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DIBUJAR POR INSTINTO: ENTREVISTA A MORDILLO [ parte 2 ]

Entrevista practicada por Manuel Barrero y Jorge Alberto Piñero, "JAPE", a las 10:20 horas del día 16 de octubre de 2002 en el Rectorado de la Universidad de Alcalá

Mordillo y su esposa en la exposición de Lailson. Fotografía © 2002 M. Barrero

[ Mordillo y su esposa junto al humorista brasileño Lailson de Holanda, en la inauguración de la exposición Pindorama, en Alcalá de Henares, de este último. Fotografía © 2002 M. Barrero


Autor de reconocido estilo, imitado por mil, cuidadoso hasta el extremo, agrimensor de la viñeta, Mordillo es un veterano mimador de la memoria y un humorista feliz que celebra el azar gozoso de su vida. Fue entrevistado pocas horas antes de ser investido catedrático honorífico en Alcalá de Henares. 

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MB: Háblenos de su animación, de la serie de dibujos animados hecha en Alemania.

GM: Fue una experiencia muy buena, porque como mi primer amor, lo dije antes, fue el dibujo animado. Desde los años cuarenta lo hice, pero no en gran forma, porque el estudio que tuve en Argentina fue pequeño y la experiencia con Paramount fue de sólo un año y allí como animador... y siempre hice mis dibujos como si fuesen historias de dibujos animados. Lo mío son story-boards. De cualquiera de mis dibujos se puede hacer una película. De cualquiera. Eso lo vieron varios estudios de animación en Europa; me propusieron cosas y yo no estaba convencido, y hasta vino este señor, que ya padeció, lamentablemente, Miki Muster, que tenía un estudio de dibujos animados alemán y que entendió lo mío, lo entendió. No sé si vieron las películas, son mis chistes animados, en dibujo animado. Duran diez segundos, quince segundos... hasta un total de 300 minutos de animación que se hicieron. Por supuesto, yo pedí nada de diálogo, solamente efectos sonoros y música. Son películas mudas con efectos sonoros, del personaje se oyen los pasos y la música de fondo a veces. Queda como cine mudo, cine mudo en dibujo animado; queda muy bien, se hicieron 160 spots [Muster ha declarado 400], de diez segundos, quince, el más largo tiene un minuto. Se hicieron en los años setenta, al final de los años setenta, y están vistos en las televisiones del mundo entero.

MB: Usted tiene una legión de seguidores y también de imitadores. Entre ellos podría contarse a Gelmi, Nik, Matt... ¿Qué opina de sus obras?

GM: Esto lo considero en la mayoría de los casos como un homenaje. En cierta forma te copian... y quizá el que más me copia es Matt. Me imita en la forma del color, pero yo lo considero como un homenaje, no me enfado.

MB: Usted lleva 33 años felizmente casado... ¿el amor ayuda al humor?

GM: Mucho. Yo sería más partidario de hablar de ternura. Porque el amor de la pareja es una cosa muy particular. Yo tengo ternura por muchas cosas, por lugares, por ciudades, por amigos, por objetos, por animales. Mi definición del humor (no sé si la conocen, pues la he repetido y está en mis libros) es: «el humor es la ternura del miedo». La ternura es más fuerte que el amor, porque se comparte y el amor a veces no. Además, la ternura también se dirige a los animales, lo cual es muy importante, yo tengo mucho respeto y admiración por los animales.

MB: Esa definición de humor la leí en una entrevista que le practicó en 1988 Carlos Ulanovski, a quien le comentó también que usted enumera sus ideas en cuadernos...

GM: Las escribo allí primero. Es una especie de telegrama para mí, porque si no las olvido. Las numero. Yo tengo, tuve, dos formas de trabajar. Los primeros quince años, primeramente escribía y después abocetaba. Ahora, primero aboceto, o sea, hay un boceto así, como una estampilla, pequeñito, y cuando tengo la idea más o menos desarrollada, ya escribo. Como tengo todas mis ideas escritas, quedan registradas. Y numero. Numero y fecho. He escrito más de cuatro mil ideas, y realizado menos de mil quinientas.

MB: Le quedan...

GM: No, no. No es que me queden. No es eso. Yo las escribo y si me dejara llevar por el entusiasmo en ese momento las dibujaría. En cambio, las dejo reposar y vuelvo mucho más tarde. Así es como si las hubiera escrito otra persona. Si haces algo hoy y no lo miras durante mucho tiempo, meses, vuelves a leerlo y no sólo no lo reconoces: lo puedes juzgar. Es lo que hago, escribo y trabajo con ideas de épocas antiguas.

MB: En mi opinión su obra, en conjunto, es un canto a la soledad del hombre ¿estoy en lo cierto?

GM: Estás muy en lo cierto. Sí, hago la actualidad, pero la actualidad ancestral, no la actualidad del día a día, de lo que está pasando en EE UU o en Irak, o en Próximo Oriente. Yo hago la actualidad desde que el hombre existe. Y desde los comienzos de la existencia el hombre ha tenido siempre que ver con la soledad, incluso cuando estás en medio de una muchedumbre cada uno está solo.

MB: ¿Y cree usted que el único escape a esa situación es la imaginación?

