AMOK EDICIONES: EL OTRO CÓMIC DE ORIENTE
ENRIQUE LARREA, MANUEL BARRERO

Title:
Amok Ediciones: The Other Comic from the Orient
Resumen / Abstract:
Entrevista de Manuel Barrero a Enrique Larrea, de Amok Ediciones / Manuel Barrero Interviews Enrique Larrea of Amok Ediciones
Palabras clave / Keywords:
Entrevistas, Industria del cómic en España/ Interviews, Spanish comics industry

AMOK EDICIONES: EL OTRO CÓMIC DE ORIENTE

Existe la cómoda costumbre de identificar como chino a todo humano con los ojos rasgados, si bien son muy diferentes los mongoles de los chinos, y estos de los japoneses o de los coreanos. Los malasios y los filipinos son también étnicamente distintos. Y no digamos la cultura de todos ellos. Por similar cómoda razón llamamos manga a todo cómic procedente de Oriente, pero hay apreciables diferencias entre el manga nipón y el manhua venido de China o el manhwa que se hace en Corea del Sur, y nada tienen que ver estos con los komiks filipinos o con el cómic que se produce en Malasia, Singapur u otros países vecinos.

Quien mejor nos ha ayudado a comprender esto ha sido Enrique Larrea, director editorial del sello Amok y apasionado de las literaturas del Sudeste Asiático, una región del mundo que está tan alejada de Europa que nos parece colindante con Japón o China, pero nada más lejos de la realidad. Esa parte de nuestro planeta, sita entre Asia y Oceanía, tiene unas características geográficas, políticas y culturales muy singulares, como singulares son las obras artísticas que de allí proceden, sobre todo en los ámbitos del cine, la música y la literatura. Amok se ha atrevido recientemente a traducir al castellano historietas procedente de Malasia, Singapur y Vietnam, cómics aquí desconocidos que poseen una enorme calidad a poco que nos asomemos a su catálogo. Le entrevistamos con ocasión del presente número de Tebeosfera.

     
Charlie Chan Hock Chye, primer lanzamiento de Amok.      

¿Por qué quisiste editar cómics desde 2017, asumiendo además el riesgo de editar una obra procedente de Malasia, El arte deCharlie Chan Hock Chye?

Fueron diversos factores los que influyeron en mi decisión. El primer factor fue conocer al autor debido a que vivía entre Malasia y Singapur: Sonny Liew es malasio, pero reside en Singapur. En segundo lugar, al leer la obra en su día me pareció excelente y que su nivel era muy superior a otras obras que había en el mercado, algo que luego se confirmó con los premios Eisner que consiguió. En tercer lugar, mi carácter de lector de tebeos o cómics desde niño. Me han acompañado desde que tengo uso de razón y forman parte de, digamos, mi identidad.

¿Cómo iniciaste el proyecto editorial de Amok y por qué comenzar aliado con Dibbuks?

Un proyecto como este comienza como otros: con ilusión, planificación, inversión y, en mi caso, con la búsqueda de un socio con quien poder coeditar: con Ricardo Esteban, antiguo editor de Dibbuks. Llegamos al acuerdo de coeditar estos libros compartiendo gastos e ingresos. Asimismo, por parte de Amok Ediciones, tratamos de potenciar la visibilidad de los libros.

¿Con cuántas personas se puede poner a caminar un sello editorial hoy?

En mi caso, con la ayuda de una sola persona: yo mismo. De todas formas, es necesario contar con ayuda externa, como el traductor, el maquetador, etcétera. Al inicio también tuve la asistencia de una experta en comunicación en redes.

¿Qué planteamientos te haces para competir con los conglomerados editoriales?

No creo que exista una competencia real, hay unas pocas grandes empresas que controlan el mercado. La única opción de supervivencia de una propuesta como la de Amok Ediciones es la calidad de los libros, intentar que los lectores se “enteren” de que existen y confiar en que haya ventas. Para esto hemos realizado todo tipo de eventos en los lugares donde creemos que podemos encontrar esos lectores: conferencias en Casa Asia, eventos en las embajadas de Malasia y Vietnam, ferias de tebeos y libros, etcétera.

La obra de Sonny Liew fue merecedora de varios premios Eisner.

¿Creéis que las obras procedentes del Sudeste Asiático exigen otra receptividad, otro público diferente al que habitualmente consume manga, por ejemplo?

En nuestro caso no publicamos manga, son novelas gráficas realizadas por autores del Sudeste Asiático con clara influencia de clásicos del género. De hecho, creemos que no ha habido mucha transferencia de ese tipo de lectores a nuestras obras. Por ejemplo, en el caso de El arte de Charlie Chan Hock Chye, de Sonny Liew, que obtuvo tres premios Eisner, posiblemente sus lectores hayan sido fundamentalmente aquellos habituados a leer cómic de origen europeo. 

