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WHAT IF... CONAN PISOTEASE EL UNIVERSO MARVEL?
CONAN Y LOS UNIVERSOS ALTERNATIVOS


 

 Una extraña pareja la de Sonja y Ororo, sólo posible en un universo alternativo... © 2004 D. Cockrum


La primera historieta de envergadura que Roy Thomas escribió sin basarse en ninguno de los relatos originales de Robert E. Howard u otros autores fue la que apareció publicada en 1975, en el número 5 de The Savage Sword of Conan: “The Citadel at the Centre of Time”. Esta aventura de Conan transcurría en el desierto cercano a Akbitana y en ella se enfrentaba a un hechicero demente que custodiaba una suerte de “pórtico temporal”, un pozo hechizado en cuyo fondo había un portal dimensional que posibilitaba el acceso a otros mundos o a otros tiempos...


 

Por suponer que la Era Hyboria es, históricamente, previa a la civilización por la que pululan los superhéroes que conocemos (en realidad ambos mundos de fantasía serían en todo caso mundos paralelos al nuestro, al real), Conan estuvo entonces a punto de pisar el suelo de nuestro tiempo por causa de la magia negra. Pero no lo hizo. Y no lo hizo porque Thomas siempre quiso mantener en un aparte el mundo medievo fantástico creado por Howard cuyos escenarios amplió él. De hecho, cuando la serie de comic books en color Conan the Barbarian estaba dando sus primeros y trémulos pasos, Stan Lee, entonces editor de Marvel, propuso a Thomas la idea de mezclar dos mundos ligados de alguna manera por la mitología, el transitado por Conan y el hogar de Thor, Asgard, siguiendo la idea de trazar crossovers entre personajes, estrategia editorial que se había revelado provechosa durante toda la década de 1960 y que ya era tónica común al comienzo de los años setenta. Thomas se negó: la Era Hyboria no debía poblarse por tipos con calzoncillos largos, era un mundo virgen, coto privado de la barbarie, de la batalla, de la espada y de la magia.

Lee insistió en 1971, aduciendo que eso reportaría un empujoncito a las ventas de la serie Conan the Barbarian, que entonces peligraban. Thomas se siguió negando: si Conan no triunfa solo, que al menos muera dignamente solo. Y así fue como Thomas invirtió su potencial imaginativo en sacar adelante a Conan en un abanico de publicaciones que triunfaron por sí mismas, apartadas del resto de los acontecimientos del Universo Marvel, diseñando un subgénero siempre aparte del resto (recordemos que los héroes y personajes de los cómics bélicos, como Sgt. Fury and his Howlings Commandos, del oeste, como Two Gun Kid, de terror, como The Tomb of Drácula o Tales of the Zombie, en incluso algunos de temática romántica o infantil, terminaron inmiscuidos de una forma u otra en los entresijos del complejo Universo Marvel).

Cuando Conan y sus series ya eran un producto brioso en ventas y querido por cientos de miles de aficionados que compartían pasión por los cómics de superhéroes, los editores de Marvel comenzaron a presionar a Thomas a finales de los años setenta para que reconsiderase su determinante negativa a cruzar Conan con los superhéroes. Los amantes de las cifras de ventas de la editorial pensaron que no era mala idea traer a Conan a “nuestro mundo” si con ello se aseguraban la compra de un cómic tanto por los amantes del bárbaro como por los adictos a los superhéroes, e insistieron. Finalmente, Thomas claudicó, porque vio una posibilidad no excesivamente perjudicial para la figura del guerrero cimmerio: la serie What if?, una colección de comic books ideada por él mismo que proponía alternativas a argumentos y acontecimientos sucedidos previamente en el Universo Marvel y, por lo tanto, ficticia dentro de la ficción, diferente. Esto, en principio evitaría que Conan quedara preso para siempre en la urdimbre de ires y venires de los superhéroes de la casa.

De esta guisa fue como Conan visitó un título ligado al Universo Marvel a finales de 1977 (el número en el que ocurría esto, el 13 de la primera serie de What if?, llevó fecha de portada de febrero de 1978). Hubo un condicionante previo: Thomas no cruzaría su camino con el de ningún superhéroe. En efecto, aquella historieta, “What if Conan Walked the Earth Today?”, utilizaba como premisa la caída por aquel pozo dimensional sito en la hyboria Akbitana para trasladar al aturdido cimmerio hasta el Nueva York de nuestro siglo, donde no se enfrentaba a dragones o a brujos, sino a edificios de hormigón y a policías malencarados. Thomas se tomó aquel experimento como un juego e introdujo en la historia a un altruista personaje, Danette, inspirado en una joven muchacha que Roy había conocido en la Comics Art Convention de Philadelphia en 1977. Allí, Nick Arroyo tomó una instantánea de la chica, que fue la que Ernie Chan utilizó para darle su aspecto definitivo al personaje (John Buscema, el dibujante, había diseñado al personaje femenino sin tener en cuenta esa fotografía).

