Dibujante habitual en la prensa barcelonesa del primer tercio de siglo y uno de los pioneros en desarrollar el lenguaje de la historieta española moderna.
Prolífico autor de estilo tosco en un principio, basado en los estilemas de dibujantes británicos y franceses, destacó en la prensa catalana del final del siglo XIX, como LA TOMASA y, sobre todo, L`ESQUELLA DE LA TORRATXA, aunque también se vio su firma en variada prensa satírica: LA GARSA, MARRAMAU, L`HEREU (en cuya portada diseñó personajes que hablaban mediante globos) y otras de corte sicalíptico, como RIALLES, PAPITU o PAKITU, en este caso firmando de otro modo, concretamente como Gypsi. Dibujó también ilustración para novela popular (La novel·la d`ara) en prensa satírica madrileña, en GUTIÉRREZ y en BUEN HUMOR al menos, pero su labor satírica más reconocida sería la desarrollada luego, poco antes del estallido de la Guerra Civil, en LA CAMPANA DE GRÀCIA.
Fue un dibujante activo y apegado a la prensa popular infantil del comienzo de siglo, que fue saltando de editor en editor de prensa infantil antes de comenzar a década de los veinte (Heras, Fénix, Pepín, Magín Piñol) pero su trabajo más destacado quizá fue el desarrollado en CHARLOT y en KI-KI-RI-KÍ. En algunas de estas cabeceras dirigidas a la infancia usó la firma Arrás, como fue el caso de EL NOI CATALÀ, LA NURI o LA MAINADA.
Aparte de su labor como dibujante, Picariu fue empresario teatral al menos desde el año 1912, siendo el responsable del Teatro Nuevo de Barcelona. Casi toda su vida se dedicó al teatro, tanto antes como después de la Guerra Civil, alternándolo con el dibujo sobre todo previamente a la contienda.