EXTRAÑA COTIDIANIDAD. ENTREVISTA A ESTEBAN HERNANDEZ
ESTEBAN HERNÁNDEZ, FÉLIX LÓPEZ, MANUEL BARRERO

TEBEOSFERA. Usted nace, crece y persiste. Cuéntanos toda la historia de este título.

ESTEBAN HERNÁNDEZ. Al principio, cuando desaparecieron las dos revistas donde publicaba utilicé el fanzine para darle salida a lo que tenia inédito. Después, hasta el último número que ha salido –excepto el cuarto-, me he autoeditado para recopilar las historietas cortas que había publicado en otras revistas, pero para el próximo número le daré un uso más catártico. Autoeditarse es más inmediato que dibujar una novela grafica.

Cubiertas completas del primer y quinto número de Usted.

Intento sacar un número cada año: lo coordino y lo financio por mi cuenta. Pido colaboraciones a quien me gusta lo que hace y selecciono o dibujo mis páginas.  Después es con Martín López desde el sello “Ediciones Valientes” con quien me encargo de maquetarlo y editarlo. Una vez impreso lo mando a la distribuidora, hago dos o tres presentaciones y al cabo de un año otra vez a empezar.

El fanzine estuvo nominado en Expocómic y el Saló de BCN en el 2008 y eso me hizo sentir muy bien.

T. Has participado en muchos concursos pero no has ganado tantos. ¿Qué crees que falló?

Página de Suéter (2009)

T. El premio de FNAC/Sinsentido, logrado en enero de 2010, ¿qué puertas nuevas te abrió?

E. H. Creo que aún es pronto para sacar conclusiones. Para mí, el verdadero premio es publicar el libro en Francia. Todas las novelas gráficas premiadas en este concurso han sido editadas allí y han generado otros libros del mismo autor. Con el premio te dan mucho dinero y consigues más público rápidamente, pero cada año hay un nuevo premiado y hay que seguir trabajando para que las puertas se abran realmente.

T. En tus dibujos vemos a Franquin, Tha, Ágreda, Fontdevila, acaso Miguel B. Núñez…, seguro que hay más influencias. Háblanos de ellas por extenso, por favor.

E. H. Os agradezco mucho esas referencias. No soy consciente de ellas y todos esos dibujantes me parecen la leche. Recuerdo que mis influencias directas más febriles fueron Fernando de Felipe, Miguelanxo Prado o Charles Burns. Pero de eso hace años. A esa gente incluso le copiaba algunas cosas, como por otro lado, siendo niño, copiaba también dibujos sueltos de Ibáñez o McFarlane.

Después aquello se diluyó y hasta hoy, desde hace unos 10 años, he estado dibujando páginas y tomando apuntes del natural a buen ritmo. Seguro que el conjunto ha conseguido el resultado.

	Pagina de Mik y Kim para Tretzevents.

E. H. Envié Mik y Kim a Treztevents porque allí pagaban bien. Con la serie intento no infravalorar a los niños. Los personajes hablan mucho entre ellos y con el dibujo estoy contento. Son una especie de pelusas en medio de un desierto. El carácter de los personajes me lo da la propia producción de páginas.

Llevo un año dibujándolos en la revista y me han servido para desconectar de otras cosas más largas y absorbentes.  También me sirve para entrenar el color.

T. ¿Te resulta más fácil o más complicado hacer historieta infantil que sátira?

E. H. Se me hace muy difícil arrancar la carcajada del lector, puedo conseguir una risa pero lo complicado es hacer que alguien explote así.

De todas maneras, todo lo satírico que he hecho ha sido más corto, principalmente tiras cómicas, mientras que en infantil dispongo de dos páginas y puedo desarrollar más las cosas.

T. Háblanos de Psicóloga Novata para El Jueves. ¿Con qué grado de libertad te dejan expresarte en sus páginas y cómo crees que ha cambiado la filosofía editorial de la revista con el tiempo?

E. H. Psicóloga Novata fue la cuarta propuesta que envié a El Jueves. Mis anteriores intentos no gustaron pero en todos ellos hice lo que quise.

La serie estuvo publicándose durante ocho números, así que no tengo suficiente perspectiva como para hablar de la filosofía editorial de la revista.

Ahora, la sección de tiras ha desaparecido, pero creo que conseguiré publicar otras cosas allí.

Dos tiras de la serie Psicóloga Novata para El Jueves.

T. En tus historias suele ser tema invitado la melancolía, y también la soledad, vividas por personajes esquizofrénicos o con problemas de identidad. ¿Por qué estos temas? ¿Sobre qué ejes vas tejiendo tus historias y por qué, si puede saberse?

