THE AUTHORITY VS LOBO. ESPECIAL NAVIDAD
ANTONIO SANTOS

THE AUTHORITY VS. LOBO - ¡ESPECIAL NAVIDAD! El caballero de la disipada figura
 
Lobo, muy apurado, trabaja de sicario para unos parásitos intestinales que se sienten engañados por los pintorescos miembros de The Authority. Bajo de facultades, el ÚLTIMO CZARNIANO incumple su trato.
 
¿POR QUÉ?
 
Salvo por una cuestión alimenticia, cuesta entender el motivo que ha impulsado a DC COMICS a matar árboles por mor de esta edición. Nadie cuestiona la necesidad de subsistencia de KEITH GIFFEN y ALAN GRANT, pero creemos que este relato no está a la altura de sus viejos hitos, asumiendo en esta cuestión un toma y daca: ellos, como juglares, nos entretienen y, a cambio, pagamos por sus cuentos. Para empezar, esta historia (titulada en inglés JINGLE HELL) constata la decadencia del otrora poderoso Lobo, quien debe enfrentarse a The Authority, una de esas modernas nebulosas de personajes, supurados de WATCHMEN, que tienen problemas hasta en el carnet de identidad. Surgen de la “devastación” que el concepto acuñado por ALAN MOORE, en su momento destinado a ganarse el pan, ha hecho al género. A estos grupos se los supone en la movida de la salvación del mundo, al estilo de LA LIGA DE LA JUSTICIA o LOS VENGADORES, liándose a trompazos con el villano de turno y su hueste de ineptos sayones, pero luego se pasan páginas y más páginas garlando de sus problemas infantiles, secuelas emocionales, acné y eyaculación precoz, amén de otros traumas asimilados por el contacto con sus compañeros, unos neuras acomplejados abrumados por sus Profundos Problemas Personales, ocasión que aprovecha el malo para destruir el mundo, o algo parecido.
La original concepción de WARREN ELLIS y BRIAN HITCH (para WILDSTORM, o EYE OF THE STORM, bueno, DC) la forman complejos sujetos de sexualidad ambigua y pasiones parafílicas más o menos soterradas capaces de acogotar al lector con su vocabulario y espesa erudición, huyendo de los tratamientos simplistas y/o infantiloides que los dos grupos decanos pudieran exhibir en sus colecciones. Son la alternativa (lógica) para un lector con las arterias endurecidas por las radiaciones Moore, que contemplan grandes zonas de grises y matices, donde el bueno no lo es tanto, y alguna virtud reviste al malo. De entrada, eso es estupendo, porque aporta variedad al género, pero, macho, a veces parece que cuanto ofrecen esta hornada de intelectuales post STAN LEE es un fárrago pretencioso de mundos y sujetos alienados con los cuales disimulan, bajo arquitecturas argumentales inextricables, torpeza narrativa y falta de creatividad.
 
FÍJATE: ASÍ NOS SAC(QUE)AN LOS CUARTOS
 
Centrados en la obra, la primera impresión que sale de su lectura es que Lobo está kaputt. Reventado. Masacrado. Es espectro de aquél que en estas páginas se recuerda, cuando por encargo del CONEJO DE PASCUA mató a SANTA CLAUS. Luego, percibimos que los The Authority son unos mendas pretenciosos de bemoles, y que, inevitablemente, sus creadores no pudieron sustraerse al cameo de BATMAN y SUPERMAN, símbolos inmutables del cómic a imitar, y que aliñan su portentosa diferencia con los demás supergrupos teniendo con ellos una niña prófuga de un episodio de LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA (ROD SERLING) capaz de recrear mundos a voluntad, la cual traslada una ficción (ese tebeo) a la “realidad”, con lo cual empieza todo el tomate.
Incapaces de explicarle a la cría qué es la Navidad (bonita festividad en vías de extinción) y tras unos cuantos “chistosos” gags sicalípticos, la cría descubre el viejo tebeo de Lobo, que le suscita enardecidos deseos vindicativos, reclamando a sus más adultos compañeros la muerte del último czarniano y sin paliativos.
Entre tanto, éste se juega los órganos de sus capturas a la ruleta con nefasto sino. Tras un guiño a su ritual faceta ultraviolenta, acomete su encargo de sicario. The Authority le zurra de lo lindo y lo despacha a su casa. Fin.
La historia respira banalidad y forzado absurdo. Pretende defender aspectos que justifican su publicación, aunque no logramos ubicarlos. Difícilmente entretiene siquiera. Es una de esas abominables colisiones de personajes que acaban mal.
En verdad, se puede aducir lo mismo del primer Lobo navideño (del cual este tebeo intenta ser secuela, o memento); la virtud de aquél estaba en que logró tomarnos “por sorpresa” debido a los inauditos rasgos de barbarismo sanguinario del engendro de Giffen y ROGER SLIFER (también ilustrado por un entonces pujante Bisley). Hoy día estamos muy curados de los sustos de Lobo. Más allá de la impresión de vacuidad que desprende este encargo, nos tememos que estas planchas certifican que cualquier gloria que Giffen y Grant conocieran en el pasado quedó a años luz de distancia de ellos.
 
