APAREJADOR DE VIÑETAS. ENTREVISTA A XOUL
FÉLIX LÓPEZ, MANUEL BARRERO, XOUL

Notas:
Entrevista realizada por correo electrónico entre noviembre y diciembre de 2010, con preguntas elaboradas por la redacción de Tebeosfera.

APAREJADOR DE VIÑETAS
ENTREVISTA A ÁLEX XÖUL

TEBEOSFERA. A ti Franco y la dictadura te quedan muy lejos. Obviamente, creas con total libertad expresiva, ¿verdad?

ÁLEX XÖUL. Nunca me he encontrado ningún problema de libertad expresiva en mi trabajo. El tipo de historias que solemos contar no toca habitualmente temas políticos, religiosos, ni tabúes de ningún tipo, así que supongo que es normal no habernos encontrado pegas.

Sin embargo, viendo los secuestros de las revistas El Jueves y Retranca (llevados a cabo por la propia imprenta) te das cuenta de que todo no es tan maravilloso como se dice, no existe tanta tolerancia hacia las distintas opiniones, y hay ciertos temas o personas de los que uno no puede hablar con libertad. Es una pena, pero es así.

No podría opinar sobre si se nota la diferencia entre ahora y los años anteriores a la muerte de Franco, aunque es de suponer que debe notarse, pero creo que aún han de pasar años y nacer nuevas generaciones, más alejadas aún de los años de la dictadura, para que se llegue al punto en que cualquier creador pueda expresarse con absoluta libertad (desde el respeto, claro está).

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Versión de cuatro símbolos del zodíaco adaptados a la mafia (de arriba a abajo y de izquierda a derecha: Capricornio, Piscis, Sagitario y Acuario).

T. ¿Consideras que el cómic es un medio que te permite expresarte de forma distinta a otros medios? ¿Por qué?

A. X. Sí, considero que me aporta unos recursos que otros medios no hacen, igual que otros medios me proporcionan diferentes maneras de expresarme a las que me proporciona el cómic. Me gusta cada medio por las posibilidades que puede ofrecerme a la hora de expresarme.

Principalmente, creo que el cómic me supone un reto en muchos sentidos (dibujo, planos y encuadres, narración, diseño y composición de páginas…) y me otorga una libertad y cercanía con el lector que no encuentro en otros medios. La libertad compositiva, de formato, técnica y narración que no me ofrecen medios con más texto (como un relato ilustrado) y la sencillez de necesitar únicamente lápiz, papel y poco más para contar o crear lo que prefiera (trabajo que sería mucho, mucho más extenso en una animación, por ejemplo).

T. Háblanos de tu forma de trabajar y de tu estilo.

A. X. Considero que aún estoy en ello y creo que tengo un largo camino para seguir aprendiendo y desarrollando mi estilo.

Soy bastante inconformista con mi propio trabajo, pero creo que eso me empuja a aprovechar cada encargo al máximo y tener la oportunidad de desarrollarme en caminos que de otra manera no se me habrían ocurrido.

Suelo fijarme en muchos autores, aunque no sólo en los que se dedican al cómic o la ilustración, sino también animación, películas, escritores, diseñadores… Creo que en esta época de sobreinformación podemos aprender de tantos campos que sería difícil saber dónde empieza el estudio, o el coger detalles de aquí y allá, y dónde las ideas propias o del subconsciente. No obstante, el hecho de tener un buen número de amigos que se dedican a lo mismo y poder compartir opiniones y maneras de trabajar (en persona o incluso virtualmente) ayuda más que fijarse en solitario en otros autores.

T.  Dinos cuándo empezaste como dibujante de historietas y cómo.

A. X. La verdad es que considero que aún estoy empezando. Apenas hace un mes que ha salido mi primera monografía, con Dolmen, y llevo casi dos años publicando en la revista Amaníaco.

En ambos casos se me ofreció la oportunidad de hacerlo (principalmente por Busquet). En ese momento ni me lo había planteado, ya que aún estaba estudiando, y aunque sé que es difícil ganarse la vida con ello en España, quise aprovechar la experiencia para aprender y de paso tener algo publicado.