E. H. Intento mucho eso de “te podría pasar a ti” con mis historietas pero esto, de lo que sufren mis personajes, es la consecuencia de exagerar mis cosas y de lo que me invento cuando escribo un guión. Creo que así consigo que mis trabajos empaten con el lector y que incluso, en ocasiones, les haga reír. Al fin y al cabo, lo que has enumerado es endémico, eventualmente, de cualquiera. Todos nos enfrentamos a esas cosas o conocemos muy bien a alguien que lo ha hecho.

A mí, en particular, me encantan las pasiones humanas civilizadas. Aquellas en las que uno para sí mismo y poco a poco descubre, o expone más o menos con claridad a un tercero, los mecanismos internos para convivir con sus monstruos. Las de ensayo y error pragmático, sensible y autoconsciente.

T. Mantienes y cuidas una línea muy depurada. ¿Esto te parece importante para narrar, para transmitir mensajes, o crees que no es tan importante?

E. H. Una manera particular de dibujar tiene mucho que ver con lo que se está contando. Charlie Brown no sería lo mismo dibujado por Jack Kirby, sería otra cosa muy diferente. Creo que para contar mis propias ideas es importante mi manera de dibujar. Hoy estoy cómodo, pero también me apetecería, si pudiera, dibujar de otro modo otros contenidos.

Muestra de Pintor.		Página para El Manglar.

T. ¿El Manglar es una buena opción, como revista, en el mercado presente?

E. H. Eso deben saberlo en Dibbuks. Yo, además de publicar allí, disfruto de El Manglar como lector. En la revista han aparecido páginas de Dupuy y Berberian, Frederik Peteers, David Sánchez, Carlos Vermut y el nivel siempre me ha parecido bueno. Siga o no, El Manglar me parece una buena manera de leer tebeos. Yo, quizá, haría un número anual o semestral más grande.

T. Pasemos ahora a la batería de preguntas genéricas. ¿Qué es la historieta para ti? ¿Qué debería ser un historietista según tú?

E. H. La historieta es un medio, y un historietista debería ser una persona con una fuerte necesidad de hacer historietas.

	Ilustración titulada "Freak Show".

E. H. Lo mejor es cuando cuadras un guión, acabas la planificación y todo lo que has escrito coge forma de tebeo y funciona. Algunos aspectos sociales también son fantásticos.

A veces se me hace muy cuesta arriba la cantidad de trabajo y de energía que tengo que invertir para quedarme a gusto. De normal, el nuevo trabajo acabado se expone a la crítica y al público y si va mal nunca te puedes quejar de ningún jefe en ninguna dirección porque todo el mundo tiene una opinión.

Yo dibujo los tebeos que decido hacer, y frente a este tipo de incertidumbres sólo me  queda encerrarme otros diez meses a currar, empezar otro libro y exponerme a lo mismo de nuevo. Creo que es la propia naturaleza de lo creativo y tiene algunos momentos malos.

T. ¿Qué personaje de cómic te gustaría haber creado?

E. H. Me gustaría haber creado a Joe Matt en su propia autobiografía “Pobre cabrón”, pero para eso hay que ser Joe Matt. Él mismo como personaje me parece la repera.

 T.  Cita tres clásicos de nuestra historieta. Y cita tres de las mayores promesas de futuro con menos de 30 años. Sí, sí, sólo tres de cada. Y, si puedes, argumenta tus elecciones, por favor.

E. H. No los considero clásicos pero los tres tienen al menos un título que a mí me parece histórico. Fernando de Felipe (Museum), Miguel Brieva (Dinero) y Jan (casi cualquiera de los antiguos).

Los de menos de treinta :
Álvaro Nofuentes. Porque además de ser amigo, hace unos comics bajoneros y acertadísimos.
Álvaro Ortiz. Porque se ha autoeditado un tebeo mudo, Fjorden, que le ha quedado bien bonito.
Rubén Fernández. Porque me río con lo suyo en El Jueves.

T. Has nacido en una España democrática, ¿en qué crees que hace eso diferente tu obra de los tebeos que se hacían antes?

"Gatos" para Quattrocento (2008).

Ya sea en un tebeo escrito y dibujado en nuestros ochenta o durante la dictadura, el trasfondo político y social tiene una presencia y algún tipo de voz narrativa. Creo que no importa que se trate de  humor o de ficción.

T. ¿En tu caso, ¿el estilo surge tras la formación o la identidad artística debe anteponerse a cualquier imposición formativa?

E. H. Los años que pasé en el bachillerato artistico y en Bellas Artes me dieron mucho tiempo para producir tebeos. La formación que te pueda dar un profesor para narrar tebeos en uno o en otro lado es nula. A narrar se aprende practicando con o sin formación. Por otro lado, leí una entrevista a Carlos Giménez en la que decía que se dibuja como se escribe. No como uno quiere, sino como le sale hacerlo. Yo estoy de acuerdo.

