EL SUJETO ANDRÓGINO EN WATCHMEN
JOSÉ MARCO SEGURA JAUBERT

Palabras clave / Keywords:
Watchmen, Alan Moore/ Watchmen, Alan Moore
Notas:
Texto redactado para el número 9 de TEBEOSFERA, especial sobre la presencia femenina en el cómic y su relación con el sexo. A la derecha, imagen del personaje Laurie Juspeczyk, cuyo alter ego es Silk Spectre en la obra `Watchmen´.
¿EL SUJETO ANDRÓGINO EN WATCHMEN
DE LA UTOPÍA DE ADRIAN VEIDT A SU PERSONIFICACIÓN EN LAURIE JUSPECZYK
 
Antecedentes
 
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La presencia femenina más poderosa en Watchmen se acicala en esta imagen promocional del cómic publicada por DC Comics en 1986.  
Como nos reseña Valdivia (2004) en su artículo “La presencia del mito del andrógino en La nave de los locos de Cristina Peri Rossi”, Mircea Eliade (1969) toma la noción del andrógino de Nicolás de Cusa, en otras palabras, de la coincidentia oppositorum, para indicar la unión de los contrarios y el misterio de la totalidad, que se encuentra desde que se recuerda en mitos, ritos y tradiciones de nuestra cultura. La coincidentia oppositorum era la definición menos imperfecta de Dios de la manera que lo entendía Heráclito: “Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, saciedad y hambre, es decir, todos los opuestos”. Esta coincidencia de opuestos se define a la perfección en la manera que trasciende el bien y el mal, conteniéndolos a los dos, pero anulándolos a la vez. Esto puede explicar la profunda atracción que siente el ser humano por el misterio del mal en la divinidad.
 
Esta visión sólo se puede dar en el plano de lo trascendente, de la divinidad, ya que el ser humano se encuentra obligado a seguir el bien y a luchar contra el mal que nos presenta la realidad concreta. Sabemos que sólo en el mundo de las apariencias existen los opuestos del bien y del mal. En otras palabras, la realidad que se nos presenta posee dos planos de referencia, una ruptura de la unidad primigenia. Así se llegó a concebir como bisexual a la divinidad, siendo ésta modelo y principio de toda la existencia; dándose de esta forma el surgimiento de la idea de la bisexualidad universal, o la construcción del sujeto andrógino, como tema fundamental de la antropología arcaica. Al andrógino se le considera como la imagen ejemplar del sujeto perfecto, ya que implica una unidad / totalidad. En la idea del sujeto andrógino, Eliade indica:
 
(...) el amor sexual no debe ser confundido con el instinto de reproducción: su verdadera función es la de ayudar al hombre y a la mujer a integrar interiormente la imagen humana completa, es decir, la imagen divina original (1969, 128-129).
 
Ciertos mitos y ritos, con el paso del tiempo, se volvieron ejemplarizantes para los seres humanos mismos, tanto que:
 
Manifiestan una profunda insatisfacción del hombre por su situación actual, por lo que se llama la condición humana; (...) revelan la nostalgia de un paraíso perdido, la nostalgia de un estado paradójico en el cual los contrarios coexisten y donde la multiplicidad compone los aspectos de una misteriosa unidad (ídem, 155-156).
 
Según esta visión, el ser humano está separado, desgarrado en dos vertientes, y busca recuperar esa unidad perdida, de opuestos que se complementan en una realidad única.
 
El Feminismo de la Diferencia
 
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  Una de las escasas escenas de sexo de Watchmen.
A esta visión del andrógino llegaría a oponérsele el Feminismo de la Diferencia, nacido en la década de los setenta en países como Estados Unidos y Francia, que busca la igualdad entre el hombre y la mujer basándose en sus diferencias de género como camino para salvaguardar la alteridad. Teóricas de la talla de Carla Lonzi, Esther Harding y Luce Irigaray, han sido varias de sus exponentes.
 
Según Donovan y Richardson (2009), quienes retoman a Irigaray, ésta utiliza el método de la deconstrucción de Jacques Derrida (1930-2004), que buscaba poner en duda la metafísica de Occidente, es decir, cuestionar la realidad que creemos que nos rodea (como el bien y el mal o las identidades de género). Irigaray piensa que la mujer debería exagerar el estereotipo que rodea a la feminidad, en orden a relativizar estos estereotipos, llevando a éstos a sus límites y, por ende, desestabilizar la concepción de la relación hombre / mujer.
 
