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ACCORSI, Andrés (1994): “Reportajes. Robid Wood”, en Comiqueando, # 3, Comiqueando Press, Buenos Aires (VII-1994)


[ Imagen: Portada del primer volumen de la edición italiana de Dago, de Salinas ]

Primer número de la edición italiana de Dago

«REPORTAJES
por Andrés Accorsi
NACIO EN PARAGUAY HACE 50 AÑOS Y ESCRIBE COMICS HACE 25. FUE KARATEKA, MOCHILERO, OBRERO, ATLETA, PARACAIDISTA Y EXPLORADOR. HABLA INGLES, ITALIANO, FRANCES, ESPAÑOL, PORTUGUES Y DANES. ES EL CREADOR DE NIPPUR, DAGO, SAVARESE, PEPE SANCHEZ, GILGAMESH Y MARK, ENTRE MUCHOS OTROS. SU ESTILO DE ESCRIBIR HISTORIETAS LO CONVIRTIO EN UN REFERENTE OBLIGADO EN EL GENERO. TRAS RECORRER EL MUNDO EN BUSCA DE AVENTURAS, HOY VIVE CON SU MUJER Y SUS HIJOS EN DINAMARCA. GUIONISTA PROLIFICO, EXITOSO E INFLUYENTE COMO POCOS, ROBIN WOOD SE SIENTE EN SU MEJOR MOMENTO.
AA: Para empezar, tengo algunos datos sobre usted, datos más bien curiosos, que me gustaría que me refutara o me confirmara. Tengo entendido que usted tiene un entrenamiento intensivo en artes marciales. ¿Puede ser?
RW: Si, soy cinturón negro de karate segundo dan. He estado haciéndolo durante 20 años, he sido competidor internacional en el equipo suizo, he competido durante siete años. También soy experto en las armas de las artes marciales, sai, nunchaku...y sigo practicando hoy en día.
AA: También tengo entendido que de los guionistas que hicieron carrera en Argentina, usted fue el que logró mayor repercusión en Europa...
RW: No, somos dos. Carlos Trillo y yo. Somos los dos que hemos hecho más carrera.
AA: ¿Quién hizo más guita?
RW: Eso no lo sé. No sé cómo le ha ido a Trillo. Yo he hecho mucho dinero. Supongo que Trillo también.
AA: Aparte de Argentina, ¿qué países son su fuerte?
RW: Italia. Italia es el mayor. En este momento, se podría decir que Italia es más mi fuerte que Argentina. Estoy trabajando más ahí que aquí. Y después publiqué en España, donde me invitaron a hacer uno de los libros de la colección del Quinto Centenario, también había trabajado junto a Raúl de la Torre en guiones para películas y mi serie Helena, que salía en Intervalo, se llegó a hacer en televisión, en Italia.
AA: Entre el material que está preparando para Italia, tengo entendido que hay una serie con Juan Zanotto...
RW: Efectivamente. Con Juan yo había hablado de trabajo hace muchos años, porque me gusta mucho lo suyo, pero curiosamente nunca nos habíamos juntado. Pero ahora, hace poco, nos pusimos de acuerdo y largamos esta serie, Starlight.
AA: ¿Se sabe quién la va a publicar en Argentina?
RW: No, todavía no lo sé. Ahora estamos trabajando en la publicación en Europa y después veremos, negociación mediante, quién lo... Realmente, todo mi trabajo lo ha publicado la Editorial Columba.
AA: ¿Es cierto que Columba le debe 100.000 dólares?
RW: No. Hay una deuda, pero ni siquiera se acerca a eso. Lo que ha habido es una pequeña demora, pero no llega a eso ni por casualidad.
AA: ¿Qué opina de esta especie de Perestroika que hizo Columba en este último año?
RW: Bueno, en Columba suspendieron casi todas mis series, pero parece que tengo que empezarlas otra vez, porque el público no ha aceptado no el cambio, sino el cambio brutal de un tipo de mercadería a otra, sin proceso de acomodamiento, sin educación del público.
AA: ¿Yo estoy loco, o usted dijo "mercadería" en vez de "historieta"?
RW: Mercadería. Dije mercadería.
AA: ¿Esto se parece a mercadería? ¿Se lo puede considerar mercadería?
RW: Nosotros mercamos. El verbo es mercar, que significa entregar algo a cambio de otra cosa. Yo amo a mi trabajo, lo considero un arte. Aparte de ser un arte y aparte de ser lo que es, también es mercadería. No tengamos miedo de las palabras. Es algo que se vende. Y si no se vende, quiere decir que hay algo que no está bien. Es como la vieja historia del escritor que no vende y acusa al público de no entenderlo. Eso es cómodo. La función de un artista es crear, pero también es vender. A menos, por supuesto, que lo haga sólo para sí mismo.
AA: ¿Usted para quién lo hace?
RW: Hago mucho para mí mismo y hago otras cosas comercialmente.
AA: ¿Se podría decir que durante estos 25 años desarrolló una fórmula para ecribir?
