Guionista y traductor ligado a la editorial Bruguera durante los años sesenta a ochenta.
Se estrenó como guionista en publicaciones de aventuras o de humor de Bruguera, partiendo de El Capitán Trueno Extra, y pasando por Bravo y por DDT (con la serie Jimmy Bananas). Desarrolló una más intensa labor en la redacción de la editorial, coordinando títulos como Ven y Ven, Suplemento de historietas de El DDT, El campeón de las historietas, actuando como redactor en el semanario Mortadelo o en Bravo, y como traductor en Super Pulgarcito, fundamentalmente de series francobelgas. También fue director de la revista erótica también con historietas Demassié, en 1980.
A su muerte, Antoni Guiral redactó este texto sobre la trayectoria del autor:
Jordi Bayona (Vic, abril de 1931-La Floresta, 25 de mayo de 2013), guionista, periodista, dramaturgo, cineasta, técnico editorial y escritor. Pero antes de todo ello, ejerció de mecánico de motos hasta 1954 y participó en las 24 horas motociclistas de Montjuïc en 1955 y 1956. En los años sesenta fue miembro activo de grupos teatrales como La Pipironda y El Camaleó. "Todos hacíamos de todo en estos grupos", me aseguró Bayona; "para La Pipironda escribí una obra que se titulaba Los espabilados, y Víctor Mora otra, La oficina siniestra; también montamos una versión de Fuenteovejuna". Entre 1963 y 1983 dedicó su vida profesional a Editorial Bruguera, ejerciendo de redactor de revistas (Ven y Ven, Suplemento de Historietas de El DDT, El Campeón de las Historietas, Bravo y Mortadelo), traductor (Aquiles Talón y Blueberry) y redactor jefe; "Era el adjunto de González, pero sólo hablábamos de política; él, sobre todo, era antifranquista. Yo repasaba los originales dando indicaciones a los dibujantes, pero no de las historietas cómicas, éstas las revisaba en persona el Sr. González". En 1969 se convirtió en el impulsor de una revista que rompería moldes en la Bruguera de la época: Gran Pulgarcito. Así me contó la rocambolesca historia de su nacimiento: "Nació a raíz de la compra de material de la revista francesa Pilote, porque en aquel momento Pilote era una revista de gran tamaño, de ahí la idea del formato de Gran Pulgarcito. Víctor Mora estaba en aquellos momentos en París, y yo era su contacto; recibía sus guiones de El Capitán Trueno. Me enviaba cosas desde allí, ejemplares de la revista Pilote. Le dije al Sr. González que aquel material era muy bueno, sobre todo las historietas de Astérix. Perich y yo le hicimos un informe a González, y él respondió que aquello no interesaba, que era material muy francés, que no interesaría en España". Pero la vida da muchas vueltas, y a veces es un pañuelo: "Montse Bruguera, una de las hijas de Francisco Bruguera, que era dibujante, hizo un viaje a París y en un quiosco compró un ejemplar de Pilote, ya en formato revista, más pequeño. Le entusiasmó, se lo enseñó a su padre y le convenció". Bayona, como redactor jefe, coincidió en Bruguera con redactores y directores de revistas tan notables como Vidal Sales (Pulgarcito), Armando Matías Guiu (Fans y Bruguelandia) y Perich (Tío Vivo). En 1978 vivió unos meses en México, encargado por Bruguera de editar allí revistas como Mortadelo o Los Cuates (Zipi y Zape). A su regreso, él mismo explica las que fueron sus últimas iniciativas para Bruguera: "Produje series como La historia vista por detrás, Firmado por y Tirant lo Blanc. El argumento de Tirant lo Blanc era de Maria Aurelina Campmany, el guión de Andreu Martín y los dibujos de Jaume Marzal. Se quedó en el tintero una iniciativa parecida a Firmado por (adaptación al cómic de novelas) pero basada en obras de teatro, de las que ya había unos primeros dibujos de Florenci Clavé. Incluso contactamos con el agente de Fernando Fernán Gómez para que hiciera el spot publicitario de esta colección para la televisión". Aún para Bruguera escribió guiones para diversas series, entre las que destacan El Capitán Trueno, Mike Palmer, detective privado y Jimmy Bananas.
Imitando a prohombres del Renacimiento, en los años setenta y los ochenta, no satisfecho con su currículum, se dedicó al cine, escribiendo guiones y dirigiendo varios cortometrajes, como Cascar el huevo (1975), y dos largometrajes: Puta Pela (con guión de Andreu Martín y con Ovidi Montllor como actor, 1981) y Material urbà (1987). Last but not least, como dicen los ingleses, empezó en los años noventa una carrera literaria, siendo finalista del premio Ramón Llull de narrativa catalana, y publicando en 2003 el libro La noia de la tricolor (Pagès Editors), narración basada en una fotografía de 1931 que muestra a una chica montada en un bólido por las Ramblas barcelonesas y ondeando la bandera de la República, que fue primer premio Novela Corta de la Universitat de Lleida. En 2011 fue publicada su novela Persistència del mal (Montflorit,), un crudo relato sobre la supervivencia que surge de la recuperación de los diarios personajes de una pareja de alemanes, Joachim y Leni, realizada por dos escritores que ordenan y transcriben una muy veraz historia de amor, intolerancia, odio y memoria histórica.
El nacimiento de Sir Tim O’Theo
“Raf era de los que entregaban siempre a tiempo. Recuerdo que una semana no me trajo el material para Gran Pulgarcito; me dijo que tenía algo empezado pero que como no le gustaba, lo había roto. Y me dejó una media página, que era para tirar a la papelera. No había ni guión ni nada, pero vi a dos personajes que Raf quería incluir en alguna de sus series, no sé si en Manolón o en Campeonio o en cuál; el caso es que no le gustaron y había roto la página, que yo recompuse con cinta adhesiva. No sé en qué momento, pero se me ocurrió que aquellos personajes podrían tener vida propia, que podrían llamarse como los de la revista Flechas y Pelayos, Pat Oso y Tim Orato. Me parece que encima mismo del original escribí la idea de los nombres y de que podían ser un Lord y su mayordomo. Cuando volví a ver a Raf le dije que ahí tenía unos personajes para él; la idea le gustó”.