TEBEOSFERA \ SECCIÓN

HISTORIAS FRONTERIZAS  /  1

 

por ANTONIO SANTOS  


Capitán Supreme y los Cazavampiros del Clearasil.


«Supreme es un cómic con el feo defecto de engancharte a por más, una muestra de ingenio y calidad, uranio enriquecido, un cómic / inversión que se revalorizará, fomenta el hábito por el tebeo y tranquiliza al lector veterano. He recomendado Supreme a muchos lectores. Y SIEMPRE topé con el mismo obstáculo, una pregunta de preventivo desdén: ¿Eso no es de Liefeld? La garantía de Moore (Alan) no convencía...»

RECERCA EDITORIAL inicia su nueva etapa de (tras disociarse de Alecta) con nuevos y ambiciosos títulos que según el Director de esta Independiente, XAVIER MORELL, pretenden continuidad en las estanterías de las tiendas y la fidelidad de los lectores.

            Además, su Editor se marcó otros objetivos de esfuerzo nada desdeñable, como medrar en el difícil campo del cómic en España, rescatar al lector defraudado y atraer otros nuevos (así que ¡deja el videojuego de una vez, niño!)

            Su empeño lo componen diversas publicaciones, como las dos reseñas que ocupan estas líneas. En palabras del Editor, la primera constituye su principal, más fuerte y atractiva apuesta, la licencia más disputada, ambiciosa y jugosa de los últimos tiempos, dispuesta a arraigar en tus colecciones habituales y enfocada a un gran número de fans que lo esperaban ávidamente, la espectacular combinación en technicolor / photoshop de pompones y colmillos BUFFY, CAZAVAMPIROS.

 

Datos técnicos.-

            Publicación bimestral recopilatoria. Formato: 17x24 cms. Papel satinado. Color technicolor / photoshop. Portada / fotomontaje de Sarah Michelle Gehlar (protagonista de la teleserie). Por sus 156 páginas pagarás 11`95 €. Flexible, bien encuadernado (no se deshoja). Contiene 6 historias divididas en 2 sagas. Material Dark Horse. Genéricamente titulado Origen. Acción, vampiros y gracietas tipo Sensación de vivir. Rollo californiano. Palabra clave: baboso. Traduce: Studio Sulaco.

 

¿Quiénes lo hacen?.-

            Basándose en material original de JOSS WHEDON, su creador (cuyo largo-metraje, donde Rutger Hauer interpreta el PEOR papel de su carrera, como archinémesis / cliché de Buffy, no se olvida), guionizan la saga The Origin: CRHISTOPHER GOLDEN y DANIEL BRERETON. JOE BENNETT se curra los lápices de todas las historias (uniformando el resultado.) Entintan: RICK KETCHAM, RANDY EMBERLYN y J. JADSEN. Color de JEREMY COX y GUY MAJOR.

            ANDI WATSON guioniza los siguientes episodios.

Equipo artístico sin cambios.

 

¿De qué va?.-

            The Origin (con nefandas portadas astutamente sustituidas por el fotomontaje) adapta la película infernal y te pone en antecedes, aproximadamente esto:

Buffy Summers (¿pariente de Scott Summers?) es adolescente pijotera WASP de L.A. modelo Melrose Place marcada por un peculiar sino: es La Cazadora, La Elegida, destroyer del inframundo, reina-bruja Boudica matavampiros, dotada de superfuerza y los latentes recuerdos de sus antecesoras formando una base de datos mental que la guían y ayudan en su misión, observada por unos fascistas de una antiquísima secta que destinan a un calvo talla armario tres puertas a amargar la existencia de Buffy revelándole su utilidad vital. (Con lo contenta que estaba ella con su anodina vida de novietes, precoz despertar sexual, Clearasil y su nombre de ardilla.)

Buffy se lo toma con deportividad, leve escepticismo y guasa varia.

            Pero el calvo es rotundo e insistente y con manías raras. ¿Cómo persuade a Ardillita? Dándole un voltio por el cementerio. Normal. Lo de toda la vida. Aquí ocurre una aventurilla que produce la conversión de Buffy. Natural: ver emerger un vampiro de su tumba reciente causa efecto.

