FIZ: CURSO DE CÓMIC
DE LA ESCATOLOGÍA AL ARTE DE CREAR HISTORIETAS
Los entresijos de elaborar historietas nos atraen ya desde que somos jóvenes lectores cuando los primeros tebeos caen en nuestras manos. Como tales, el arte de las viñetas nos maravilla, y no es extraño que a tan corta edad nos planteemos recrear esos dibujos que tanto nos gustan. Quien más y quien menos ha cogido un lápiz para copiar personajes de lo más dispares (desde Son Goku a Astérix, pasando por Batman o Snoopy) e incluso se ha atrevido a crear historias nuevas. Pasado este momento (más o menos fugaz) serán el tiempo y las propias habilidades las que dictaminarán si esta actividad creativa pasa de ser un mero entretenimiento pasajero a algo más estable.
Cierto es que a día de hoy cualquier persona con un mínimo interés y habilidad en el arte de crear historietas tiene a su disposición guías excelentes, tanto para conocer la composición y creación de los cómics para analizarlos posteriormente como para poner en práctica estos conocimientos. Por poner solo un par de ejemplos, sin ánimo de exhaustividad, podemos recorrer las enseñanzas de todo un clásico en el arte de teorizar y enseñar historietas utilizando el cómic en sí mismo, como es Scott McCloud y su Hacer cómics (2012), que nos desvela, como su subtítulo indica, los «secretos narrativos del cómic, el manga y la novela gráfica». Más próximo al lector español, y con un alcance también mayor puesto que tiene en cuenta todo el proceso editorial, así como todos los agentes implicados, es Cómics: manual de instrucciones (2016), de Bergado, Gálvez, Guiral y Redondo. Ambas obras están dirigidas a un público adulto, pasada la fase de pura imitación de la etapa escolar mencionada anteriormente. Precisamente para un lector mucho más joven y que puede coincidir con ese temprano interés por el cómic más allá del puro divertimento está pensado el Curso de cómic de Kiko da Silva (Francisco Xavier Silva Irago). De hecho, la misma editorial pone hincapié en que este álbum forma parte de su catálogo infantil y juvenil y supone, al menos inicialmente, un cambio de registro en el autor.
El autor gallego nos presenta, de la mano del personaje Fiz, todos o casi todos los secretos que se esconden en la creación y elaboración de un cómic. En un álbum de 56 páginas dirigido especialmente aunque no de manera exclusiva a un público juvenil (más que infantil), Fiz, un niño de tres años con especial debilidad por todo lo escatológico («es el niño más puerco del mundo»), y su amiga Puri (que tiene ciertas dificultades de expresión) nos acompañarán por un recorrido histórico sobre la historieta y nos desvelarán los elementos que la componen. Dos padrinos de excepción presentan a la criatura: Álvaro Pons nos da la bienvenida a este particular mundo de Fiz definido por cuatro simples y, a la vez, aterradoras para los adultos palabras: «¡caca!, ¡culo!, ¡pedo!, ¡pis!», y Jan firma el texto de la contra, que nos desvela precisamente una de las claves de la propuesta de Kiko da Silva: «Lo recomiendo para quien quiera enamorarse del cómic y para quien necesite desmitificarlo, es decir, iniciales e iniciados».
Este Curso de cómic se puede dividir en tres partes. En la primera de ellas el autor nos presenta de manera breve un recorrido por la historia del cómic. Partimos de los antecedentes de los dibujos en las cuevas prehistóricas hasta los códices mayas y medievales. En todos ellos, Da Silva nos muestra sus dotes gráficas y su capacidad de adaptación a estilos diversos de tal manera que en cada caso recrea las muestras de cada una de estas épocas históricas. Este rigor expositivo y visual aparece combinado con los comentarios divertidos y escatológicos de los dos personajes protagonistas: Fiz y Puri. Por un lado, esto acentúa el carácter humorístico del álbum, sin perder un ápice de contenido, y, por otro, sirve al autor para introducir comentarios que van más allá del recurso puramente cómico. Ejemplo de ello lo encontramos cuando se habla de los códices medievales y se introducen conceptos de uso actual, como metalenguaje o multimedia, aplicados a esta época, o cuando se usan en el discurso conceptos y conocimientos propios de la historia del arte, como las filacterias.
Este recorrido histórico prosigue con la presentación de los pioneros del cómic: Yellow Kid o Little Nemo, y las tiras de Krazy Kat, «el primer cómic con el tema de la violencia de género», según Puri, sin olvidar a Töpffer. Acto seguido se repasan a grandes rasgos las características definitorias de las diferentes escuelas, tendencias o mercados (según se mire): la bande dessinée franco-belga, el cómic americano (con Superman como ejemplo) y la «invasión» del manga. Cabe destacar en estos tres ejemplos el uso por parte del autor de los diferentes estilos, tanto en el dibujo como también en la tipografía, para ejemplificar cada muestra de cómic. Este hecho es especialmente evidente en la doble página dedicada al manga, ya que «esto es un manga y todo el mundo sabe que los japoneses leen del revés», como nos advierte una caca en la esquina superior izquierda, con lo cual estas páginas se presentan maquetadas a la inversa, imitando el cómic japonés.
