EL FIN - PUNISHER. COSAS QUE HACER MORIBUNDO EN N.Y.-N.Y.
ANTONIO SANTOS

Ni el JUICIO FINAL NUCLEAR puede impedirle a FRANK The Punisher CASTLE cumplir con su deber. Apenas la radiación cede un poco, peregrina hasta su coto de caza, Nueva York, para ejecutar a los causantes del fin del mundo, sepultados en un búnker capaz de garantizar su supervivencia. Moribundo, Castle, el último dinosaurio del mundo, acopia fuerzas para jalar del gatillo, alarde final del animal que corona la pirámide trófica.
 
LOS DÍAS DEL ÁTOMO.
 
Escueto, crepuscular y descarnado relato pinta GARTH ENNIS (y no sólo por la profusión de esqueletos dibujados), encargado de hallar el adecuado nicho para el implacable Punisher (el cameo con éxito de THE EXECUTIONER, el pulp de DON PENDLETON, decimos otra vez), esfuerzo de eventual punto final como supone el sello MAXEL FIN. JULIÁN M. CLEMENTE hace esbozo, al final del tomo, sobre qué intenciones persigue esta iniciativa editorial MARVEL, y los éxitos obtenidos.
La historia busca proporcionar el idóneo punto final al polémico Punisher, expeditiva fuerza humana de obtener resarcimiento por las ofensas cometidas, despojado en este relato de su macabro logo pectoral. No es, no obstante, nuestra intención repetir, en el presente texto, las connotaciones vertidas en la reseña LA CONJURA DE LOS NECIOS sobre su controvertida naturaleza. El lector puede remitirse a ella, si le place, para conocer los extremos de esas apreciaciones.
www.tebeosfera.comEnnis ha perfilado un mundo dominado por las resonancias post nucleares a la cruel usanza; como el lector sabe, el mundo tras tal cataclismo tiene un surtido historial de relatos y películas donde, de algún modo, la Humanidad se sobrepone al holocausto, un tour de force para el Hombre, pues debe demostrar que puede mantener intactos sus valores sociales y éticos frente a la tentación de la barbarie y el picoteo de su salvaje esencia prístina, saliendo usualmente vencedor.
         THE LAST AMERICAN (WARNER, GRANT, MCMAHON), miniserie de la cual también hicimos reseña, contemplaba el otro aspecto, el cruel, que es el que abraza Ennis, de las historias de supervivientes, donde el protagonista descubre que es el único sujeto vivo del género humano, comprendiendo que la adversidad era tal que no podía superarse.
         En aquella reseña, comparamos esta parábola del cómic con los vistosos productos televisivos que mantenían autista criterio ante la incómoda realidad: el átomo no da tregua. Y Punisher, en esta obra, lo asume y así lo hace constar con acento pragmático y áspero. Se mofa de las bufonescas andanzas de eventuales mutantes de coloridos disfraces, para quienes el núcleo no es una barrena implacable para su salud, sino un estímulo para nuevas vidas (Ennis sugiere que los superhéroes son impotentes ante tal catástrofe; más aún, no pueden impedirla, pese a sus fulgurantes poderes supremos).
Ennis inicia el relato en prisión: de nuevo volvieron a encarcelar a Punisher (devolviéndolo a los días de CÍRCULO DE SANGRE, de STEVEN GRANT, JO DUFFY, dibujado por MIKE ZECK; parece apropiado que el vengativo ejecutor termine su expeditiva actividad casi justo como empezó, cerrando así el circuito), entrado en la jubilación pero no menos contundente que décadas atrás.
Ennis pasa de detallar la política penitenciaria a seguir el día del Juicio Final (la ejecución de los internos), a dibujar sus personajes mundanos y retorcidos, de la América Profunda estilo STEPHEN KING, para luego a contarnos un buen episodio de Punisher, semejante a los cuales nos tiene acostumbrados.

Y RICHARD CORBEN coopera, retratando las muecas falaces y los rostros graníticos de unos sujetos apenas tocados por la gracia divina y la gracia intelectual de ROUSSEAU.

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LA CONSPIRACIÓN DE LA TABLA RASA.
 
El núcleo de la historia gira en tono a un poderoso anillo de magnates, EL AQUELARRE (transposición de las tantas organizaciones paramasónicas que los ideólogos de las conspiraciones detallan en eventuales libros, alertándonos de sus tejemanejes), y que la guerra nuclear es la inevitable consecuencia de sus acciones..., o el fruto de su más ambiciosa y macabra estrategia comercial, pues durante décadas han manipulado de tal forma al mundo que han perdido al Hombre en una maraña de intereses que sólo beneficia a este grupo.
En prisión, Castle obtiene toda esta información y, siendo uno de los pocos afortunados supervivientes, viaja a la ruinosa Nueva York dispuesto a terminar con el infame grupo. (Es de suponer que las acciones de los meritorios plutócratas tuviesen alguna relación con su tragedia personal, colocándolos, por tanto, ante el alza de sus armas, pues su manipulación mediática, política y social bien pudiera haber derivado, accidentalmente, en los sucesos que forjaron a The Punisher.)
El Aquelarre tiene un plan, no obstante, y con él apelarán a la compasión, a la humanidad, de un hombre carente de ella… o que la posee en exceso. El Aquelarre pretende regenerar el mundo con una nueva raza humana, a la cual le brinda un planeta libre, en apariencia, de los defectos de la vieja civilización. Castle lee entre líneas: El Aquelarre planea un neofeudalismo, donde ellos retendrían indefinidamente el poder. Una nueva Humanidad, sin disidentes sociales, adicta incondicional a El Aquelarre y su doctrina, expertamente dosificada con la adecuada educación, les garantizaría semejante forma de gobierno.
Punisher, comprendiéndolo así, los ejecuta. Parece un acto de inhumanidad sádica, de empecinamiento en su conducta anticriminal (esta vez, los malos no son proxenetas, yonquis o mafiosos, sino la jet set, lo más granado, de la Sociedad y los Negocios, quienes siempre quedan impunes ante los tribunales y el castigo), aunque a tenor del plan de El Aquelarre, bien puede ser un inconmensurable acto de bondad hacia el Hombre. Mejor la extinción que la esclavitud perpetua.

