GABRIEL HERNÁNDEZ WALTA
EL ARTISTA DESVELADO
Hernández Walta está consiguiendo un vasto reconocimiento como dibujante de cómics desde que se incorporó a las series de mutantes de Marvel. Pero este melillense criado en Málaga y que vive en Granada lleva ya casi diez años haciendo cómics estupendos de variados géneros. Entrevistamos hoy al excelente dibujante de El Velo y El bosque de los suicidas, entre otras obras.
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| Página de una de sus historietas para el Injuve. | |
TEBEOSFERA. En el catálogo del Injuve que ganaste se publicaron tres historietas con cierta influencia de Cortázar en el guión. ¿Sigues queriendo hacer obras propias?
HERNÁNDEZ WALTA. Sí, la verdad es que es mi intención a medio plazo. Lo que sucede es que aún no me veo con capacidad suficiente como guionista para poder contar historias de este tipo con la suficiente solvencia.
T. Aquel premio te empujó a ser dibujante de cómics. ¿Qué te atraía de ese medio? ¿Y qué es la historieta para ti?
H. W. Siempre me han gustado los tebeos, así que me pareció natural dedicarme a ello. Al iniciar los estudios de Bellas Artes empecé a pintar, y también me encuentro muy cómodo haciéndolo. Lo que me atrae de ambos medios es lo directos que son, la conexión que noto entre lo que intento expresar y el resultado final.
La historieta es un medio con el que, a través de imágenes y palabras, se narra una historia. Por ello, un historietista debe dominar, sobre todo, los mecanismos básicos de la narración y de la representación bidimensional.
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| | Portada de la antología de cómics de horror basados en R. L. Stinede en su reciente edición sueca. |
T. ¿Qué pasó entre lo del Injuve y “El ladrón de días”? H. W. Pues pasó que conocí a El Torres, mandó muestras de trabajos míos a IDW y me encargaron el dibujo de tres números de una serie que se llamaba CVO. Cuando preparaban la adaptación de "El ladrón de días", le enseñaron dibujos míos a Clive Barker (autor de la novela) y éste aceptó que fuera yo el encargado de dibujar dicha adaptación.
T. El horror parece ser un tema de tu gusto, pero apostaría a que te atrae más el asunto de la suspensión de la incredulidad que el saldo gore. ¿Es así?
H. W. ¡Yo mismo no lo podría haber expresado mejor! Lo que más me gusta del terror o de la fantasía o de, ya puestos, el "realismo mágico", es la posibilidad de imaginar, y después plasmar, escenas que, partiendo de elementos cotidianos, causen inquietud, extrañeza. Intentar evocar, en fin, el famoso "sentido de la maravilla".
Por ejemplo, a mí me encantaría poder hacer adaptaciones de relatos de escritores como Stanislav Lem, Julio Cortázar o Ray Bradbury.
T. ¿El estilo nace o se hace?
H. W. Opino, sinceramente, que si buscas tener un estilo propio de forma premeditada, nunca lo vas a encontrar. El estilo se va formando mientras trabajas y vas tomando pequeñas o grandes decisiones que van modificando tu forma de trabajar.
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| Diseño del autor del personaje principal de The Veil. | |
T. Llegaste a EE UU con un estilo en el que se mezclaban Miller con Sienkiewicz. ¿Te escogieron por eso?
H. W. En IDW tienen un gusto bastante ecléctico, y desde un principio pensé que podía encajar en alguno de sus proyectos. Debo reconocer que tenía bastantes prejuicios con respecto a las editoriales americanas, pero, a día de hoy, ningún editor ha puesto ninguna pega a mi forma de dibujar. Lo que sí te exigen es controlar la narración ¡y cumplir las fechas de entrega!
T. Supongo que tras esa primera experiencia te percataste de lo que tiene de bueno y de malo esta profesión…
H. W. Lo mejor para mí de dibujar un cómic es la sensación de control casi absoluto sobre el resultado final. En cuanto a lo peor de la profesión, supongo que la presión de las fechas de entregas, aunque también tiene su parte positiva.
T. Saltaste de hacer horror para IDW a dibujar superhéroes para Marvel. Lo cierto es que las atmósferas de ambos “universos” están cada vez más cerca. ¿Lo ves tú así?
H. W. Es verdad que, actualmente, en Marvel hay bastante variedad en el enfoque de las distintas colecciones. Además, los editores de Marvel con los que trabajo tienen un gusto muy amplio, así que, a pesar de hacer tebeos de superhéroes, les gusta probar con estilos diferentes dependiendo del guión. Esto hace que para algunas historias busquen un tono más indie, por decirlo de alguna forma.