En cuanto a su concepción del andrógino, Irigaray, seguida de Valdivia, señala que:

(...) concebir al sujeto como uno, único, o como uno y múltiple, uno y conjunto de unos, equivale a desconocer una propiedad esencial de la existencia y de la esencia humanas (1998, 45).
 
Como explica Valdivia (2004), ser sexuado conlleva un "no ser el otro", un "no ser el todo", y al posarse ante el otro es posible reconocerse, hacerse presente. Al contrario, si se elimina la distancia y la diferencia se deja de ser dos en la medida en que uno se convierte en el otro, desapareciendo así un posible diálogo, una dialéctica subjetiva que permita a cada sujeto sexuado, a través de la percepción, hacerse consciente del otro y sus diferencias, como hacerse consciente de sí mismo. Ya definido este concepto del andrógino como propuesta, buscaremos su relación con la utopía que plantea Adrian Veidt para la humanidad y el papel que desempeña Laurie Juspeczyk en la obra Watchmen (DC Comics, 1986-1987), del célebre Alan Moore.
 
La utopía de Veidt
 
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Publicidad ficticia del "método Veidt", tomada de thenewfrontiersman.net.  
Conforme nos acercamos al final de la novela gráfica de Watchmen se observan las verdaderas intenciones del “héroe” Adrian Veidt, quien se encuentra detrás de todo el complot que rodeó la muerte de Edward Blake (The Comedian), la captura de Rorschach (Walter Kovacs) y el exilio de mismo Dr. Manhattan (Jon Osterman); mas dentro de este plan, Veidt, no solo buscaba “salvar a la humanidad”, según sus propios términos, sino que buscaba implementar una nueva filosofía lejos de los cánones que la metafísica de Occidente siempre ha planteado, buscaba una apertura en todos los horizontes con el Método Veidt, que consiste en cuatro pasos: a. Entender el Yo interior, b. Salud y el cuerpo, c. Creando un nuevo yo, d. Yo y el mundo. Estos horizontes se amplían desde la filosofía hasta el plano del sexo, buscando un mercado más abierto donde la diversidad sexual no sea un impedimento, a saber:
The sexual imagery is obvious, the woman adjusting her stocking being overtly erotic, yet layered with enough romantic ambiance to avoid offense. In our choice of models for the Nostalgia ads I note that we have consistently chosen models with a slightly androgynous quality to their beauty, which I presume is to afford us a window into the gay marketplace, a tendency more pronounced in the ads for Nostalgia aftershave. (cap. X, Watchmen).

[La imaginería sexual es obvia, la mujer ajusta sus medias mostrándose sumamente erótica, pero en un ambiente romántico que evita toda ofensa. En nuestras elecciones de modelos para los anuncios comerciales de Nostalgia he notado que las escogemos con una ligera cualidad andrógina ligada a su belleza, lo que nos ayuda a penetrar en el mercado gay, una tendencia que es más pronunciada en los anuncios de la crema de afeitar Nostalgia. Traducción del autor, como en el resto de casos en el documento]
 
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  El anuncio de perfume Nostalgia, con una modelo levemente andrógina.
Como vemos, la apertura hacia la diversidad es notable, los polos confluyen en una sola realidad: la andrógina, que más allá de las ideas aceptadas, busca un nuevo ser humano frente al mundo que lo rodea, en los cuatro pasos del Método Veidt –como expusimos– ya encontrabamos: crear un nuevo “yo”, y cómo ese nuevo yo se enfrenta al mundo. Éste es un “yo” que lleva sus capacidades al máximo, dejando atrás las diferencias de toda índole. Esta nueva apertura de mercado obedece a los tiempos que corren, donde todo es incierto, el estrés y la ansiedad dominan el orbe. Qué mejor zona de confort que una que nos englobe a todos con nuestras semejanzas y diferencias en cualquier plano de la vida. Esto queda claro en una carta que escribe Veidt a una de sus subordinadas en Pyramid Internacional, como podemos leer:
In the soft focus imagery and romantic atmosphere, the advertisements conjure an idyllic picture of times past. It seems to me that the success of the campaign is directly linked to the state of global uncertainty that has endured for the past forty years or more. In an era of stress and anxiety, when the present seems unstable and the future unlikely, the natural response is to retreat and withdraw from reality, taking recourse either in fantasies of the future or in modified visions of a half-imagined past. (cap. X, Watchmen)

[Con las imagenes de enfoque suave y la atmosfera romántica, los anuncios invocan una imagen idílica de tiempos pasados. Me parece que el éxito de la campaña está directamente ligado al estado global de incertidumbre que ha ido en aumento en los últimos cuarenta años o más. En una era de estrés y ansiedad, cuando el presente parece inestable y el futuro incierto, la repuesta natural es retraerse y distanciarse de la realidad, considerando tanto las fantasía del futuroo como en modificadas visiones de un incierto pasado.]

