EDITORIAL PARA TEBEOSFERA 3. LA GENERACION DEL COMPROMISO
JAVIER ALCÁZAR, JAVIER MORA BORDEL, MANUEL BARRERO

Palabras clave / Keywords:
Editorial Tebeosfera/ Editorial Tebeosfera

TEBEOSFERA COMPROMETE

A raíz de unas dudas surgidas en el foro de Los Tebeditores (espacio web en el que nos hemos agrupado para trabajar e intercambiar impresiones y documentos quienes editamos textos y catalogamos contenidos en Tebeosfera) nos pusimos en contacto con Iñigo, uno de los decanos de nuestra historieta pues nació en 1924. Iñigo, aunque octogenario, todavía desliza en su voz el entusiasmo por un medio que sigue sin normalizar y eternamente en crisis. La crisis -decía el padre de Lola-, la crisis estuvo siempre ahí; yo siempre recuerdo haber estado en crisis en el mundo de los tebeos.
En estos días atravesamos por una de las más fuertes crisis económicas vividas en los últimos años en España, y esta es además global. La crisis, necesariamente, afecta a todos los ámbitos de la industria, incluso a los sectores culturales, como es el de los cómics. Nuestra industria de los tebeos no se libra. Pero, y aparte, sufre otra crisis, que atañe más a la identidad y menos al PVP. Con esto nos queremos referir al hecho de que vivimos una época de bonanza de la afición alimentada por el culto al otro y por el olvido del propio. Deseamos creer que el mundo del cómic ya se halla inserto en la Cultura pero nos castañetean los dientes si nos dicen que una adaptación cinematográfica inspirada en cómics fracasa en la taquilla. Estimamos los esfuerzos que se realizan sobre el medio y sus productos pero se aplaude la divagación efímera y el relumbrón de lo actual, y no se premia el esfuerzo –necesario, fundamental- sobre lo que fue quedando olvidado o lo que, verdaderamente, somos. Claro que, ¿quién quiere recordar a Flashexman teniendo a Watchmen? (por citar dos obras coetáneas).
En Tebeosfera seguimos fieles a la idea de que la historieta es un medio con entidad cultural, digno y necesitado de atenciones. Pero no sólo los autores de moda o los tebeos de fuera, también los tebeos de siempre y los autores de otro tiempo. Porque forman parte de nuestra historia y conformaron parte de nuestra cultura iconográfica. Iñigo, por ejemplo, nunca suscitó el interés de entrevistadores y teóricos, salvo por algún apunte desmerecedor. Muchas de las obras de los de su tiempo van acumulando el polvo del olvido. Hay una generación de autores ahí, los nacidos en los años 1920 que aún viven, los nacidos en los treinta ya jubilados, los de los cuarenta que se retiraron a tiempo… que podría decirse que son una “generación perdida”. Entre nuestros intereses está rescatar su memoria y catalogar sus obras y las publicaciones en que trabajaron. A ello dedicamos esfuerzos diariamente los que conformamos el equipo de documentalistas de Tebeosfera, equipo que ha crecido desde la presentación de nuestro número anterior; ahora somos más: Carlos de Gregorio, Alfons Moliné, Alejandro Capelo, Juan Agustí, Jordi Riera, Antonio Moreno, Jordi Manzanares, Eduardo Urrutia, Dionisio Platel, Francisco Olivares, Juan Manuel Bosque Sendra, Ricard Sitjà, Iván Olmedo, Jaume Vaquer, Adolfo Gracia, Manuel D. Bejarano, Lluìs Stac, Bernat Calafat, José Luis Carbonell, José María Baena, Javier Alcázar, Félix Cepriá y Manuel Barrero. Entre todos vamos haciendo acopio de datos y arrojando luz sobre nuestros tebeos con el fin de que exista un conocimiento de nuestra tebeografía, condición necesaria para que exista el anhelado reconocimiento.
El presente número de Tebeosfera va dedicado a la generación que se manifestó justo cuando parecía que se había acabado la crisis. Los que perdieron el tren de la modernidad quedaron relegados, olvidados por todos salvo por los nostálgicos, y los que llegaron abrieron las puertas de una “nueva historieta”, más acorde con los tiempos de cambio, más actual y más comprometida. Es lo que Antonio Altarriba ha llamado el ‘nuevo ciclo’ en su reciente ensayo Los tebeos de la transición (Cuadernos del Hocinoco, 26, Diputación de Cuenca), por entender que el periodo creativo e industrial que vivieron estos autores estuvo influido por el agitado clima político y social de los setenta en España. Pero también por comprender que estos creadores vivieron entre dos regímenes: el que se derrumbaba y el que llegaba, y entre dos formas de entender la historieta: la que se iba, representada por esquemas caducos, y la que se prometía como la madurez expresiva del medio, todo innovación, y hasta revolución. Fueron autores ambiciosos, críticos, rompedores, iconoclastas, deseosos de “ser Crepax” cuando aún “eran Gago”. Hablaremos de los autores y de las historietas que crearon hace ahora treinta años, autores que algunos han querido arremolinar bajo distintas etiquetas (desde las simples, como “la generación Toutain”, hasta las frívolas,  como “la generación más guapa”) y que fueron los engranajes de aquello que se dio en llamar boom de los cómics de la transición. El boom se quedón en bang!, y trazó un puente hacia lo que la historieta española ha sido luego: un difuminado de estilos y géneros audaces, un sumergirse en la debacle editorial y una huída hacia los mercados foráneos.
Es importante insistir en que la historieta española experimentó verdaderamente una transformación a partir del final de la década de los sesenta. Las nuevas estructuras sociales y económicas, las evoluciones tecnológicas, de tendencias y de estilos, que se estaban produciendo en todos los ámbitos de la cultura (y también en los cómics de todo el orbe), sumado todo ello a la transición que lentamente se estaba operando en la política española hacia una democracia, dieron lugar a un conjunto de firmas nuevas que quisieron hacer historietas y quisieron decir algo con ellas. Aquella fue la última generación de autores que aunaron ideología con obra. Fue la última generación de autores influidos por los maestros españoles de la historieta (aunque también mamaron de las viñetas de Caniff, Raymond, Robbins y de otros clásicos). Fueron los últimos que entraron en la industria en calidad de empleados para medrar en ella con la categoría de Autores. Fueron las firmas que buscaron sentido con sus aportaciones y no sólo sentimiento, si bien nunca se librarían del encargo alimenticio. Fueron, en fin, los hijos de aquella transformación social operada con las revoluciones de finales de los sesenta, los últimos idealistas que se implicaron con su oficio y su obra hasta extremos que hoy serían impensables. Fueron la Generación del Compromiso. Una que no deja herederos.
Nos referimos a autores como Enric Sió, Víctor de la Fuente, Luis García, Alfonso Font, Fernando Fernández, J.M. Beà, Maroto, Pepe González, Carlos Giménez o Adolfo Usero, u otros cercanos a sus estilemas o que se esforzaron por buscar nuevos caminos en la historieta, como Ventura y Nieto, Mundet, Lafond, Marika, y un largo etcétera hasta llegar a firmas como Angel de la Calle. Creadores, los primeros, que sabían lo que era trabajar bajo condicionantes hoy en día inaceptables, que conocieron la censura y el rechazo actualmente impensables, que enhebraron mensajes contra los reaccionarios que los jóvenes lectores de cómics de ahora son incapaces de comprender. Su trabajo supuso, también, un alejamiento de la rigidez en los esquemas narrativos, una explotación nueva de la plástica, una exploración en nuevas fantasías.

