REPORTAJE A ALBERTO ONGARO, UN GRANDE DE LA HISTORIETA
NORBERTO RODRÍGUEZ VAN ROUSSELT

Resumen / Abstract:
Entrevista del dibujante argentino Norberto Rodríguez Van Rousselt al maestro italiano Alberto Ongaro.
REPORTAJE A ALBERTO ONGARO, UN GRANDE DE LA HISTORIETA
 
“Fue un amor a primera vista entre Buenos Aires, el chalet de Acassuso, la Editorial Abril y yo”.
Correo electrónico que va, correo electrónico que viene, Norberto Rodríguez Van Rousselt logró entrevistar a uno de los guionistas más importantes de la historieta italoargentina, pilar de Misterix y Rayo Rojo, novelista policial y autor de la polémica El Eternauta III. De todo eso (y de su amistad con Hugo Pratt) habló Alberto Ongaro. Una nota exclusiva de Sonaste Maneco que nos complacemos en presentar a todos los lectores.
 
Más allá de sus orígenes europeos, Alberto Ongaro (su verdadero apellido es Nogara) ha sido uno de los personajes más influyentes e importantes de la historieta nacional; y el guionista estrella de la Editorial Abril hasta la llegada de Héctor Germán Oesterheld, compartiendo ambos el honor de escribir algunas de las páginas más innovadoras del noveno arte argentino.
 
        Lanzado a la aventura desde Italia y volcándola luego en exitosas revistas como Misterix y Rayo Rojo, Ongaro realizó una fecunda carrera que prosiguió en su patria tras su paso por Buenos Aires.
 
        Muchas anécdotas, algunas irreproducibles, produjo el trío más mentado, Ongaro, Hugo Pratt y Mario Faustinelli, en la Reina del Plata.

            Veamos qué puede contarse.

        - ¿Tenés alguna objeción para decir tu fecha de nacimiento? 

        - ¡No! Nací en Venecia el 22 de agosto de 1925, dentro de una familia de la burguesía media acomodada. He estudiado Letras y Filosofía en la Universidad de Padua.
 
         - ¿Cuál es o fue tu relación con Mario Faustinelli?
 
        - Mario es mi primo. En noviembre de 1943 nos metieron en prisión por nuestra actividad antifascista y ser miembros de la resistencia. La idea de hacer una revista de historietas después de la guerra nació en la cárcel.
 
        Fuimos liberados por intervención del patriarca de Venecia. Y finalizada la guerra, conocimos a Hugo Pratt e Ivo (Pavone) y nos hicimos amigos.
 
        Nuestro primer trabajo fue la creación del Asso di Picche (As de Espadas), la revista que habíamos soñado hacer en prisión. Era 1946. La historia fue discutida someramente y yo guionaba, mientras que Hugo, Mario, Giorgio Bellavitis y Dino Battaglia dibujaban.
 
         - ¿Cómo se relacionaron con César Civita?

        - En 1948 fuimos contactados por Civita (Editorial Abril) a través de su agente en Italia, la señora Matilde Finzi. El había visto el Asso di Picche y nos invitaba a trabajar para él transfiriéndonos a Buenos Aires o desde Italia. Según quisiéramos. Por el momento decidimos quedarnos y enviar nuestro trabajo a la Argentina. Suspendimos el Asso di Picche.

        Más o menos un año después, Civita volvió a la carga con nuestra ida a Buenos Aires ofreciéndonos un contrato excelente. Una propuesta que no se podía rechazar.

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         - ¿Cómo llegaron?
 
        - Yo no partí con Mario y Hugo, que fueron por mar. Tenía que sistematizar algunas cosas familiares. Salí en avión cerca de un mes después, el 7 de abril de 1951, con un contrato por cinco mil pesos al mes. En el consulado argentino me dijeron que debía ser un error. Pero así era y así fue.
 
         - ¿Qué recibimiento tuviste?
 
        - Arribé a Buenos Aires dos días después. El avión paró una noche en Lisboa. Había recomendado a Mario y Hugo que buscasen una casa en una zona residencial no lejana del Río de la Plata. Cuando bajé estaban en el aeropuerto y me esperaban con un jerárquico de Abril. Habían alquilado un chalet en Acassuso, en la calle José C. Paz número 218. Fue un amor a primera vista entre Buenos Aires, el chalet de Acassuso, Civita, Abril y yo.
 
- ¿Empezaste con algo especial?
 
        - Me dieron a leer la colección entera de Misterix, un personaje absurdo que traté lo fuera menos. Me parece que la primera historia mía fue el episodio “La Bruja Verde de Irlanda”, pero no estoy seguro. No hice muchos y sólo recuerdo algunos como “El Ejército de la Locura”, “Los Juguetes Diabólicos” y “El Pulpo”.
 
        El Cacique Blanco (con dibujos de Battaglia) viene más tarde, no tenía nada que ver con Misterix. Recuerdo la policial Mark Cabot (ilustrada por Carlos Vogt), después una historia de capa y espadas que se llamaba El Implacable (también con Vogt), Drake, el aventurero (con Carlos Freixas), La Bruja del Mar (con Battaglia). De otros no recuerdo nada.
 
         -¿Y Junglemen?