Danette Couto, posteriormente, sería la segunda esposa de Roy Thomas y adoptaría el nombre artístico Dann Thomas para firmar cientos de cómics en diferentes editoriales como argumentista y guionista (All-Star Squadron, Arak, Avengers West Coast, Black Night, Captain Thunder & Blue Bolt, Crimson Avenger, Doctor Strange, Infinity Inc., Jonni Thunder, Saga of the Sub-Mariner, Savage Sword of Conan, Secret Origins, Warhawks, Young All-Stars...).

Con la incursión en el cómic de la que posteriormente sería su mujer, Thomas quiso hacer de esta historieta un juego especialmente anecdótico (de hecho, describió los acontecimientos al final de episodio como un mal sueño sufrido por el cimmerio) y al poco ver la luz aquellas páginas prometió públicamente que no volvería a mezclar a Conan con los demás personajes de Marvel, pese a las muy elevadas ventas que llegó a alcanzar aquel ejemplar de What if?

Thomas cumplió su promesa, desde luego, pero Marvel, una vez que Thomas dimitió como editor y guionista de la casa en 1980, volvió a sacarle al bárbaro un billete de idea y vuelta con destino a nuestro tiempo y a la serie What if?. Así, Conan se encaró con quien Stan Lee quería que se relacionase al comienzo de su carrera, Thor (con fecha de junio de 1983, en What if? núm. 39), en una historieta escrita por un gran conocedor de las mitologías Alan Zelenetz, que ya había trabajado con ambos personajes por aquel entonces. Poco menos de un año después, en el núm. 43 de What if? (publicado con fecha de febrero de 1984), Conan volvía a la Gran Manzana de la mano de los autores Peter B. Gillis y Bob Hall para cruzar su camino con el del abanderado Capitán América, con quien pelea en un principio en el típico estilo Marvel, por ver ambos en su contrario a un villano, para luego unir sus fuerzas. Finalmente, en la segunda oportunidad que tuvo en el mercado esta serie de acontecimientos alternativos del Universo Marvel (en el núm. 16 de la serie What if? Vol. 2, que llevó fecha de cubierta de agosto de 1990) Conan jugó el partido de las luchas y de la acción, esta vez en casa, contra el grupo de superhéroes más exitoso de todos los tiempos: La Patrulla-X. Gleen Herdling y Gary Kwapisz realizaron para la ocasión una historieta en la que quizá el mayor aliciente sea ver cómo Red Sonja y Lobezno se enfrentan y terminan enamorándose.

La guinda a ese pastel mutante / bárbaro la ponía una hilarante historieta de una página obra de John Rezum y Armando Gil en la que se advertía lo que ocurriría si REALMENTE se produjese un encuentro entre Conan y Lobezno. Este grato experimento no fue único en el Universo Marvel, durante la década de 1980 Conan sería pasto de homenajes, parodias y chanzas por parte de los colaboradores de la editorial, y creo conveniente que repasemos aquí algunos de ellos. El propio Barry Smith ya dibujó en los setenta al satírico Norman the Barbarian para la publicación National Lampoon, que era un bárbaro obeso con toda la pinta de un Conan fondón y venido a menos; luego, el siempre chispeante Fred Hembeck invitó a Conan o Red Sonja a alguno que otro de sus “historietas póster” para Marvel Age (eso sí, con espirales en las rodillas y piernas como palos); en 1982, el afamado Paul Smith urdió una tira periódica titulada “Conan the Conmuter”, que finalmente no halló publicación; ese mismo año, Dave Sim, el autor de Cerebus, destinó a la prestigiosa revista Epic Illustrated las graciosísimas páginas de “Arnold the Isshurian”, que mostraban a un Conan con el aspecto huraño del querido actor austriaco que lo incorporó en las producciones cinematográficas del cimmerio; y, para terminar con este listado, Marvel destapó toda su capacidad de autoparodia con el número 12 de la serie What the-?! (publicado con fecha de mayo de 1991), un comic book con portada de John Byrne donde se relataban las aventuras del sesicorto e hipermusculado Moaning’ the Bavarian.

