INCORRECTAS Y ANTIBURGUESAS. LEONORA CARRINGTON (1917-2011)
JESÚS GISBERT

Title:
Incorrect and anti-bourgeois. Leonora Carrington (1917-2011)
Resumen / Abstract:
Reseña del cómic Armada de locura. Leonora Carrington, la última surrealista (La Cúpula, 2024), de Mary M. y Bryan Talbot. / Review of the comic book Armada de locura. Leonora Carrington, the last surrealist (La Cúpula, 2024), by Mary M. and Bryan Talbot.
  • Cubierta de Armada de locura. Leonora Carrington, la última surrealista.
  • El caballo, bien como juguete o mediante la práctica de la equitación, formó parte de la educación de Carrington.
  • La hiena, algo así como el alter ego del caballo, y de la personalidad de Leonora, es representada en los momentos de furia de la artista.
  • La representación del padre de Leonora en esta viñeta es bastante elocuente.
  • En La niña de sus ojos, Lucia Joyce es también ingresada en un establecimiento psiquiátrico.
  • La relación entre Max Ernst y Leonora Carrington dibujada por Bryan Talbot.
  • Imagen de la página 129. Solo en las páginas finales de Armada de locura se narran momentos de la estancia de Leonora en Ciudad de México.
  • Esculturas de Carrington expuestas en 2008 en Ciudad de México La artista se mantuvo firme hasta el final.
  • Autorretrato de Leonora Carrington en el que figuran el caballo de juguete y una hiena en el interior, además de un caballo libre en el exterior.

INCORRECTAS Y ANTIBURGUESAS

LEONORA CARRINGTON (1917-2011)

 

Hola, me llamo Leonora y, generalmente, soy un caballo… aunque a veces una hiena.

Estas son las primeras palabras que leemos en Armada de locura. Leonora Carrington, la última surrealista (2024), la nueva biografía en cómic que los Talbot (Mary M. y Bryan) han publicado. La frase, a modo de presentación, encabeza la plancha inicial del tebeo. En las dos siguientes, la pintora y escritora (y escultora al final) de origen inglés, aunque luego nacionalizada mexicana, está ingresada en un hospital psiquiátrico de Santander, del que escapó en 1941. Estas dos planchas del libro, la segunda —en la que Leonora aparece dibujada con cabeza de hiena— y la tercera, manifiestan la violencia que podía hallarse en un psiquiátrico de la época, además en la España fascista, contra una mujer considerada loca. Esa misma violencia la encontraremos avanzada la biografía —que propiamente empieza en la plancha cuatro, en la que Leonora está representada jugando con un caballo balancín y luego montada a caballo— en la que asistiremos a las circunstancias del ingreso y estancia de la pintora en el hospital de Santander. Una vez leída la historia, y teniendo en cuenta la cita que encabeza este texto, pienso que el autorretrato de Carrington fechado en 1938 (la pintora contaba entonces con veintiún años de edad) ha servido a los Talbot como guía visual para el guion y el dibujo de Armada de locura.