T. Ahora estás trabajando con mutantes, pero aparte de ellos, ¿tienes algún personaje favorito?
H. W. La verdad es que me suelen gustar más las historias en su conjunto que un personaje en concreto, pero si tuviera que decidirme por uno que me gustaría haber dibujado, diría que me gustaría haber creado a Rorschach.
T. ¿Cómo se trabaja con un tipo loco por los cómics de horror o de fantasía heroica pero que es capaz de escribir un cómic sobre Lorca?
H. W. Se trabaja muy bien, la verdad. Juan (que así se llama El Torres) tiene una gran cultura audiovisual y literaria, además de ser un gran devorador de tebeos, por lo que conoce muy bien las claves de cada género. Además, escribe unos guiones totalmente visuales y nunca se enfada si cambio algo, siempre está abierto a cualquier propuesta que yo le pueda hacer.
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| Portadas de dos de sus series de horror junto a El Torres. | |
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T. El velo funcionó bien en España. ¿Cómo se ha portado el público con El bosque de los suicidas?
H. W. Tanto El Velo como El Bosque de los Suicidas han supuesto para nosotros, sobre todo, la posibilidad de hacer lo que nos diera la gana, tanto en género como en narrativa y en estilo de dibujo. No sé las cifras de ventas en España, pero en el Salón de Barcelona se agotaron las existencias. La verdad es que los dos tebeos han tenido muy buena acogida en España, y eso es algo de lo que estamos muy satisfechos.
T. Demos un repaso a cuestiones algo más generales. ¿Para ti, qué vincula al cómic con la literatura, el teatro, la ilustración, el cine, el videoclip?
H. W. Todos estos medios tienen como fin último la narración de historias, y todos, excepto la ilustración, se caracterizan por usar la representación del paso del tiempo como herramienta básica de expresión.
T. Si tuvieras que enseñar a hacer cómics, por ejemplo en la Universidad, ¿qué asignaturas deberían impartirse forzosamente?
H. W. Creo que habría que empezar dando nociones generales de materias como estructuras narrativas y fundamentos del dibujo, para después profundizar en aspectos más particulares del propio medio, como la planificación de viñetas o la paginación.
T. Cita tres nombres de autores españoles que consideres “clásicos” y dinos por qué.
H. W. Jesús Blasco, porque competía en igualdad de condiciones con profesionales del extranjero y, en la mayoría de los casos, los superaba en calidad. Alfonso Font, por la misma razón. Y Jan, porque me he pasado horas y horas mirando sus dibujos, y en España se necesitan más autores que sepan dirigirse a lectores de todas las edades.
T. ¿Crear en democracia, como ha sido tu caso, en qué hace diferente tu obra?
H. W. Creo que la principal ventaja de la democracia es que los profesionales del medio nos podemos concentrar en hacer obras en las que la calidad y el interés del público sean sus únicas motivaciones, sin necesidad de tener que preocuparse por la censura o por la necesidad de militancia activa en contra de una dictadura.
T. Ahora poca gente lee todo tipo de cómics, desde superhéroes a manga. ¿Por qué crees que ocurre esto?
H. W. Creo que tiene que ver con lo que empiezas a leer de pequeño o con lo que, de alguna manera, te ha impactado en un momento u otro. Yo, como profesional del medio, intento no leer siempre el mismo tipo de cosas, pero debo reconocer que no soy un gran lector de manga.
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| | Libro con historietas de varios autores publicado por Vertigo en el que participó nuestro autor. |
T. Tú haces tebeos de acción, fantasía y horror. ¿Qué opinión te merece la historieta de corte autobiográfico?H. W. Supongo que esta tendencia surgió por la saturación en cuanto al tipo de historias que se venían contando. A mí me parece que ahora mismo hay, precisamente, una saturación en el mercado de este tipo de narraciones autobiográficas que, al fin y al cabo, también responden a esquemas muy repetitivos, como les puede suceder a las historietas de superhéroes o a las de aventuras. Soy de la opinión de que si el autor no ha vivido unas experiencias realmente interesantes, un tebeo autobiográfico se convierte en poco más que exhibicionismo y cotilleo.
T. Danos tu opinión sobre el concepto "novela gráfica".
H. W. Creo, y me parece que es una opinión bastante extendida, que es una etiqueta que no define realmente nada concreto pero que ha servido para derribar ciertos prejuicios de un sector del público que no se había interesado por los tebeos hasta ahora.
