EL CÓMIC DE CIENCIA COMO HERRAMIENTA PARA CONTRARRESTAR LA IMAGEN POPULAR DE LA CIENCIA Y LOS CIENTÍFICOS
M.ª BLANCA MAYOR SERRANO

Title:
The science comic book as a tool to counteract the popular image of science and scientists
Resumen / Abstract:
Este trabajo analiza la imagen que especialmente la población estudiantil tiene de la figura del científico (que suele ser estereotipada), de qué manera el cómic de ciencia puede contribuir a contrarrestarla y en qué medida este tipo de cómic puede ayudar a despertar vocaciones científicas. / This paper analyzes particularly students’ perceptions of scientists (usually a stereotyped one), how science comics can contribute to mitigate it, and to what extent this kind of comic can contribute to foster scientific vocations.
Palabras clave / Keywords:
Educación secundaria, Educación primaria, Estereotipos, Científicos, Cómics de Ciencia, Cómic y educación/ High School, Primary education, Stereotypes, Scientists, Science comics, Comic as didactic tool

EL CÓMIC DE CIENCIA COMO HERRAMIENTA PARA CONTRARRESTAR LA IMAGEN POPULAR DE LA CIENCIA Y LOS CIENTÍFICOS

 

Introducción

A fin de que la población en general y los jóvenes estudiantes en particular valoren el alcance de la labor de investigadores y científicos en la actividad cotidiana, como motor de nuestra sociedad y su importancia a lo largo de la historia, es necesario que no solo conozcan los contenidos de las ciencias, sino que también comprendan cómo se genera y evoluciona el conocimiento científico, el grado de fiabilidad con el que se lleva a cabo, y destierren la percepción ingenua, sesgada y estereotipada de la ciencia y del científico. Percepción que podría ser fruto de la enseñanza recibida, de vivir en un contexto social en el que priman concepciones estereotipadas de la ciencia y de la información transmitida en diversos medios, como el cine, los cuentos y los cómics editados con fines recreativos, que, no obstante, pueden usarse favorablemente como vector de desarrollo del sentido crítico del niño o del adolescente.

En este trabajo se analiza la imagen que la sociedad, y en especial los jóvenes, tienen de la figura del científico, de qué manera el cómic de ciencia puede contribuir a revertirla y en qué medida puede ayudar a despertar vocaciones científicas.

Imagen popular de la figura del científico

Numerosas investigaciones llevadas a cabo entre personas de diferentes edades, sexo, procedencia o nivel intelectual han demostrado que la percepción social de la ciencia y del científico está impregnada de visiones ingenuas, simplistas, cuando no sexistas, y de actitudes negativas hacia ella y su aprendizaje (De Meis, 1993; Gil Pérez, 2000; Pujalte et al., 2014; Serna Rosell y Vílchez González, 2018).

Uno de los trabajos pioneros en investigar esta cuestión, según explican Serna Rosell y Vílchez González (2018: 171-172) y Pujalte et al. (2014: 539-540), es el de Mead y Métraux (1957). En su estudio piloto — Image of the Scientist among High-School Students—, Mead y Métraux indagaron sobre una muestra de 35 000 estudiantes estadounidenses de secundaria acerca de qué visión tenían de la ciencia y de los científicos. Los resultados mostraron «que los estudiantes, generalmente, definen a los científicos a través de estereotipos, como se muestra en la siguiente declaración de los investigadores» (Serna Rosell y Vílchez González, 2018: 171-172):

El científico es un hombre que lleva una bata blanca y trabaja en un laboratorio. Es mayor o de mediana edad y lleva gafas… puede tener barba… Está rodeado por instrumentos: tubos de ensayo, mecheros Bunsen, frascos y botes… una jungla de instrumentos de vidrio y máquinas extrañas. Escribe cuidadosamente en cuadernos… Un día puede levantarse y gritar: “¡Eureka! ¡Lo he encontrado!”… A través de su trabajo, la gente obtiene nuevos y mejores productos… su trabajo puede ser peligroso… Siempre está leyendo [1] .

