LA NORMALIZACIÓN ERRÓNEA
JAVIER ALCÁZAR

LA NORMALIZACIÓN ERRÓNEA (UN EJEMPLO DE LO QUE NO DEBE HACERSE EN LA DIVULGACIÓN DEL CÓMIC)

La aparición de un "especial" dedicado al cómic en una publicación de características generalistas y de gran tirada siempre causa gran alborozo entre los que nos consideramos aficionados a la historieta. Supone un acto de "normalización", de asunción del medio como una parcela más de la actividad creativa del ser humano y su capacidad de comunicación en igualdad de condiciones con otros medios como el cine o la literatura, mejor aceptados por la población general. Esto era lo que se presumía al aparecer el número de enero de Mercurio, publicación sobre literatura editada por la Fundación José Manuel Lara, de distribución gratuita en librerías y que bajo el título en portada de "El arte de la viñeta" prometía una exposición a lector no aficionado al cómic favorable.

No ha sido así.

En primer lugar nos encontramos la portada, de la ilustradora Eva Vázquez. Una figura con gabardina y sombrero se agazapa a la sombra de un edificio en penumbra, destacando unas ventanas iluminadas y un sonoro (es un decir) BANG en el ambiente. La ilustración podría remitir al género policíaco, de espías, o incluso a un anuncio de mantenimiento de bombonas de butano (por lo de la explosión, digo), pero incluye dos elementos que suelen asociarse al cómic: una parrilla de gruesos puntos sobre toda la ilustración, que remite a la cuatricromía típica de un tebeo en color, pero sobre todo una gran y colorida onomatopeya en su mismo centro. Aunque evidentemente podrían existir opciones más acertadas y representativas, la ilustración parece cumplir su función.

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Lo siguiente que podemos leer ya es otra cosa: en la página 5 se encuentra el editorial, con el título "El cómic. Narrativa dibujadda" [sic], y que en sus escasas líneas parece condensar todos los tópicos erróneos que circulan en torno al cómic. Nada más empezar, encontramos el error más repetido en torno al medio historieta: la denominación de The Yellow Kid como primera historieta en 1896. Esta gran falsedad se mantiene desde finales de los años 1960 tras la decisión de un grupo de especialistas reunidos en Lucca, que decidieron otorgar a la creación de Richard F. Outcalt este mérito por el uso de imágenes en secuencia que narraban una historia, la aparición de "bocadillos" donde se incluía el texto… Elementos que es cierto que utilizaba el autor en ese personaje (en concreto, en la historieta del 25 de octubre de 1896), pero que ya había sido usado con anterioridad (y con profusión) muchos años antes. Desde hace años los teóricos del cómic vienen describiendo numerosos ejemplos de historietas previas a 1896 en sus respectivos países, y estos descubrimientos se incorporan al conocimiento del medio de forma generalizada. Aparte del debate estéril de la aparición de "historietas" en la prehistoria o en la Edad Media, existen auténticas "protohistorietas" realizadas por autores como Nordquist, Bilderdijk o Rowlandson en fechas tan tempranas como 1801, 1807 o 1808, respectivamente. En todo caso, sí existe consenso en determinar que el pionero de la historieta moderna, es decir, el autor que tuvo consciencia de producir un nuevo tipo de narración que no era la mera unión de dibujos y texto fue el suizo Rodolphe Töpffer, con obras como "Mr. Vieux Bois" (1827), "Voyages et Aventures du Dr. Festus" (1829), "Histoire de Mr. Cryptogame" (1830) o "Mr. Jabot" (1831). El hecho de suponer la existencia de un nuevo medio con características narrativas diferenciales bastaría para definir la historieta, sin tener que recurrir al uso de los bocadillos para su confirmación; pero es que además existen numerosos ejemplos del uso de bocadillos antes del citado 1896 distribuidos por múltiples países y publicaciones. La existencia de estos pioneros del cómic está ampliamente reconocida hoy en día y mencionada en obras de referencia internacionales y nacionales, la más reciente la enciclopedia Del tebeo al manga. Una historia de los cómics, iniciada en 2007 y dirigida por Antoni Guiral.