Bien se puede alegar que nunca se sabe, que la lucha social llegaría, se hablaría de utopías laborales y libertades. Todo eso comporta sufrimiento y lucha. Castle juega sobre seguro y ahorra a las futuras generaciones tantas penalidades.

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EL PELIGRO AMARILLO MANIFIESTO.
 
            La obra, de 2004, está a la sombra del 11-S y plena política de la lucha contra el terror de la ADMINISTRACIÓN BUSH. A eso se agarra Ennis para dar con un villano superpotente capaz de disparar una guerra mundial nuclear: China, clasificado como objetivo de tal Administración.
         Hemos, pues, hacer un leve esfuerzo para contemporizar con el momento, sombrío y lleno de incertidumbre y terror, fundado o no, y el nacimiento de un nuevo modelo bélico: el del terrorismo y el antiterrorismo. Recordemos que, no hace tanto, el terrorismo se consideraba la guerra sucia del Tercer Mundo (en alusión a los artefactos nucleares de baja intensidad, no a los golpes bajos e indiscriminados sobre la población civil), pero ahora es un medio lícito, romántico, lírico, historia de bandoleros y desperados de DIME NOVEL, de expresión del oprimido y que la venturosa Europa aplaude con manifestaciones de apoyo encabezadas por lo más distinguido del arte y la cultura.

         Con el afortunado advenimiento del nuevo emperador a la Casa Blanca, un SEPTIMIO SEVERO de diseño Marvel y Quinta Avenida neoyorkina, toda la lóbrega Era Bush retrocede al confín del Hades, y un esplendor travertino y áureo nos deslumbra. Renace la Ilustración Benéfica, la cual reduce a la obsolescencia y el absurdo a pesadillas del Sistema como Frank Castle, gárgola de la Administración REAGAN y de Cowboy Eléctrico Bush. JR., cuya nefasta Administración ha engendrado incluso a AL GORE, el SIMÓN EL MAGO de la progresía.

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UN HOMBRE Y SU ÉPOCA.

 

 
         Corben, casi de la quinta de Castle, ergo otro viejo que la juventud debe apartar, dibuja a toda una suerte de carcamales en todas estas planchas. Punisher está quemado (es obsesión de Ennis, por cierto, reflejar el paso del tiempo en él), canoso, medio calvo y cuyo rostro es una máscara implacable de rígida determinación. Todo esto, de nuevo, nos muestra a un autor, de estilo singular, que parece muy cómodo en los ambientes que aquí retrata, desolados, pavorosos. Corben ha transportado, a este tebeo, ese aire de gran catástrofe de los 1970, que es lo que lo hace grande, junto al lacónico texto y circunstancias que Ennis le pide que ilustre, como el detalle del macabro refugio donde Punisher y su compañero pasan la noche.
Pero, continuamente, nos seduce la mirada la extraña mueca de vesania que dibuja a los personajes, la cual les infunde esa retorcida humanidad que late junto a los corazones, haciéndoles más próximos y familiares, como vecinos conocidos que detestamos.

Destacamos la viñeta donde el alcaide de Sing-Sing y su ayudante miran por la ventana. Posee un irrevocable simbolismo, condensa toda la historia de una especie condenada a la extinción.

RECAPITULANDO.
 
         Reseñamos una historia amarga, sombría, rápida, que da por buenas ciertas teorías de la conspiración y trata de identificar a quienes las orquestan, de un terror intelectual diferente, aunque no inédito, atinado fin a una violenta vida de asunción de deberes estatales por parte de un individuo y retrato de los extremos a los que el Hombre, la gloriosa concepción de Dios y de Rousseau, puede llegar con tal de coronarse de vileza, mezquindad y miseria, y seguir gobernando.

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Tampoco permite un resquicio a la esperanza de supervivencia en el silencioso páramo que describe, y junto al dibujo de Corben (pletórico, digitalmente resaltado), nos permite sospechar una positiva influencia de The Last American en su concepción, tal y como la misma portada delata, pues son bastante similares. 

 Obra a conservar.
 

           

 

Reseña por Antonio Santos
De su serie Gramática Parda, entrega 20.
 
 
FICHA TÉCNICA.-
 
            TÍTULO: EL FIN - PUNISHER
         GUIÓN: GARTH ENNIS
DIBUJO y TINTA: RICHARD CORBEN
COLOR: LEE LOUGHRIDGE
TRADUCE: GONZALO QUESADA
ROTULA: VAVIER AMIGÓ
REALIZA: 9 LETRAS
COMENTARIO: JULIÁN M. CLEMENTE
EDITA (EE.UU.): MARVEL, año 2004 – SELLO MAX
EDITA (ESPAÑA): PLANETA DEAGOSTINI, año 2004
FORMATO: TOMO ÚNICO ENCOLADO, 52 PÁGINAS
DEP. LEGAL: B-42673/2004
IMPORTE: 3`50 EUROS
 
Creación de la ficha (2009): Antonio Santos
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
ANTONIO SANTOS (2009): "El fin - Punisher. Cosas que hacer moribundo en N.Y.-N.Y.", en Tebeosfera, segunda época , 2 (25-II-2009). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 06/V/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_fin_-_punisher._cosas_que_hacer_moribundo_en_n.y.-n.y..html