La actividad del archienemigo / cliché que interpretaba Hauer provoca el suicidio del inestimable calvo, obligando a Buffy a jurar lucha y venganza eternas, aunque con otras palabras, porque el sábado hay baile y elegir vestido y pareja la mosquea más.

El sarao en cuestión terminará en una masiva barbacoa donde la bizarra Buffy y Friends (¡uff, con hueso dimos!) salen vencedores… Gracias a una añagaza peculiar. Buffy y un friend se largan a Las Vegas, tierra tradicional del vampirismo, donde se camuflan de jinetes de máquinas tragaperras. Han de hacer limpieza.

La segunda tanda de episodios complementan y siguen la teleserie, de modo que si no la sigues con cierta asiduidad, estarás desconcertado y confuso con determinados diálogos, sobre todo, efecto que acaso se produzca en los seguidores de la serie.

Andi Watson nos transporta al exótico Sunnydale (en la Guía Fierastone Infernal aparece como la Boca del Averno), California, donde los tránsfugas, desertores, expatriados y psicópatas de la serie de Embrujadas palman a manos de Ardillita y friends, así que ya lo veis, si perteneces a las huestes infernales, te tienen acorralado por toda la televisión. Sin escape, a lo Van Damme.

Las portadas de esta serie regular las dibujan gentes como ARTHUR ADAMS o CHRIS BACHALO (el de la bacalá de Steampunk), nuevamente sustituidas por fotomontaje de Sarah Gehlar con carita de no romper nada.

Estos episodios encarrilan y dan continuidad para garantizar el dólar a la Dark Horse. Es una lástima que el vampirivillano del nº 4 (1º de la serie regular) dure tan poco. Tenía su enjundia.

 

¿Qué tenemos aquí?.-

            Buffy es un ejemplo patente de cómo diversos medios de ocio se entrelazan y entroncan, apoyan, complementan y nutren simbióticamente, tratando de rentabilizar hasta el último átomo posible. Es un producto especializado enfocado a una concreta franja de público: jóvenes manipulados y dogmatizados por Fido Dido, Adidas, teleseries surrealistas de adolescentes premaduros que adquieren y dispendian unos roles determinados por la sugestiva publicidad de los refrescos, los Fiats y la desidia de los padres que abdicaron en la TV sus facultades docentes, la falta de valores, criterios y o creencias que el colegio intentaba inculcar: el civismo.

            Buffy puede resumirse como un mata / mata light, con BSO de Jason Donovan cantando Seal with a kiss, quinceañeros con rolletes sentimentales, acné, traumas post pubertad, ristras de ajos y afiladas estacas, cuanto cliché sobre vampiros hubo y habrá, personajes planos, sin proyección, relaciones sáficas, cyborgs mal ensamblados y demás personajes horteras impuestos por la ley de la gravedad.

 

¿Revisitación?.-

            No, rotundamente. ¿Un intento? Quizás. Pero el invento de Whedon no refresca el socorrido género vampírico, al menos, no como Blade, Vampiros o Abiertos hasta el amanecer, por ejemplo.

Este cómic pudo jugar esta baza, mostrarse alternativa, más oscura o audaz, pero se ciñe a criterios sólidamente asentados, que quizás puedan contemplarse como su virtud o mérito principal. (Hasta que llegue Alan Moore y…)

            Quiero ver ese intento, al menos, en el nº 5, quizás el mejor. Todo episodio se divide en dos: prólogo / nudo preparatorio y desenlace / masacre siempre con Técnica Trinity coceadora y estaca final. Un BOOM verde y listo, al burguer y luego a vomitar la cena para guardar la línea.

Bennett dibuja esa máscara de Hummungus que Buffy usa en este episodio más como la pantalla respiratoria (o lo que sea) del Predator. ¿Es un guiño, una ironía, algo comunicante, Cazadora / Predator eliminando vampiros casi siempre dibujados con un estilo wrigthsoniano…?

Los secundarios y friends de Buffy merecen unas letras, pero el espacio para Ardillita se agota y prefiero dedicarlo a resaltar cosas de más valor, como los dos artículos que complementan este luminoso rollo vampiriforniano, bien ilustrado (como, espero, muestra de respeto al fan y anzuelo al lector indeciso), el primero un prólogo del Editor y el otro, epílogo, firmado por EVA R. ERVARD y RAFA DEL RÍO, encargados del Correo del Lector, donde marcan los límites y composición del Buffyverso.