En el mismo párrafo encontramos otra perla: «En España, la aparición del cómic se remonta a 1917 con la publicación del famoso TBO». Es cierto que la difusión y su éxito entre los lectores de esta publicación llevó a que su nombre se identificara con cualquier publicación que contuviera historietas (aunque después, y también equivocadamente, se ha extendido su uso al medio y lo que es peor, se ha abusado del término como tratamiento despectivo refiriéndose a cualquier cosa poco elaborada o mal confeccionada como "es de tebeo"). Solamente en el catálogo de Tebeosfera están clasificadas 20 publicaciones previas a 1917 (aunque es posible que existan otras sin catalogar y algunas de las que consta, tan significativas como Gente Menuda, Papitu, Charlot, Patufet o KDT, fueron revistas satíricas o periódicos par ala infancia que no incluyeron en su interior muchas historietas). Antonio Martín exponía en su libro Los inventores del cómic español. 1873 / 1900 (Planeta DeAgostini, 2000) el caso de "Por un coracero" de J. L. Pellicer como la primera historieta editada en nuestro país, en El Mundo Cómico fechado el 30 de marzo de 1873. Manuel Barrero, en un artículo publicado en la revista Mundaiz en su nº 68 de julio-diciembre de 2004 mencionaba otro antecedente: las obras de Víctor Patricio de Landaluze en el periódico La Charanga, editado en 1857 en la todavía colonia española de Cuba. Multitud de publicaciones y autores de renombre estuvieron trabajando en la historieta antes de la aparición de TBO.

 

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Historieta de dos páginas de Landaluze aparecida en Don Junípero, 30, en 1864, titulada “Estudios sobre el mareo”.

Más tarde se conjugan dos errores en la misma frase: «…con la aparición cuatro años más tarde del primer libro de cómic, cuyo protagonista era Superman». Se traduce comic book literalmente como "libro de cómic", refiriéndose el término anglosajón al cuaderno con varios pliegos de papel, grapados y con unas medidas alrededor de los 26 x 17 cm, en color o monocromo y que incluye historietas. Nosotros hemos definido libro de historietas como aquel conjunto de historietas editadas en un solo volumen con características (de número de páginas, de color, de tamaño, de presentación) variables, habitualmente con lomo, y que pueden haber sido publicadas previamente de forma episódica en revistas o números diferenciados. Además, el primer comic book fue el Famous Funnies, editado por Max C. Gaines en 1934 (Superman fue, eso sí, el primer superhéroe; con el permiso de Popeye).

Más: el uso del manido concepto de "novela gráfica" como objeto que presenta como «características esenciales» el que la historia esté «contada con sentido crítico» y que posea «personajes dotados de madurez y complejidad». Una vez más, y esto lamentablemente no es característica del autor del editorial, se confunde la forma (el formato) con el fondo (la historia). Como ya han explicado varios teóricos, es cierto que la etiqueta editorial graphic novel surge con A Contract with God de Will Eisner en 1978, tal y como se menciona en el texto; pero aquello fue una estrategia editorial, como se explicaba en la revista Literaturas, y que además presentaba una historia más compleja. Pero, además de (otra vez) traducirse literalmente como novela gráfica, el término se está usando indiscriminadamente para referirse a (ahora sí) libros de historietas con contenidos muy diferentes, parece ser que con un fin puramente económico: al dignificar al cómic comparándolo con un libro, tendrá mayor aceptación.

Y lo mejor viene al final (justo antes de resumir el contenido del número de la revista, párrafo en el que ya no se pueden cometer errores). «El cómic también es un género cuyo consumo no exige el esfuerzo ni la capacidad de imaginar propios de la literatura». Evidentemente, el cómic no es un "género", es un medio de comunicación, un medio de expresión (que a veces se puede considerar, además, arte) y que puede dividirse en géneros (drama, comedia, tragedia) y todos los subgéneros que se nos ocurran (la aventura, el costumbrismo, el suspense, el horror, la ciencia ficción...). Si consideramos que un cómic no exige (ni proporciona) imaginación, es que no hemos leído ninguno.