Esta primera parte del álbum incluye una galería de arte que reivindica precisamente la consideración del cómic como tal y sirve también de ejemplo del uso de diferentes tipos de bocadillos para dar voz a los personajes. La distinción entre considerar el dibujo puramente una afición o bien una profesión se ejemplifica desde un punto de vista humorístico con cinco personajes históricos, de Pitágoras a Picasso, que han pasado a la historia por sus aficiones.
La segunda parte del álbum constituye el curso de elaboración de cómic propiamente dicho, después de la primera parte dedicada a la historia del medio. En esta parte se analizan todos los aspectos que un autor debe tener en cuenta si quiere dedicarse a ello, desde los puramente materiales (montar el estudio de dibujo y mantenerlo ordenado, o los materiales para dibujar), a los estrictamente artísticos que implican todas las fases del proceso creativo, así como las habilidades y técnicas a utilizar: la creación de personajes y sus complementos, las expresiones y el uso del humor. La elección del estilo gráfico, las posibilidades que ofrecen las viñetas y técnicas como la elipsis narrativa o los planos son otros aspectos analizados en este capítulo, sin olvidar la documentación y el guion. Entre ellos se incluye, a modo de ejemplo, la historieta del Cowbuey, para ilustrar algunos de estos consejos. Otros, como los planos, incluyen ejercicios prácticos. Todos ellos son una invitación al lector a poner a prueba y a practicar sus habilidades con el lápiz y la plumilla. El tono humorístico que acompaña todas estas explicaciones de carácter técnico, con la escatología del protagonista como eje central, consigue hacer más cercana al lector la complejidad de este arte, pero al mismo tiempo (y como es lógico) aleja al lector de toda consideración seria sobre el tema tratado.
La que podemos considerar la tercera parte del álbum es, de hecho, un cómic protagonizado por Fiz, que se enfrenta a «El ataque de las monstruosas cacas vivientes». Se trata, de hecho, de una historieta que ya había aparecido en la revista Fiz , (Retranca , 2011), publicación de la cual solo salió el primer número. Se trata de una muestra práctica de algunas de las técnicas expuestas anteriormente, impregnada de la escatología humorística característica del personaje protagonista. Destaca, eso sí, la inclusión de una «historieta con realidad aumentada analógica»: asistimos a la reproducción del cómic que el personaje de Puri está leyendo en la viñeta anterior, en un interesante ejercicio de metacómic.
Cierra el álbum un epílogo que es a su vez un ejemplo más dentro del cómic. En esta ocasión, del uso de las viñetas para construir un discurso. Antes del epílogo es el propio autor el que toma la voz para presentar un decálogo de consejos para ser autor de cómics, el encabezado de los cuales es bastante ilustrativo: 1: Olvídate de los títulos. 2: Sé muy curioso. 3: Ilusiónate con todo lo que hagas. 4: Estudia el trabajo de otros autores. 5: Lee y escribe. 6: Dibuja páginas. 7: La práctica hace al maestro. 8: No tengas miedo a cometer errores. 9: Sé constante, deja de posponerlo todo. 10: Aprende a ser autónomo y derechos de autor.
El Curso de cómic de Fiz nos ofrece, en definitiva, algunos de los secretos del arte de crear historietas, y lo hace utilizando el humor como arma para presentar al lector conceptos y técnicas que vistas de otro modo harían desistir a los futuros jóvenes artistas. Aunque se trata de una obra dirigida al público juvenil, no hay que olvidar las palabras de Jan, ya que es cierto que Kiko da Silva disfraza su discurso para llegar a un público determinado, pero la información (y el trabajo previo) que contiene la historieta nada tiene que envidiar a otras obras de carácter mucho más teórico y a veces mucho más inaccesibles, especialmente a ciertas edades. A pesar de ello, algunas de las bromas internas incluidas por el autor raramente podrán ser interpretadas y entendidas por un público juvenil, con lo cual, en algunos casos será necesaria una nueva lectura de la obra. Por el contrario, un lector adulto, que captará estas referencias sin dificultad, probablemente no se planteará a priori la lectura de este cómic como un curso histórico y teórico en sí, sino más bien como un entretenimiento. No hay que olvidar, por último, las potencialidades didácticas de un cómic de este tipo, que puede ser una herramienta útil para introducir el cómic en el aula o para utilizar y adaptar algunas de las técnicas y herramientas incluidas y ponerlas en práctica con los estudiantes más jóvenes.
Referencias bibliográficas
BERGADO, R.; GÁLVEZ, P.; GUIRAL, A., y REDONDO, J. (2016): Cómics: manual de instrucciones. Bilbao, Astiberri.
McCLOUD, S. (2012): Hacer cómics. Secretos narrativos del cómic, el manga y la novela gráfica . Bilbao, Astiberri.