T. Tú siempre has tenido una historieta en mente, un proyecto que quisieras hacer. Dinos cuál.

	"El duelo" (inédito).

T. Tú has elegido un género del cómic para expresarte. ¿Por qué esa elección y qué opinas del resto de géneros?

E. H. Siempre me ha gustado el cómic. Durante mi formación académica he podido pintar, modelar, trabajar en algún equipo de rodaje amateur, editar audiovisuales y sin ninguna formación y durante algunos años he tocado la batería.

Siempre he dicho que cada género artístico tiene una cota base de ego para sus practicantes, más o menos grande según qué hagas. Es mi perspectiva, claro, y después de todo me he sentido más cómodo en trabajos creativos individuales. Con o sin dinero de por medio, en los equipos siempre hay gente realmente válida y personas muy poco flexibles.

T. En los últimos años se observa una tendencia a la “historieta de la experiencia” (por trazar un símil con la poesía): ¿por qué crees que hay tanto interés por la aventura interior, o el escaparate del yo, últimamente?

E. H. Creo que lo autobiográfico, de entrada, es más cercano y más directo con el lector que, por ejemplo, la ciencia ficción.

Hace un tiempo oí que el tebeo autobiográfico estaba tan explotado que ya había muerto. Por otro lado, tengo la convicción de que si no pones de ti mismo en la ficción que decides narrar, aquello no va a convencer a nadie, y hace poco, un amigo me dijo haber leído no sé dónde que “si haces ficción procura que sea real y si vas a contar la realidad, procura que sea entretenida”.

Creo que la experiencia del autor se suele filtrar en su trabajo y estoy seguro que lo confesional siempre se acaba ficcionando a causa de las exigencias del medio: Al fin y al cabo, la realidad o el recuerdo tienen unos códigos diferentes de los que tiene el cine, el cómic, la literatura, etc.

Serie "Cómo, cuándo y por qué" para Babelia.		Ilustración para la portada para Dos veces breve nº 20.

T. Somos pocos los que disfrutamos con un tomo manga lo mismo que con un álbum francobelga o con un tebeo de superhéroes. Quizá puedas proponer una teoría sobre esta disgregación de las apetencias lectoras.

E. H. No. No puedo. La gente lee lo que le apetece. Yo mismo no soporto algunos géneros de cine con los que otras personas se emocionan. También estoy convencido de que ningún genero es malo por definición y que con cualquiera de ellos se pueden hacer cosas interesantes.

T. ¿Qué lees aparte de cómics? ¿Qué ves aparte de cine y televisión comerciales?

E. H. En proporción leo poco. Pero cuando elijo algo, tiro de clásicos. No veo la televisión de ningún tipo y últimamente apenas me siento a ver ninguna película. Con el cine hago lo mismo que con lo que leo, cuando me decido intento ir sobre seguro. También escucho música, y de vez en cuando voy a alguna galería o a algún museo.

T. ¿De los medios de comunicación existentes en la actualidad cuál hubieras elegido para trabajar aparte del cómic y por qué?

E. H. Creo que intentaría hacer música y supongo que haría por recibir clases. Me compraría una batería eléctrica, un teclado y utilizando samplers de sonido haría mi propia música en casa con mi ordenador. También trabajaría como ilustrador, pero nunca para un periódico porque la actualidad me parece un laberinto y me estresa bastante.

Ilustración de Drácula.

E. H. A primera vista, todo lo que comentas tiene una posible faceta narrativa, pero la manera en la que el autor realiza obras en cada uno de estos medios no tiene nada que ver entre sí, y del mismo modo, ninguno es consumido por su respectivo público de la misma manera. 

T. Imagina que el cómic se "normaliza"... ¿preferirías ser entonces un best seller o un autor jaleado por la crítica más selecta pero poco popular?

E. H. Quisiera poder dibujar lo que yo necesitara contar y vivir de ello sin preocuparme del dinero nunca más.

T. Hablando de la crítica, ¿existe? ¿Sirve para algo?

E. H. No lo sé. Quizá haya algún crítico leyendo esto. Mi trabajo es hacer tebeos y aún no me han puesto ninguno muy patas arriba. No sé si tengo buena perspectiva. Creo que las críticas en España tienen un efecto sobre el público por cantidad más que por calidad. Es decir, si hablan de un tebeo en cien sitios diferentes a lo largo de tres meses va a ser muy difícil que no lo hojees cuando lo tengas a mano. Incluso con todos los críticos en tu contra. Otra cosa es que se venda o que después tengas ganas y sitio donde publicar de nuevo.