Bien lo dice Veidt, con tiempos tan confusos como éstos lo natural es alejarnos de la realidad a la que estamos circunscritos y buscar ideas nuevas. Sin embargo, el problema radica en que pese a que el Método Veidt está expuesto y, supuestamente, al alcance de todos, siempre se generan preguntas: ¿semejante ideal puede trascender el papel y la imagen?; ¿la diversidad sexual aceptada como tal puede ir más allá de las palabras e insertarse como un nuevo paradigma de existencia, donde las posibilidades están abiertas?; ¿está capacitada la humanidad para entender que la androginia está en todos nosotros? Para eso, veremos las posturas que toma Laurie Juspeczyk durante el desarrollo de la aclamada novela gráfica de Moore, y veremos si esta utopía iniciada de manera conceptual por Veidt y de la que Silk Spectre II parece ser su personificación puede llegar a interiorizarse, ser desarrollada, vivida y aceptada en el mundo.

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 En las pesadillas, el acercamiento amoroso ocurre antes de una explosión mortal.
Laurie Juspeczyk, ¿la utopía de Veidt personificada?
 
Cuando nos topamos por primera vez con Laurie Juspeczyk o Silk Spectre II a la hora de leer Watchmen, la vemos como la consorte del Dr. Manhattan. Sin embargo, su actitud no es la tradicional dentro del imaginario de nuestra sociedad, es una mujer activa y que toma decisiones, incluso la vemos pagar la cuenta cuando se reúne a cenar con su amigo y futura pareja Dan Dreiberg (Nite Owl), a saber:
Dan: It´s been a great evening, Laurie, you´re sure you won´t let me pick up the tab?
Laurie: Nah, if I´m gonna be a Kept woman for the military´s secret weapon, then the military can stand we a bowl of spaghetti africaine every one in a while.
Dan: Hey, you sound bitter.
Laurie: No. Not really. It´s just that the only reason I´m kept around is to keep Jon relaxed and happy. (p. 25, cap. I, Watchmen)

[Dan: Ha sido una gran tarde, Laurie, ¿Estás segura que no quieres que pague la cuenta?
Laurie: Nah, si voy a ser la mujer encerrada para el arma secreta de los militares, entonces la milicia puede costearnos un tazón de espagueti de cuando en cuando.
Dan: Oye, suenas amargada.
Laurie: No, no realmente. Es que la única razón por la que me mantienen allí, es para mantener a Jon feliz y relajado.]
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   La página con el encuentro sexual en la nave del Búho y la metáfora del chorro de fuego.
Es de destacar que incluso Dreiberg, quien toma un rol pasivo en la escena, parece sorprendido por el hecho de que sea Laurie la que cancele la cuenta en el restaurante, debido a que durante mucho tiempo en nuestra sociedad el hombre fue quien cargó con esta responsabilidad. Sin embargo, también Laurie puede adoptar la actitud pasiva, cuando, más adelante en la lectura, le agradece a Dan por la invitación a comer, como se nota a continuación:
Laurie to Dan: Anyway, thanks for buying me lunch. I better go find a cheap room somewhere. (p. 10, cap. V, Watchmen

[Laurie a Dan: De todas formas, gracias por invitarme a comer. Mejor voy a buscar un cuarto barato en algún lado.]
Juspeczyk se puede desenvolver de las dos maneras, tanto  activa como  pasiva. Los “contrarios” son uno en ella. Su esencia, como vemos, es la andrógina. Incluso es de resaltar la imagen cuando se besa con Dreiberg por primera vez, al principio la “heroína”  toma la iniciativa en la acción, mas cuando se da cuenta que le está presionando el pecho de mala manera a su conquista, cambia de rol para posarse debajo de él. En otras palabras, su papel durante el sexo no depende de ser hombre o mujer, sino que es  una cuestión de actitud asumida frente a la relación; el poseer un pene o una vagina no indica nada. Esto queda ejemplificado claramente en cómo ella se expresa sobre Dan, quien tiene un rol pasivo o receptivo, como leemos en el capítulo IX:
 