Por eso creo que ha sido más una comodidad que un empeño, todo ha ido muy rápido (hace tres años estaba acabando informática y multimedia, así que ni se me había pasado por la cabeza) y aún no sé bien hacia dónde va a ir…

T. ¿Crees que los autores españoles han bebido mucho de lo creado por autores extranjeros?

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Página de la serie Alphonsino, rey del crímen para Amaníaco.

 
A. X. Creo que es inevitable. Actualmente, el mercado español apenas permite vivir de ello a una ínfima parte de los autores de aquí, así que la mayoría tenemos que enfocarnos en buscar modelos que encajen en mercados foráneos si queremos dedicarnos profesionalmente (o vivir de otros medios). Está claro que tenemos ideas, enfoques e influencias culturales diferentes que ofrecer, pero me temo que es un requisito fundamental para poder ganarse la vida decentemente. Y de momento, eso no parece ser factible en el mercado que tenemos aquí.

Igualmente, me llama la atención una tendencia que lleva unos años desarrollándose, no sólo a nivel español, sino también en otros modelos de fuera, y tengo curiosidad por ver cómo se desarrollará. Francobelgas, americanos e incluso (muy poco a poco) japoneses están empezando a mirar fuera y aprovechar los beneficios que aportan las diferentes culturas de la historieta.

Muchos de los autores jóvenes que ahora empiezan a despuntar han crecido rodeados y con la posibilidad de leer obras de casi cualquier mercado (no llega todo en formato impreso, pero, a malas, está internet para encargar lo que quieras). Y la verdad es que estoy desando ver qué puede salir con influencias tan diferentes y marcadas.. 

T. ¿Tú qué te planteas como autor de historietas, adónde quieres llegar?

A. X. Supongo que lo que más me gusta de ser autor es contar historias y poder sumergirme en ellas, así que espero poder seguir disfrutando de ese placer por mucho tiempo. Es curioso el hecho de ver cómo poco a poco una idea va cobrando vida y parece que los lugares y personajes acaban siendo casi reales.
Quizás parezca absurdo, pero recuerdo que al principio de Arquitectura para principiantes me paraba a pensar en detalles tan ínfimos como cómo sería el alumbrado de la ciudad, qué tipo de tiendas, servicios o gobierno tendría, que forma tendría en un mapa… detalles que apenas se pueden apreciar en el trabajo final, pero que a mí me ayudaban a imaginarme mejor qué tipo de "mundo" tenía delante.

Como autor quiero llegar a poder crear historias así de vivas y que el lector pueda viajar con ellas. He vivido situaciones similares siendo lector y me gustaría poder transmitir esa misma sensación.

Sin embargo, sé que ahora mismo no tengo la serie de obligaciones que quizás tendré en diez o quince años, así que espero poder mantenerme en este camino y adaptarme de tal manera que me permita dedicarme a ello sin tener que renunciar a esos principios.
Otras cosas, como el reconocimiento por un buen trabajo, ser conocido, premiado o lo que sea, por supuesto que están bien para la parte de ego que todos tenemos, pero creo que antes se tiene que trabajar muy duro…

T. ¿Qué haces aparte de cómic y por qué?

A. X. Debido a algunos problemas en casa, he tenido libertad y apoyo para dedicarme exclusivamente al cómic, también porque lo compaginaba con los estudios.

Hace poco empecé a ilustrar libros, y he tenido algún encargo de diseño de aplicaciones multimedia mientras espero a ver si sale algún proyecto más de cómic, pero eso sí, en un mercado más amplio, como el francobelga. También me divierte escribir algunos cuentos, pero de momento no he intentado ponerme en serio con ello.

El porqué es sencillo: me gusta la diversidad que pueden ofrecer los diferentes campos y creo que tal y como están las cosas es bueno querer probar un poco de todo. Además, es quizás la única manera de ir abriéndose camino hasta poder dedicarse a ello exclusivamente.

