EL ENIGMA DEL PENTAGRAMA
Sobre el dibujante de nombre desconocido de Dominguín
Con sólo veinte números publicados, el semanario Dominguín ocupa un puesto destacado en la historia de los tebeos. Editado en Barcelona por José Espoy y Samá entre 1915 y 1916, fue la primera publicación española que dedicó todas sus páginas a las historietas gráficas. Una iniciativa quizás adelantada a su tiempo, a juzgar por la brevedad de su trayectoria.
Dominguín contó con un excelente equipo de colaboradores: Opisso, Junceda, Llaverías, Apa, Urda, Brunet y Lola Anglada exhibieron su arte en las páginas en formato tabloide que caracterizan a esta publicación, a semejanza de los suplementos dominicales de la prensa estadounidense. Pero hasta ahora, cuando está a punto de cumplirse un siglo de la aparición de Dominguín, persistía la incógnita sobre la identidad de uno de sus autores más asiduos, que firmaba sus historietas con un pentagrama con la clave de sol y una nota musical (re) seguida de una ese.
Podemos apreciar la firma con el pentagrama en la cabecera del número 10 de Dominguín.
Nada menos que 32 de las 85 historietas publicadas en los veinte números de Dominguín están firmadas por el enigmático “dibujante del pentagrama”, cuyo estilo –al igual que el de otros colaboradores de la publicación– parece influido por los grandes genios de la historieta norteamericana de principios del siglo XX. Manuel Barrero aventuró que el nombre de ese dibujante podría ser “Solres”, una posible lectura del pentagrama en cuestión; pero también podría ser “Claveres”, u otro.
El coleccionista barcelonés Francisco Sánchez Obiol cree haber descubierto la posible identidad del “dibujante del pentagrama”, y basa su hipótesis en datos que hacen pensar que es altamente probable que esté en lo cierto. En Tebeosfera hemos recopilado algunas informaciones más en la misma dirección, que apoyan esa teoría.
Sánchez Obiol llegó a esa conclusión como consecuencia de varios hallazgos. El primero de ellos es un álbum de la colección El rapsoda infantil titulado “El profesor Percances”, publicado en Barcelona, probablemente en los primeros años del siglo XX. El estilo de las ilustraciones es muy similar al que “el dibujante del pentagrama” exhibe en Dominguín. Está firmado por R. Espoy –aunque esa “R” inicial también podría ser una “A”–, lo que llama la atención porque ese apellido coincide con el del editor del semanario.
Álbum mencionado de El rapsoda infantil, donde encontramos la firma "R. Espoy", tanto en la portada como en el detalle que reproducimos de la página XX.
El segundo hallazgo es una pintura humorística titulada “Parsifal”, que se puso a la venta en diciembre de 2013 a través de Todocolección. En este gouache de 30 x 24 centímetros se aprecia claramente la firma R. Espoy, que el vendedor atribuye a Ramon Espoy i Samà, un autor reseñado en el Diccionario biográfico de artistas de Cataluña, obra en tres volúmenes de J. F. Ràfols –firma de Josep Francesc Ràfols i Fontanals (Vilanova i la Geltrú, 1889-Barcelona, 1965)– editada por la barcelonesa Editorial Milla entre 1951 y 1954. En dicho diccionario se indica que Ramon Espoy i Samà fue colaborador de Dominguín, y, en efecto, el estilo de “Parsifal” coincide tanto con el de las ilustraciones del “dibujante del pentagrama” en esa revista como con las del mencionado álbum “El profesor Percances”.
"Parsifal". Gouache de R. Espoy.
Sánchez Obiol advierte que el nombre de ese autor, Ramon Espoy i Samà, coincide con el de un directivo del Real Círculo Artístico que desempeñó distintos cargos en la entidad a lo largo de muchos años, lo que le hace suponer que pudieran ser parientes. En Tebeosfera vamos un poco más allá y nos atrevemos a sugerir que, muy probablemente, se trate de la misma persona, aunque para ello nos veamos obligados a poner en cuestión uno de los datos que ese vendedor de Todocolección tomó del Diccionario biográfico de artistas de Cataluña.
Según esa fuente, el artista Ramon Espoy i Samà nació en Vilanova i la Geltrú en 1890 y falleció en Barcelona en 1925. Esas fechas hacen perfectamente posible su participación en Dominguín, que se publicó entre 1915 y 1916. Pero La Vanguardia Española publicó el 17 de diciembre de 1975 la esquela de “Don Ramón Espoy de Samá”, fallecido dos días antes en la capital catalana “a los 85 años de edad”, por lo que una simple operación matemática nos confirma que nació asimismo en 1890.
¿Dos personas con los mismos nombre y apellidos –no demasiado frecuentes, por cierto–, ambas vinculadas de algún modo al mundo del arte y nacidas en el mismo año? Parece más probable que se trate de un mismo individuo y que, en todo caso, el dato del fallecimiento en 1925 sea erróneo.
Pero es que, tirando del hilo, hallamos que la familia del que fuera directivo del Real Círculo Artístico está vinculada a Vilanova i la Geltrú desde el siglo XVIII. Demasiadas casualidades para tratarse de dos personas diferentes. 
"Sr. con catalejo". Acuarela de este mismo autor.
A dicha familia pertenece, entre otras, la rama de los marqueses de Marianao, con Grandeza de España; de Villanueva y Geltrú y de Samá. Entre sus miembros encontramos a Salvador Samá y Martí (Vilanova i la Geltrú, 1797-La Habana, 1866), militar y político, primer marqués de Marianao, que murió sin descendencia, y a su sobrino Antonio Samá y Urgellés, marqués de Samá.
El título de marqués de Samá pasó al hijo varón de este último, Antonio Samá y Torrents, cuya hermana mayor, Nieves Samá y Torrents, contrajo matrimonio con Luis Espoy y Machado. Hermano de ambos fue Salvador Samá y Torrents, segundo marqués de Marianao y alcalde de Barcelona entre 1905 y 1906 y entre 1910 y 1911, que se hizo construir un palacio señorial en Sant Boi de Llobregat, actualmente de titularidad municipal. Nieves Samá y Torrents falleció el 18 de enero de 1936, y en su esquela se menciona a sus hijos Luis, Ángel, José, Antonio, Blanca y Ramón.
Luis Espoy y Samá fue director de la revista Los Deportes, que se publicó a finales de la primera década del siglo XX. Ya sabíamos que José Espoy y Samá había sido el editor de Dominguín; por su esquela, publicada en La Vanguardia Española el 5 de enero de 1941, averiguamos que falleció el 27 de diciembre de 1940. Y acabamos de deducir que su hermano Ramón Espoy y Samá*, abogado de profesión y miembro del Real Círculo Artístico, es muy probablemente el hasta ahora enigmático “dibujante del pentagrama”.
* Las pequeñas variaciones en el nombre de esta y otras personas mencionadas en el artículo se explican por su vinculación a la nobleza, que hace que en unas ocasiones los apellidos aparezcan separados por la conjunción “y” (o “i”, en catalán) y en otras por la preposición “de”, así como por las lógicas diferencias ortográficas según esos nombres aparezcan mencionados en catalán o en castellano. También es el caso de localidades como Villanueva y Geltrú/Vilanova i la Geltrú.