A continuación reproduzco dos figuras (Fig. 1 y Fig. 2), tomadas del trabajo de Pujalte et al. (2014: 539-540), que recogen los rasgos más sobresalientes de los resultados del estudio de Mead y Métraux (1957).

Fig. 1. Aspectos recurrentes respecto de la apariencia de las personas que se dedican a la actividad científica y acerca de las características del ambiente donde suelen trabajar. Resultados del estudio de Mead y Metraux (1957). Fuente: Pujalte et al., (2014: 539) Fig. 2. Aspectos positivos y negativos de la imagen de las personas que se dedican a la ciencia. Resultados del estudio de Mead y Metraux (1957). Fuente: Pujalte et al., (2014: 540).

Otro estudio digno de mención es el que De Meis et al. (1993) llevaron a cabo entre estudiantes de educación primaria y secundaria de distintos países (Brasil, Estados Unidos, Francia y Nigeria). Tras el análisis de las pruebas realizadas, entre ellas el Draw-a-Scientist-Test —una sencilla prueba que consiste en realizar un dibujo de un científico, a través del cual se hace aflorar la imagen que de esta figura tienen los alumnos— y preguntas como qué campos del conocimiento conducen a una profesión científica, llegaron a varias conclusiones: un alto porcentaje de los estudiantes identifican al científico como un químico no muy alejado del viejo alquimista y rodeado de material de vidrio de laboratorio (Fig. 3). Asocian la química a la profesión científica más que las matemáticas o la física, e ignoran la geografía y la geología. Los estudiantes tienen una visión estereotipada de los científicos y de la práctica de la ciencia.

Fig. 3. Selección de dibujos del estudio de De Meis et al. (1993: 76-77). De izquierda a derecha: dibujo de un niño de 10 años de Nigeria; dibujos de estudiantes de Secundaria de Brasil y Estados Unidos respectivamente.

Un estudio mucho más reciente es el de Serna Rosell y Vílchez González (2018) sobre la percepción de la comunidad científica por parte del alumnado de un centro de adultos de Granada (España), que se realizó también mediante el método Draw-a-Scientist-Test.

Tras el análisis de los dibujos realizados por 88 estudiantes de diferentes edades (entre dieciocho y ochenta y cinco años), nacionalidades (74 españoles y 12 extranjeros), sexo (28 hombres y 58 mujeres) y niveles educativos (desde sin estudios hasta titulados universitarios), llegaron, entre otras conclusiones, a que la imagen que del científico tienen estos estudiantes (Fig. 4) se corresponde con la imagen estereotipada de este colectivo. Percepción arraigada socialmente —como demuestra el estudio de Serna Rosell y Vílchez González, así como los llevados a cabo por otros investigadores—, lo que constituye uno de los obstáculos que dificultan el aprendizaje de la ciencia (Serna Rosell y Vílchez González, 2018: 172) y frenan el interés por ella.

Fig. 4. Porcentaje de los elementos del científico representados en los dibujos, n=81. Fuente: Serna Rosell y Vílchez González (2018: 176).

Por otra parte, el científico es visto por los estudiantes como una persona que (Serna Rosell y Vílchez González, 2018: 177):