T. ¿Consideras que el cómic está interconectado con otras disciplinas artísticas o de la comunicación hoy? Si es así, ¿eso beneficia o perjudica al medio? ¿Y a ti?

A. X. Por supuesto, internet, cine, fotografía, televisión, publicidad, diseño, escritura… todo está interconectado en cierta manera. Creo que tener la oportunidad de encontrar influencias e ideas en cualquier disciplina o medio beneficia y hace innovar al cómic, hace que no se estanque, que se abra a nuevos lectores y siga interesando a los habituales.

Personalmente, me beneficia como lector y como autor. Me permite descubrir nuevas maneras de contar, de trabajar, de ver o simplemente de disfrutar.

T. ¿Crees que la situación industrial del cómic español y en España hoy es mejor que hace veinte años?

A. X. Sinceramente, no conozco demasiado cómo estaba la situación industrial del cómic español hace veinte años, ni siquiera hace diez, pues hace relativamente poco que he entrado en este mundo como para poder hablar con propiedad (incluso como lector). Intento informarme un poco, pero tampoco he profundizado demasiado.

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  Muestra del nuevo proyecto para el mercado francés Shekora, también con Busquet.
Como lector, creo que vivimos una especie de época dorada: puedes encontrar una oferta inmensa y de los principales mercados sin tener que buscar muy a fondo o irte muy lejos, aunque también, al haber tanta oferta, a veces uno puede sentirse algo perdido y sin saber qué escoger.

Como autor, me entristece que en la situación actual de la industria pueda vivir de ello el editor, la imprenta, la distribuidora, el librero y cualquier otra persona relacionada con ello, exceptuando el autor.

T. Muchos autores españoles intentan publicar en el extranjero. ¿Lo harás tú?

A. X. Ha sido mi objetivo desde que empecé a ser autor. Tenía claro que era difícil ganarse la vida en España publicando cómics, así que preparamos Arquitectura para principiantes como una especie de práctica / portfolio para tener algo publicado que poder enseñar en Francia.

De momento apenas hemos mandado un proyecto a un par de editoriales, así que no podría hablar demasiado de dificultades o problemas.

T. Las nuevas tecnologías han mejorado la forma de hacer cómics. ¿Cómo las usas tú?

A. X. En mi caso, suelo usar el ordenador para algunas partes del proceso, que varían dependiendo de si trabajo en B/N o a color.

Si es en B/N, escaneo los lápices, maqueto en InDesign, ya que me supone una comodidad poder situar los textos correctamente antes de pasar a tinta y ver cómo quedará el "libro" entero, y me imprimo las páginas en azules y papel para entintar. De esta manera tienes la oportunidad de probar diferentes entintados o técnicas sin miedo ni la necesidad de repetir nada. Por último, realizo el montaje en Photoshop y retoco la maquetación, obteniendo la página final.

Si es a color, los pasos suelen ser los mismos, lo único que varía es que me permite hacer el color digitalmente e ir probando hasta encontrar lo que estaba buscando.

Sin embargo, creo que éstas son sólo algunas de las ventajas que pueden ofrecer las mejoras tecnológicas cuando trabajamos para publicaciones en papel. Estoy seguro de que aún hay muchas más diferencias que nos pueden traer los avances tecnológicos a la hora de plantear historias para un formato digital (control del tempo de lectura, interactividad con el lector…).

T. Existe poca formación académica del cómic aunque hay mucha divulgación últimamente. ¿Esto es bueno o malo?

A. X. Me parecería muy interesante que se trabajara más en la formación académica de investigación, sin dejarla sólo en historia del cómic. Creo que un análisis más profundo de los recursos, técnicas utilizadas, tendencias o estudios podría ayudar, no sólo a los que empiezan, sino a los que ya llevan más tiempo.

No considero que el aumento de la divulgación sea malo; sin embargo, creo que sería necesario encontrar un punto medio entre ambas posiciones.