RW: No. Es instintivo. Yo no razono ni planeo mi trabajo, a tal punto que hoy en día sigo trabajando con cuadernos y biromes. Nunca he podido crear con máquinas o computadoras. Mi trabajo después se pasa a máquina en computadora, pero yo trabajo a mano. Así sale fluído. He probado con máquinas de escribir, grabando e incluso dictando, pero no. En todos estos años sigue siendo así. Todo lo que necesito es un cuaderno y una birome. Lo único es que soy maniático y tienen que ser un cuaderno y una birome en especial. Ese es mi material de trabajo.
AA: Usted tiene la ventaja de ser un autor muy prolífico. De eso se desprenden dos preguntas. Por un lado: ¿Cuál fue el máximo de series que llegó a estar produciendo al mismo tiempo?
RW: Alrededor de 18 o 20.
AA: ¿Se puede tener la cabeza en 18 personajes al mismo tiempo?
RW: Yo puedo. No es fácil, pero yo puedo. En este momento tengo unas 10 o 12. Siempre he mantenido esa cantidad en los últimos años. 10 series, 12 series...
AA: Y relacionado también con su volúmen de producción: ¿Usted mete mano en todo lo que firma? Es una especie de mito que anda por ahí, que Robin Wood en realidad son siete u ocho...
RW: Si, si. En el correo de lectores de las revistas italianas donde trabajo, cada mes hay una carta donde piden que se aclare el fenómeno Wood, porque dicen "nadie puede producir tanto y tan diferente". Y hay un mito de que hay una compañía Robin Wood, pero no. Yo trabajo solo. Alguna vez, en otra época, cuando fundamos el estudio Nippur 4 para producir historietas aquí, trabajé con ayudantes. La idea era que ellos escribieran el guión y yo lo retocara. Pero no resultó, porque yo terminaba leyendo el guión y re-escribiéndolo todo. Al final, de la idea original no quedaba nada. Eso es lo máximo a lo que llegué. Además, la idea era que la Editorial Columba me daba a estos muchachos para que ellos se fueran curtiendo, aprendiendo los trucos, etcétera. Pero yo no tengo trucos. Este es el problema. No les podía enseñar porque yo no tengo una técnica. Yo me siento y me sale de un tirón y nada más. Es muy raro que yo corrija mis guiones. Muy raro. No hay una técnica, no hay un armado en el cual yo me baso. Mis guiones son completamente instintivos. Entonces no puedo enseñar. El instinto no se enseña. Pero bueno... es algo muy común que me pregunten si hay una compañía de creación de historietas donde Robin Wood es simplemente el nombre. Incluso han mandado felicitaciones para ese grupo de escritores que trabaja con el seudónimo de Robin Wood (risas). Es una pregunta muy común, pero no. Yo trabajo solo.
AA: Respecto de la diversidad de temas y épocas que abarcan sus historietas, recuerdo que una vez un amigo que leía mucho su obra, decía que más de una vez había encontrado una historia...digamos de Nippur, que se parecía mucho, excepto en la ambientación, a una que había leído ..póngale, en Savarese. ¿Se da eso de repetir una misma trama en distintas ambientaciones?
RW: Si, si, se da. Tenés que tener en cuenta que yo trabajé durante muchos años para una producción de masa. Y la producción de masa se dibujaba a toda velocidad. Y de repente hay una historia que escribís, que te gustó. Es una idea hermosa, interesante. La escribís y luego la ves dibujada...para la mierda. No es que sea culpa del dibujante, porque por ahí el tipo tiene que hacer seis historietas por mes. Y en tu mente, vos estás viendo esa idea dibujada con todos los chiches. Y un día, hacés otra serie con un dibujante mejor. Y no podés resistir la tentación de que esa buena idea que en tu opinión quedó desperdiciada, se haga otra vez para verla bien dibujada. Pero no es muy común. Y no es una técnica. No es premeditado. Ocurre. Como te decía, yo trabajo por instinto y a veces pueden ocurrir cosas así. Pero no hay un archivo de donde sacar ideas. Ocurre.
AA: ¿Cómo ve al mercado del comic? ¿Para dónde le parece que va la cosa?
RW: Creo que en los últimos años la historieta ha crecido y se ha diversificado. Yo ahora hago mi trabajo masivo, pero al mismo tiempo puedo darme lujos, como cuando hice con Alberto Salinas la vida de Drácula, el verdadero príncipe de Valatia, no el vampiro de Stoker. Ahora puedo hacer cosas como lo que estoy haciendo con Zanotto o lo que hago con Alcatena sobre leyendas irlandesas o la vida de Merlín. Ahora puedo dividir mi producción entre mi trabajo popular, masivo, y el trabajo al que yo llamo exquisito.
