Luis García Durán

Luis Garciá Durán se formó tomando clases de dibujo y pintura en MEEBA, en el estudio de Jean Josse y asistiendo a los cursos de la Escuela Panamericana de Arte, a lo que habría que sumar su temprana incursión en la actividad publicitaria tras ingresar en Piacentini Publicidad, donde trabajó como decorador de carteles y en la realización de murales en restaurantes y confiterías y en el oratorio de Ntra. Sra. del Sagrado Corazón de Belgrano. Su formación fue continua, de hecho en el final de su carrera como historietista cursaría estudios de acuarela con Guillermo Roux en la Escuela de La Cárcova, una escuela superior de artes plásticas, para perfeccionar sus artes de pintor.

Sus primeras historietas datan de 1964, en las revistas de Editorial Yago, contándose entre ellas la serie Historias al pie de Buenos Aires sobre guiones de Eugenio Mandrini. Posteriormente, comienza a colaborar en Columba sumándose al elenco de dibujantes de Hilario Corvalán y realizando algunas historias unitarias (destacaron las de género automovilístico) que dibujó con un estilo muy influido por la ilustración publicitaria. Algunas se publicaron en Patoruzito. 
En 1969, García Durán funda una agencia de publicidad y reduce su actividad en la historieta, a la que no volvería hasta el ecuador de los años setenta, a revistas de Columba, en una de las cuales inicia la serie Aquí la Legión, con guiones de Robin Wood, que realiza hasta 1982. A ello suma colaboraciones en Pif-Paf y Gunga Din entre las que se cuenta una nueva versión de Meridiano K creada en los sesenta por Ray Collins. 

En el comienzo de los años ochenta, García Durán se traslada a España, país en el que vive el resto de la década, sin dejar de trabajar para Argentina pero también coordinando algún proyecto en España, concretamente Mark 2000, revista producida por Robin Wood. Con Wood también, realiza la serie Kozacovich & Connors para el mercado italiano (para Eura Editoriale), que luego es traducida para la editorial Columba. Otros trabajos suyos para Eura fueron Yaqui y Mi nombre es Libertad. En este periodo sigue trabajando en la ilustración publicitaria, sobre todo en el ámbito del turismo. 

En 1988 regresó a Argentina García Durán. Justo a tiempo para ver publicada su serie La lección en la revista Trix (en 1989, tras haberse publicado primero en Italia) y sobre guion propio. Los temas de esta historieta, el Japon feudal y las artes marciales, vuelven en la serie escrita por Wood Nan Hai (El Tony, 1992). En 1993 colabora con el guionista Ricardo Barreiro en Checkerman (Fantasía, 1993), con quien también trabajaría en Ciudad II, publicada completa en un número especial de Fierro en 1993. En 1996 y en vista de la declinación de las editoriales locales García Durán convoca a un grupo de guionistas y dibujantes que dan vida a ACHA, Asociación Creadores de la Historieta Argentina. Esta, gracias a un convenio con Editorial Símbolo, lanza la revista Hacha, de la cual sólo aparecieron unos pocos números aunque le dio tiempo a publicar la serie Villa Caraza Blues. Uno de sus últimos trabajos conocidos data de 2003, junto a Pedrazzini: el cuaderno propagandístico La marcha de los sueños, que se utilizaría en la campaña de Adolfo Rodríguez Saa para la las elecciones presidenciales de aquel año. 

Durante el resto de la década se dedicó a la pintura, sobre todo a la acuarela, falleciendo en 2010.