T. ¿Te formaste en alguna academia o escuela de cómic? ¿Qué opinión tienes de ellas?

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Ilustración titulada HDA, realizada como trabajo en la escuela de cómic.
 
A. X. Estuve sólo un año estudiando cómic (entre otras asignaturas), así que tampoco podría decir que lo que he ido aprendiendo se lo debo a esa formación. Tuve también algunas clases de guión y storyboard en la carrera de multimedia, y aunque estaban más orientadas a publicaciones digitales, la base era el estudio de películas y cómic principalmente, para luego aplicarlo a los nuevos formatos.

Creo que como más se aprende es trabajando, observando a otros que saben más que tú y a base de críticas. Está bien tener una base desde donde empezar, pero por mucho que estudies, si no te encuentras frente a la página y tienes que resolver los problemas que te plantea la narración, el dibujo o la composición, no serás capaz de avanzar, o al menos ése es mi punto de vista.

También he tenido la suerte de poder contar con una comunidad de dibujantes/amigos, entre los que se incluye un gran número de profesionales, que me han ayudado a ser capaz de ver mis propios errores (cuando estás demasiadas horas delante de una misma página ya no sabes ni qué ves) y animarme a mejorar día a día. Y eso es lo que me esperaba cuando entré a estudiar cómic, poder aprender junto a otros compañeros interesados en lo mismo que yo, la competitividad sana y el trabajo diario y constante. Por desgracia, no acabó siendo lo que tenía en mente y preferí probar otras maneras, así que en mi caso no considero que sea la única opción, sino sólo un punto de partida. 

T. Danos ideas para mejorar la situación profesional de los autores españoles.

A. X. El principal problema es que el autor de cómics en España no puede vivir de ello y tiene que buscar trabajar para otros mercados o en otras especialidades.

Me temo que hay muchos motivos para que el mercado no aporte una situación industrial favorable a nuestra profesión.

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  Ilustración sobre Alicia en el país de las maravillas.
Para empezar, la imagen que se tiene en España sobre el cómic es que está orientado a un público minoritario y con tramas basadas en superhéroes, humor o infantiles. Apenas existe una publicidad y divulgación que llegue a abrir el mercado al público que no es habitual del cómic, y aunque es evidente que sí hay buenos medios divulgativos, quienes más los siguen son autores o lectores que ya conocen dónde se mueven.

Es curioso, si comparas esa imagen con Francia, por ejemplo, donde en el mismo Festival de Angulema, puedes ver personas de todas las edades comprando y leyendo tebeos, puedes ver críticas o recomendaciones en periódicos, o está bien visto el trabajo de un dibujante o guionista.
Creo que hay dos buenos puntos de partida para, poco a poco, ir mejorando esa imagen y que al fin y al cabo, acabe convirtiéndose en interés y nuevos lectores, un mercado sano y con futuro.

El primero es formar nuevos lectores que vean qué les puede aportar el cómic. Propulsar desde las escuelas o bibliotecas su lectura, con adaptaciones de clásicos y temáticas apropiadas a la edad, instruir desde pequeños a los que mañana podrían ser aficionados al medio.

Sin ir más lejos, en las bibliotecas de Barcelona creo que se ha realizado un excelente paso en este sentido. Incluso en los pueblos (interconectados con la red de bibliotecas de Barcelona) puedes encontrar una buena selección de obras para todas las edades, clásicas y actuales.
El segundo punto pasa por la publicidad y divulgación en medios, dirigida a lectores ajenos al cómic. Recomendaciones, reportajes y críticas en periódicos o revistas, mostrar que hay material interesante y para gustos variados.

Creo que no se trata simplemente de que los autores cobremos más, ya que si no hay ventas ni repercusión, difícilmente se podrá hacer, sino formar un mercado que permita un incremento de lectores y ventas.

Está claro que no es fácil, ni es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, pero en lugar de quedarnos de brazos cruzados, quejándonos de lo mal que está la situación, deberíamos mirar qué podemos hacer sin tener que resignarnos.

