BAJADA A LOS INFIERNOS
JESÚS DUCE

Title:
Descent into hell
Resumen / Abstract:
Bajada a los infiernos: reseña de "Informe sobre ciegos" de Ernesto Sábato y Alberto Breccia / Descent into hell: review of "Report on the Blind" by Ernesto Sábato and Alberto Breccia
Palabras clave / Keywords:
Alberto Breccia/ Alberto Breccia

BAJADA A LOS INFIERNOS

INFORME SOBRE CIEGOS DE ERNESTO SÁBATO Y ALBERTO BRECCIA

 

El escritor, ensayista y físico argentino Ernesto Sábato (1911-2011) escribió numerosos libros de variada índole, entre los cuales se hallan únicamente tres piezas narrativas: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abaddón el exterminador (1974), obras fundamentales en la historia de la literatura hispanoamericana. La segunda de ellas, Sobre héroes y tumbas, se considera una de las obras más significativas de la literatura argentina de todos los tiempos. El crítico alemán Günther W. Lorenz llegó a definirla como «la novela del siglo ». [1] Se trata de una novela ambiciosa, compleja, que exige al lector la máxima atención y una complicidad no exenta de cierto grado de incertidumbre. Al fin y al cabo, la estructura enmarañada de esta obra pretende ser el correlato del caos existencial del mundo representado. El propio Sábato confiesa su desaliento en la dedicatoria de la obra: «Existe cierto tipo de ficciones mediante las cuales el autor intenta liberarse de una obsesión que no resulta clara ni para él mismo ». [2] Sábato irrumpe con una pluralidad de voces narrativas que fragmentan el cuerpo textual como si de un espejo hecho añicos se tratara, un muestrario de teselas que se expanden y confunden. Desde el punto de vista histórico, el argumento de la novela contempla un fresco de la vida argentina desde el siglo XVIII hasta 1955, lo que se halla íntimamente ligado con la trayectoria de los personajes fundamentales, que anhelan ser actores resolutivos de su propia historia e intérpretes sutiles de la historia social y política que les rodea. La concreción de la trama recorre la historia de la familia Vidal Olmos, relatada por sus últimos descendientes, Alejandra y su padre Fernando, al tiempo que ellos mismos avanzan hacia un trágico final que queda anunciado desde el proemio, originándose así un círculo que se irá cerrando a través de las páginas. El plantel de principales personajes se completa con Martín y Bruno, amigos de la joven Alejandra, que quedarán ligados al triste derrotero de los Vidal Olmos. El protagonismo radica, pues, en cuatro figuras, cuatro vidas que parecen corresponder a las cuatro partes del libro; sin embargo, todo el material narrativo se halla entretejido a diferentes niveles y no existe, salvo pocas excepciones, una lectura formalmente lineal. Sábato utiliza para ello la técnica de la retrospección o analepsis, lo que supone el relato de sucesos del pasado desde el tiempo inicial de la narración, y de esa manera vamos columbrando el devenir de la familia hasta su punto final.

Informe sobre ciegos es el tercer capítulo de la obra y el más extenso. El transcurso de su acción desarrolla un proceso más accesible y uniforme que las otras partes de la novela, convirtiéndose por ello en un escenario diferente y alternativo. Nos encontramos aquí con el relato sobrecogedor de un hombre atormentado que se halla rozando los límites de la demencia. Fernando Vidal Olmos, protagonista y narrador de este informe, está convencido de haberse topado con una misteriosa conspiración promovida por la Secta de los Ciegos, la cual pretenda gobernar el mundo a su antojo. De manera paulatina pero irrefrenable, Vidal Olmos va sumergiéndose en un mundo terrorífico, plagado de sombras y laberintos, en el que numerosos peligros le acechan en cada encrucijada, en cada peldaño de su particular bajada a los infiernos. De esta forma, Sábato nos introduce de lleno en el motivo tradicional del descenso al abismo o la cueva, tema que proviene de la Edad Antigua y cuyo primer eslabón se encuentra en el viaje al Más Allá o Inframundo de los muertos de la literatura clásica (la nekya, incluida lakatábasis, de La Odisea, canto XI, o el facilis descensus Averno de La Eneida, libro VI). Seguidamente también fue muy utilizado por la literatura artúrica y caballeresca, mediante las cuevas temibles y maravillosas, donde los héroes encontraban o descubrían la razón de su destino. Desde el punto de visto antropológico, la bajada a la cueva, cuyos testimonios se remontan hasta la prehistoria, representa un ritual iniciático para el que los hombres deben estar convenientemente capacitados. [3] Por su parte, Miguel de Cervantes ironizó genialmente sobre este motivo en el episodio de la Cueva de Montesinos (Quijote de 1615), único episodio en el que don Quijote narra sus aventuras en primera persona, lo que de inmediato produce la desconfianza en el lector y acaba provocando la risa y mofa en el resto de personajes.