Mas, no todo fueron juegos de humor con los bárbaros de la antigüedad por parte de Marvel, y serían más las ocasiones en las que fueron invitados a otras colecciones de la editorial, si no Conan, al menos sí otros personajes de la Era Hyboria y Thuria. La última edad mencionada es el tiempo en el que vivió y reino Kull de Atlantis, guerrero también creado por Robert E. Howard y que unió sus fuerzas con el superhéroe neoyorquino Spiderman en una ocasión. El evento tuvo lugar a la altura de los números 111 y 112 de la serie Marvel Team-Up, serie en la que el “Trepamuros” compartía aventura con un personaje Marvel distinto a cada número o par de números consecutivos. Concretamente, en el número 112, que llevó fecha de portada de diciembre de 1981 (paralelo a un relanzamiento de la serie Kull the Conqueror, y por esa razón apareció Kull por allí, para avisar a los lectores de tal hecho), el guionista J.M. de Matteis escribió una historia que Herb Trimpe puso en imágenes en la que Spiderman accedía a la época de Kull a través de otro nexo temporal para luchar a su lado contra los malévolos Hombres Serpiente (hubo española de estos episodios, en la primera colección Forum de Spiderman, números 31 y 32, respectivamente). Los mismos Hombres Serpiente aparecerían más tarde, en 1985, ligados al cruce de colecciones “The Corona Crown” (La Corona Cobra), que fue el nexo entre los 14 especiales anuales que compartieron argumento aquel año y en uno de los cuales fue publicada una corta historieta en la que aparecían Kull y la Era Thuria.

Similar ligazón al caso anterior fue la estimulante venida al Universo Marvel de la heroína Red Sonja. En el número 79 de la misma serie, Marvel Team-Up, Spiderman se topaba con un brujo milenario llamado Kulan-Gath, uno de los enemigos de la diablesa hyrkania en su pasado hyborio. El Cabeza de Red se las ve y se las desea contra el poder de este hechicero, pero gracias a una espada encantada, su novia Mary Jane Watson es poseída por el espíritu de la pelirroja Sonja quien acude a ayudar a Spiderman. Esta historieta, magnífica obra del trío Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin, ha sido editada en España varias veces: por Ediciones Vértice en el núm. 107 de su colección en blanco y negro Super Héroes Vol. 2, por Planeta-DeAgostini en Spiderman de Claremont y Byrne, 3, en 1999, y en los suplementos      coleccionables del diario El Mundo dedicados a Spiderman, en 2003.

Tiempo después de lo relatado, el mismo hechicero hyborio Kulan-Gath volvería a enfrentarse a otros personajes del Universo Marvel. La contienda tuvo lugar en los números 190 y 191 de The Uncanny X-Men, cuyo guionista, el mismo Claremont, recogió la idea del amuleto que guardaba el alma del brujo para así plantar cara al grupo de mutantes conocido en España como La Patrulla X (y también a los héroes Doctor Extraño, Spiderman, Los Nuevos Mutantes y Los Vengadores). La misma idea de utilizar personajes de ambos universos guiaría a Roy Thomas, ya en los años noventa, cuando regresó a los guiones de Conan the Barbarian, en algunos de cuyos números aparecía algún villano del panteón Marvel, caso de Varnae. Y Kulan-Gath volvería a visitar la serie de Avengers en 2001.

Conan no volvería a cruzar las lindes fantásticas que separaban ambos universos jamás, salvo en alguna ocasión circunstancial y anecdótica (se le vio luchando, por ejemplo, con un astronauta en un par de viñetas de Thor CORPS, núm. 3). Sí que se enfrentaría el cimmerio sin embargo, con superhéroes o villanos de importancia del mundo heroico que, supuestamente, se desarrollaría sobre el mismo suelo que él pisoteó en busca del soñado trono. Fue éste el caso de Rune, personaje nacido en la editorial Malibu Comics de la mano de Chris Ulm y Barry Windsor-Smith, que se enfrentó con Conan en dos ocasiones dado que se trata de una suerte de demonio milenario y casi inmortal. Las contiendas tuvieron lugar en la juventud del cimmerio, en el episodio inolvidable que vio la luz con el lanzamiento de cruce de universos Conan vs. Rune (de noviembre de 1995), que dibujó Windsor-Smith, y en la historieta “The Wind of the Stars”, publicada originalmente en el número 4 de la revista Conan the Savage, donde el alienígena se enfrenta con un Conan que ya es monarca de Aquilonia.

Nada impide, y sobre todo desde que Kurt Busiek ha tomado las riendas de la saga de Conan, que vuelva a mezclarse el cimmerio en universos alternativos y con personajes muy lejanos y diferentes de él.

No olvidemos que el primero en formular la idea de los cameos de héroes de épocas diferentes fue el propio Howard cuando invitó a Kull al conciliábulo de Bran Mak Morn, Cormac Mac Art y otros rebeldes contra Roma en “Kings of the Night”…

 
   

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R. E. HOWARD

CÓMICS

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S. KANE

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