1. Inventa o fabrica algo: fórmulas, bomba, pesticidas, piezas para naves espaciales o aparatos de radio, etc.

2. Investiga la cura de enfermedades: cáncer, alzhéimer.

3. Relaciona con cosas que ha visto en la televisión.

4. Descubre cosas (gravedad, relatividad, planetas).

Tras la friolera de más de sesenta años, y a pesar del avance que han experimentado la ciencia y la tecnología, resulta evidente que la percepción social de la figura del científico no ha variado significativamente desde los estudios pioneros realizados por Mead y Métraux (1957). Imagen simplista y sexista que, en opinión de Pujalte et al. (2014: 542), si bien se forma tempranamente, «a medida que la escolaridad avanza, los rasgos más característicos se acentúan con fuerza, con el correlato correspondiente del desinterés por las asignaturas científicas por parte de las y los jóvenes y la merma consiguiente de matrícula en las carreras científicas. Esta exclusión, además, tiene una importante componente de género, relegando a las mujeres a un plano muy secundario». De ahí la necesidad de contrarrestar dicha imagen en edades tempranas, cuando los estudiantes empiezan a tener las primeras aproximaciones formales a contenidos científicos, a fin de fomentar en ellos el interés por el aprendizaje de las ciencias y de las técnicas que en ellas subyacen.

Como comprobará el lector a continuación, el cómic de ciencia deviene en una herramienta idónea para la consecución de tales objetivos.

 

Representación del científico en los cómics de ciencia

Como apuntaba en el apartado anterior, un buen número de autores lamentan la imagen estereotipada que del científico se ha ofrecido en diversos medios, como el cine, los cuentos y los cómics editados con fines recreativos. En concreto, en estos últimos se representan despistados, enigmáticos, individualistas, de género masculino, y «los casos en que las mujeres aparecen siempre están acompañadas de hombres, restando importancia a su trabajo» (Gallego Torres, 2011: 99). Sin embargo, la imagen de los científicos que transmiten muchos de los cómics de ciencia de corte divulgativo se halla lejos del estereotipo, pues no son sino el reflejo gráfico de los científicos contemporáneos que llevan a cabo las actividades narradas en ellos —variedad de género, de edad, de formación científica, trabajo en equipo y rigor científico—, a pesar de los elementos ficcionales que los aderezan. Esto, sin duda, los convierte en un material utilísimo no solo para el fomento de vocaciones científicas entre las nuevas generaciones de niños y niñas, sino también para revertir la imperante percepción negativa y simplista de la ciencia y los científicos. Veamos unos cuantos ejemplos.

Proveniente de Argentina, es digna de mención Luz, Cámara, Ciencia: Exploradores de la UNC, la serie de cómics de divulgación concebida en 2013 en la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (FMAF) de la Universidad Nacional de Córdoba. Hasta la fecha han publicado siete episodios de un total de diez con los que se persigue ofrecer de manera simple explicaciones científicas reales a fenómenos cotidianos de cierta complejidad: el principio de Arquímedes, los problemas derivados del exceso de la salinidad de las aguas, la investigación aeroespacial o el reciclaje, la reutilización de material y el impacto en el medioambiente de los residuos [2] . Se trata de un relato de ficción sobre los viajes que un profesor de física de la FMAF, un cámara, una geóloga —profesora universitaria— y un estudiante realizan por distintos lugares de la geografía local con el objetivo de realizar una miniserie de documentales. Viajes que, como explican en la contraportada de los materiales, «deparan enigmas, experiencias, muchas preguntas y algunas respuestas».

Uno de los motivos que impulsaron la elaboración de estos cómics por parte de la FMAF fue precisamente este: «desacartonar la imagen pública que prevalece sobre la ciencia», por eso apostaron «por mostrar a los investigadores como lo que son: gente común, con inquietudes y con un particular placer por conocer» (Fig. 5), tal como explican los autores de la serie de cómics en la página web de la agencia universitaria de comunicación de la FMAF.

Fig. 5. Universo de sal. Luz, Cámara, Ciencia. (© 2018 UNC (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina)).

Otro cómic digno de mención es ¡¡Nuestra apuesta!! Energías renovables en el medio marino, editado en 2011 por PLOCAN —unidad de cultura científica de la Plataforma Oceánica de Canarias nacida en 2009 bajo el amparo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)—, Caja Insular de Ahorros de Canarias, La Caja de Canarias y la FECYT. Se trata de un precioso cómic, destinado especialmente al público juvenil, que divulga las actividades que se realizan en el mar con objeto de fomentar el interés por este campo; muestra los distintos dispositivos de aprovechamiento energético, así como las fuentes hidrotermales del Atlántico. ¡¡Nuestra apuesta!! constituye, asimismo, un claro ejemplo del intento de la Plataforma por despertar vocaciones científicas entre los chavales, lo que queda de manifiesto en varias de sus viñetas a lo largo del cómic, como en la que reproduzco aquí (Fig. 6).