Cuando Mary M. Talbot y Bryan Talbot publicaron La niña de sus ojos (Dotter of her Father’s Eyes, 2012), él ya era un conocido y reputado historietista, tanto como dibujante de guiones ajenos cuanto en la faceta de autor completo[1]. La novedad entonces estribaba en que el guion de esta novela gráfica estaba escrito por su esposa Mary M., una prestigiosa académica especializada en cuestiones de género (gender theory), lenguaje y poder. Posteriormente firmaron juntos, de nuevo con el formato de novela gráfica: Sally Heathcote. Sufragista (Sally Heathcote. Suffragette, 2014, con la colaboración de Kate Charlesworth); La virgen roja (The Red Virgin and the Vision of Utopia, 2016), y Lluvia (Rain, 2019). Finalmente, los Talbot han publicado Armada de locura. Leonora Carrington, la última surrealista (Armed with Madness, the Surreal Leonora Carrington, 2023). Estas obras de autoría conjunta guardan ciertos elementos comunes. Las cinco están protagonizadas por mujeres, si bien una de ellas transcurre en el siglo XIX (La virgen roja), otra en el XXI (Lluvia) y las tres restantes en el XX. Cuatro de ellas son en mayor o menor medida biográficas (excepto Lluvia), si bien el personaje Sally Heathcote es ficticio aunque no lo es el contenido de la obra que protagoniza (es relevante el hecho de que en enero de 2013 La niña de sus ojos, pese a su condición de novela gráfica, ganó el 2012 Costa Biography Award, un prestigioso premio sobre literatura biográfica). La actividad directa o indirectamente política inspira estas cinco novelas gráficas, en la medida en que recogen diferentes compromisos sociales y de concienciación personal: la utopía y el socialismo, el feminismo, el cambio climático, la cuestión psiquiátrica, el antipatriarcado… En este sentido, El cuento de una rata mala (The Tale of One Bad Rat), novela gráfica publicada en solitario por Bryan Talbot en 1995, sería un precedente del trabajo conjunto de la pareja, por cuanto trata acerca del abuso sexual infantil. Finalmente, en relación con la lectura abiertamente política de estas obras, las cinco novelas gráficas de los Talbot tratan de mujeres “incorrectas y antiburguesas” respecto a lo que el medio en que nacieron les exige, mas también son sumamente inspiradoras para el pensamiento de un mundo mejor. Hay entonces un corpus ideológico[2] —más o menos preciso— común a las obras de esta pareja, un corpus además unificado desde el punto de vista formal por el arte de Bryan Talbot.

En lo que a Armada de locura se refiere, comparte con La niña de sus ojos un par de aspectos inquietantes que en realidad se encuentran íntimamente relacionados. Uno de ellos es la representación de la locura: cómo incide esta en dos mujeres en concreto, Leonora Carrington en un caso, Lucia Joyce en el otro, y cómo es considerado este trastorno socialmente y por las instituciones. Otro aspecto que comparten Armada de locura y La niña de sus ojos es el ajuste de cuentas respecto a la figura paterna, y el reproche implícito en este ajuste que implica al padre respectivo en el devenir psiquiátrico tanto de Leonora como de Lucia. La inquisición sobre el padre desde la perspectiva de la hija la encontramos también en Fun Home, de Alison Bechdel, pero aquí la comprensión supera al reproche y no hay desde luego, en este relato, experiencias traumáticas de Alison del tipo de las que padecieron Leonora Carrington (fue también violada por fascistas españoles) y Lucia Joyce. Es tremenda la viñeta que ofrece una representación gráfica del padre llevada a cabo por Talbot en Armada de locura.

Aunque Leonora Carrington falleció a los 94 años, el grueso de Armada de locura está dedicado algo a la infancia, pero sobre todo a la juventud de la pintora hasta que en 1946 se casó, ya en México, con el fotógrafo de origen húngaro Chiki (Imre Emerico Weisz Schwartz). Estos menos de treinta primeros años de Carrington fueron intensos en acontecimientos sumamente narrables, tanto gráfica como agráficamente, y por cierto la longevidad de esta artista es una prueba a favor de lo discutible de su “enfermedad mental”. Una parte fundamental de la historia de este cómic se refiere a la relación de Leonora con Max Ernst, artista de origen alemán involucrado entre el dadaísmo y el surrealismo. Esta circunstancia conlleva que en diferentes planchas aparezcan dibujados el propio Max Ernst, Roland Penrose, la fotógrafa Lee Miller, la pintora Eileen Agar, el poeta Paul Éluard y su esposa Nusch, el poeta Joseph Bard, el fotógrafo Man Ray y su compañera Ady Fidelin, el marchante de arte Édouard Mesens (páginas 31-34) o, compartiendo mesa en el Café Flore de París, Salvador y Gala Dalí, André Breton, Yves Tanguy, Paul Éluard, Marcel Duchamp, Catherine Yarrow y Pablo Picasso (página 38). Destaca en este contexto el dibujo de Bryan Talbot al representar a Max Ernst como un pájaro (Loplop) y a Leonora Carrington con cabeza equina entrelazados, danzando y haciendo el amor.