AA: ¿Por qué le parece que su obra no cuaja en Estados Unidos, que es un mercado tan grande para la historieta?
RW: Porque ellos tienen otro tipo de cultura historietística. La cultura historietística sudamericana y europea es muy diferente a la americana. En mi opinión, es superior. Hay una historieta mucho más evolucionada, mientras que la americana se basa simplemente en la producción masiva y en los superhéroes, en su mayor parte. Hay excepciones, pero la gran masa es eso. Es un trabajo hecho por grandes compañías, no hay un individuo. El individuo no existe. Son docenas de dibujantes y guionistas concentrados en un personaje.
AA: ¿Cómo ve a Japón como mercado para este tipo de cosas?
RW: Japón tiene una producción historietística monstruosa. Nunca podríamos competir con ellos. Primero porque tienen artistas muy buenos, tienen una producción colosal y es un mercado muy, muy cerrado. Aparte tienen una cultura diferente y un sistema de producción de historietas diferente. Es un mercado fantástico, pero precisamente por eso lo tienen dominado ellos. Tienen todo, ganan millones, los guionistas allá son gente muy rica. Está muy bien, pero es la ciudad prohibida. Ni los americanos pueden entrar ahí.
AA: Y el mercado argentino, ¿cómo lo ve?
RW: Acá hay un gran mercado, lo que pasa es que ha sido muy mal manejado. Este último giro de Columba ha sido, en mi opinión, un disparate total. Es algo que todavía no consigo entender cómo lo han hecho. Se puede ir agregando, cambiando, pero todo tiene que ser un proceso paulatino. No se puede cambiar todo de un día para el otro como hizo Columba. Además, han convertido a las revistas de Columba en algo más bien parecido a Fierro.Fotografía de R. Wood. Copyright 2000 Clarín Digital
AA: ¿Le parece? Para mi se parecen mucho mas a Skorpio que a Fierro.
RW: O a la Skorpio, digamos...
AA: Pero convengamos en que hay una diferencia enorme entre Fierro y Skorpio.
RW: Mmm...si. Entonces digamos que se parece más a Skorpio. Y Skorpio es una revista de pequeña tirada. Y esto fue hecho un poco con el juicio de la Capital. El gran público de Columba no está en la Capital, sino en el Interior. Esa es la gran masa. Y el cambio es totalmente ilógico. Le pusieron muy buen papel, todo muy lindo, pero las revistas son muy caras. Siete dólares es caro hasta en Europa.
AA: Además, parece que la respuesta del público fue sumamente hostil.
RW: Totalmente hostil. Furiosa, directamente. Y las ventas bajaron espantosamente. El que compra la revista...es como si se sintiera estafado. Eso no es lo que ellos compraban. Compraron una cosa y, de un día para el otro, recibieron otra. Les dieron otro producto, que será todo lo bueno que quieras, pero no es el producto que ellos querían. Y por eso lo que yo critico es que se haya hecho un corte brutal de un día para el otro. Habría que ir filtrando el nuevo material, que es muy bueno, pero conservando las fuentes de popularidad y las fuentes de venta. Y no cerrar todo y largar todo el material nuevo, para el cual el público no estaba preparado...
AA: Yo tengo entendido, medio a partir de rumores, que Columba se decidió a hacer los cambios y a romper con el esquema tradicional en un intento por parar una baja en las ventas que se venía haciendo muy evidente en los últimos años...
RW: Los cambios materiales de las revistas eran necesarios. Necesitaban un cambio, una mejoría. Lo que no necesitaban era un cambio así, del 1000%. Necesitaban que la casa fuera repintada, arreglada, mejorada, etc. No necesitaban tirar la casa abajo y levantar otra. Eso es lo que se debió haber hecho, en mi modesta opinión. Cada cual maneja sus cosas, pero de una baja paulatina en las ventas, pasamos de repente a una hecatombe. Esa no es la idea. Esa no es la lógica.
AA: Cambiando de tema...¿sigue leyendo historietas?
RW: Si, si. Yo leo todo. Revistas, libros, historietas, la Biblia... no soy religioso pero me encanta leerla.
AA: ¿Qué guionistas más jóvenes que usted lo emocionan?
RW: Honestamente...ninguno. No. A mí, por ejemplo, me fascinaba Goscinny. Lucky Luke y Asterix me parecen obras maestras. Me gusta Hugo Pratt como guionista. Es un buen guionista. Me gusta Eleuteri Serpieri, que además es un dibujante genial.
AA: Como guionista...¿cómo se siente trabajando en un medio orientado mayoritariamente a lo visual?
