EL SEGUNDO “BOOM" DEL CÓMIC: DESARROLLO(S) DE LA NOVELA GRÁFICA EN ESPAÑA DESDE 2007
ELENA MASARAH

Title:
The second comic “boom": development(s) of graphic novels in Spain since 2007
Resumen / Abstract:
Reseña del ensayo Spanish Graphic Narratives. Recent Developments in Sequential Art (Palgrave McMillan, 2020). / Review of Spanish Graphic Narratives. Recent Developments in Sequential Art (Palgrave McMillan, 2020).
Palabras clave / Keywords:
Novela gráfica, Teoría sobre cómic en España/ Graphic novel, Teoría sobre cómic en España
  • Portada de la obra reseñada, Spanish Graphic Narratives (2020), ilustrada por Carles Esquembre
  • Portada de una de las obras analizadas: Arrugas (Astiberri, 2007), de Paco Roca.
  • Página de Espacios en blanco de Miguel Francisco (Astiberri, 2017)
  • Página de La huella de Lorca de Carlos Hernández y El Torres (Norma, 2011)
  • Página de La araña del olvido de Enrique Bonet (Astiberri, 2015)
  • Página de Olimpita de Hernán Migoya y Joan Marín (Norma, 2009)
  • Página de Gazpacho agridulce de Quan Zhou Wu (Astiberri, 2015)
  • Página de Lamia de Rayco Pulido (Astiberri, 2016)

EL SEGUNDO “BOOM" DEL CÓMIC:

DESARROLLO(S) DE LA NOVELA GRÁFICA EN ESPAÑA DESDE 2007 

Reseña de Spanish Graphic Narratives. Recent Developments in Sequential Art

 

El año 2007 supuso un punto de inflexión para el cómic español, tras más de una década de crisis. O, al menos, resultó ser un hito sin el cual no se comprendería su desarrollo posterior. Esa es la premisa de la que parte Spanish Graphic Narratives. Recent Developments in Sequential Art (Palgrave McMillan, 2020), libro coordinado por los profesores Collin McKinney (Bucknell University) y David F. Richter (Utah State University) y que cuenta entre sus firmas con Marina Bettaglio, Xavier Dapena o Lena Tahmassian. McKinney y Richter sitúan un marco de estudio del cómic español más contemporáneo basado en tres hechos ocurridos ese año en España, pero al mismo tiempo enmarcando al sector en el contexto internacional.

Esos hechos son, por un lado, la primera convocatoria del Premio Nacional de Cómic concedido por el Ministerio de Cultura, que de alguna manera supuso la legitimación cultural de un medio que venía de vivir una auténtica travesía por el desierto durante la década de los noventa, de absoluta crisis en palabras de Benoît Mitaine. Por otro lado, 2007 fue el año de la publicación de Arrugas del valenciano Paco Roca, por parte de la por aquel entonces recién nacida editorial Astiberri; obra merecedora del Premio Nacional un año más tarde y una de las más vendidas y traducidas del cómic español. Por último, los estadounidenses destacan la aprobación de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, más conocida como “Ley de Memoria Histórica”, ya que supuso la punta de lanza de un movimiento social más amplio, interesado desde hacía un tiempo en las memorias de la Guerra Civil y la dictadura franquista. En el caso del cómic, este interés —previo, en todo caso, a la aprobación de la ley— se tradujo en la publicación de un interesante número de obras de autores de gran calado, como 36-39: malos tiempos de Carlos Giménez (2007-2009), quien retomaría también su obra magna Paracuellos, Las serpientes ciegas de Bartolomé Seguí y Felipe Hernández Cava (2008), El arte de volar de Antonio Altarriba y Kim (2009) o Los surcos del azar de Paco Roca (2013).

El planteamiento de McKinney y Richter resulta sugerente por cuanto pone en el centro del análisis un concepto que todavía hoy resulta polémico: el de “novela gráfica”. Discutida por algunos investigadores, autores y lectores como una fórmula pretenciosa, confusa y excluyente, además de elitista y hasta nociva para el propio sector, lo cierto es que el valor de la novela gráfica —más allá de lo acertado o no del término— estriba, para los dos estudiosos, en reflejar y nombrar un cambio mucho más profundo que el meramente terminológico, dado que abarca tanto el formato —la edición del objeto en sí— como el enfoque de ciertos temas, sobre todo los relativos a la historia reciente de España, dirigidos a un público más adulto y conectado con la situación social, cultural y política de la época.

