Y EL GRIS TAMBIÉN ES UN COLOR CÁLIDO
ENRIQUE BORDES

Resumen / Abstract:
Reseña de City & Gender y Los cuerpos sonoros, de Julie Maroh / Review of Julie Maroh's City & Gender and Los cuerpos sonoros.
Palabras clave / Keywords:
Julie Maroh, LGTBIQ, Queer, Género/ Julie Maroh, LGBTIQ, Queer, Gender

Y EL GRIS TAMBIÉN ES UN COLOR CÁLIDO

Reseña de City & Gender y Los cuerpos sonoros, de Julie Maroh

 

City & Gender (Ciudad y género) y Los cuerpos sonoros son dos obras consecutivas que suponen un nuevo salto de calidad en la intensa carrera de Julie Maroh. Y no es poco, hablamos de alguien que fue superventas mundial con su primera novela gráfica, adaptada al cine en La vida de Adele, con polémica y Palma de Oro incluidas.

Esa primera obra, El azul es un color cálido (Glénat, 2010 - Dibbuks, 2013), supuso para ella una experiencia de vuelco entre lo personal y lo político: experimentó cómo una historia íntima, en la que hablaba de su propia opción sexual, se convertía, a través de la recepción del público, en un acto público de apoyo a una causa.

Con City & Gender (Renbooks, 2014) y Los cuerpos sonoros (Glénat, 2017 - Dibbuks, 2018) abraza esa condición de obra política, podemos decir incluso que agarrando la pureza etimológica del término, ya que Maroh trabaja directamente en el espacio clave de convivencia social: la ciudad.

El primer cómic lo forman seis breves historias que aparecieron inicialmente en Big Issue, una revista de Taiwán. El recopilatorio fue presentado en una edición bilingüe (inglés/italiano) en el Salón de Lucca. Todos estos detalles no son anecdóticos, ya que nos ayudan a entender a Maroh como una importante voz dentro de una generación que nada en redes internacionales, cruzando idiomas y experiencias dentro de un fenómeno global.

En realidad City & Gender incluye cinco situaciones y una reflexión final, un epílogo gráfico en el que se resume el conflicto que articula las anteriores historias. La conclusión es clara, “en relación a los cuerpos, el espacio público no es neutral, está normado y sexualizado”, sus historias son un reflejo de cómo ese entorno urbano está construido por y para el heteropatriarcado, y así se presenta la imagen de esta ciudad anónima, amenazadora, oscura… que veremos matizada en el siguiente libro.

Los cuerpos sonoros es también una cadena de historias breves definidas con una intención política. Pero esta vez la ciudad es un espacio de vida donde se comparte la diferencia. En la obra resulta evidente el empeño por construir un coro de alternativas vitales y afectivas que trascienden la de la propia autora. Como ella misma dice, trata de «piernas arqueadas, gorditas, étnicos, andróginos, trans, gente con piercings, con cicatrices, enfermos, discapacitadas, viejos, peludas, fuera de cualquier criterio estético habitual... maricas, bolleras,  friquis, los no monógamos […]».

No es hablar de minorías, insiste Maroh, sino de alternativas. Se plantean «tantas historias de amor como imaginaciones»… la relación poliamorosa, el sexo ocasional, el amor materno, el conflicto tras décadas de la monogamia más heteronormativa.

A pesar de definirse como queer, feminista y lesbiana, de ser ya consciente de hacer obras políticas, Julie Maroh no es una activista, es una narradora. Y eso le permite colocarse en espacios de ambigüedad, evitar el moralismo y jugar con un planteamiento abierto y posibilista. En ese sentido, Los cuerpos sonoros da respuesta a los problemas planteados en City & Gender, invirtiendo la jugada. La solución no es ir de la ciudad al cuerpo, sino al revés. Donde en City & Gender había una ciudad que engulle o entra en conflicto con la mera presencia de la figura alternativa, ahora es la ciudad la que recibe ese amor.

Y así se ve claro en la última viñeta de City & Gender, que también es su doble portada. Una figura trans y una pareja se plantan en directa rivalidad gráfica con la gran ciudad. En Cuerpos volveremos a ver esa viñeta, convertida en una calle de Montreal y en un lugar de acogida para la relación que acaba de nacer.

Esta visión de fragmentos de ambas obras propicia que se entrelacen, haciendo que las treinta y dos páginas de City sirvan de prólogo perfecto a las trescientas de Cuerpos. El dibujo a lápiz de ambas (difuminado con aceite de linaza en la segunda), la expresiva gama de grises, el trazo contundente de Maroh (que reserva su intensidad para las figuras), algunos personajes que de pronto se adivinan comunes… no hacen sino reforzar la unión entre las dos obras.

«Hostia, este amor es una insurrección contra la mierda que nos rodea», afirma uno de los personajes en una página reveladora: han desaparecido las viñetas, y las figuras flotan en un libre fondo gris. No es un gris mortecino, es un entorno tan libre como lleno y que disfruta de esta ambigüedad. Ese fondo abierto permite secuencias sin estructura, es el territorio puro de los cuerpos, de sus emociones, y volverá a aparecer en otras circunstancias: para acompañar una zambullida sexual, un retozar en la nieve o el baile de una anciana madre con su hijo.

Y ese lugar gris, esa ciudad de posibilidades es también el medio en el que se cuentan estas historias: el cómic. Un oficio que Maroh ya ha conseguido dominar consagrándose como una autora completa, desaparecido cualquier vestigio primerizo que podría tener en El azul es un color cálido (recordemos que es una obra que empezó con diecinueve años). La creadora utiliza hábilmente y llena de intención variados recursos del medio sin acabar presa de ellos. Maneja brillantemente la estructura del cómic, esa jaula gris narrativa y urbana, y la transforma en el escenario perfecto para cada ocasión: una cama, una ventana, un andén.

Con el azul a sus espaldas, ahora Julie Maroh vive en un colorido cómic gris. Un color que incluso se le permite al fuego y utiliza para trazar una canción de amor a la ciudad y al cómic. Está claro que la autora cree en la potencia y la esencia natural del color, ahí están esos Cuerpos sonoros que colorea rodeados de vegetación en la cubierta del cómic. Pero son la armonía que asume debe sonar y diluirse en el inevitable fondo gris de ciudad... con la esperanza de cambiarla.

Creación de la ficha (2018): Félix López · Revisión de Alejandro Capelo y Félix López, con edición de este último · Imágenes obtenidas de las obras reseñadas
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Enrique Bordes (2018): "Y el gris también es un color cálido", en Tebeosfera, tercera época, 6 (16-V-2018). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 29/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/y_el_gris_tambien_es_un_color_calido.html