EL TBO PERDIDO DE BRUGUERA
ALFONS MOLINÉ

Resumen / Abstract:
Notas: A la derecha, primera portada de este nuevo TBO con viñeta de Régis Franc.

EL TBO “PERDIDO” DE BRUGUERA

Tras sesenta y seis años sirviendo fielmente a sus lectores, el venerable TBO desaparecía en 1983, siendo adquiridos su título / marca y todos sus originales -lamentablemente, sin el consentimiento de sus respectivos autores- por la que fue durante décadas su principal rival en el mercado de la prensa infantil / juvenil, la aparentemente poderosa -pero que ya empezaba a mostrar signos de debilidad- Editorial Bruguera. Muchos se preguntaban cuál iba a ser el destino de la decana cabecera y durante algún tiempo se rumoreó que Bruguera estaba planeando relanzarla.

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Cabeceras de la última etapa de Bruguera.  
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Para asombro de aquellos que temíamos que el hipotético nuevo TBO no sería más que un clon sin personalidad de los demás tebeos de la casa (Pulgarcito, Tío Vivo, DDT, etc.), la aparición en abril de 1986 de su nueva etapa con dirección de Joan Navarro -quien, tras su paso por Norma Editorial, había fundado su propio sello editor, Complot- supuso una más que grata sorpresa.
 
Por aquella época, la otrora boyante Bruguera había atravesado una serie de espinosos problemas económicos desde su suspensión de pagos de 1982, e intentaba mantenerse a flote en ese mercado que antaño había cuasimonopolizado, experimentando con nuevas publicaciones, tales como un revival de El Capitán Trueno, con nuevas aventuras del legendario héroe ilustradas por Jesús Blasco, o Más Madera, semanario satírico destinado a un público adolescente, coordinado por Alfons López. A esta postrera hornada de publicaciones brugueriles pertenece este nuevo TBO.
 
Con 52 páginas, la mayoría a todo color, se presentaba como “semanario de diversión y reflexión” y, dejando aparte el propio título de la revista, nada -o casi nada- tenía que ver con el TBO de antes, llegando incluso a sustituir su archiconocido logotipo de letras rojas por otro de diseño más moderno -pero no por ello más atractivo- de letras amarillas.
 
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  "Balín y Balán", de Max.
El contenido igualmente suponía una ruptura con lo que había sido la veterana revista en sus etapas anteriores, e incluso con los contenidos de las publicaciones de la misma Bruguera, una editorial que nunca estuvo muy abierta a las innovaciones. Navarro supo reunir a buena cantidad de autores escogidos entre las firmas que en aquellos años ochenta estaban cambiando para siempre el panorama del cómic español a través de cabeceras hoy míticas como Cairo o El Víbora: Miguel Gallardo aportó su desopilante reportero Perico Carambola; Max creó una lograda serie de gags en entregas de media página, Balín y Balán, protagonizados por un ángel y un demonio en perpetuo conflicto; Roger Subirats, con guión de Ramón de España, presentó la historia de “continuará” Los fabricantes de estrellas; más las colaboraciones de Pere Joan, Juan Álvarez y Jorge G. (futuros pilares de El Jueves), Micharmut, Mariscal, Martí, Juan Linares, Guillem Cifré, etc.
 
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Maqueta de una portada que quedó inédita, por Gallardo. Bajo estas líneas: "Perico Carambola", de Gallardo.  
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El material extranjero -básicamente francobelga- tampoco estaba exento de interés, incluyendo series como Condor, personaje aventurero de Autheman y Rousseau; el inepto matrimonio Les Bidochons -aquí rebautizados “Los Martínez”- y el perro filósofo Kador, creaciones de Christian Binet, autor de culto en Francia, pero que nunca llegó a cuajar en nuestro país; varias historias ambientadas en el mundo del cine, del cáustico Régis Franc, pertenecientes a su álbum Sunset Corridor; Cómo triunfar en el mundo del rock, por Boris Cleet; y la reedición de algunas páginas del clásico Aquiles Talón, de Greg, personaje que justamente Bruguera publicó en sus tebeos durante algunos años.
 
Se podría pensar que el renovado TBO deseaba romper totalmente con el TBO de antes, pero lo cierto es que eso era solamente una verdad a medias: no en vano varios de los colaboradores de este nuevo TBO habían reconocido la influencia gráfica de los grandes maestros del TBO clásico. Por ello, una sección titulada Los archivos del TBO se dedicaba a rescatar material añejo de su predecesora, dedicando cada entrega a un personaje o sección de la misma (La familia Ulises, Coll, Los inventos del TBO, etc.). Completaban el renacido semanario textos escritos por Carles Prats, Juan Bufill y otros.
 
En resumen, aquel “neotebeo” -retomando el subtítulo con el que la citada Cairo, también fundada por Navarro, se presentaba- tenía todo lo necesario para ser un éxito popular... pero dos factores se lo impidieron: primero, que el título TBO estaba firmemente vinculado a una publicación destacable especialmente por su humor blanco y amable y, ante todo, destinada a toda la familia; lo cual hizo que no pocas voces surgieran en contra de aquella publicación que en nada se parecía al TBO que ellos habían conocido. Segundo, y aún más grave, la mala situación económica de Bruguera, que irremediablemente condujo a su cierre definitivo, con lo que el TBO “versión Navarro” cesó tras siete números, el último de los cuales, curiosamente -y al igual que los ejemplares de los demás semanarios lanzados por Bruguera durante su semana final de vida- no se distribuyó en Catalunya ni en Euskadi.
 
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 La vuelta al TBO más clásico de Ediciones B.

Algunos de los personajes nacidos en dicha efímera etapa de TBO, tales como Perico Carambola o Balín y Balán, hallarían continuidad en otras publicaciones, mientras que Navarro siguió adelante con la aventura de Complot, para posteriormente dirigir la filial española de Glénat. Y en febrero de 1988, Ediciones B, heredera del fondo Bruguera tras el cierre de este última, relanzó TBO, ahora convertido nuevamente en un tebeo para todas las edades (“incluida la de piedra”, como rezaba su subtítulo en portada).
 
Pero para quienes lo descubrimos en su día, el TBO “perdido” que acabamos de comentar, resultó una fugaz pero interesante etapa de la historia de nuestra historieta de los ochenta.
TEBEOAFINES
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Creación de la ficha (2011): Alfons Moliné (edición de Antonio Moreno). · Datos e imágenes tomados de ejemplares originales.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Alfons Moliné (2011): "El TBO perdido de Bruguera", en Tebeosfera, segunda época , 8 (12-XI-2011). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 24/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_tbo_perdido_de_bruguera.html