TEBEOSFERA \ SECCIÓN  


IN MEMORIAM / 13

 

William E. Eisner

Brooklyn, New York, 6-III-1917  –  Fort Lauderdale, Florida, 3-I-2005

[ Will Eisner en el Saló del Còmic de Barcelona, en 2003 Fotografía de Sebas Gil ]


por José María Varona "Ché"


Para todos aquellos que nos movemos en el mundo de la historieta, el 3 de enero fue un día aciago, ya que en esa fecha murió a la edad de 87 años por complicaciones surgidas en una operación de corazón a la que fue sometido, el maestro de dibujantes William Erwin Eisner.

Eisner nació en la ciudad de Nueva York el 6 de marzo de 1917, hijo de emigrantes judíos. Desde muy joven demostró interés por el dibujo lo que le llevó a que ya a los 19 años le fueran publicados sus primeros trabajos como profesional en la revista WOW, What a Magazine!, de la que sólo aparecieron cuatro números. Tras aquello se incorporó de forma definitiva al mundo de la viñeta, relacionándose con futuros valores del medio, como el editor Jerry Iger, o los autores Bob Kane, Jack Kirby, Jack Cole, Lou Fine, Bob Powell, Jules Feiffer o Wallace Wood con algunos de los cuales formó equipo, y algunos de los cuales con el tiempo serían elementos claves en la creación y lanzamiento de superhéroes. Pero no fue hasta 1940 en que Eisner creó la obra emblemática por la que se le conoció en todo el mundo: The Spirit, cuyas aventuras se publicaron en un suplemento de cómics que se incluía en periódicos de Estados Unidos. Todo un clásico que retrataba a un héroe sin poderes especiales que unas veces perdía y otras ganaba; un tipo con el que se identificaba la gente corriente, que sufría, que sentía miedo, que amaba, que recibía mamporros y que se echaba a correr si llegaba el caso; un personaje encarnado en la figura de Denny Colt un detective de Central City con voluntad de acero para luchar contra el mal (encarnado en la figura del villano Octopus); un tipo extraño vestido con traje azul, corbata, sombrero y un antifaz que le permitía poner a salvo su verdadera identidad. Spirit era un tipo que gustaba porque rompía tópicos, pero vitalista, con fantasía y sentido del humor que se veía involucrado en historias creíbles y próximas a la gente sencilla.

En 1942 Will Eisner es llamado a filas a consecuencia de la II Guerra Mundial, por lo que se ve obligado a dejar a The Spirit en manos de colaboradores. En el ejército tiene que dedicarse, entre otras cosas, a hacer carteles e historietas que, con un fondo didáctico, servían para entretener a sus compañeros de filas. Eisner rescata su personaje en 1945 cuando vuelve a casa, y no es hasta 1952 que lo abandona para dedicarse a sus negocios publicitarios y la enseñanza en diversas escuelas de arte. Se reencuentra con el enmascarado en una historia publicada por encargo para el New York Herald Tribune en 1966, para luego ir elaborando puntualmente algunas otras historietas para Harvey Magazine, Spirit Underground de Kitchen Sink y alguna otra publicación, al tiempo que publica la obra Contract with God and another Tennement Stories, una “novela gráfica” (se puede decir que Eisner fue el padre de este género, entendiendo como tal a la graphic novel además de como formato), que fue clave en su carrera y que se desarrollaba en el Bronx, uno de los barrios de Nueva York donde Will Eisner había pasado una parte importante de su vida.

Puede decirse que Eisner revolucionó el arte de la historieta (él lo consideraba un arte), perfeccionando el uso de la perspectiva y el sentido de la secuencia, de ahí el título de su obra didáctica Comics & Sequential Art que publicó a principios de los ochenta. Experimentó con la composición de las páginas con dinámicos encuadres, agilizando la anatomía y los movimientos de los personajes. Se internó en una gran tarea investigadora para romper tópicos, liberando recursos gráficos innovadores y técnicas procedentes de otras artes, explorando nuevas herramientas, perfeccionando la narrativa gráfica (la audacia narrativa) para explicar historias más complejas gracias a su profundo conocimiento del lenguaje del cómic. Fue un excelente guionista y un magnífico dibujante que dominaba la técnica en sus apartados humorístico y realista.

En 1960, una parte de los intelectuales de EE UU dieron un paso adelante al considerar al cómic como un arte popular que había dado lugar a obras maestras, entre las que había que contar con The Spirit. Sensibilizados por el papel que la historieta podía desempeñar como medio de comunicación entre las masas, algo que Eisner tenía claro, se fundó más adelante la American Visual Corporation para una mayor difusión del cómic y para que la labor de Eisner fuese valorada, hasta el extremo de que pasado el tiempo los responsables de industria otorgaron el nombre de “Eisner” a unos de los premios más importantes de este sector.

Sin duda Will Eisner fue un profesional que murió con las botas puestas. A edades que muchos consideran apropiadas para el retiro, Will siguió con su labor creativa, pero en un terreno que podemos considerar también didáctico. Desde 1978, con su Contrato con Dios, marcó una tendencia en el cómic de los Estados Unidos que prosiguió él mismo publicando unos veinte libros de cómics –lo que él gustaba llamar graphic novels- más en las que lo autobiográfico no estaba ausente, y una serie de libros orientados a todos aquellos profesionales dedicados a producir y dibujar cómics. Entre las “novelas gráficas” más destacables se hallan The Dreamer, A life Force, The Heart of the Storm o The Name of the Game, y entre los libros didácticos hay que destacar el aquí traducido como El cómic y el arte secuencial y Graphic Storytelling (La narrativa gráfica).

La última obra de historieta de Eisner fue publicada en el año 2003 y lleva por título Fagin the Jew (Fagín el judío). Se trata de una obra basada en el personaje homónimo que aparece en la obra de Dickens Oliver Twist tal y como fue publicada en primera edición (esto es, como folletín entre 1837-38; previamente a su edición en libro por la editorial Chapman & Hall en 1851). En mayo del presente año, está previsto el que aparezca en EE UU su obra póstuma con el título The Plot; la introducción de la obra ha sido escrita por Humberto Eco.

Se nos fue Will Eisner, uno de los grandes de la profesión cuando no lo esperábamos. Era un hombre muy vital y con muy buen aspecto a pesar de sus muchos años. Cuando paseaba por los pasillos y en la sala de prensa del Salò del Cómic de Barcelona de 2003 al que fue invitado y se le preguntó si pensaba en retirarse él contestaba que no, que todavía tenía muchas cosas que hacer en el cómic y que más que dibujante, se consideraba un gran cronista de la vida.

Maestro y amigo William Eisner, descansa en paz.


enlaces:

In memoriam, de José M. Varona

Entrevista a Will Eisner (colectiva, de VII-2004)

Eisner, un genio en nuestro barrio, por Manuel Barrero

Texto sobre The Spirit y La Avenida Dropsie, por Federico Reggiani

Reseña de Pequeños milagros, por Koldo Azpitarte


vínculos:

Completa ficha de Will Eisner, por J.A. Serrano


 [ © 2005 J.M. Varona, para Tebeosfera 050205 ]