RW: Bueno, yo fui dibujante. Lamentablemente fui un dibujante... correcto. No brillante, no muy bueno. Un dibujante mediocre. Yo quería ser dibujante de historietas. Hasta hoy en día, Presa, de Columba, sigue teniendo la única historieta que dibujé en mi vida, que me la rechazaron, pero él se la guardó. Y como dice él, hoy en día es un objeto de colección, así que se niega absolutamente a devolvérmela. Yo le mandé amenazas, de todo... pero no. Se la guardó. (risas) Es un amigo, Presa. Y... yo visualizo lo que escribo mientras los escribo. Creo que es uno de los secretos de mi resultado. Yo cuando escribo, estoy viendo en mi cabeza el cuadro dibujado. Y el que sigue y el que sigue. Estoy viéndolo rápidamente, a toda velocidad, ya dibujado. Así que para mí, es perfecto. Es como ir dibujando al mismo tiempo. Lo malo es que muchas veces ocurre también que esa visualización me hace sufrir después, cuando lo veo dibujado. Porque, claro, a lo mejor los resultados no están a la altura de mis expectativas.
AA: ¿Qué dibujantes no lo defraudaron nunca?
RW: Alcatena...con Zanotto recién empezamos, pero...Carlos Vogt...hay unos cuantos. Y no hablemos de defraudar. Hablemos de muchachos que han estado atrapados en una mecánica de trabajo que no les permitía hacer todo lo que podrían haber hecho. Por ahí tenían que hacer una historieta en una semana y entonces no se les puede pedir nada del otro mundo. No es una cuestión de defraudar.
AA: ¿Cuáles son sus dibujantes favoritos?
RW: En este momento, mis dibujantes favoritos son Zanotto, Alcatena, Carlitos Vogt, Lito Fernández, Alberto Salinas...
AA: Todos los tipos con los que trabaja...
RW: Si. Si no, no trabajaría con ellos.
AA: ¿No hay alguno que diga "Cómo me gusta este tipo, qué ganas de escribir una historia y que la dibuje él"?
RW: Si, si. Me gustaría tener a Hugo Pratt, a Serpieri, a Milo Manara... hay unos cuantos a los que les echaría mano con un garfio, si pudiera. Hay muchos. Pero ahí estamos en un nivel de artistas top y la mayor parte de ellos ya tienen su propio sistema y es raro que colaboren juntos, excepto en el caso de Manara y Pratt. Pero yo llego agarrar a uno de esos y lo encadeno al suelo y no lo dejo ir hasta que no me haya hecho un libro.
AA: Para ir terminando, cuénteme un poquito de qué se trata Starlight...
RW: Starlight es una saga de basureros del espacio. Los basureros son un lumpen, viven separados del resto de la Humanidad. Walker, el protagonista, acaba de salir de la cárcel. El mundo está regido por compañías comerciales, dado el fracaso de los políticos. Africa es un desierto. Hay planetas-prisión. La radiación de basura ha creado mutaciones y seres nuevos. Hay mundo-basural donde viven sólo niños, apartados del mundo adulto con el que están en guerra. Son muchos, muchos mundos paralelos.
AA: ¿Qué extensión le planea dar a la serie?
RW: Lo que vaya. Yo no planeo esas cosas. Lo largamos y vemos. Las sagas del Ulster tampoco tienen un límite, porque la historia de Cuchulain es infinita. Así que, vamos a ver. Por el momento, hacemos mini-sagas de tres capítulos. Y luego...luego veremos.
AA: ¿Sigue Martin Hell?
RW: Si, si. Ahora va a salir la revista Martin Hell y la revista Dago, también. 90 páginas cada una, con un sólo capítulo. Es el formato que ya probaron con Cybersix, que parece ser la nueva movida. Tengo la impresión de que este tipo de revistas es lo que va a traer el nuevo boom. Primero, porque para la editorial es muy comódo. En vez de estar peleando con siete u ocho historietas, con dibujantes que no entregan y demás, hay una revista, 90 páginas de un sólo personaje, que impresa en off-set blanco y negro, no es una revista cara. Y Dylan Dog vendió montañas, Cybersix creo que está vendiendo muy bien, así que, si estas revistas resultan, se va a acabar prácticamente el dibujante solitario y va a llegar el equipo. Creo que esa puede ser la próxima moda. Equipos de dibujantes trabajando con un personaje.»


  VÍNCULOS:

Biografía de Robin Wood, por Roberto Arduini

Biografía de Wood por Marco Pesce

Artículo sobre Starlight y sus autores, por Francesco Grasso

Entrevista a Robin Wood, por Roberto Aduini

Artículo sobre Dago, por Arduini


  [ Documento cedido por Andrés Accorsi para Tebeosfera 021005. Este texto se reproduce en Tebeosfera con el permiso de su autor y sin variar su contenido. ]