I mean, with Dan, it isn´t like that. As a lover he´s more sort of receptive; the type you can pour your troubles out to. (p. 8, cap. IX, Watchmen)

[Quiero decir, que con Dan, no es así. Como amante él es más del tipo receptivo, el tipo de hombre al que le puedes exponer tus problemas.]
Además, podemos recordar la escena en que mantiene relaciones sexuales con el Dr. Manhattan y como Laurie aquí toma el rol sexual pasivo, al ser el receptáculo de la acción sexual de Osterman, el cual la enmarca dentro del canon femenino, más aún queda remarcado cuando la misma reacciona al darse cuenta que hay varios duplicados de Jon en la escena y que inclusive uno de ellos se encuentra trabajando y no consintiéndola como ella cree merecer. El papel sexual es pasivo, mientras que con Dreiberg como bien se señala anteriormente es activo. Es más una cuestión psíquica y del juego de roles que existe en una pareja y de cómo se acomodan uno al otro asumiendo una actitud o la otra.
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 Laurie se asusta cuando se percata de que está teniendo relaciones sexuales con "dos" a la vez.
Dentro del cómic, además, observamos las quejas de Laurie, que tienen un papel importante ya que nos revelan los impulsos que la definen y cómo mediante ello, ella realiza una lectura sobre el papel que le ha tocado realizar dentro de la sociedad, el cual no la hace feliz y la hace sentirse insatisfecha consigo misma, a saber:
 
Laurie: It´s just I keep thinking “I´m thirty-five. What have I done? I´ve spent eight years in semiretirement, preceded by ten years running round in a stupid costume because my stupid mother wanted me to!
You remember that costume? With that stupid little skirt and the neckline going down to my navel? God that was so dreadful. (p. 25, cap I, Watchmen)

[Laurie: Es sólo que... pienso: “Tengo treintaicinco. ¿Qué he hecho? ¡He gastado ocho años en un semirétiro, precedidos de diez años corriendo con un estúpido traje porque mi estúpida madre así lo quiso! ¿Recuerdas el disfraz? Con aquella estúpida camiseta y el escote que llegaba hasta el ombligo. Dios… era horrible.]
 
Su autocrítica no va sólo enfocada al papel de heroína que le había sido encomendado por su madre, Sally Jupiter, critica duramente además la manera cómo le tocaba vestirse para ir a combatir villanos. Ella no encaja con los códigos de vestimenta basados en la provocación que le imponen, busca su propia imagen, totalmente contraria a la de su madre, que era más un símbolo sexual y con la que mantiene una gran tensión, ya que no comprende por qué ella actúa como actúa, como se lee al comienzo del capítulo II:
 
Laurie (to Sally): I just jeez, I just don´t know how you can stand being degraded like this. I mean, don´t you care how people see you? (p. 8, cap. II, Watchmen)

[Laurie (a Sally) Yo sólo… ¡Dios!, es que no sé cómo toleras ser degradada así. Quiero decir, ¿No te importa cómo te vea la gente?]
 
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Critica no sólo su manera de desenvolverse ante la sociedad, sino también que Sally educó a su hija desde niña para que fuese igual que ella, para que viviera la fantasía que ella vivió. Laurie nunca tuvo opción de escoger el camino que quería seguir, como ella misma le cuenta a Dreiberg (capítulo VII) y al Dr. Manhattan (capítulo IX), durante la estancia en el planeta Marte:
 
Yeah, well, at least you were living out your own fantasies. I was living out my mother´s. (p. 5, cap. VII, Watchmen)
 
[Si, bien, al menos tú vives tus propias fantasías. Yo estaba viviendo las de mi madre.]
My mother, she eroded my adolescence, chipping me into the shape she´d have been if she hadn´t had me.
She pushed me into adventuring, fussing over “my carrer”, trying to live her life through me… (p. 14, cap. IX, Watchmen)
 
[Mi madre, ella carcomió mi adolescencia, moldeándome de la forma en que ella hubiera sido si no me hubiese tenido. Ella me empujo a la aventura, quejándose  de “mi carrera” y tratando de vivir su vida a través de mí…]
Llega a pensar incluso que su vida no tiene el menor sentido cuando busca entender la manera en que Jon Osterman (Dr. Manhattan) ve el mundo:

I'm through thinking about my life, looking back at all my stupid memories.
It's been a dumb life, and if there is a design, it's a dumb design! (p. 23, cap IX, Watchmen)
 
[Estoy reflexionando sobre mi vida, observando todos mis estúpidos recuerdos.
A sido una vida tonta, y si existe un diseño, ¡Es un diseño tonto!]
 
