto gráfico está muy por encima del argumental.

-          El Profesor Trozotiza: Esta serie / sección realizada por Jota Jota quizás sea la que más recuerde a las revistas de Bruguera, que contaban con una sección similar. Una anécdota científica real que se acompaña de un chiste relacionado.

-          Kiko Kiosko: Otra serie donde un niño es el protagonista, en esta ocasión escrita y dibujada por el granadino Enrique Bonet. Kiko tiene que ayudar a su madre atendiendo el kiosko que ésta posee, pero su desgana en el tema provocará situaciones (a veces) divertidas.

-          Malas pulgadas: El personaje principal de esta historieta es una televisión que tiene la propiedad de emitir lo que le venga en gana. Realizada en un dibujo feísta por el gallego A. Guitián.

-          Olga y Héctor: Una de las series más extrañas de Mister K, realizada por el sevillano José Luis Ágreda, es esta en la que los protagonistas son dos chicos aficionados a lo paranormal. Curiosa.

-          Harry Pórrez: Guionizada por Bernardo Vergara y dibujada por EnriqueCarlos (con color de Carmen Recreo, que también participa en Carlitos Fax), la historia como bien indica el título es una transposición de las aventuras del niño mago Harry Potter a la historieta con la tergiversación de las situaciones del libro, todo esto con el humor propio de Vergara, uno de los más directos herederos de la escuela Bruguera. Serie de gran nivel, a la misma altura creo yo que muchos clásicos franco belgas, sería otra de las posibles reediciones en álbum.

-          Sam: Las historias de este león enamorado de una pantera y con problemas de vivienda, realizadas por Härringer, son demasiado repetitivas y poco productivas. Recuerdan además a los personajes de la “Jungla Loca” publicados en España tiempo ha.

-          Yeti: Parece que el autor, Santy, se ha basado en los famosos juegos en flash que circulan por internet del yeti y el pingüino para realizar esta serie donde los protagonistas son estos dos personajes, grandes aficionados a los deportes.

-          Turisteo: Otra serie / sección que consta de chistes de una viñeta en relación con el lugar que se visita en cada número, realizada por Kiko da Silva.

-          Crononautas: Una serie que en principio podría tener interés ya que plantea múltiples escenarios a través de viajes en el tiempo, se queda en un relato muy repetitivo de Javi Rodríguez, donde hasta los personajes son antipáticos.

A partir del núm. 2 se sumarán otros autores y series:

-          Flashes de magnesio y Cosas infames: Dos series / secciones divertidísimas de Carlös, en realidad en el título de la segunda habría que sustituir “cosas” por el tema que toque esa semana. Con un grafismo muy característico, rápidamente reconocible y muy expresivo, el autor refleja en seis chistes gráficos en cada sección situaciones de un humor negrísimo incluso para una revista adulta, pero de una imaginación desbordante. Después de Carlitos Fax, lo mejor de la revista.

-          Multiman: Escrita también por Bernardo Vergara y dibujada por Sanvi, narra las aventuras de un superhéroe que puede adquirir el poder que desee en cada momento, con resultados previsiblemente risibles. Multitud de situaciones comunes (y será una casualidad, pero el protagonista recuerda a la mascota de la cadena de lavado de coches “Lavantis”).

-         ¡Tu padre!: No es una historieta en sí, sino dos tiras cómicas que suelen ir colocadas en las páginas de contacto con los lectores. Realizada por el gaditano Mel (que también dibuja la mascota en la introducción de cada número de la revista), narra las divertidas consecuencias del choque generacional entre un padre y sus dos hijos adolescentes.

Mención aparte merecen las secciones fijas de Cine, donde se reúnen cuatro autores (Álex Romero escribiendo, M. Ángel Parra dibujando, López Rubiño entintando y Francisco Peña coloreando) para versionar éxitos actuales de la pantalla, con resultados muy desiguales; y el póster central, ilustrado por Jordi March y de temática muy variada (desde series de televisión como Los Serrano o Aquí no hay quien viva a películas como Los increíbles o famosos como Pau Gasol, habiéndose sustituido en dos ocasiones por un calendario y un juego. Y por último, la sección de chistes con ilustraciones del ubicuo Bernardo Vergara (¿quién escribirá los chistes?) y las colaboraciones esporádicas de Ozeluí.

DIAGNÓSTICO

         En primer lugar, hay que agradecer a los responsables de El Jueves el esfuerzo que han tenido que hacer para sacar al mercado este producto en un intento de acaparar la atención de un público que hace algunos años se había perdido para el cómic, el público infantil, que intenta ser atraído con una revista de fácil acceso, precio ajustado y estilo atractivo, con personajes e historietas que resulten cercanas tanto por los personajes como por las situaciones que se tratan. Y también por la promoción de nuevos valores dentro de la historieta en un país en el que la industria del cómic es prácticamente inexistente.

Es un trabajo encomiable, pero también criticable. Es significativo que las mejores series de la revista, Carlitos Fax y las realizadas por Carlös, puedan tener tanta aceptación aquí como en una revista para adultos o cualquier otra publicación, ya que no tienen características diferenciales para el lector infantil. Si cogemos Harry Pórrez y quizás Multiman y Zorgo, el resto de las series oscila entre lo aceptable y lo previsible. Además, preocupa la elección de una temática semanal, porque legará un momento en que no quedarán temas que tratar (al contrario que El Jueves, que se nutre de la actualidad, aquí se mencionan temas relacionados con la infancia), lo que quizás suponga un cambio en la planificación de la revista. La revista tiene la calidad suficiente, tanto en contenido como en continente, para continuar en el mercado, pero esto lo tienen que juzgar sus potenciales lectores. ¿Se está llegando realmente al público infantil, a ese público de entre 10 y 14 años?

PRONÓSTICO

         Todavía es pronto para opinar sobre lo que puede pasar en un futuro. Han transcurrido cuatro meses desde que se inició esta aventura editorial, 18 números, y no se disponen de datos (al menos, públicos) para conocer la respuesta de los lectores. Lo que sí es evidente es que varios editores han visto un mercado abierto y hasta ahora inexplorado, y que a las revistas existentes se van a sumar más: Cristi y sus movidas y las revistas de Panini, con Winx y su Club a la cabeza, son las próximas.

Ojalá Mister K aumente sus ventas, llegue a todos los rincones y sea leída por muchos niños. El futuro en estos momentos es prometedor y es necesario recuperar el tiempo perdido dedicando más publicaciones a los jóvenes lectores, huérfanos de historieta que llevarse a la boca. Yo seguiré comprándola.

vínculos:

Revista Mister K. Sitio oficial


   [ © 2005 Fco. Javier Alcázar, para Tebeosfera, 050205 ]