Padre jesuita, director de la Obra Nacional de la Buena Prensa, se asoció en 1954 con Luis Novaro y su medio hermano Octavio Novaro para dar vida a la publicación Vidas Ejemplares, en la que ocupó el cargo de Director hasta su fallecimiento en al año 1961, siendo el número 109 el último bajo su dirección, continuando el padre Enrique Torroella durante un breve periodo de tiempo, entre 1961 y 1962, para hacerse cargo de la dirección de la cabecera de forma definitiva el padre Wilfredo Guinea hasta 1997.