EL UNIVERSO IMAGE. CUANDO LA PARODIA SE VUELVE OBRA PER SE
RAFAEL RUIZ-DÁVILA

Resumen / Abstract:
Notas: Reseña de dos tebeos publicados por Dolmen Editorial. A la derecha portada de uno de los tebeos reseñados.
EL UNIVERSO IMAGE. CUANDO LA PARODIA SE VUELVE OBRA PER SE
 

A mis manos llegan dos novedades que Dolmen Editorial publica en España con material procedente de la norteamericana IMAGE. Ambas cabeceras, SuperPatriot y Brit, tienen protagonistas que pertenecen a un superhéroe tipo que podemos denominar "supersoldados" por su parecido con el abanderado de Marvel Comics, el Capitán América. Dado que todos los cómics de supertipos en EE UU, sin excepción, se publican en formato comic book de 22 páginas y que en España habría que tener un lector / seguidor muy fiel para mantener la regularidad de una serie que, con toda probabilidad, se compra con pocos meses de diferencia con respecto a su edición original, Dolmen opta por la publicación de varios de estos comic books en tomos recopilatorios que abarcan arcos argumentales completos. Esta reseña conjunta de SuperPatriot. Guerra contra el Terror y Brit: Volumen 2, pretende acercar al posible lector un universo superheroico distinto y lleno de aventuras entre las que perderse a la vez que se presenta a estos dos personajes. Se hablará de supersoldados, de nuevos universos ficticios y de cómo salvar el mundo en el lapso de tiempo que hay entre el final de la cena y el comienzo de una peli nocturna. Bienvenidos al universo IMAGE.

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The Brit al frente del ejército de héroes del nuevo universo Image.

 
1. Image. En busca de la propia identidad
 
Desde que Todd McFarlane, Erik Larsen, Jim Valentino, Marc Silvestri, Rob Liefeld, Whilce Portacio y Jim Lee fundaron, allá por 1992, la editorial independiente de cómics IMAGE con la idea de una gran empresa que respetase los derechos de autoría de los creadores de cómics ha llovido mucho en la compañía del logo en forma de i minúscula. Tras los sucesivos cambios en la junta directiva, el sello atravesó diferentes etapas y después de que McFarlane y Liefeld dejaran a finales de 1993 la dirección de la editorial, Larry Marder se convirtió en director ejecutivo.
 
Aunque IMAGE se compuso desde un principio mediante la unión de los estudios independientes (y casi unipersonales) de sus creadores (Todd McFarlane Productions, Highbrow Entertainment, ShadowLine, Top Cow Productions, Extreme Studios y Wildstorm Productions, respectivamente), las creaciones de los mismos (Spawn, The Maxx, WildC.A.T.s, The Savage Dragon, Cyberforce, Youngblood, Shadowhawk o Wetworks) fueron conformando poco a poco, ya mediante cameos de los personajes en otras series, ya mediante pobres intentos de crear macrosagas a través de crossovers entre cabeceras al estilo de Crisis en Tierras Infinitas (DC Comics) o La Era de Apocalipis (MARVEL), una suerte de universo en el que todos estos personajes podían campar a sus anchas conviviendo los unos con los otros.
 
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 Guardians of the Globe, el supergrupo.
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Marder incluyó pocas novedades en su época (Witchblade, The Darkness, Gen13) con personajes que no participaron demasiado en ese microverso aún en pañales. A mediados de los noventa, y tras diferencias ejecutivas en el seno de la directiva, Jim Lee creó en 1998 el subsello Cliffhanger, en el que trabajaron nuevos artistas como Humberto Ramos, Joe Madureira, J. Scott Campbell o el español Carlos Pacheco y donde cada título representaba su propio universo.
 