Hablamos, por ello, de Compromiso con mayúsculas. Compromiso de obra y pensamiento.  Compromiso vital e ideológico. Trataron de asumir la transformación de la realidad circundante, ya fuera la de aquella España caduca, a medio camino de todo y de nada, ya fuera sobre la cotidianeidad perenne que se vivía. Parafraseando a Gabriel Celaya -tal vez lectura de cabecera de alguno de nuestros autores en aquel entonces- podemos decir que convirtieron, con su esfuerzo y dedicación, nuestra historieta en un “arma cargada de futuro”. Quisieron hacer del cómic un medio distinguido ahora por sus cualidades comunicativas. Se comprometieron a trabajar en vehículos narrativos, pero también les añadieron artillería ideológica. Se implicaron en la construcción de ofertas para el entretenimiento, pero también es esforzaron por concebir obras de autor, plenas de imaginación y siempre coqueteando con la experimentación. Quizás pecaran de ingenuidad en algunos momentos. Asentar un modo personal de abordar y sentir la historieta, haciendo participes a nuevos lectores, maduros y atentos, era tarea ímproba. Remover los cimientos de una industria editorial ya anquilosada, a pesar de los vientos de cambio que pudieron avecinar las míticas revistas “para adultos”, también era algo difícil a corto plazo. Construir una voz renovadora únicamente a partir de los códigos de expresión de los mass media cultural, algo improbable. Luego, con el paso del tiempo y el subsiguiente cambio de “gusto” del público de los ochenta, más cercano a las vertientes genéricas de la aventura superheroica y, luego, en los noventa, las fantasías manga, sus planteamientos quedaron suspendido en el vacío. En la actualidad, para muchos, casi en el olvido.

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Últimas viñetas de la obra de Mora, Font y Giménez Tequila Bang! con España como 'objetivo' 

En Tebeosfera nos comprometemos a recordar su legado y a catalogar convenientemente sus obras a lo largo de este número tercero de nuestra revista. Arrancaremos con Alfonso Font, autor triunfante en Italia y Francia actualmente. En España, cuando comenzó a publicar sus tebeos firmando abiertamente con su nombre era casi un desconocido; “eran tan brutalmente buenos que parecían de otro dibujante” (la cita proviene de La generación más guapa, de P. I. Taibo II y Lorenzo F. Díaz). No vamos a permitir que eso vuelva a pasar. Le ha entrevistado para la ocasión Javier Mora, a la sazón quien coordina con su habitual intensidad el presente número. Y escriben o nos ceden reseñas sobre sus obras Antonio Martín, Oscar De Majo, Jaume Capdevila, Alfons Moliné, Antoni Guiral, junto con otros que llegarán. Y catalogan todos sus tebeos el equipo de Tebeditores de la Tebeosfera. Igualmente haremos con los demás miembros de lo que hemos encajado en la llamada “Generación del Compromiso”.
Porque no olvidemos que esta revista es también un catálogo de nuestra historieta y nuestro humor gráfico; un esfuerzo de acopio de la cultura historietística española que medra al ritmo que crecen sus simpatizantes y que, en el futuro, será un referente para los que amamos este medio.
Si deseas formar parte de este compromiso, aquí estamos.
 
Javier Mora, redactor Jefe y coordinador de documentos del núm. 3 de Tebeosfera
Javier Alcázar, subdirector y coordinador de publicaciones del núm. 3 de Tebeosfera
Manuel Barrero, director de Tebeosfera-
Creación de la ficha (2009): M. Barrero, J. Mora, J. Alcázar
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JAVIER ALCÁZAR, JAVIER MORA BORDEL, Manuel Barrero (2009): "Editorial para Tebeosfera 3. La generacion del compromiso", en Tebeosfera, segunda época , 3 (6-III-2009). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 14/XII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/editorial_para_tebeosfera_3._la_generacion_del_compromiso.html