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No obstante ese sentimiento de incertidumbre, su actitud ante la vida no es nada pasiva, sigue adelante pese a las adversidades que se le presentan, no le gusta autocompadecerse, ya que sabe que no sirve de nada, como podemos leer:
 
Sometimes I look at myself and think, how did everything get so tangled up?

[A veces me miro y pienso, ¿Cómo todo se volvió tan complicado?]

(…)
 
Nah. I´m sorry. It´s too bitter. Anyway I´d rather be somewhere else than sitting here feeling sorry for myself. (p. 10, cap. III, Watchmen)


[Bah, lo siento. Demasiada amargura. De todas formas prefiero estar en cualquier otro lugar a estar sentada aquí sintiendo pena de mí misma.]

 
Esta actitud o rol activo en la sociedad llega a ser tan fuerte en ella que reta al destino que el mismo Jon Osterman ha previsto acerca de la reacción que tendrá Silk Spectre II cuando tuvieran su conversación sobre salvar al mundo del horror que le acecha, como notamos en el capítulo IX.
 
What happens if I just stay down here and screw all your predictions, huh? (p. 5, cap. IX, Watchmen)

[¿Qué pasaría si me quedo aquí y hecho a perder todas tus predicciones, eh?]

 
El resultado que el Dr. Manhattan esperaba de esa conversación era que Laurie terminaría llorando por lo que iba a suceder, pero sus predicciones fueron erróneas, Osterman no sólo se equivocó con Juspeczyk, sino que ella le dio a entender el milagro de la vida, que tanto infravaloraba el Dr. Manhattan. Tal es el asombro de Osterman ante la revelación que la misma Laurie se lo recalca, como veremos a continuación:
 
… And listen, you were wrong, see? You said it ended with me in tears, and look at me: not a moist eye in sight!
You were wrong about that. Maybe about a lot of things… (p. 22, cap. IX, Watchmen)

[(…) Y mira, estabas equivocado, ¿Lo ves?, Tú dijiste que esto acabaría conmigo llorando y mírame: ¡Ni una lágrima! Estabas equivocado acerca de esto. Tal vez acerca de muchas cosas.]
 
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La actitud de Juspeczyk trasciende los cánones que mantiene la sociedad en su imaginario, al parecer tres de los cuatro pasos que indica el Método Veidt son cumplidos con Laurie: Conoce su yo interior (sabe quién es y qué quiere), su cuerpo es saludable y deja atrás los convencionalismos impuestos por la sociedad, y ella toma conciencia de sí misma. Pero ¿qué sucede con el mundo? ¿Acepta éste tal cual a Laurie Juspeczyk como es, y se cumple la utopía de Veidt al menos en una persona?
 
Cuando leemos lo que sucede después de la lucha de los Watchmen contra uno de los suyos, Adrian Veidt (Ozymandias), sabemos ya que el grupo de “héroes” han de encubrir la “utopía” de este último al mundo, vemos que Laurie finalmente se deshace de todos aquellos estigmas que la aquejaban, ya no desea ser llamada Silk Spectre, quiere un nuevo disfraz para combatir el crimen, busca la aventura y no le interesa quedarse en casa cambiando pañales, busca incluso obtener un arma para protegerse:
 
Laurie: Children? Forget it. Not yet. You were talking about adventuring, and I´m not staying at home changing diapers.
Dan: “Nite Owl and Silk Spectre”. Sounds neat.
Laurie: “Silk Spectre´s” too girly, y´know? Plus, I want a better costume, that protects me: maybe something leather, with a mask over my face… Also, maybe I oughtta carry a gun. (p. 30, cap. XII, Watchmen)
 
[Laurie: ¿Niños? Olvidalo. No aún. Tú estabas hablando de aventurarnos, y yo no me voy a quedar en casa cambiando pañales.
Dan: “Buho Nocturno y Espectro de Seda”. Suena bien.
Laurie: “Espectro de Seda” muy femenino, ¿sabes? Además, quiero
un mejor traje, que me proteja: tal vez algo con cuero, con una máscara… También quizá porte un arma.]
 
