DAN LACOMBE: UN ESLABÓN PERDIDO Y ENCONTRADO
Siguiendo con la recuperación de la obra de Jordi Bernet, Ediciones Glénat se enorgullece ahora en rescatar una de las series que supusieron un paso de gigante en la culminación de su estilo personal, y que hasta la fecha había sido publicada en España sólo parcialmente: Dan Lacombe. Cuando Bernet empieza a realizar dicha serie es ya un autor reconocido por sus pares, con más de un lustro de carrera a sus espaldas, pese a contar entonces apenas 23 años. Tras debutar en 1960, retomando el personaje de Doña Urraca al fallecer su padre –el recordado Miquel Bernet, alias “Jorge”– para el semanario Pulgarcito de Editorial Bruguera, pasaría seguidamente, como tantos de sus compañeros de profesión en aquellos años sesenta, a trabajar para las agencias que surtían de mano de obra española a los editores de toda Europa, realizando el western Poncho Yucatán, distribuido en numerosos países a través de Bardon Art (1), para producir a continuación numerosas historietas de los más diversos géneros para revistas juveniles británicas; un trabajo anónimo y puramente alimenticio, pero que le serviría a nuestro joven artista para consolidarse a nivel profesional.
Por fin, en 1967 logra contactar con el venerable semanario belga Spirou, para el que creará un nuevo personaje: el resultado sería Dan Lacombe, para el que contaría con su tío Miquel Cussó (2) como guionista. Fue ésta además la primera obra de Bernet, contrariamente a sus colaboraciones para el mercado británico, en cuya publicación apareció acreditado su nombre, y en la que sus derechos de autor fueron reconocidos, recuperando sus originales, una práctica hasta entonces muy poco habitual entre los historietistas españoles.
Dan Lacombe aparece en una época en que el panorama del tebeo francófono estaba iniciando una etapa de cambios estilísticos y de contenido, lo cual se haría latente especialmente, poco después, a partir de los acontecimientos de mayo de 1968 en las páginas de Pilote. Sumándose a la moda de los agentes secretos, iniciada pocos años atrás con la saga de James Bond, Dan Lacombe supuso una innovación, en tanto que aportaba un tipo, entonces novedoso, de héroe dinámico e independiente, donde el elemento femenino cobra una presencia nada desdeñable.
Esta primera aventura de Lacombe sería publicada en Spirou, números 1582 a 1612, entre agosto de 1968 y marzo de 1969, con un total de 62 páginas. La gran cantidad de personajes y autores que acogía Spirou en sus páginas, y la prioridad, entre estos últimos, que tenían los francófonos sobre los extranjeros para ser publicados, motivó en parte el que no apareciesen nuevas hazañas de Lacombe en la revista. Aun así, Bernet participaría en otras dos series para Spirou, ambas creadas por José Larraz (3): Michael, aventuras de un niño y su cachorro de león en una reserva africana, firmada con el seudónimo común de Dan Daubeney, y Paul Foran, un investigador involucrado en casos sobrenaturales que Larraz firmaba como Gil, su segundo apellido, y Bernet con su nombre de pila, y en la que también intervinieron el veterano Jesús Blasco y sus hermanos, los cuales lanzaron además en Spirou el western Los guerrilleros, con guiones de Cussó.
Dan Lacombe, por Bernet. Ilustración de 2001 con la que se ilustró este prólogo.
Dan Lacombe no habría vivido más que aquella única aventura aparecida en Spirou de no ser por un curioso encargo, en 1970, del semanario Gaceta Júnior (4): dicha publicación tenía interés en presentar, por primera vez al público hispano, dicha aventura, pero encargó además a Cussó y Bernet un episodio adicional de 16 páginas que sirviese de introducción al personaje previamente a la publicación de su aventura más larga. Irónicamente, la repentina desaparición de Gaceta Júnior en la primavera de aquel año dejó inédito dicho episodio, hasta que en 1971 la revista de estudios sobre la historieta Bang! lo recuperó en su número 4. El mismo episodio apareció nuevamente en 1975 en la revista Chito (5), que lo publicó en sus números 13 y 14. En cuanto a la primera aventura de Lacombe, no sería publicada hasta 1983 en la efímera revista Mocambo (6); el cierre de la misma tras dos números dejaría inconclusa dicha aventura, interrumpiéndose tras presentar sus primeras 26 páginas. La presente edición es, pues, la primera que ofrece en castellano y en su totalidad la primera aventura de Dan Lacombe. Tras su experiencia en Spirou, Bernet continuaría su brillante carrera creando en 1972 Andrax para Alemania, produciendo seguidamente historietas de artes marciales para Selecciones Ilustradas y material del Oeste y otros géneros para Italia, para obtener definitivamente la consagración internacional con Torpedo 1936 a principios de los años ochenta; pero ésa es otra historia que ya ha sido contada en otras ocasiones.
Dan Lacombe representa, no obstante, una etapa hacia la plena madurez gráfica de Bernet, una vez asumidas las influencias de su ídolo, Frank Robbins, que es preciso conocer para comprender la citada consagración posterior de su autor. Las páginas que siguen presentan, pues, algo más que un buen cómic de aventuras, plenamente disfrutable tanto por el lector de cuando vio la luz por vez primera como por el lector de hoy; constituyen, especialmente, el “eslabón perdido” que permitió alcanzar la maestría al que, más de tres décadas y media después, es aún y actualmente uno de los nombres más gloriosos de nuestra historieta.
NOTAS:
(1) Bardon Art, fundada por Jordi Macabich en 1956, fue una de la principales agencias de dibujantes que ha habido en España, junto con Selecciones Ilustradas, de Josep Toutain.
(2) Miquel Cussó (1921-1987), además de guionista de historietas, fue prolífico autor de novelas de bolsillo y guionista de cine.
(3) José Larraz (1929), tras debutar a principios de los años cincuenta en las publicaciones de Ediciones Clíper, trabajó para los mercados francés y belga para después convertirse en director de cine.
(4) Gaceta Júnior fue un semanario juvenil editado por Unisa en 1968-1970
(5) Chito fue una revista juvenil aperiódica editada por Grafimart en 1974-1977
(6) Mocambo fue un mensual dedicado al cómic de aventuras lanzado por Ediciones Metropol.
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