T. Cada vez es mayor la presencia de historietas en la red y su lectura a través de pantalla, ¿qué cambia esto?

A. X. Creo que el cómic digital ofrece unos recursos que el papel no puede ofrecer, y a la inversa.

En otras palabras, cada medio tiene sus ventajas y desventajas, lógicamente, y desde mi punto de vista, las principales diferencias radican en los siguientes puntos:

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Marionetas de Sant Jordi.
 
1. Se eliminan intermediarios. Es posible acceder directamente al lector sin necesidad de editores, imprentas, distribuidoras ni libreros, permitiendo un feedback automático con el propio público. Su repercusión también podría ser menor al no poder promocionarlo con la misma sencillez con la que se haría un libro, y depender más del boca a boca, el salto entre links o los buscadores (si hablamos de blogs, otra cosa sería a través de un site editorial).

2. Se elimina el papel. Este punto ofrece ventajas, como no tener que preocuparse por los posibles problemas de reproducción e impresión (el RGB ofrece colores que no son reproducibles en papel), un menor gasto (en intermediarios y en materiales)… y desventajas, como el cansancio ocular que supone la lectura en pantalla, no tener la sensación de estar leyendo un libro (al perderse el tacto del papel por ejemplo)…

3. Interactividad. Permite hacer partícipe al lector en la historia y sumergirle de formas distintas a las disponibles en los formatos habituales, ya sea marcando el tempo de lectura con clicks (no es lo mismo poder controlar cuándo se lee una parte específica de la historia que saber que al pasar la página el lector casi instintivamente mirará primero la página derecha), con la incorporación de otros medios (música ambiental por ejemplo)…

4. Periodicidad. Permite seguir un ritmo de publicación más enfocado al autor, permitiendo que pueda actualizar las historias (en caso de seriales o tiras) con la asiduidad que quiera (siempre que mantenga a los lectores con interés) y sin depender de otras personas.

5. Fácil y cómodo acceso. El lector no tiene ni que salir de casa para poder leer el nuevo material publicado. Este punto también dificulta el cobro a día de hoy, pues no abundan los sites en los que sea necesario un pago previo.

Así pues, a la hora de crear cómic digital podemos tener en mente puntos que serían imposibles de reproducir en papel, permitiéndonos ir más allá de las ideas clásicas de publicación e innovar de una manera menos "purista" que la que estaríamos acostumbrados a encontrar en las librerías.

Es un tema delicado, pues las costumbres en autores y lectores son difíciles de cambiar (ni tampoco creo que de momento sea muy partidario de ello), pero son puntos que podríamos tener en cuenta para trabajar en el futuro e innovar el medio por otros caminos que los que estamos acostumbrados.

T. Si la vigencia del medio estuviese en internet, ¿qué manera de explotación de los llamados webcomics te parecería más adecuada?

A. X. Me temo que es un tema complicado. La gente está acostumbrada a tener acceso al cómic digital sin tener que pagar por ello, ya sea visitando páginas especializadas, blogs, descargas o similares, y se tendría que ofrecer algo diferente a una "simple" lectura.

Está bien que, al eliminar intermediarios, el precio de un webcomic sea más asequible para el lector, pero actualmente la sensación de poder observar páginas y viñetas reproducidas en papel, o la posibilidad de hacer ediciones bien cuidadas y con un papel de calidad, no produce la misma reacción en un lector.

Esto en teoría sería un punto sin demasiada importancia, pues al fin y al cabo lo que importa es disfrutar con el dibujo o la historia, pero creo que para cualquier lector es un obstáculo a superar. Creo incluso que, en mi caso, si comprase un webcomic acabaría imprimiéndomelo para poder leerlo con más comodidad.

Por eso creo que para poder explotar adecuadamente el medio en internet, y como comentaba en la pregunta anterior, es necesario ofrecer al lector una serie de ventajas que no encontraría en papel. No estoy seguro de si funcionaría un precio de suscripción para leer diversos cómics al mismo precio (por autor, género, temática u otros parámetros), si simplemente rebajando el precio de cada cómic o alguna opción parecida.