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Dos páginas consecutivas de la revista, 7 y 8, con el inicio del artículo de L.A. De Cuenca

Tras este desafortunado inicio, el "especial" de Mercurio incluye cinco documentos, que pasaremos a comentar: 

 

 

- "Cómic y literatura", artículo confeccionado por Luis Alberto de Cuenca, hombre de Cultura y conocido aficionado a la historieta y al que siempre se recurre en medios generalistas para "dignificar" al medio. En este caso habla (someramente) sobre las adaptaciones literarias al cómic, con los ejemplos de Classics Illustrated y, en España, Historias Selección, amén de mencionar algunas obras clásicas. Además de aportar poca información (también es escaso el espacio), comete errores genuinos (de nuevo la alusión al Yellow Kid como primera aparición del bocadillo o globo de texto; la mención de la «narración en imágenes» como «ese otro género literario» o «literatura en imágenes»; el uso de "novela gráfica"), errores que pueden ser de apreciación (referirse a que los tebeos siguen inundando los expositores de los quioscos; la ausencia en el texto de algunas palabras dedicadas a las adaptaciones de Joyas literarias juveniles, de Bruguera; la creencia de que los editores de Historias Selección editaran texto y viñetas con el fin de «fomentar la lectura», cuando probablemente lo que intentaban era aumentar las ventas entre los chavales al meter dibujitos en los libros) o simplemente alusiones fuera de tono («los miembros (y miembras) de mi generación»).www.tebeosfera.com

- "De underground a clásico", texto de Jordi Costa donde se menciona a Robert Crumb, Art Spiegelman, Harvey Pekar y Chris Ware. Correcto, con pocas concesiones.

- Entrevista a Paco Roca, Premio Nacional de Cómic 2008. Aceptable y casi obligada en una publicación con este enfoque.

- "Del kiosco a las librerías", artículo de Antonio Pérez, actual director de Planeta-DeAgostini Cómics y que más parece un dossier promocional de las bondades de su editorial (sobre todo en los últimos años) que un artículo informativo. Además, con errores garrafales: dice que cuando comenzó a editar Planeta no existían películas basadas en un cómic (precisamente la editorial arrancó gracias al tirón de la película Conan el bárbaro); dice que la obra de Tezuka, Adolf, «acercó más que nunca el cómic al formato de la novela», de nuevo en un intento de (falsa) dignificación; y se refiere a Planeta como «la pionera en la publicación del cómic en España». Hombre, algún que otro editor se había atrevido antes con los tebeos...

- "Eternos superhéroes", artículo de Héctor Márquez, aceptablemente bien escrito, en el que justifica la pervivencia del superhéroe. 

 

 

 

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En definitiva, una ocasión más perdida. No es que la historieta requiera de estas iniciativas para extenderse, ya que la integración de la misma en la población dependerá de factores culturales y educativos (aparte de buenos tebeos). Pero es decepcionante que, una vez más, se recurra a tópicos ya ampliamente desfasados y datos erróneos, fruto de un desconocimiento del tema del que se trata o de exceso de ligereza al hablar del mismo. Repetimos: el cómic, la historieta, es un medio, no un género. Utiliza recursos narrativos distintos al cine o a la literatura, por lo que difícilmente pueden compararse. Tan importante (o poco importante) es leer tebeos, disfrutar con novelas de aventuras o con películas de arte y ensayo. Y tras este medio existe una industria (mayor, menor), unos autores (aunque los nacionales estén normalmente abandonados a su suerte u olvidados) y un entramado teórico que desde hace muchas décadas pretende ampliar el conocimiento de sus mecanismos de expresión y difundirlos. En la lectura de estas pocas páginas no se vislumbra nada de esto.

Creación de la ficha (2009): J. Alcázar
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JAVIER ALCÁZAR (2009): "La normalización errónea", en Tebeosfera, segunda época , 2 (15-I-2009). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 19/III/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/la_normalizacion_erronea.html