            Los fans de la teleserie pueden frotarse las manos. Les han dado lo que querían y quizás más (el dibujo es muy bueno y los guiones dan de sí lo que Whedon quiere) y el lector a la deriva quizás encuentre un rato de ocio inédito. Recomendable a lectores poco exigentes y abiertos a nuevas sensaciones.

 

La viñeta:

            Buffy encierra en un salón de baile un hartón de vampiros para achicharrarlos, trabando la puerta con una cadena de bicicleta. ¡Aprende, Van Helsing!

La frase:

            No quiero una chica con buen gusto. Quiero una chica que sepa bien.

Lo mejor:

            La relación cantidad / calidad / coste (detalle con el fan).

Lo peor:

            ¡Falta Jack Crow!

 

El otro título con el cual Recerca se la juega es SUPREME: EL RETORNO, y confío haber diseccionado adecuadamente el material y hallado sus joyas y defectos, porque, de entrada, tengo el GRAN handicap de reseñar al Reseñado Por Excelencia: ALAN MOORE.

¿Qué decir que no haya sido ya manifestado sobre el Michael Moorcock del cómic por otras mentes más agudas e ingeniosas, resultando innovador, deslumbrante? Porque dejémonos de historias: aunque el volumen compendia el trabajo de más personas, todas quedan eclipsadas por la presencia de este hijo de la Gran Bretaña.

¿O no?

 

Antecedentes.-

Anteriormente publicado por Dolmen, Recerca mantiene el formato de volumen recopilatorio (¡con tres historias!) del trabajo Moore (Alan) en esta colección del Superman canoso (¿o albino?) inventado (dijéramos) por el inefable ROB LIEFELD, una gracieta que tuvo el hombre cuando se le pasó el berrinche de The Avengers, esto, Youngblood.

            Imagino que eso de Supreme, el Retorno, Recerca lo emplea para diferenciarlo del material publicado por Dolmen. Pero ¿de dónde, de qué, regresa? Aunque quizás no esté mal escogido, teniendo en cuenta que la continuidad, al menos con Supreme, no fue el fuerte de Dolmen.

            Aún espero el 6 de 6, sobre los Supremevillanos o algo de eso.

            (Advertencia: en esta serie todo es supreme, hasta las supremecagadas.)

 

Datos técnicos.-

            Volumen 2 de 5, recopilatorio. Publicación mensual. Formato: 17x24 cms. Por sus 64 páginas en sombrío color pagarás 5`80 €. Formato y calidad similares al de Buffy. Material Awesome. Portada: CHRIS SPROUCE y unas siglas. Traduce: RAÚL SASTRE.

 

¿Quiénes lo hacen?.-

 ALAN MOORE (al guión, sobre material original de ROB LIEFELD) CHRIS SPROUCE, GIL KANE (errrrr), RICK VEITCH y el veterano JIM MOONEY al dibujo. Aparentemente, ellos se entintan y dan color... Edificantes ilustraciones intercaladas de ALEX ROSS.

 

¿Qué es esto?.-

Más argucias narrativas británicas de Moore (Alan) aportando su cínico, irónico y culto punto de vista acerca del tema mosaico de Superman (a las claras, SU Superman), sus sagas, entornos, afluentes e influencias, decadencia y auge decadente, críticamente diseccionado por su aguda pluma / escalpelo, lustrando el inefable producto de Liefeld (en plata, su PRETENDIDO Superman) demostrando en qué pudo convertir al Boy Scout más viejo del mundo de habérselo permitido.

 

Una historia de la frontera.-

            Una vez, una tribu de jóvenes autores hot se rebeló y chuleó a la Editoriales (con Mayúsculas) que, por hábito, bordeaban a los autores, enfrascándose en una lucha por derrocarlas con sus editoriales personales, como IMAGE, donde crearían COSAS INCONCEBIBLES, jamás vistas, que repercutirían en tu vida y sueños más allá de la tumba, cosas tales que el hombre incapaz de amoldarse a su NeoRenacimiento tendría que suicidarse.