GM: Einstein dijo que la imaginación era más fuerte que el conocimiento. Lo dijo Einstein. Si dejas de imaginar se para el mundo. Si dejas de imaginar, y de crear, se para el progreso. Ahora, si decimos que el progreso no sirve para nada, dejamos de crear, dejamos de pensar. Y dejamos sobre todo de imaginar. Si lo hacemos, la humanidad se para. Es muy importante. Si queremos que la humanidad se pare porque estamos yendo hacia el desastre, dejamos de imaginar. De eso que mi admiración por los animales es inmensa, Todos los animales se conducen por el instinto y se equivocan muy poco; hay muy poco margen de error si tú trabajas por instinto. Te puedes equivocar si utilizas la inteligencia, llegas a hacer guerras. Por eso cuando yo trabajo, trato de trabajar imitando a los animales. Concretamente, cuando yo escribo me dejo llevar por el instinto, la idea que me viene la sigo por instinto casi, y dibujo por instinto. Entonces, el margen de error baja. Y mi concepción es muy lenta, desde el boceto al dibujo terminado a veces pasan días, semanas, meses, años...

MB: Además, usted necesita un ambiente especial para dibujar.

GM: Soledad total. Volvemos a la palabra soledad. No sé quién dijo... «Nada puede ser creado sin la soledad»... Lo dijo Picasso. Y supongo que él también trabajaba así. Yo conozco dibujantes que trabajan con otra gente. Y a mí me gustaría trabajar en un estudio grande, con otros. Me gustaría mucho; y pasar de mesa en mesa mirando el progreso de los otros. Pero al mismo tiempo, para crear lo que yo hago, para dar forma a mis ideas, necesito soledad. Soledad y silencio. Porque yo la música sólo la pongo cuando las cosas están solutas, eh... resueltas. Entonces la música me acompaña. Yo tendría que poner en mis libros: «Con la colaboración de Bach, Vivaldi, Mozart...» Cuando yo paso a tinta, que es la parte más difícil, que ahí no te puedes equivocar, pongo esa música, principalmente barroca, y ellos me acompañan. Gracias a esa música yo me concentro. No sería una exageración, sería justo que pusiera eso en mis libros.

MB:¿Qué le parece el esfuerzo de la Fundación General y la acogida que se le ha dispensado en Alcalá de Henares?

GM: Una de las cosas que más me interesa de este viaje, de esta oportunidad, es la perspectiva de crear un museo [el Museo del Humor Gráfico de Alcalá]. El museo es fundamental y podemos dar un gran paso adelante en “dotar de carta de nobleza” (pues no la necesita) a esta profesión de autor de humor gráfico. Se puede ir muy lejos con u museo, pues no solamente sería uno de los raros museos que hay. Hoy hay pocos en el mundo, como por ejemplo el de Schulz en Santa Bárbara, pero se acaba de cerrar uno que estaba en Georgia, y el de Boca Raton en Florida. Yo éste lo vi construir y lo visité, y tenía joyas: los primeros Mickey Mouse, los primeros dibujos de Iwerks que hizo para la primera película. Después, hay un museo de dibujo humorístico en una ciudad italiana, Tolentino, que muy poca gente visita. Hay otro en Bélgica, y en Suiza, en la ciudad de Vasel... En total hay muy pocos. Y aquí, en Alcalá, se podría hacer una cosa muy buena, porque se podría hacer bastante oficial y podría ser un lugar de exposiciones, encuentros, conferencias, difusión y, si las cosas se hacen bien, se puede ir muy lejos. Es la idea que más me interesa este año aquí en Alcalá; ya ayer visitamos el lugar y se podrá hacer algo magnífico. Con una calle peatonal que pasa delante del museo, como soy anticoches... y me gustó que en ambas puntas de la calle hay nidos de cigüeñas. Es un lujo, no se puede pedir mejor.

Mordillo, con otros humoristas argentinos: Ermengol, Nando, Matt, Favelis, Quino, y con Gala y Mingote. Fotografía © 2002 M. BarreroJAP: Usted se fue muy joven de Argentina, pero ¿ha mantenido lazos profesionales con los grandes argentinos?

GM: No solamente profesionales. Yo voy cada año a la Argentina y me encuentro en lo posible con los colegas. Sobre todo con uno, que es el que más edad tiene, que lo nombramos antes, Osvaldo Ferro. Tiene 85 años. Dante Quinterno tiene 93, y vive, pero a él no lo veo, veo a Ferro, a Garaicoechea, a Caloi, a Fontanarrosa. Ellos son, como dije yo, y así se publicó: “Hermanos de tinta china”. A ellos los voy a ver regularmente todo lo que puedo. Eso por el lado profesional, luego están los amigos de la infancia, irreemplazables, y la familia. Tengo una hermana allá, con cuatro hijos, sobrinos, nietos. Argentina es una patria de infancia, recuerdos, que yo viví desde mi nacimiento hasta los 23 años. Yo no me fui de Buenos Aires, yo me fui de mi barrio...

MB: Incluso ha seguido guardando fidelidad al equipo de fútbol verdolaga, Ferro Carril Oeste.

GM: Era simpatizante. Ahora soy hincha.

JAP: ¿Considera que en su obra de toda la vida conserva parte de lo que dejó en aquel barrio de pequeño?

GM: Creo que sí, lo llevo a cuestas. Cuando yo tenía 17 años y hacía dibujos con más ingenuidad, con mucho romanticismo, una chica me dijo: «Qué lástima que cuando crezcas te vas a perder esta espontaneidad y este romanticismo que tienen tus dibujos. Y para mí fue un desafío. Trato de seguir dibujando, a los 70 años, con esa ingenuidad que yo tenía a los 16.


VÍNCULOS:

Ficha de Mordillo

Artículo de César da Col sobre los primeros trabajos de Mordillo

Directorio de museos del humor en el mundo


[ Entrevista: M. Barrero y J.A. Piñero, para Tebeosfera 021127 ]