Lo que está claro es que el modelo de mercado actual necesita cambios para poder mantenerse y sobre todo prosperar. El problema radica en encontrar hacia dónde vamos.

T. ¿Qué tienen los escenarios de Arquitectura para principiantes de “ciudad oscura” (o de “tierra hueca”)?

A. X. La verdad es que no he leído nada de Schuiten, así que no tienen nada suyo, aunque es curioso porque me lo han preguntado un par de veces. Los ojeé muy por encima en la librería, cuando aún buscaba documentación para los primeros escenarios, pero no me acabaron de convencer (porque no era lo que tenía en mente), y ni siquiera recuerdo bien cómo eran los escenarios de “ciudad oscura” o “tierra hueca” para saber dónde podría estar el parecido.

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  Picados forzados en Arquitectura para principiantes.
He recurrido más a las fotos que hacía de viaje (por Berlín, Madrid o simplemente paseando por Barcelona o la parte antigua de mi pueblo, el Masnou) o buscadas por internet y adaptadas como fuera necesario y me apeteciera dibujar. 

T. Observamos en tu última obra cierto gusto por el uso de los picados forzados, el ojo de pez, la “cámara holandesa”… ¿fueron indicaciones del guionista y tu forma de conducción del suspense del relato?

A. X. No, qué va, Busquet no me ha pedido nunca que use esos planos, tenía mucha libertad para aportar lo que quisiera. Creo que es más bien una manía mía de la época en que hacía murales y grafitis, y he acabado adaptándola a la ilustración y el cómic.

Simplemente, me gusta cómo queda la composición y el juego que da para crear unos edificios y escenas más estilizados. Además, me permitía representar la gran altura de las construcciones en un espacio más reducido de viñeta, por lo que diría que fue más una elección gráfica y de ambientación antes que narrativa.

T. ¿Por qué la primera edición de este libro salió como salió?

A. X. Primero de todo, debo daros las gracias por preguntarlo, porque lo que a mí ahora más me preocupa es que la primera edición siga estando en la mayoría de las librerías y que muchos lectores y librerías no estén avisados de que hay una segunda edición, cuando realmente la diferencia entre ambas es abismal. Por suerte, la editorial reaccionó rápido y a los pocos días ya estaban preparando la segunda edición.

Creo que tampoco se podría señalar un único motivo o culpable, sino que fue debido a una acumulación de descuidos o errores.

Con esa edición tuvimos principalmente dos problemas. El primero fue que se envió la maqueta a imprenta en el formato que no era, dando como resultado una impresión en la que desaparecen la mayor parte de grises, los textos están muy claros, y sombras, fondos e incluso algunos edificios llegan a evaporarse. El resultado parece más una fotocopia de mala calidad que algo hecho en una imprenta profesional.

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Comparativa entre la primera edición (izquierda) y la segunda (derecha).

Como sucede en la mayoría de casos, esos detalles no se ven hasta que el autor tiene el libro en sus manos. En este caso, no se vio hasta que fui yo a buscar los ejemplares a la distribuidora y me encontré con que toda la tirada estaba así.

El segundo problema, es que como una parte de la tirada ya había salido y era un coste importante devolverla, se optó por ir imprimiendo la segunda edición, mientras se distribuía la mala, para luego enviar un e-mail a todas las librerías y cambiar las copias en un solo viaje. Sin embargo, creemos que no ha llegado ese correo, porque en ninguna de las librerías que hemos preguntado tienen noticias de la existencia de la segunda edición (desconozco el porqué), exceptuando las que nos conocen a nosotros, a los editores o han visto la nota en la web de la editorial. Incluso hemos tenido que recorrer nosotros mismos algunas de las librerías para comentarles que pidan la edición buena (que la cambian sin coste), porque si no aún no se encontraría en casi ningún sitio.