Fig. 6. ¡¡Nuestra apuesta!! Energías renovables en el medio marino. (© 2011 Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN)).

El cómic Esperanza más allá de las grandes expectativas. Historia de las células madre desde su descubrimiento hasta su aplicación terapéutica [3] es fruto de OptiStem, un proyecto de investigación financiado con fondos europeos sobre células madre que concluyó en 2014 y en el que participaron dieciocho entidades asociadas procedentes de seis países europeos. La versión original se elaboró en inglés; comienza con la historia real de dos niños que presentan graves quemaduras y son tratados con injertos de piel generados a partir de células madre en 1983. Se adentra a continuación en los éxitos y los reveses de un grupo de investigadores de distintas edades, género y raza que trabajan en equipo para utilizar células madre para el tratamiento de la ceguera, al tiempo que presenta las dificultades relacionadas con la investigación con células madre, incluida la regulación y los problemas éticos. Los investigadores de OptiStem proporcionaron los ejemplos de la vida real de sus investigaciones y experiencias (Fig. 7).

Fig. 7. Esperanza más allá de las grandes expectativas. Historia de las células madre desde su descubrimiento hasta su aplicación terapéutica (© 2012 OPTISTEM)

Por último, para explicar un proyecto científico que estudia las resinas fósiles en la isla de Madagascar, en 2016 se editó Vongy. Una aventura entre científicos , iniciativa de un equipo de expertos que, mediante un proyecto financiado por el Fondo Global de Exploración del National Geographic, con el apoyo del Instituto para la Conservación de los Ecosistemas Tropicales de Madagascar (MICET) y el Ministerio de Economía y Competitividad español, se dedicaron al estudio del ámbar malgache, los depósitos de copal y la biota capturada en las resinas fósiles al norte de Madagascar [4] . La idea de presentar su trabajo científico en forma de comic surgió, como explican en el prólogo del material, en el país insular, donde llegaron a la conclusión de «lo oportuno que sería explicar a niños y adultos de Madagascar para qué habíamos viajado hasta su país, el valor para la ciencia de la resina y de la fauna de insectos y arañas, y la importancia de preservar su biodiversidad» (Fig. 8).

Fig. 8. Vongy. Una aventura entre científicos. (© 2016 Mónica M. Solórzano Kraemer, Xavier Delclòs, Enrique Peñalver, Ana Rodrigo (guion), Imke Trostbach (dibujo))

Cómics a los que hay que sumar tantos otros de corte divulgativo como:

  • Emmy Noether, pasión por las matemáticas , de Santi Selvi y Zarzo. Bang Ediciones, Barcelona, 2019. Cómic biográfico sobre esta apasionada de las matemáticas, a quien el álgebra moderna y la física teórica le debe mucho. Dirigido a jóvenes de entre ocho y quince años.
  • Hipatia. La verdad en las matemáticas , de Jordi Bayarri. Colección Científicos, 2018. Narra la formación de su protagonista en la Academia de Alejandría y su posterior actividad como matemática, maestra y filósofa neoplatónica. Dirigido a un público infantil.
  • Primates. La intrépida ciencia de Jane Goodall, Dian Fossey y Biruté Galdikas , de Jim Ottaviani (guion), Maris Wicks (dibujo). Norma Editorial, Barcelona, 2015. Ofrece una mirada interesante y a veces humorística sobre las vidas de tres de las primatólogas más importantes del siglo XX.
  • Malaria: La batalla contra un asesino microscópico , obra de EVIMalaR, red conjunta de investigación de excelencia financiada por la Comisión Europea y coordinada por la Universidad de Glasgow (Escocia, Reino Unido), 2012 [5] . A través de coloridas ilustraciones, se explica la biología de la malaria y se describe la lucha que llevan a cabo los científicos de todo el mundo.

