COMIC MAGAZINE
LA REVISTA QUE CAMBIÓ ARGENTINA
En octubre de 2020 la Editorial Lafarium, de Buenos Aires, editó el libro Comic Magazine: Una revista todoterreno, en el que el autor y divulgador Diego Arandojo hace un detallado recorrido cronológico y evolutivo de la vida editorial de la revista especializada en cómic, cine y televisión dirigida por Javier Doeyo Comic Magazine (1989-1992). Para ello, el libro recoge la transcripción de una selección de los que fueron los artículos y entrevistas más representativos de dicha publicación, con la única excepción del contenido del primer número, que se reproduce íntegramente, en un volumen de nada menos que 620 páginas. La transcripción respeta la edición original exceptuando algunas erratas de imprenta y algunos nombres y apellidos, pues hay que tener en cuenta que en aquella época el montaje se realizaba sin la ayuda de ordenadores y las facilidades que estos conllevan. En su análisis Arandojo también examina minuciosamente los diferentes formatos que la propia revista sufrió a lo largo su existencia.
Un ejemplo, en efecto, del buen hacer de Doeyo y compañía, en su afán de darle al nuevo proyecto un cariz profesional y que al mismo tiempo pudiese aguantar en el mercado, fue la constante evolución de la propia revista, la cual, en su breve recorrido de cuatro años pasó por diferentes formatos. Los dos primeros números aparecieron en formato revista de 20 x 28 cm, y fueron seguidos por otros dos números conocidos como “la cuadrada” de 30 x 30 cm con un incremento de páginas. Posteriormente, en abril de 1990 con motivo de El Salón Nacional de la Historieta y el Humor Gráfico publicaron un número especial en formato tabloide de 20 x 28 cm para cubrir dicho evento, formato que mantendrían bajo el título de Comic Magazine El Diario (de periodicidad mensual) y que se mantendría hasta su número 12 (1991), donde finalizaría la publicación de manera autónoma. Este hecho además venía marcado por la marcha de Doeyo en el número 11 para hacerse cargo de un nuevo proyecto editorial, la revista Cóctel, delegando la dirección de Comic Magazine en Fernando Ariel García, aunque no por mucho tiempo, ya que en mayo de 1992 Comic Magazine fue absorbida por Nuevo Cóctel desde su número 7 como suplemento hasta su número 9, dando por finalizada la aventura editorial.
Comic Magazine nació con la intención de llenar un vacío en los estudios de la historieta en el panorama editorial argentino, más allá de los puntuales artículos que aparecían en fanzines que trataban el tema, siendo los más importantes Crash! (1979-1983), Top (1982-1984), Akfak (1985-1989) o Comiqueando (1986-1987). Estas publicaciones debido a su naturaleza amateur y su pequeña distribución no llegaban al gran público. Así pues, con intención de solventar esta situación Javier Doeyo, que era accionista minoritario de una imprenta, decidió rodearse de Fernando García y Hernán Ostuni de Akfak, y Andrés Accorsi de Comiqueando, para formar el núcleo de una nueva publicación, Comic Magazine, desde la que pretendieron no solo rellenar ese vacío ya mencionado, sino que fueron un paso más allá, vinculando el cómic con el cine, la televisión y otros medios como la radio o la literatura.
Para acabar de entender la vida editorial de Comic Magazine hay que tener en cuenta la inestabilidad económica que sufría el país en aquella época, inmerso en un momento de constante hiperinflación, una crisis económica que desestabilizó el país por completo entre 1989 y 1991, debido a la falta de reservas de moneda extranjera, lo que conllevó la devaluación del austral, disminuyendo así los salarios e incrementando los precios. Todo ello acompañado de olas de saqueos y violencia, lo que propiciaría que Raúl Alfonsín adelantara las elecciones para acabar traspasando el poder a Carlos Medem, quien aplicó el plan Bonex para desacelerar dicha devaluación, aunque esta continuaría durante un tiempo, hasta darse el cambio de moneda al peso convertible.
En lo que a contenido se refiere, la revista Comic Magazine funcionó como herramienta de difusión, mediante sus reseñas informaban a sus lectores de las novedades editoriales más remarcables que se daban en aquella época en Argentina (y en algunos casos también en Estados Unidos, Europa e incluso Japón), incluyendo artículos de propaganda no solo de cómics, sino también de eventos relacionados, ya fueran exposiciones o salones e incluso haciéndose eco de la publicación de fanzines y de otras revistas, librerías y asociaciones de cómic donde poder alquilar o comprar diferentes ediciones; como el caso del Club del Cómic situado en sus orígenes en la librería Entelequia, donde aparte de comprar material se podían alquilar revistas y cómics, o el anuncio del Primer Salón nacional de la historieta y el humor gráfico, que se celebró entre el 27 y el 29 de abril de 1990 en el C.C San Martín y para el que se editó un número especial de la propia revista.
Además de estos artículos y reseñas, la revista incluía la sección “Data”, donde comentaban revistas, programas de televisión y todo aquello que pudiera estar relacionado con el ámbito del cómic, además de servir como correo para los lectores. También incluían historietas originales realizadas para la ocasión por colaboradores o artistas invitados, e incluso publicaron historietas que se habían quedado inconclusas en otras revistas, como es el caso de la conclusión de “Milagro Criollo”, una aventura de Langostino, el navegante independiente de Ferro.