        - Es una historia ambientada en Nueva Guinea, que escribí a los veinte años. En aquel período de Abril decíamos que era la más bella historia en circulación. Yo sólo digo que fue una historia importante porque está entre las primeras que mostró una psicología un poco más profunda en la composición de los personajes. El cuerpo de los Junglemen es inventado, pero cuando estuve en Nueva Guinea descubrí que existe un grupo análogo que se llema Jungle Patrol. En aquella ocasión le mandé a Hugo (Pratt, dibujante de la historieta) una postal firmada como El Muerto, el villano que era el verdadero héroe de la historia y es el padre lejano del Corto Maltés.

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         - ¿Tu relación con Abril fue buena?
 
        - Mi trato con Abril fue excelente desde el primer día al último y duró aún años después de mi retorno a Italia. Civita y yo eramos amigos; y cada vez que venía a Europa tratábamos de encontrarnos. En varias ocasiones, en estas reuniones, él me propuso volver a Buenos Aires.
 
         - ¿Tus guiones los escribías en español?
 
        - No. En italiano. Abril tenía óptimos traductores.
 
         - Me quedan dudas sobre Kim de la Nieve, Pat Brando (ambas ilustradas por Faustinelli) y Ted, el héroe del espacio (con Garnier y Paul Campani) que tuvo una segunda versión con dibujos de Faustinelli. ¿Fueron guiones tuyos?
 
        - Kim de la Nieve era obra total de Faustinelli. De Ted no recuerdo nada. Creo que no lo escribí yo. Pat era de Faustinelli. Algún episodio lo he escrito yo.
 
         - Mientras estabas en Abril, ¿trabajaste para Italia?
 
        - No.
 
         - Cuando volviste a tu país, ¿trabajaste para Inglaterra?
 
        - No. Comencé a hacer periodismo en Buenos Aires en el Corriere degli Italiani, que no sé si todavía existe; y continué en Italia para el servicio exterior de la agencia ANSA. Todavía, de tanto en tanto, escribía guiones para la agencia D'Ami que los vendía al exterior. Podría haberse dado que alguno terminara en Inglaterra.
 
         - ¿Cuál fue tu último trabajo en Abril?
 
        - No recuerdo.
 
         - ¿Escribiste para Sergio Bonelli?
 
        - Sí, me parece que años después de mi retorno. De ANSA pasé al semanario L'Europeo, primero como enviado especial y luego como corresponsal en Londres. El resto del tiempo me divertía trabajando para las historietas.
 
         - En Italia publicaste novelas. ¿Fueron todas del género policial?
        - He escrito dieciséis novelas. Trece publicadas y tres por aparecer a partir de noviembre de este año.
 
        Sus títulos: Il complice, Un romanzo si avventura, La taverna del Doge Loredan, Il segreto di Caspar Jacobi, La partita, L'Ombra abitata, Interno argentino, Passagio segreto, Hollywood Boulevard (el único policial), I Segonzac, Rumba, La strategia del caso y La terra degli stregoni.
 
        Las que están pendientes son Il ponte della solita ora, La maschera di Antenore y La versione spagnola.
 
         - ¿Sos casado, tenés hijos?
 
        - Soy casado y tengo un hijo que trabaja en Alemania para la Agencia Espacial Europea.
 
         - ¿Recordás la fecha de tu regreso a Italia?
 
        - Volví en el otoño del '57. Pero no porque el contrato con Abril hubiese terminado. La idea era pasar un período de vacaciones.
 
        Pero tenía ya treinta y dos años y de golpe me di cuenta que si volvía a la Argentina, debía quedarme para siempre y decidí quedarme en mi país.
 
         - ¿Qué otros trabajos realizaste en Italia?
 
        - En historieta hice L'Ombra, dibujada por Hugo Pratt para Il Corriere dei Piccoli. E historias para Bonelli: Mr. No, Nick Raider.   
 
- ¿Te reinsertaste rápido o tuviste dificultades?
        - No tuve particular dificultad de integración ya que trabajé de inmediato. Cualquier diferencia circunstancial se debió al haber cortado bruscamente los puentes con Buenos Aires.
 
         -¿Cómo llegaste a escribir El Eternauta III, la polémica secuela sobre el personaje creado por Oesterheld y Francisco Solano López?

        - Mi amigo Alvaro Zerboni, propietario de la revista Record de Buenos Aires (sic, por Ediciones Record y la revista Skorpio) compró los derechos del título El Eternauta y creó la revista L'Eternauta en Italia.

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         - Teniendo en cuenta que Oesterheld había sido secuestrado por los militares, ¿Hubo algún tipo de presión política sobre el trabajo?
 
        - Fue Alvaro quién pidió que hiciese la tercera serie del Eternauta.
 
        No hubo presiones, interferencias ni censuras de parte de nadie y no entiendo de dónde viene la idea de que las hubo. Por todo el resto, me sumo a la celebración en honor de Héctor.
 
         - ¿Cuál es tu última producción y qué proyectos tenés?
 
        - Los años difíciles han sido los últimos doce, por razones políticas. En Italia, tenemos de nuevo un buen presidente pero no terminamos de liberarnos del maldito enano rotoso y de su banda.
 
 
Creación de la ficha (2008): N. Rodríguez Van Rousselt, con edición de Javier Mora Bordel
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Norberto Rodríguez Van Rousselt (2007): "Reportaje a Alberto Ongaro, un grande de la historieta", en SONASTE MANECO, 12 (1-IX-2007). Asociación Cultural Tebeosfera, Buenos Aires. Disponible en línea el 26/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/reportaje_a_alberto_ongaro_un_grande_de_la_historieta.html