En ese sentido no es de extrañar, ya que si no se han visto los originales (en directo o en algún blog), la gente no se da cuenta de que está mal impresa, sólo ve que la maquetación de los textos está algo clara y se lee con dificultad. 

Igualmente, parece que ya va llegando la segunda edición a algunas librerías, así que esperamos poder olvidarnos pronto de la otra. Mientras tanto, hemos decidido tomárnoslo con filosofía y humor, y como le digo a Busquet, no debería haber puesto en la introducción del tebeo que el manual original acabó saliendo directamente con el cartel de segunda edición, porque al final casi ha acabado siendo premonitorio…

T. ¿Por qué crees que Lovecraft o Asimov son autores cuyos universos siguen resultando sugestivos para los guionistas de hoy?

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Tétrica "A" mayúscula.  
A. X. Creo que se ve más el universo de Lovecraft que el de Asimov en los guiones actuales, al menos de manera más “purista”, o quizás se debe simplemente a una cuestión de derechos. Sin embargo, sí considero que ambos universos aún hoy resultan sugestivos, o si más no, para mí siempre lo han sido, porque desde pequeño me han gustado mucho ambos escritores.

Cada uno de los autores ofrece y aporta cosas bastante distintas, así que no lo justificaría con un motivo común. Eso sí, ambos fueron y son referentes universales en su género y seguramente en la literatura en general, así que casi sería como discutir qué tienen de sugerente las historias de terror o de ciencia ficción.

Por un lado, Lovecraft permite a ambos, dibujante y guionista, explorar un universo tan amplio como es el miedo humano a lo desconocido, los cultos, el fanatismo y la religión, sin olvidarnos de los seres de otros planetas. Es curioso que un escritor que apenas salió de su casa describa tantos y tantos lugares de esa manera tan personal y característica, y con unos protagonistas tan atormentados como memorables.

Aún recuerdo lo mucho que me marcó cuando era pequeño el inicio del cuento La cosa en el umbral: “Es cierto que le metí seis balas en la cabeza a mi mejor amigo, y, sin embargo, a través de este relato espero demostrar que no fui un asesino.”

Además, aunque se hayan representado sus historias y personajes en muchos medios (desde videojuegos, hasta juegos de rol, cartas y tablero, pasando por películas y, por supuesto, cómics) aún siguen dando pie a poderse representar de la manera que se quiera sin que la cantidad de veces que se han usado como referencia limiten el desarrollo.

Quizás el hecho de que en sus historias la parte más terrorífica y extramundana se deje un poco ambigua es el motivo de que aún hoy nos permita mirar con diferentes ojos cada historia. 

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  Boceto para un libro de relatos de Isaac Asimov (Edicions Bromera).

Por otro lado, siempre he creído que Asimov nunca fue un escritor demasiado gráfico (quizás por sus estudios), y aunque sus historias representan mundos tremendamente extensos, la parte más mundana de ellos no estaba descrita demasiado, dejando libertad total para interpretarla. En este caso, considero que eso deja una gran puerta abierta a dibujantes y guionistas para usar sus relatos como punto de partida y explayarse como quieran.

Creo también que algunos de sus temas básicos, como las tres leyes de la robótica y los robots en general, la forma de gobernar la galaxia de las Fundaciones y un gobierno que controla miles y miles de planetas o el ordenador Multivac, capaz de controlar y dirigir a toda la humanidad, sus mercados y facetas, además de tener respuesta para las dudas humanas, ofrecen también unos recursos casi ilimitados a la hora de explicar y crear historias.

Creación de la ficha (2011): Tebeosfera y Álex Xöul. Edición de Félix López. Revisión y corrección de Javier Alcázar y Alejandro Capelo. · Imágenes de distintas fuentes de internet, principalmente del blog del autor.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Félix López, Manuel Barrero, XOUL (2011): "Aparejador de viñetas. Entrevista a Xoul", en Tebeosfera, segunda época , 7 (6-I-2011). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 12/XII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/aparejador_de_vinetas._entrevista_a_xoul.html