Por otro lado, son muy interesantes las entrevistas a artistas, la mayoría de ellas a dibujantes como Enrique Alcatena, Ferro, Sanyú, Lucho Olivera, Keith Giffen, Moebius o Fontanarrosa por mentar algunos, dándoles voz no solo para expresar sus inquietudes sobre el panorama editorial, sino también para que pudiesen dar consejo a los interesados en empezar una carrera como dibujantes.
Todas estas secciones formaban parte de la revista, pero lo que le dio una personalidad propia a Comic Magazine fueron los artículos que desarrollaron desde el primer número estableciendo esa conexión entre el cómic y otros medios. Artículos como “Del papel a la pantalla”, de Fernando García y Hernán Ostuni (número 1), que aprovechando el esperado estreno de la película de Tim Burton Batman realizan una concienzuda disección de la historia del personaje, analizando su paso por los diferentes seriales cinematográficos, y el paso de Batman por el serial radiofónico de Superman en 1945. También incluyen el salto de Batman a la televisión del serial de ambientación pop de 1966-1968 (incluyendo el largometraje de1966), o los diferentes seriales de dibujos animados basados en el personaje o que lo incluían como SuperFriends (1976) o The New Adventures of Batman y Challenge of The Superfriends (ambas de 1978), y por último la adaptación de Tim Burton (1989). Tanto en este artículo como en los siguientes de la misma naturaleza, la redacción va ampliando en artículos posteriores todo lo relacionado con el tema: los repartos, las sinopsis, la dirección, el presupuesto, la audiencia y taquilla que obtuvieron, los problemas de rodaje y un largo etcétera que demuestra el compromiso de los redactores con su público.
Otro artículo a destacar es el centrado en Juez Dredd, “Judge Dredd. Juez, jurado, ejecutor y leyenda”, de Andrés Accorsi (número 2), en el que hacen un estudio del personaje y su trayectoria editorial, y se hacen eco de la posibilidad de una película desde 1987. Por su parte, “La reina de Crepax llega a la pantalla: Valentina”, de Fernando García y Hernán Ostuni (número 3), sobre la creación de Guido Crepax, repasa la obra del autor en cómic y sus adaptaciones audiovisuales, primero en el film Baba Yaga (1973), y después en formato de serie televisiva en 1988.
En el primer número de su edición mensual dedican un análisis a la creación de Chester Gould, Dick Tracy, desde sus orígenes en las tiras de prensa en 1931, que permanecería hasta 1977, los dos seriales que protagonizaría, tanto radiofónicos (1935-1941 y 1941-1948), los cuatro cinematográficos (1937, 1938, 1939 y 1941), el serial televisivo (1950-1951) y los dos seriales de animación (1960-1962 y 1971-1973) hasta llegar al momento actual del artículo, donde había un proyecto cinematográfico en preproducción desde 1988 a cargo de Warren Beatty, el cual vería la luz en 1990. Además, incluyen un exhaustivo repaso a su trayectoria en formato cómic por distintas editoriales desde 1937 hasta 1961, siendo Archie Comics la única que produjo historias originales y no remontajes de las clásicas tiras de Chester Gould, sin olvidar su inclusión en el género literario con dos novelas.
Otros artículos similares fueron el que dedicó Accorsi a Las Tortugas Ninja Mutantes, un cómic que salta a la animación, el merchandising (juguetes, camisetas, discos…) para acabar teniendo su reflejo fílmico. Otro artículo fue el dedicado por Fernando García y Hernán Ostuni al Capitán América por su 50º aniversario, repasando toda su obra editorial y sus variantes audiovisuales, como el serial cinematográfico de 1944, la adaptación a dibujos animados de 1966, los dos largometrajes de 1978 y el film de 1990. Otros artículos de este carácter se centrarían en personajes como los realizados por Accorsi sobre Swamp Thing, Rocketeer o Tintín o los realizados por el tándem García y Ostuni sobre El Zorro o Mafalda, por citar unos cuantos.
Dentro de esta línea de divulgación llaman especial atención tres artículos: el centrado en Akira de Katsuhiro Ōtomo, “Akira: ¡Llegó el manga! ” en el que Hernán Ostuni y Fernando García analizan el manga, la importancia de la obra del autor y su dedicación absoluta a su creación, del boom que supone esta al llegar a los mercados americanos y europeos para luego saltar al latinoamericano y la repercusión de su adaptación fílmica en dibujos animados; los dos artículos que dedican a El Llanero Solitario y El Avispón verde, en los que además del ya conocido modus operandi analizando obra gráfica, literaria, radiofónica y audiovisual remarcan el parentesco entre ambos personajes, pues no solo ambos son creaciones de Fran Striker sino que además el primero es el tío del segundo, una curiosidad que no todo el mundo conoce. En el caso de Star Trek Rodrigo Sabio desarrolla una serie de artículos dedicados a analizar la serie Viaje a las estrellas y sus adaptaciones fílmicas en un excelente ejercicio de investigación y divulgación, a los que se sumarán otros artículos complementarios desarrollados por otros colaboradores a lo largo de la publicación.
Cabe recordar también que la publicación se hacía eco de la emisión por televisión de productos de interés para sus lectores, como el estreno de Max Headroom, la serie de marionetas Capitán Escarlata (Captain Scarlett and the Mysterons) analizada por José Luis Tasinazzo o la llegada de The Simpsons a las pantallas argentinas.
Con todo ello Comic Magazine fue pues una revista pionera en la divulgación argentina y un alarde de profesionalidad en un momento en el cual la información no era tan fácil de conseguir como hoy en día, por lo que es necesario destacar la profesionalidad de su plantilla como se muestra en el repaso que Diego Arandojo realiza por su trayectoria en este libro.