Durante la corta era del siguiente director, Jim Valentino (2002-2004), la editorial se centró en la publicación de títulos de corte indie y sin ninguna intención de crear cruces entre personajes e historias. Pero a propuesta de Erik Larsen, que comenzó a dirigir la empresa en 2004, salió a la luz el primer metahumano de la nueva era IMAGE: Invincible. Tech Jacket (noviembre de 2002) era una obra menor en la que aparecía un chavalito llamado Mark Grayson que pretendía, con su sola existencia, parodiar los cómics de superhéroes de DC y MARVEL desde una posición característicamente gamberra. Mark Grayson era el superhéroe adolescente Invencible, y en un sólo número de Tech Jacket se ganó el aplauso de los lectores, que pidieron más aventuras del joven del traje tricolor. Invincible #1 salió a la venta a principios de 2003, y fue tal su éxito que el título, que pretendía ser una obra aislada y parodiadora de las majors, acabó por ser el núcleo del nuevo universo IMAGE. Por sus páginas aparecieron algunos personajes de la primera época que tenían cabida en este "nuevo mundo" (The Savage Dragon) y otros hicieron su aparición estelar a modo de concepto (el supergrupo de la IMAGE de la nueva época) para tener (casi diez años después) su propia serie (Guardians of the Globe).
 
Eric Stephenson, mandamás desde 2008, no podía dejar de ver las posibilidades de esta nueva gallina de los huevos de oro, y aunque se promovieron nuevas direcciones editoriales con productos alejados de las capas y el spandex (The Walking Dead), las páginas de Invincible (ahora la serie regular más vendida de la editorial) también fueron utilizadas (y se sigue haciendo) como trampolín para probar la popularidad alcanzable por nuevos personajes a fin de conocer sus posibilidades editoriales en el mercado. SuperPatriot y Brit son prueba de ello.
 
1.1. Dos ejemplos, o cómo se plagia la fórmula del supersoldado
 
Desde que en 1941 Jack Kirby y Joe Simon crearan al Capitán América para Marvel Comics, no pocas han sido las parodias, plagios e intentos de copia que se han ido produciendo para repetir la "fórmula" del mayor abanderado de los EE UU: la fórmula (o el suero) del supersoldado. La misma Casa de las Ideas tiene al menos una docena de "copias" del Capi: U.S.Agent, Capitán Britania (triste pero cierto, que sus historias fueran buenas creaciones de Alan Moore es otro cantar) o simplemente The Captain.
 
IMAGE no podía ser menos, y repitiendo la fórmula del supersoldado, sacó a la luz dos personajes que portaban la bandera de las barras y estrellas, ya fuera en su cara o en su corazón.
 
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Portada del tebeo de SuperPatriot publicado en España por Dolmen y que aquí se comenta. 
2. SuperPatriot
 
Como ya hemos dicho, Invincible es el eje de todo el nuevo universo creado por Image, sobre todo a través de Erik Larsen y Robert Kirkman. Aunque SuperPatriot aparece como personaje en The Savage Dragon #1 (en 1991, escrito por Erik Larsen), el modo de introducir a este personaje en el nuevo universo de Image es, cómo no, a través de Invencible. Mark Grayson (alter ego del protagonista que viste con el logo de la editorial), antes de descubrir su herencia alienígena, es un acérrimo seguidor de los tebeos de superhéroes, y entre los pósteres que decoran su habitación aparece el abanderado (y genéticamente alterado) héroe de la II Guerra Mundial (¿reminiscencias del Capitán América?) que lleva en plena cara la bandera de las barras y estrellas, símbolo indiscutible de los Estados Unidos: SuperPatriot.
 
La supresión de aquello que hace del hombre un individuo queda más patente en SuperPatriot. Como un nietzscheano superhombre, Steve Rogers, el Capitán América, sería un individuo diferenciado del "rebaño" conformado por los humanos corrientes por sus capacidades físicas genéticamente mejoradas. Tal y como le ocurrió a SuperPatriot cuando, en plena II Guerra Mundial, fue secuestrado y modificado por encima de sus capacidades por los locos (y típicos) científicos nazis que tantos argumentos de tebeos han nutrido a lo largo de los años. Pero cuando en una guerra posterior la mayor parte de su cuerpo es destrozado, tenemos esa pérdida o supresión de humanidad (al menos de manera estética) de la que hablábamos al principio del párrafo: sus piernas y brazos amputados son sustituidos por prótesis metálicas, y sus ojos, reemplazados por visores de alta definición. Estas "mejoras" aumentan aún más sus capacidades, pero lo distinguen del resto, ya no sólo en sus actuaciones superheroicas, sino en todo momento por culpa de ese aspecto de cyborg que encuentra en su espejo cada mañana al levantarse.
 