Después de contactar con el escritor y guionista Héctor Germán Oesterheld, el dibujante uruguayo Alberto Breccia (1919-1993) tomó nuevos rumbos en su obra gráfica y se internó con paso firme en la vía experimental. Considerado como uno de los autores más originales e innovadores en la historia del cómic, Breccia desarrolla buena parte de su obra mediante un pálpito trágico que suele oponer resistencia a la viveza del color y la claridad del trazo. Cuando estos autores abordaron la adaptación a la historieta de Informe sobre ciegos, sus dibujos se hallaban dominados por la abstracción, la deformación y la negrura, por el difumino y los relámpagos de contraste claroscuro. Mort Cinder (1962-1964), con guion del propio Oesterheld, Los mitos de Chthulhu (1973-1976), inspirado en los relatos de Lovecraft, con guion de Norberto Buscaglia, El corazón delator (1975) de Edgar Allan Poe, Donde bajan y suben las mareas (1979) de Lord Dunsany, con guion de Carlos Trillo, El fin (1980) de Jorge Luis Borges, también de Carlos Trillo, y Perramus (1983), escrito por Juan Sasturain, son algunas de las obras que marcan el itinerario de Breccia hacia el abismo definitivo de Sábato, hitos que vienen regidos por un código de desolación y espanto, trasunto en definitiva de la propia realidad que nos rodea. No hay duda alguna: Informe sobre ciegos pertenece a esa misma legión de crepúsculos. Y es que la vasta alegoría creada por Sábato tiene correspondencia (aunque no exacta ni tan dilatada) en los tenebrosos dibujos de Breccia, cuya singular impronta redunda en una sensación abrumadora de reclusión y desplome hacia la nada, a través de manchas, sombras y rayados que atrapan al personaje y al lector en la propia textura de cada viñeta, en las propias intersecciones que no tienen final. Ahora bien, Breccia opta por reducir parte de la historia de Sábato y se centra únicamente en algunos de los escenarios del aterrador peregrinaje de Vidal Campos, lo que le lleva a componer 52 planchas, frente a las 130 páginas que suele ocupar aproximadamente el texto del escritor. Su intención es multiplicar las emociones y el vértigo, a partir de una estética asfixiante y perturbadora que nos acerque a la locura. ¿Pero cuál es la causa de la locura? ¿Por qué sólo confiamos en la videncia ocular cuando existen otras formas de sentir los despeñaderos de la realidad, los barrancos insoldables de nuestra existencia? Vidal Olmos se halla perseguido por sus propias obsesiones (como Sábato, como Breccia), las cuales le empujan inexorablemente a un viaje iniciático de perpetuo delirio, un descensus ad inferos sin retorno. «¡No puedo entender! ¡No puedo entender », grita el personaje en mitad del vacío. Y en los dibujos de Alberto Breccia no hay vislumbre alguna, no hay salvación posible; la oscuridad y el arrobamiento se extienden en cada pliegue dislocado, en cada jirón de papel, y nos hundimos sin remedio en los vértices grises de la imperfección del mundo.

Triste ironía postrera: Alberto Breccia falleció el 10 de noviembre de 1993 y la primera edición de Informe sobre ciegos salió a la luz en septiembre del mismo año (Ediciones B, colección Los libros de Co & Co, prólogo de Carlos Sampayo). ¿Pudo ver la publicación antes de morir? La estudiosa Giulia de Sarlo cree que no llegó a contemplarla, [4] dado que en una entrevista publicada póstumamente, el 23 de enero de 1994, el entrevistador habla de una edición inminente de la obra pero no de que hubiera sido publicada. No sabemos la fecha exacta de la entrevista, pero todo indica que fue muy próxima al fallecimiento del dibujante. ¿Quiere esto decir que la fecha de la edición no es exacta?, ¿que quizá el volumen se publicó en un mes posterior a septiembre? Desconocemos cuál es la explicación de este enigma. Eso sí: la última página del Informe exhibe la firma de Breccia junto al número 91, señalando el año en el que Breccia terminó su trabajo. Acaso el último viaje del maestro Breccia tuvo la estela de una nueva negrura, una muestra más del triste albur que somete nuestras vidas.

 

 

NOTAS

[1] Citado en Tamara Holzapfel, "Sobre héroes y tumbas, novela del siglo", Revista Iberoamericana, vol. XXXIV, nº 65 (1968), pp. 117-121.

[2] Ernesto Sábato, Sobre héroes y tumbas, Barcelona, Seix Barral, 1984, hoja preliminar.

[3] «Bajar en vida a los Infiernos, enfrentarse con los monstruos y demonios infernales, es sufrir una prueba iniciática... cuyo objetivo viene a ser la conquista de la inmortalidad humana », Mircea Eliade, Iniciaciones místicas, Madrid, Taurus, 1975, p. 104.

[4] Giulia de Sarlo, "Informe sobre ciegos: de la narración de Ernesto Sabato a la alucinación gráfica de Alberto Breccia", Confluenze, vol. 7, nº 1 (2015), pp. 305-354.

Creación de la ficha (2018): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JESÚS DUCE (2018): "Bajada a los infiernos", en Tebeosfera, tercera época, 9 (26-XII-2018). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 25/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/bajada_a_los_infiernos.html