PARECE ÉL, PERO…
 
Volvemos a lo mismo: Lobo intenta parodiarse, hacerse autocrítico, pero sus contorsiones, tratando de encajar en el nuevo modelo (The Authority) le dañan. Los tímidos guiños a su leyenda espolean nuestra nostalgia. No matadestruyerraja como en sus buenos tiempos, donde hubiera breado a hostias a estos ateos hasta volverlos locos. ¡Aflige ver a Lobo de telonero de un grupo relativamente nuevo en la Historia de la Historieta! Ha sido fagocitado por su mito, procaz y provocador, importado a una nueva generación de “héroes” (aún más irreverentes, iconoclastas, anárquicos y paganos que él); carece de pegada y empuje. Una cría lo deja tundido y un mindundi cualquiera lo chantajea. Lo han noqueado unos controvertidos que aturden porque dicen palabrotas tremendas y enseñan el culo. Sólo le queda el relente de sus victorias pasadas, y la dudosa esperanza de que QUENTIN TARANTINO le rescate de algún modo de la decadencia, o el declive total, tal como a JOHN TRAVOLTA en su momento.
 
FASHION VICTIM
 
            Esta historia nos sugiere la impresión de que la industria vive una extraña época: percibimos que esnobs procedentes de otras “nebulosas culturales” han descubierto el cómic recientemente, viendo en él una forma de arte abstracto, maleable, lleno de imposibles reales, callejones sin salida con repentinas escapadas, de méritos pluscuamperfectos inverosímiles (el lenguaje, las conductas, procaces de grupos como The Authority) que anulan a los que siempre ha tenido por ser más simples o pragmáticos. Se han apoderado del cómic transformándolo en su mascota estética de poliéster multicolor. Ensalzan a autores que van de filósofos del caos y CARONTE de los Profundos Problemas Universales, despreciando a quienes no entendemos sus alucinaciones, más que historias. Para sintonizar con la moda y sus cosméticos heraldos, los autores consideran que deben enredar sus argumentos en vericuetos inverosímiles, deprimentes, lentos, ornamentales, barrocos (pero hueros), desdeñando al lector veterano, el cual se ve en la tesitura de leer tebeos que detesta, enmarañados y raros, o abandonar. Para más inri, descubre que ese autor, caído en gracia, merced a su sabihondez de enteradillo de la vida, le obliga aún a hacerle la ola, so pretexto de los graves estilismo sublimes que expone en su obra.
 
RECAPITULANDO
 
         Vamos a dárnosla de eruditos para acompañar el espíritu que dimana The Authority: versus (VS) no significa “contra”, sino “ir hacia” o “hacia a”; es un latinajo que el periodismo deportivo anglosajón ha distorsionado. Están ustedes enterados.
Una vieja simpatía nos hace tomar partido por Lobo en esta historia estrafalaria. Bisley está correcto en sus siempre eficaces clichés gores, y el color corteja su trabajo sin complicaciones. El volumen de páginas, amén de la plétora de autores, prometía algo mejor, el resurgimiento de Lobo. Pero, nada, muchachos: nos lo albondigan y los bisoños de The Authority le arrean palos hasta en el carnet de espaciomotero, sin duda motivo de regocijo para los fieles de ese grupo.
         El respeto que nos merece el trabajo realizado (pese a lo que consideramos su triste resultado) nos impulsa a intentar recomendar algo de este tebeo (más allá de viñetas o SPLASH-PAGES,o la edición de PLANETA DEAGOSTINI) pero este Scriptor no ha visto los méritos que, en su momento, el editor americano encontró de una naturaleza tan radical o sublime que decidió compartirlo con el resto del mundo, y así poder trasladárselo al lector honestamente y que él pondere sobre su contenido.
 
 
FICHA TÉCNICA:
 
            GUIÓN Y DIÁLOGOS: KEITH GIFFEN Y ALAN GRANT
DIBUJO: SIMON BISLEY
COLOR: DAVID BARON
EDITA (EE.UU.): DC COMICS, 2004
EDITA (ESPAÑA): PLANETA DEAGOSTINI, 2004
TRADUCE: ANNABEL ESPADA
REALIZACIÓN Y ROTULACIÓN: CARLOS MONTE, PILAR TOMEO
FORMATO: TEBEO GRAPA, NÚMERO ÚNICO, 52 PÁGINAS
DEP. LEGAL: B-40471/04

IMPORTE: 2,95 EUROS


Creación de la ficha (2009): Antonio Santos. Edición de Manuel Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
ANTONIO SANTOS (2009): "The Authority vs Lobo. Especial Navidad", en Tebeosfera, segunda época , 4 (20-IX-2009). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 30/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/the_authority_vs_lobo._especial_navidad.html