2.1. Guerra contra el terror
 
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 Kirkman, guionista de esta serie.
El arco argumental conformado por los cuatro números de War on Terror es una curiosa amalgama de costumbrismo y parodia. Mientras que por una parte asistimos al difícil día a día de un funcionario (con o sin poderes) con una mujer varios años menor que él y cuyas mayores preocupaciones son tener su puntual ración de sexo diario, quedarse embarazada y que su maridito termine pronto el trabajo para que puedan cenar juntos y ver una peli antes de dormir, por la otra vemos la paródica jornada laboral que un superhéroe en la nómina del gobierno estadounidense sufre cada día. Como si de un cirujano se tratase, recibe llamadas de urgencia en los momentos más inoportunos (en la cama tras una dura sesión de sexo con su mujer, antes de cenar, a la mitad de su programa favorito) para ir a batirse, ya sea con cerebros con ansias imperialistas que toman el control de una cárcel de alta seguridad, ya sea con dictadorzuelos nonagenarios que intentan recordar la gloria perdida.
 
Es aquí donde la parodia toma carices de broma. Si el Capitán América hace de cada muerte un clavo más en el ataúd de su alma y su patriotismo, SuperPatriot se enfrenta a la masacre de un pueblo entero con una frivolidad propia de un inconsciente. Con ello nos dan a conocer otro aspecto de los superhéroes, el que se toma su trabajo de salvar al mundo como lo que es, un empleo por el que el gobierno le paga. Que lo haga mejor o peor es lo que dará mayor o menor heroicidad al personaje. Incluso el momento en que recuerda la muerte de sus hijos mayores (ensombrecida por la demanda judicial de la esposa del villano que acabó con sus vidas) se nos antoja como una farsa del dolor que siente (en casi todas las historias en las que rememoramos sus orígenes), por ejemplo, Bruce Wayne al rememorar la muerte de sus padres.
 
El volumen termina con un cuadro costumbrista de auténtica naturalización de la ficción del superhéroe: mientras cae desde un rascacielos en medio de una lucha con un villano, recibe una llamada (por el teléfono integrado en la tecnología insertada en su brazo de cyborg) del hospital, que le anuncia que su mujer se ha puesto de parto. Cambio de escenario pero no de situación, y tenemos un paralelismo exacto a continuación: mientras abraza a sus dos mellizos, una explosión en el exterior del hospital le hace abandonar su papel de amante padre, recogerse las babas y saltar por la ventana decidido a salvar América una vez más. Pues eso pone en el cheque que todos los meses recibe.
 
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Brit y Britney, dos albinos de armas tomar. 
3. Brit
 
Creado a principios del s. XXI en su serie homónima (julio de 2003), Brit es, estéticamente, un trasunto de Doc Savage. Pelo corto a lo marine (aunque con patillas), camiseta ajustada que se destroza a la mínima explosión, pantalones anchos, botas militares y cinturón multiusos (con bolsillitos, no el modelo high tech de Batman). Sus poderes sólo están representados en una invulnerabilidad con un grado bastante alto de resistencia. Casi nada puede herirlo. Aparte de eso, Brit tiene la fuerza de un hombre de mediana edad entrenado en el ejército, conocimientos tácticos militares y poco más (si exceptuamos unas botas con retropropulsores que le hacen volar). Sus poderes, su pasado y sus orígenes son un misterio. Tiene el pelo blanco (Doc Savage muestra una piel color bronce) y, allá donde va le sigue su amigo y enlace con el gobierno Donald Ferguson, androide y funcionario.
 
Las historias de Brit están mucho más dirigidas al puro entretenimiento. No nos hacen pensar en grandes conspiraciones, los problemas personales no tienen cabida (a excepción de un divorcio que apenas le preocupa), y la simple aventura adrenalínica (explosiones, destrozos, robots gigantes, dinosaurios…) es la constante de la cabecera.
 
