El colectivo El Cubri, fundado en 1972, fue un equipo formado por el guionista Felipe Hernández Cava y los dibujantes Saturio Alonso Millán y Pedro Arjona González, que a lo largo de sus más de diez años de existencia (1972-1984) desarrollaron un apreciable conjunto de historietas marcadas por una parte por su estética rompedora con los cánones establecidos y por la otra por tener una intencionalidad política y social y estar muy comprometidas con su época.
En su libro El que parte y reparte se queda con la mejor parte se dejaba claro que las obras de este colectivo no pretendían la evasión, al contrario de la mayoría de las otras obras publicadas en su tiempo, tenían un fuerte contenido de denuncia social y política que presentan una visión real de un mundo, representado como injusto, buscando con ello agitar la conciencia del lector para que no quede indiferente ante lo que está leyendo, instándole a tomar partido.
Posteriormente, Arjona y Hernández Cava colaboraron recuperaron el seudónimo en diversas ocasiones, como en los libros colectivos 11-M. Once miradas y Guadalajara será la tumba del fascismo.