Por esa razón, y en opinión de la investigadora Anne Magnussen, la novela gráfica es fundamental para comprender la historia del cómic español y su cambio de paradigma en el siglo XXI, siempre y cuando su identidad y sus fundamentos se analicen desde el marco de un mercado globalizado y un contexto historietístico internacional. Así, no se puede comprender el desarrollo de ciertas narrativas gráficas en nuestro país sin atender a obras pioneras que, desde la autobiografía y las novelas de madurez hasta las más puramente experimentales, han sido decisivas en su influencia, como Maus de Art Spiegelman, Persépolis de Marjane Satrapi o Fabricar historias de Chris Ware.

McKinney y Richter han concebido el libro en tres grandes capítulos que reflejan lo que para ellos son una representación de las principales tendencias en el mercado del cómic español: la memoria, las cuestiones identitarias y la cultura contemporánea. En la primera parte, todo lo relativo a la memoria histórica —pero también la personal— parece tener para ellos una relación directa con el impacto que supuso la aprobación de la ley de 2007 y todo el movimiento previo y posterior, que consolidó un interés social y una necesidad por conocer el pasado reciente de España y la represión franquista —con las fosas comunes como punto clave—, y cuyo estallido mediático tuvo lugar a finales de la pasada centuria. En este apartado aparecen los trabajos de Lena Tahmassian, Fernando Simón Abad, Diego Batista y David Richter, quienes a través de estudios de caso y análisis de los trabajos de los autores Miguel Francisco, Paco Roca, Antonio Altarriba, Carlos Hernández, Enrique Bonet y Carles Esquembre trazan una panorámica del modo en el que determinados cómics han abordado la historia y el trauma, el olvido y el recuerdo, en el marco de una prolífica producción cultural sobre estos temas, a través en muchas ocasiones de la ficción, las metáforas visuales y las especificidades que aporta el lenguaje verbo-icónico.

En la segunda parte, se enmarcan los estudios dedicados a las cuestiones identitarias, especialmente las interraciales, las expresiones de género y los debates sobre inmigración y violencia. Así, Jeffrey Coleman trabaja desde la interseccionalidad la relación entre la inmigración africana y la violencia de género en la obra Olimpita, de Hernán Migoya y Joan Marín, mientras que Adrián Collado y Michelle Murray se centran, respectivamente, en las identidades culturales a partir del análisis de los estereotipos racistas en Gazpacho agridulce de Quan Zhou Wu y de las luchas coloniales en Black is Beltza de Fermín Muguruza, Harkaitz Cano y Dr. Alderete. Por su parte, Collin McKinney y Marina Bettaglio reúnen sus textos en torno a cuestiones concretas relacionadas con el género, desde la representación ficcionalizada de las mujeres en el franquismo realizada por Rayco Pulido en Lamia hasta las experiencias personales con la maternidad de autoras como Agustina Guerrero, Cristina Quiles, Esther Gili y Cristina Torrón.

Por último, el apartado dedicado a las manifestaciones culturales es, quizás, el más heterogéneo y menos cohesionado, ya que incluye trabajos como el de Alberto López Martín acerca de la denominada “Cultura de la Transición” en ¡García! de Santiago García y Luis Bustos; el estudio de Maria DiFrancesco sobre la difícil situación del turismo desenfrenado en Barcelona a partir de la lectura de El fantasma de Gaudí de El Torres y Jesús Alonso; y el análisis de Xavier Dapena den torno al impacto del 15M y la movilización social en las narrativas gráficas españolas.

En definitiva, Spanish Graphic Narratives. Recent Developments in Sequential Art supone una ventana más al estudio del cómic español desde unos postulados y visiones que abren nuevas posibilidades. Bien es cierto que los propios coordinadores de la obra reconocen sentirse más cómodos con el concepto de graphic narrative promovido por Hillary Chute que con el de novela gráfica, pero entienden y comparten que lo verdaderamente relevante de todos los términos que engloban al arte secuencial y al cómic es su característica común: la intersección entre palabra e imagen, el valor de un nuevo lenguaje que permite reimaginar y explorar nuevas temáticas, desde el testimonio y la memoria hasta las identidades de género. Se trata, por tanto, de una obra que, a partir de nuevos argumentos e hipótesis, amplía el espacio del debate, el conocimiento y la investigación del cómic español del siglo XXI.

Creación de la ficha (2023): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Elena Masarah (2023): "El segundo “boom" del cómic: desarrollo(s) de la novela gráfica en España desde 2007", en Tebeosfera, tercera época, 22 (13-III-2023). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 18/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_segundo_boom_del_comic_desarrollos_de_la_novela_grafica_en_espana_desde_2007.html