Aunque no me cierro en banda, me fío más de las recomendaciones que me hacen algunas personas que me conocen que de las que leo por ahí.

T. Supongamos que el cómic ha llegado plenamente a la universidad. Según tú, ¿qué asignaturas deberían impartirse para formar bien a todo el mundo?

E. H. Bueno, en Angulema hay un master en el que enseñan estas cosas con un nivel de formación universitario. Lo que sí haría es introducir en las clases seminarios impartidos por gente con experiencia haciendo tebeos. Eso también lo hacen allí.

T. En un foso con leones hay un editor, un distribuidor, un impresor y un librero. Puedes salvar a dos. Extiéndete en los porqués.

	Cubierta de Culpable e Historias Cortas (2007).

T. ¿Para qué sirven los festivales de cómic, aparte de para disfrazarse y ver a los amigotes?

E. H. A mí, en su día, me sirvió para ofrecer Culpable e Historias Cortas a varias editoriales. Hoy por hoy casi siempre me animan las sesiones de firmas de mis propios tebeos.

T. Háblanos del concepto "novela gráfica". ¿Qué te interesa de este concepto y qué no?

E. H. La libertad de formato es genial, aunque llegará el momento en que se formalizará y será otra manera más de dibujar y leer un libro.

Si se trata de una estrategia comercial, está consiguiendo que se vendan más cómics, y siempre y cuando no sea una burbuja y tenga solidez, algo así puede ayudar a mejorar las cosas.

Muy a malas, este formato ya ha dejado obras históricas y autores importantes. Eso es bueno.

T. Premio Nacional de Cómic, Museo de Dibujo e Ilustración, Premi Nacional de Còmic, Museu del Còmic i la Ilustració de Catalunya. ¿Qué te dicen estas denominaciones?

E. H. Creo que esto se traduce en reconocimiento y dinero para algunos autores. El gremio del tebeo está muy apaleado, y yo mismo desconfío. Me falta fe en estas cosas, pero por otro lado algo esta pasando. Casi todo lo que has enumerado son hechos. A mí todo este apoyo institucional me parece muy bien. No sé por dónde va a salir pero soy muy positivo. Quizá haya quien opine que soy un ingenuo, pero todo esto me anima a seguir dibujando.

T. ¿Qué opinas del apoyo institucional al cómic, lo ves necesario o no? ¿Crees que los políticos podrían instrumentalizar los mensajes de los cómics que patrocinan?

E. H. No creo que pase como con el cine español. No creo que las subvenciones lo estropeen porque aun si pasara, habiendo metido el Estado mucho dinero para fomentarlo y con potestad como para introducir contenidos, siempre existirían voces disidentes. Principalmente porque creo que  para hacer un tebeo, en digital o en papel, no hacen falta grandes cantidades de dinero y cada vez hay menos intermediarios.

T. Si usas herramientas electrónicas, dinos qué técnicas tradicionales has decidido no utilizar. ¿El uso de las nuevas modifica el mensaje o algún apartado de la obra en sí?

E. H. Utilizo una tableta gráfica desde hace unos años. El uso de las nuevas herramientas me ayuda a acelerar la planificación o a replantear escenas. Creo que cambia la elaboración del trabajo, pero no lo que acaba leyendo el lector. Al fin y al cabo, se trata de narrar, y eso no lo va hacer ninguna herramienta sola.

T. Cómics digitales y cómics digitalizados. Se parecen en algo: los digitales los hacen autores que no cobran (salvo excepciones), los digitalizados implican que el autor no cobra por esa copia digital (salvo excepciones). ¿Cómo regularías esto?

E. H. No lo sé. Quizá abaratando mucho el precio de venta al público y subiendo mucho el porcentaje de venta para el autor. Haciéndole muy fácil la compra del libro al lector: haciéndosela tan fácil y barata que le dé pereza pirateársela.

Ilustración titulada "Disco volante", para una exposición en 2009.

T. ¿Qué sería, hoy, un fanzine; acaso un webcómic no lo es?

E. H. Sí, lo es. Pero una cosa no es excluye a la otra. ¿Cómo era la canción? "Video kill the radio star"… y al final el video convivió con la radio, como la televisión con el cine, o el vinilo con el CD.

T. Háblanos de lo que te traes entre manos hoy mismo y dinos cuándo sale.

E. H. Tengo una nueva novela gráfica planificada, estoy enviando nuevas propuestas a El Jueves, voy a sacar muy pronto el sexto número del Usted, sigo con mi serie en Tretzevents y pronto me voy a autoeditar otra cosa unipersonal.