Sonny Liew es un autor extraordinario, sin duda. Luego seguís con Mohammad Nor Khalid, que trabaja en otro registro completamente distinto. ¿Por qué esa elección?

La razón es sencilla: la calidad de ambas obras. Me gustaría señalar que LAT (Mohammad Nor Khalid) es uno de los autores “clásicos” en esa zona del mundo y clara influencia de Sonny Liew. Asimismo, en Malasia es toda una institución pública, como puede ser nuestro Francisco Ibáñez. Trabajó como periodista gráfico durante décadas, y varias de sus novelas gráficas reflejan su país —Malasia, y también Singapur— en una época como los años cincuenta y sesenta de manera magistral.

 
 
Kampung boy es una obra que nos permite comprender una cultura que nos queda muy lejana.
 

Holy Dragon Imperator es un tebeo vietnamita, o sea que habéis traducido desde varias lenguas. ¿Cómo os las apañáis con la traducción y qué opinas de la labor de los traductores?

Una buena traducción es fundamental. Quizás el más laborioso fue El arte de Charlie Chan Hock Chye, al tener diversas expresiones locales propias de las diversas comunidades que viven en el país (nacionales de origen tamil, chino, malayo y otras etnias).

Respecto a Holy Dragon Imperator sucedió lo siguiente: los autores realizaron la traducción del vietnamita al inglés, y en esa traducción había una pérdida de sentido en determinados momentos de la narración. Creo que era debido a que en la traducción vietnamita-inglés-español se producen pérdidas en cada paso. Por eso hubo que adaptar y contextualizar.

     
      Holy Dragon, tebeo vietnamita.

¿Cómo contratas los derechos de los tebeos que publicas?

En mi caso se trata de un contacto directo con el autor. Negociamos una cantidad por los derechos y llegamos a un acuerdo.

¿Qué grado de retroalimentación se da con las redes sociales, la presencia en festivales o el efecto de las reseñas? ¿Ayudan a las ventas?

A día de hoy me pregunto por el grado de influencia que tienen las redes en las ventas. Lo que sí he comprobado es que el contacto directo con el potencial lector es fundamental. El dar a conocer tus libros de manera directa a cada lector es un trabajo enorme pero necesario para que les den una oportunidad a lecturas diferentes.

¿Crees que los planteamientos sobre las nuevas fronteras del cómic (literarias, poéticas, experimentales, abstractas) abren nuevos caminos a las ventas?

La historieta (me gustan mucho esta palabra castellana) es un arte en constante evolución, y esos nuevos caminos forman parte de esa evolución. Me parece magnífico que haya autores —y editores— que se atrevan a investigar.

¿Cuánto cuesta hoy imprimir, cómo relacionas eso con el PVP y cómo distribuyes?

El margen del editor es pequeño, entre un veinte y un treinta por ciento, con el riesgo de no cubrir los costes de producción. Pero para eso somos editores: para gestionar el riesgo.

Nosotros no indagamos la autodistribución. Creemos que hoy en día la labor del distribuidor es esencial.

¿Se ajusta la tirada en función de la esperanza de venta, cuánta tirada haces? ¿Genera problemas el almacenaje o se imprime más bien bajo demanda?

La impresión bajo demanda es algo a explorar. Ajustamos la tirada a las expectativas, pero en general es igual a las tiradas de otras editoriales medias o pequeñas. Las tiradas oscilan entre los mil y los mil quinientos ejemplares. En los casos de Charlie Chan hicimos dos tiradas para hacer un total de tres mil unidades. Y de Kampung boy realizamos dos ediciones hasta llegar a los dos mil quinientos ejemplares. En los casos de Holy Dragon (volumen 1 y 2) y Town boy han sido mil quinientos ejemplares.

Holy Dragon Imperator, un libro que se ha difundido a 1.500 posibles compradores.

¿Crees que la edición del cómic debería recibir más patrocinios o subvenciones de institucionales gubernamentales?

Estoy a favor de los patrocinios para aquellos libros que sean de interés para el patrocinador. Por ejemplo, en nuestro caso conseguimos que las empresas españolas Técnicas Reunidas, Cepsa, Indra y Acerinox comprasen quinientos ejemplares para sus clientes. Todas estas empresas trabajan en Malasia y Singapur.

En el caso de las subvenciones creo que sí son necesarias, sobre todo para esos libros mas experimentales pero fundamentales para investigar en el lenguaje del cómic.

¿Te favorecen las actuales asociaciones gremiales o profesionales en torno al cómic?

A día de hoy, no.

Mucha suerte y muchas gracias, Enrique.

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Creación de la ficha (2020): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Enrique Larrea, Manuel Barrero (2020): "Amok Ediciones: el otro cómic de Oriente", en Tebeosfera, tercera época, 13 (22-III-2020). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 15/XII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/amok_ediciones_el_otro_comic_de_oriente.html