            En lenguaje de porteras: se iban a CAGAR los de las Editoriales Mayúsculas.

            Lo cambiarían TODO, hasta a Stan Lee.

            ¡Temblad, Marvel, DC, Judge Dredd! (Este fue el motivo por el cual Son Goku emigró a Namec.)

            Y cuando se les pasó el Berrinche (lo único con mayúsculas de todo esto), volvieron mansamente al redil a pedir trabajo a quienes iban a mandar al paro.

            Se arguye que las directivas cambiaron, que el nuevo personal era más y mejor, había diálogo, consenso y tal y cual y Pascual…

            Personalmente, siempre vi en Youngblood o Spawn delirios argumentales que sus creadores sufrieron en una etapa de sus carreras y los dinos que mandaban en las Editoriales mayúsculas negaron su desarrollo (y que, a la postre, se demostró acertado.)

            Su respuesta fue el rebote independitorialista. En el prólogo de FRANK MILLER a la Biblia de Spawn, describe las causas y efectos y la arrogancia como afrontaban unas perspectivas que resultaron exageras y defraudadas.

            Los innovadores hicieron lo mismo (más fetish, acaso) y cuando se les agotó la causa del berrinche (digamos, diez, quince números), se desplomaron.

 

¿De qué va?.-

            De los Nos. 55 y 56 de 1997 (el año que Snake Plissken huyó de Nueva York) de la colección más extra (una historieta tipo relleno de la fatigosa Suprema y los pusilánimes de La Liga del Infinito actualizando una aventura mitológica de Thor.)

            El nº 55 narra una aventura donde el trasunto de Clark Kent inventado por Liefeld (ya sabéis, LA autoridad del Dibujo, el Arte viviente, espejo de artistas, el dibujante que fue y será), aquí llamado ETHAN CRANE, dibujante de cómics (como novedad, no va mal), narcisista engreído que dibuja sus aventuras en la colección OMNIMAN, se despierta (con su memoria intacta) en un mundo racista donde él no es Supreme, sino Supremacista y su peor enemigo es El Integrador. Ahora dibuja KLANSMAN (que, por cierto, es el título de una película de Lee Marvin sobre el KKK.) En su fortaleza aérea, Supreme / macista (con un rumboso uniforme de bandera de Dixieland) descubre que uno de los miembros de la abigarraba y bizarra LIGA DEL INFINITO (otro inefable), Wild Bill Hickok, trastocó el espacio tiempo por amor, haciendo triunfar a la Confederación sobre la Unión con el ingenioso método de detonar un núcleo en Washington.

            Esta parte de la historia (las páginas centrales) la dibuja GIL KANE (¡errr!), retomando la conclusión Sprouce.

            Moore (Alan) nos relata una oficiosa biografía de Wild Bill (menudo prenda) y re-monta su muerte, necesaria para devolver la normalidad al espaciotiempo conocido. Esta vez, Moore (Alan) deja pasar unos de esos tics que tango degusta: la Mano del Hombre Muerto (o sea, las cartas que Wild Bill tenía en las manos cuando lo mataron, en una partida de póker.)

            Por cierto, ni Wild Bill ni ningún desperado del Oeste caminaba por el centro de la calle. Lo hacía bien pegado a la pared y cuando debía doblar en una esquina, aferraba sus revólveres. Odiaba a los tejanos a muerte.

El nº 56 narra la fuga de varios supremevillanos, ávidos de venganza y dólares, como siempre. Lo mejor de este episodio (además del TELEVILLANO) es que verificas de nuevo la predilección de Moore (Alan) por los villanos más que por los héroes, especialmente por los que poseen un pasado, un velado (o descarado) trauma (quizás infantil) apenas soslayado o una grotesca y grosera parodia de algún popular supervillano de una famosa serie, aunque esto lo agota pronto.

Despunto al Televillano porque los demás son sospechosos habituales: el doble malvado de una oscura dimensión paralela, el gárrulo cósmico, el sicario estelar carnudo, que Moore (Alan) va aparcando para dejar paso a los extravagantes malvados, como prefieren sus compatriotas Moorckok o Tim Burton. Esta vez es Óptilux, el supremeenemigo definitivo, un tío de luz realmente pesado.

