A VUELTAS CON “ZÉSAR” (CÉSAR ÁLVAREZ)
España es tierra de grandes dibujantes, eso lo saben en muchos países como Francia, Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos y otros en donde la “armada española” ha estado presente desde tiempo ha. Uno de esos dibujantes ha sido César Álvarez (Valencia, 1938) conocido en el mundo artístico como Zésar. Conocido sí, pero más fuera que dentro de nuestro país a pesar de ser un gran profesional; situación a la que tal vez haya contribuido el propio autor por no haber insistido suficientemente en darse a conocer cuando le llegó su turno. Fuere como fuere, lo cierto es que la obra de este artista no ha sido tan extensa como tenía que haber sido.
 |
| Inicio de una historieta de César Álvarez para el mercado británico. |
Con apenas 18 años, el entonces César hizo sus primeros dibujos, pero no fue hasta 1962 cuando inició su andadura profesional en Barcelona, en donde realizó su primer trabajo para la revista Sissi de Bruguera; trabajo al que siguieron otros para la citada editorial que se fueron publicando especialmente en revistas para jovencitas; también ilustró cuentos editados por ellos. Por aquel tiempo envió sus muestras a Inglaterra, pero fue en Francia en donde publicaron sus primeras viñetas en el extranjero, exactamente en Le Parisien. En 1964, y con la ayuda de la editorial Ferma, César Álvarez se “coló” en el Reino Unido de la mano de Fleetway con un trabajo titulado “Going my way” que apareció en una publicación para jovencitas de la serie Love Store Library de Londres y, más tarde, en España, en la revista de la serie Corazón de Ferma con el título “Un hombre en el camino”. Siguieron más cosas de este tipo pero esta vez para la revista Romantic, de Smith Publishing de Londres, y para la editorial española Ferma, en sus series Romance, Confidencias, Corazón, Damita, As de corazones y Amor. Mas tarde, en 1969, este dibujante dió un gran paso al presentarse en el estudio de Selecciones Ilustradas de Toutain en Barcelona, donde lo aceptan y ponen los medios para que recale de nuevo en el Reino Unido para colaborar, principalmente, en las revistas Mirabelle y Romeo. Ya en 1970, la agencia de Toutain le pone en contacto con las editoriales Warren y Skywald de Nueva York, en las que da vida a un primer trabajo para esta última que se publica en la revista Psycho; esta relación se alargaría hasta 1974. De igual manera, las historias dibujadas por Álvarez aparecen en las revistas Nightmare y Scream; algunas de estas historias, como las que componen la serie Nosferatu, se publicarían más tarde en España en la revista Dossier negro. Por aquel tiempo César cambió la ce por zeta y pasa a firmar como Zésar.
Entró por fin a trabajar en Warren Publishing de Nueva York, que le encargó la realización del personaje Vampirella -un regalo de los dioses según Zésar-, que él dibujó con verdadero cariño. Para esta labor, el dibujante se trasladó a Barcelona para instalarse en un estudio de Selecciones Ilustradas. En 1976 y sin motivo aparente, quedaron suspendidas las entregas y Zésar se quedó sin su Vampirella, su personaje querido; aún así, mantuvo la colaboración con Selecciones Ilustradas, agencia para la que realizó más trabajos, esta vez para Suecia.
A finales de los años setenta, en Valencia se fundó el Club Dhin del que César Álvarez pasó a formar parte. Este club, con su primer presidente Pepe Lanzón a la cabeza, tuvo la virtud de organizar los primeros salones del cómic de Valencia (de 1976 a 1980, ambos inclusive), que sirvieron para poner en contacto a un buen número de profesionales con editoriales extranjeras (especialmente valencianos y catalanes: Boluda, Benet, Lanzón, los hermanos Vañó y Zésar entre otros), en particular con Editrice Universo de Milán, lo que fue una bendición en aquel tiempo de crisis. Por aquella época, Álvarez pasó a colaborar en las revistas Intrépido, Bliz, Il Monello y alguna otra; luego siguió con Il Corriere della Sera para el que elaboró una serie de trabajos. Su relación con Italia le llevó a ponerse en contacto con el grande de los grandes italianos: Sergio Bonelli Editore, que le encargó la puesta en escena de varias historietas del personaje Martin Mystère. Después poco más: Zesar realizó por su cuenta una serie de trabajos que por desgracia no se publicaron, aunque si hubo mejor suerte para unas historietas que hizo de carácter erótico –“La zarpa”, “Odio”, “Todo cae en casa”, “El cachas”, “Mentirosas” y otras- que publicó bajo el sello Megamultimedia. Con ello puede decirse que finalizó la labor como historietista de César Álvarez, alias Zésar, lo que no impidió que siguiera colaborando con las agencias de publicidad The Farm y Contrapunto, realizando ilustraciones y story boards, ni tampoco que siguiera ejerciendo como profesor de la Universidad CEU durante doce años, en la Escuela de Diseño Industrial de Valencia, dando clases sobre la figura humana y mas recientemente en otros cursos, en particular, en El Mostrador Estudio de su hija Mireya. También estuvo vinculado al Museo de Cera de Benidorm hasta su cierre, en el diseño de las treinta y siete escenas que albergó el citado museo; un trabajo con el que el artista se sintió especialmente satisfecho.
 |
|
| Portada del tomo de Aleta publicado en maro de 2014. |
Zésar ha estado apartado del mundo del tebeo durante un largo periodo de tiempo –tal vez porque él mismo lo decidió así-, hasta su rescate en fecha reciente por Joseba Basalo, responsable de Aleta Ediciones, que hace diez años (en 2004), se hizo con los derechos para España del personaje Martín Mystère, “el investigador de lo imposible”, del que había un material realizado por uno de los pocos autores españoles que ha conseguido dibujar para Bonelli y el único que lo ha hecho en la colección Martin Mystère. Este no era otro que César Álvarez, con el que Basalo se puso en contacto para llegar a un acuerdo que propiciara la publicación del volumen tercero del citado personaje, cosa que ha tenido lugar no ha mucho. La presentación del libro tuvo lugar al mismo tiempo que se inauguraba una exposición con trabajos del autor en El Mostrador Estudio, y estuvo a cargo de Joseba Basalo, Carlos Ciurana y Zésar. En el acto también estuvieron presentes otros profesionales, amigos y público aficionado.