T. ¿Qué lees/ves aparte de cómics?
H. W. Siempre tengo alguna novela empezada en mi mesita de noche, y en cuanto al cine, me encantan las películas como Olvídate de mí y, en general, las series de televisión o las películas que, experimentando con el medio, no se olvidan de entretener.
T. ¿Preferirías ser considerado un autor experimental pero atrevido jaleado por la crítica o bien un dibujante muy popular y acomodado en las tendencias? H. W. Para mí sería ideal compatibilizar las dos situaciones. ¿Acaso películas como El padrino no consiguieron un gran éxito en taquilla y son, además, considerados clásicos de la historia del cine? Me parece que, en demasiadas ocasiones, se considera que lo que vende mucho es necesariamente malo y que, por el contrario, si algo es marginal ya es válido automáticamente.
T. Hablando de la crítica, ¿sirve para algo?
H. W. El problema con la crítica es que no siempre se le exige el rigor y la profesionalidad que se les exige a los profesionales del medio, sea éste el que sea.
T. Corre por ahí la idea de que las nuevas tecnologías permitirían eliminar de la ecuación de la industria del cómic a intermediarios como el librero, el distribuidor o incluso al editor. ¿A cuál echarías tú a los leones?
H. W. Teniendo en cuenta el actual mercado del tebeo en papel, no me veo en condiciones de eliminar a ninguno de estos intermediarios entre el autor y el lector, así que compraría un buen filete de gacela e intentaría convencer a los leones de que ya está bastante difícil vender historietas como para complicar aún más la situación.
T. ¿Cumplen su función los festivales de cómic españoles?
H. W. A mí me han servido para un montón de cosas: conocer a mis lectores, a otros dibujantes, ver originales de dibujantes que admiro y, además, para conseguir trabajo.
T. ¿Qué significan, según tú, los constituidos premios nacionales de cómic y los existentes o futuros museos de la historieta?
H. W. Me dicen que la historieta empieza a tener una mayor proyección en ámbitos tradicionalmente reservados a otras manifestaciones culturales. Siendo esto intrínsecamente positivo, también creo que no tenemos que tener ningún complejo de inferioridad por que los tebeos no sean considerados por la intelligentsia como un medio de expresión a la altura de los tradicionales.
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| Walta dibujó en esta serie sobre Zombies versus Robots que lanzó IDW recientemente. | |
T. ¿Qué opinas del apoyo institucional al cómic, lo ves necesario o no? H. W. Yo recibí el premio del Injuve en el año 2002 y lo cierto es que eso fue lo que me animó a intentar meter la cabeza en este campo de forma profesional. Pero creo que una cosa es ayudar a empezar y otra muy distinta es necesitar de las instituciones para ganarte la vida.
T. ¿El uso de las nuevas tecnología modifica el mensaje o algún apartado de la obra?
H. W. Lo cierto es que únicamente uso el ordenador para escanear mis páginas, porque uso métodos tradicionales para realizarlas. En todo caso, mi opinión es que la técnica usada no tiene por qué modificar el mensaje; simplemente, cada autor debe usar la herramienta que le resulte más cómoda y apropiada para contar lo que quiere contar.
T. ¿Ves viable el mercado de los cómics digitales (o digitalizados)?
H. W. Creo que el futuro de los cómics digitales pasa por, primero, que aprovechen todas las posibilidades del medio, es decir, que no sean sólo la versión escaneada de los ejemplares en papel, y segundo, que resulten rentables para el que los hace y el que, eventualmente, los distribuya a través de plataformas digitales. Si esto no sucede, creo que, directamente, no llegará a convertirse en un mercado viable.
T. Dinos qué acabas de publicar y qué se vislumbra en el horizonte.
H. W. Acaba de ser publicada la versión española de The Suicide Forest bajo el sello de Dibbuks y con el título de El bosque de los suicidas y hay varios trabajos que he hecho para Marvel que todavía no han visto la luz en España y que supongo que lo irán haciendo en los siguientes meses.
T. En breve saldrá a la luz un libro sobre ilustradores andaluces en el que se recogen obras tuyas, pero tú has hecho poco trabajo de ilustración, ¿no es así?
H. W. Estuve trabajando en el campo de la ilustración infantil durante un tiempo, pero me resulta mucho más natural narrar en forma de secuencia, así que terminé decantándome por el cómic.
T. ¿Sigues exponiendo o ya resulta difícil compaginar pintura con cómic?
H. W. Actualmente no me puedo comprometer a preparar una exposición, pero sí que intento mantenerme "en forma" haciendo encargos puntuales y preparando obras sueltas para varias galerías.
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