            El dibujante principal de ambos números es Sprouce, que parecía calentar lápices para su futura etapa en TOM STRONG (ese cruce entre Superman y Doc –Clark- Savage) de la ABC de Moore (Alan), una titánica empresa donde este personaje despuntó, segregando colecciones adicionales.

Verdaderamente, Moore (Alan) pareció usar Supreme como laboratorio para Tom Strong, pues lo dotó de numerosos recursos narrativos y gráficos aquí desplegados, pero con mayor libertad, al tratarse de un personaje suyo, no la concepción de otro.

Espero tener ocasión de echar unas letras sobre el tema, este aparente giro de Moore (Alan) hacia la literatura hard boiled o el steampunk, manifiesto en su Liga-X.

No obstante, encuentro el correcto trabajo de Sprouce frío y pragmático, carente de cinética y dinamismo, casi visualmente neutro. Y no terminas de precisar si es algo deliberado impuesto por Moore (Alan), un fatiga del detallito y la atmósfera, como contraposición al canon Marvel de dinámica y cinética en el cómic, o es que Sprouce dibuja así.

Mientras que Gil Kane (¡errr!) se ocupaba de la parte central del nº 55, dibujando la explosión nuclear menos nuclear del mundo, RICK VEITCH lo hace del nº 56, mimético del estilo de Sprouce, Liefeld o el que le echen, parece.

Moore (Alan) se sumó al tarantiniano tic de recuperar viejas glorias, un tanto eclipsadas por los nuevos valores (como Liefeld) y encarga al bregado JIM MOONEY que dibuje la historia de la repelente de Suprema, que recupera la leyenda de Thor.

Cada número conserva su portada y una ilustración de Alex Ross, una lección de dibujo realista.

Lo peor es el color: muy sombrío, demasiado oscuro. A veces solapan los menudos detalles del fondo que Moore (Alan) inserta como pieza clave accesoria de la trama.

Pese a que Moore (Alan) parece encasquillado en el autodesafío de autosuperarse (confieso que Supreme fue un hallazgo, aunque su calidad no iguale a las obras veteranas referentes del autor), es un cómic con el feo defecto de engancharte a por más, una muestra de ingenio y calidad, uranio enriquecido, un cómic / inversión que se revalorizará, fomenta el hábito por el tebeo y tranquiliza al lector veterano.

He recomendado Supreme a muchos lectores. Y SIEMPRE topé con el mismo obstáculo, una pregunta de preventivo desdén: ¿Eso no es de Liefeld? La garantía de Moore (Alan) no convencía.

 Supreme tiene un baldón insuperable contra el cual su fuerza suprema nada puede: y es la leyenda de su creador.

 

Agárrate: curvas.-

            Solazado por la astucia y argucias britanas de Moore y el Televillano (una purga que necesita nuestra programación), abordo el artículo / epílogo que cierra el tomo. La sesuda opinión virilmente redactada por JAVIER RIVA, capitoste fundador y autocoronado Puto Amo de ADLO (que tan bravamente expuesto parece algo sadomaso.)

Su artículo es una soflama calentorra de polémica alto octanaje defendiendo Lo Indefendible: la calidad artística de Liefeld, a quien el ilustre Riva compara con el Greco. A ver si alguien le explica al Sr. Riva, Puto Amo de ADLO, que el Greco padecía una minusvalía visual, no le salía de los mondongos masculinos, como a Liefeld. Ojalá comprenda la diferencia. (No obstante, señalo que el artículo contiene párrafos interesantes.)

 

La viñeta:

            El Televillano soltándole una galleta a Mónica de Friends.

La frase:

            Abundan.

Lo mejor:

            Casi todo.

Lo peor:

            El color.

Lo rallante:

            Las interjecciones de Supreme y Suprema.


 J. Antonio B. Santos (Sevilla, 1967), historietista -Coronel Calavera, Blitzteam-, faneditor -Edisiones Gaspasho-, organizador de festivales -I Semana de la Historieta en Sevilla-, y escritor de ciencia ficción laureado -ex aequo en el premio UPC de ciencia ficción 2003-, prepara historietas para editores británicos y americanos, así como guiones para largometrajes u otros medios.


 [ © 2004 Antonio Santos, para Tebeosfera 041015 ]