Tras escapar del hospital santanderino en 1941, Carrington viajó a Lisboa y de allí marchó a Nueva York, donde coincidió de nuevo con el grupo surrealista. Unos meses después partió a México, en cuya capital se instaló definitivamente. En esta ciudad entabló una duradera amistad con Remedios Varo y se rodeó de un círculo de artistas europeos y mexicanos como Benjamin Péret, Pierre Manille, Octavio Paz, Diego Rivera, Frida Kahlo, José Clemente Orozco… Tal cúmulo de vidas cruzadas de intelectuales y artistas que coincidieron en París, Nueva York o Ciudad de México caracterizó el siglo XX y está suficientemente representado en diferentes cómics (que sería ocioso detallar aquí). Me temo que el siglo XXI, repleto de individualidades conectadas entre sí a través de la red, va por otros derroteros

No obstante, a pesar del subtítulo del cómic y de la adscripción que comúnmente se suele hacer de esta pintora polifacética, la postura de Carrington respecto a los adalides del surrealismo fue en cierto modo distante. Así, en una plancha de Armada de locura leemos: «¡Los surrealistas! Que ellos idolatrasen la locura todo lo que quisieran, pero era yo quien había estado en un manicomio español» (p. 121)[3]. Se diría que ella iba por libre en la vida y en su propia concepción del arte, ajena a los encasillamientos y clasificaciones. Tanto en Armada de locura como en el resto de sus obras en coautoría, Mary M. Talbot y Bryan Talbot ilustran documentadamente —o documentan ilustradamente— fragmentos puntuales o momentos de una lucha no siempre sencilla en pos de procurar la liberación del género humano (dicho en términos decimonónicos, como en La virgen roja), o lograr la emancipación de los múltiples géneros humanos (como en Sally Heathcote. Sufragista o en Lluvia), o, sencillamente, la realización personal (como en La niña de sus ojos y en Armada de locura). Es lo que en alguna ocasión he descrito como “El honor de los Talbot”.

 

NOTAS

[1] Para una completa biografía del autor, véase su entrada en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Bryan_Talbot.  No comprendo cómo es posible que en el Dictionnaire mondial de la BD, en cuya edición inicial de 1994 colaboraron Claude Moliterni y Patrick Gaumer, y cuya edición de 2010 (con más de 1.000 páginas) he consultado —ya solo a cargo de Gaumer—, no exista la más mínima referencia a Bryan Talbot.

[2] Utilizo el término ‘ideológico’ en el sentido que Destutt de Tracy dio a la Ideología: ciencia de las ideas, y no en el sentido bonapartista y luego marxiano (y hoy conservador) de una desviación de la realidad, ya que entiendo que ningún ser humano, por el hecho de serlo, carece de ideología.

[3] De igual modo, aquí leemos: «Se consideraba, más que surrealista por haber sido compañera de Max Ernst, defensora de los derechos de la mujer: “Aunque me gustaban las ideas de los surrealistas, André Breton y los hombres del grupo eran muy machistas. Solo nos querían a nosotras como musas alocadas y sensuales para divertirlos, para atenderlos”». La referencia de esta cita de Carrington aparece perfectamente detallada en la página de la fuente y es perfectamente coherente con su adhesión al movimiento feminista, ya en los años 1970.

Creación de la ficha (2024): Manuel Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Jesús Gisbert (2024): "Incorrectas y antiburguesas. Leonora Carrington (1917-2011)", en Tebeosfera, tercera época, 25 (31-III-2024). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 29/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/incorrectas_y_antiburguesas._leonora_carrington_1917-2011.html