Narraciones gráficas, en definitiva, que buscan, mediante representaciones actuales y no estereotipadas de científicos, el fomento de la buena imagen de la ciencia, revertir la percepción de la labor de los científicos como individualista y elitista, neutra, infalible o ahistórica, y propiciar la adquisición por parte de sus lectores de actitudes positivas hacia ambos. Un material, sin duda, de suma utilidad para su uso como herramienta didáctica en las etapas de primaria y secundaria o como elemento transversal de formación.

 

Bibliografía [6]

DE MEIS, L.; DE CÁSSIA, R.; MACHADO, P.; LUSTOSA, P.; SOARES, V.; CALDEIRA, M. T.; FONSECA, L. (1993): “The Stereotyped Image of the Scientist Among Students of Different Countries: Evoking the Alchemist?”, Biochemical Education, 21(2): 75-81.

GALLEGO TORRES, A. P. (2007): “Imagen popular de la ciencia transmitida por los cómics”. Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 4(1): 141-151. Disponible en línea en: < http://www.redalyc.org/pdf/920/92040109.pdf >.

GIL PÉREZ, D.; ALÍS JAIME, C.; GALLEGO TORRES, A. P., y FERNÁNDEZ MONTORO, I. (2000): “Contribución del cómic a la imagen de la ciencia”, en Tecné, episteme y didaxis: revista de la Facultad de Ciencia y Tecnología , 7, 22-35. Disponible en línea en: < http://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/TED/article/view/5653/4665 >.

JAMINON, M. (2004): “Ciencia y cómics”. Mètode, 41 (Ciencia animada. Nuevas formas de comunicar la ciencia). Disponible en línea en: < https://metode.es/revistas-metode/monograficos/ciencia-y-comics.html >.

MEAD, M.; MÉTRAUX, R. (1957): “Image of the scientist among high-school students”. Science, 126(3270): 384-390.

PUJALTE, P. A.; BONAN, L.; PORRO, S.; ADÚRIZ BRAVO, A. (2014): “Las imágenes inadecuadas de ciencia y de científico como foco de la naturaleza de la ciencia: estado del arte y cuestiones pendientes”. Ciênc. Educ, 20(3): 535-548. Disponible en línea en: < http://dx.doi.org/10.1590/1516-73132014000300002 >.

SÁNCHEZ, J. (2017): “Científicos Locos, Explosiones y Cómics”. Disponible en línea en: < http://www.alymphslife.com/2017/06/cientificos-locos-comics/ >.

SERNA ROSELL, C., y VÍLCHEZ GONZÁLEZ, J. M. (2018): “Estereotipos científicos: percepción del alumnado de un Centro de Adultos de Granada (España)”. Revista Científica, 32(2): 169-182. Doi: < https://doi.org/10.14483/23448350.12799 >.

 

NOTAS


[1] Cita tomada de Serna Rosell y Vílchez González (2018: 171-172).

[3] Al cómic se puede acceder desde este enlace: < https://www.eurostemcell.org/hope-beyond-hype >.

[4] Del cómic se editaron unos 3 000 ejemplares en castellano, inglés, francés y alemán.

[6] Todos los enlaces de internet recogidos en este apartado estaban activos el 5 de julio de 2019.

Creación de la ficha (2019): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
M.ª Blanca Mayor Serrano (2019): "El cómic de ciencia como herramienta para contrarrestar la imagen popular de la ciencia y los científicos", en Tebeosfera, tercera época, 11 (21-VII-2019). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 20/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_comic_de_ciencia_como_herramienta_para_contrarrestar_la_imagen_popular_de_la_ciencia_y_los_cientificos.html