Su popularidad ha hecho que IMAGE lo incluya en la nueva formación de su propio supergrupo: Guardians of the Globe.
 
3.1. Volumen 2: Ausente sin permiso
 
Los números 1 al 6 del primer arco argumental del segundo volumen nos presentan a un Brit que, tras divorciarse y cambiar de jefe, ve cómo su vulnerabilidad está perdiendo efecto. Tras una momentánea escena en que parece que muere, Donald y la recién aparecida y presentada en la serie hermana de Brit, Britney, con menor resistencia que su hermano pero mayor poder ofensivo, descubren una trama que ha estado clonando a Brit. Todo ello en un episodio lleno de tentáculos que nos recuerda bastante a Venom y algunas historias del famosos Trepamuros.
 
Como decimos, pura adrenalina. Donald y Britney, también canosa pero de aspecto mucho más juvenil que su hermano, encuentran al auténtico y amnésico Brit (¿alguien dijo Proyecto Arma-X?) para, acto seguido, descubrir una trama dentro del propio departamento que se arregla tras varios mamporros, gentileza de los hermanos albinos Brit y Britney.
 
Tras este despliegue de testosterona, bilirrubina (que diría Juan Luis Guerra), curvas generosas, fuego, robot y grandes armas, estamos ante un tebeo que sólo busca divertir y entretener. Y lo consigue. IMAGE suple ese hueco que DC y Marvel han dejado con tanta conspiración que rige los designios hasta del humano más insignificante. Si echábamos de menos héroes “a la antigua”, Brit es la opción acertada.
 
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 Una máscara para un cyborg.
4. Conclusiones
 
Dejando a un lado la evidente pérdida de humanidad que ha dejado impresa IMAGE en sus "supersoldados", a los guionistas no les bastaba con poner a un individuo por encima de sus capacidades humanas en cuanto a fuerza, agilidad y resistencia, tenían que injertarle miembros y ojos biónicos. No contentos con eso, resuelven obligarle, además, a llevar un pañuelo de la bandera estadounidense en miniatura tapándole toda la cara, ¡Por Dios, que tiene ojos de cyborg! Y otro punto más para los chicos de IMAGE: la naturalización de la ficción que del superhéroe hace la editorial (muy en boga los últimos tiempos) mediante los problemas de un hombre medio (paro, hipoteca, divorcio, hijos). Sí, es cierto que la editorial ha sabido, en esta "nueva encarnación", superar sus intentos de plagio y parodia (e incluso autoparodia) para demostrar que se pueden contar historias sobre supertipos, si no obras legendarias, sí diferentes y, sobre todo, muy entretenidas, que se alejan de las grandes historias de las majors. Estos héroes tienen problemas, sí, pero son más parecidos a los de aquel joven Peter Parker que temía llegar tarde a clase tras salvar Nueva York de las calabazas del Duende Verde por enésima vez. Son cómics hechos para entretener. Y lo consiguen, que es lo importante. Porque ¿no es por eso para lo que se hacen cómics de superhéroes?

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SuperPatriot. Guerra contra el terror
Guion: Robert Kirkman
Dibujo: E. J. Su
Dolmen Editorial, 2010.
(SuperPatriot 1-4 “War on terror”; IMAGE 2010).
96 páginas en color.


 
BRIT. Volumen dos: Ausente sin permiso
Guion: Bruce Brown
Dibujo: Cliff Rathburn, Andy Kuhn
Dolmen Editorial, 2010.
(BRIT vol.2 1-6; IMAGE 2010).
152 páginas en color.

Creación de la ficha (2010): Rafael Ruiz Dávila. Revisión por Manuel Barrero. · Datos e imágenes propiedad de Image Comics.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
RAFAEL RUIZ-DÁVILA (2010): "El universo Image. Cuando la parodia se vuelve obra per se", en Tebeosfera, segunda época , 6 (9-XI-2010). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 06/V/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/el_universo_image._cuando_la_parodia_se_vuelve_obra_per_se.html