Al llegar al final, parece ser que la construcción del sujeto andrógino en Watchmen es posible y aparece de forma clara, siendo Juspeczyk la personificación de ello, pero en medio de todas las consideraciones positivas para el personaje de Silk Spectre, hay algo que no encaja. Para poder sostener la utopía de Veidt y la unión del mundo moderno –como señalábamos anteriormente–, los personajes han de guardar el secreto, de tal manera que no deben dejar rastro alguno de su paradero en caso que se le siguiera la pista al diario de Rorschach. Esto lleva a que tanto Dan Dreiberg como Laurie Juspeczyk tengan que cambiar sus identidades frente al mundo. Ya no son ellos, han de tomar nuevos nombres y anularse a sí mismos frente a la sociedad. De hecho Sally Jupiter se sorprende del cambio de look que ha sufrido su hija cuando la misma va a visitarla a su casa de retiro, como podemos notar:
 
Sally: What the hell are you trying to do? Are you trying to kill your mother with a heart attack? I thought you were dead! Who did that to your hair? You should sue, you look like a waitress… (p. 28, cap. XII, Watchmen)
 

[Sally: ¿Qué demonios estás tratando de hacer? ¿Estás intentando matar a tu madre de un infarto? ¡Pensé que estabas muerta! ¿Quién le hizo eso a tu cabello? Deberías demandarlo, pareces una camarera…]

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Su hija ha tenido que cambiar de identidad, deja de llamarse Laurie Juspeczyk  para transformarse en Sandra Hollis, esposa (no oficial) de Sam Hollis (nueva identidad de Dan Dreiberg), quien pasa por el mismo cambio de identidad que su pareja.. Su búsqueda como ser integral reconocido por el mundo, ese último paso en el Método Veidt, se vuelve algo muy íntimo, sólo para ella, su pareja y quizá su madre. La sociedad como tal nunca pudo ver quien era Laurie Juspeczyk en realidad, siempre se tuvo que esconder, pasó de esconderse de Jon Osterman y de Sally Jupiter, a esconderse del mundo que la rodeaba. Entonces, a grandes rasgos, este sujeto andrógino continúa siendo una utopía, como bien lo sostiene Valdivia:
 
Por lo tanto, la construcción del sujeto andrógino aparece como un ideal utópico que no es posible llevar a cabo en la realidad concreta, pues un sujeto sexuado será siempre inaprehensible para un sujeto perteneciente al otro sexo (2004, 5, “La presencia del mito del andrógino…”).
 
Siguiendo a Irigaray:
 
Tú, que no eres ni serás jamás yo ni mío, eres y seguirás siendo un tú porque no puedo aprehenderte, comprenderte, poseerte. Escapas a toda captura, a toda influencia de mi parte si te respeto como trascendente no a tu cuerpo sino a mí (1998, 29).
 
Valdivia considera que la construcción del sujeto andrógino sólo es posible en el plano trascendental, en el imaginario, porque, aunque se aspire a esto, no se consigue. Moore nos quiere decir algo semejante, nos presenta, a fin de cuentas, una paradoja: Laurie quería liberarse, y en su mente lo consigue, pero en el plano material no lo llega a concretar como es debido. No importa el rol sexual que tenga, si es activo o pasivo en sus relaciones de pareja o en sus concepciones mentales, simplemente ha salido del fuego para caer en las brasas…
 
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Bibliografía:
 
  • Donovan, Sarah; Richardson, N. Watchwoman. Watchmen and Philosophy (A Rorschach Test). Blackwell Philosophy and Pop Culture Series. John Wiley & Sons, Hoboken. 2009.
  • Moore, Alan; Gibbons, Dave; Higgins, John. Watchmen. DC Comics. New York. 1986-1987.
  • Valdivia, Cristina. “La presencia del mito del andrógino en La nave de los locos de Cristina Peri Rossi”. Anuario de Pregrado, Universidad de Chile, 2004. Disponible en este enlace.
  • Irigaray, Luce. Ser dos. Buenos Aires: Ed. Paidós, 1998.
Creación de la ficha (2012): José Marco Segura Jaubert. Revisión de Alejandro Capelo y Manuel Barrero.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JOSÉ MARCO SEGURA JAUBERT (2012): "El sujeto andrógino en Watchmen", en Tebeosfera, segunda época , 9 (20-V-2012). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 14/XII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_sujeto_androgino_en_watchmen.html