HISTORIA Y POLÍTICA EN MÉXICO. ALGUNOS ASPECTOS DE LAS HISTORIETAS DE RIUS
NILANJANA BHATTACHARYA

Resumen / Abstract:
El artículo se enfoca en unas de las historietas de Rius o Eduardo del Río para explorar cómo los hechos históricos y las políticas se han tejido en estos libros para desafiar la versión oficial de la historia y para ofrecer una versión diferente. El artículo discute que, a diferencia de las inglesas o comics, las historietas de Rius no tratan sobre fantasías utópicas. Al contrario, imitan el mundo real para criticarlo y, por lo tanto, merecen ser tratadas como un género separado. Además, el artículo expone el tratamiento de Rius de los temas históricos populares y de la política sutil que despliega para crear una versión contraria de la historia oficial. Al acentuar el aspecto humorístico de las historietas, el artículo reitera la importancia del humor en la pedagogía. / The article focuses on a few Mexican historietas of Rius to explore how historical facts and politics have been weaved together in these books, to challenge the official version of history and offer a different version. The article argues that unlike popular English comics, the historietas of Rius are not about utopian fantasy and frolics. On the contrary, they imitate the real world, in order to criticize it, and therefore, deserve to be treated as a separate genre. Further, the article expounds Rius? treatment of popular historical themes, and the subtle politics that he deploys to create a counter version of official history. On emphasizing the humorous aspect of the historietas, the article reiterates the importance of humor in pedagogy.
Notas: Texto publicado en el número 34 de la Revista Latinoamericana de Estudios sobre la Historieta en junio de 2009.

HISTORIA Y POLÍTICA EN MÉXICO. ALGUNOS ASPECTOS DE LAS HISTORIETAS DE RIUS[1]

 

Una vez un hombre lego le preguntó al profesor Gumero que si era verdad que había ocurrido una revolución en México. Al profesor le sorprendió la gran ignorancia de esta persona quien, siendo mexicano, nunca había oído nada sobre los líderes famosos de la gran revolución mexicana –Pancho Villa, Zapata, Madero y otros. Pero luego esa misma persona le hizo una pregunta realmente difícil: «Eso sí lo sé. Pero lo que no entiendo es lo demás ¿Quién ganó la revolución?» (1989:6). Porque, explicó el hombre, si los revolucionarios hubieran ganado seguramente el estado de las cosas habría cambiado. Y si habían perdido la revolución, no se podía pretender que hubieran hecho una revolución. Y esta, aparentemente una pregunta estúpida, sacude el firme conocimiento del profesor Gumero y finalmente se confiesa: «Nunca me había puesto a pensar en la revolución mexicana desde ese lado» (1989:7).

Así Rius comienza una de sus famosas historietas titulada «¿Quién ganó la revolución mexicana?». Después de leer sus historietas, la mayor parte de sus lectores –tanto los doctos como el profesor Gumero como los ignorantes– tienen que reflexionar por qué nunca han pensado desde ese lado. De hecho, las historietas de Eduardo del Río García (n. 1934), mejor conocido por su seudónimo Rius, están para hacer pensar las cosas desde una perspectiva diferente. Todas sus historietas son mezclas exitosas de historia, de política y de cómics. Mezcla hecha también desde otra óptica.

Este artículo quiere discutir cuál es esta perspectiva diversa, es decir, el intento de mirar las cosas desde diversos puntos de vista, lo que vuelve a las historietas de Rius diferentes de los cómics. Este texto intenta verificar también el papel de la política sutil que Eduardo del Río coloca detrás de sus obras. Y dado que la historia del pensamiento político en América Latina es larga y viva, la política detrás de estas historietas constituye algo aún más relevante[2].

De hecho, la historieta es un género único en América Latina. Las historietas generalmente son consideradas como una secuencia de ilustraciones que cuentan una historia. La palabra inglesa comics se deriva de la palabra griega komos que significa baile o algarabía. Así, desde el principio, comic tiene relación con komos o comedy, es decir, algo relacionado con pura diversión. En inglés, el género literario del comic está considerado como un género light que cae bajo la categoría de literatura para niños/as. A diferencia de los comics, las historietas de Rius no son solo para los infantes. Rius comenzó a escribir las historietas con el propósito fundamental de educar a la gente común y a aquellos que han abandonado la escuela, las amas de casa y otros similares. Es decir, para educar a los adultos.

La educación de los adultos a través de historietas graciosas es un aspecto muy relevante del trabajo de Rius. Es necesario recordar que en México se venden las historietas en casi todos los puestos de periódicos y es un hecho que estas tienen que sobrevivir en una intensa competencia con otros cómics, revistas e incluso con las porno-novelas, que gozan de gran popularidad en la industria de la historieta. Y parece que el humor tiene una gran contribución en el éxito con que los libros de Rius han superado las vicisitudes del mercado editorial. Estas historietas, al mismo tiempo, educan a la gente y la hacen reír.

Rius cubre una amplia gama de temas que comienzan con «Cuba para principiantes», «Jesús alias el Cristo», hasta «Osama Tío Sam» o «La comida verde», etc. Pero ha condimentado todos estos asuntos de interés con sus sátiras penetrantes y regocijo. Los temas de estas historias son muy locales, como por ejemplo el de por qué los mexicanos toman tantos refrescos. Pero al mismo tiempo son muy universales como la política que se desarrolla detrás de la comercialización de las grandes compañías estadounidenses de refrescos. El imperialismo cultural en sus varias formas, particularmente hegemónico en los campos del lenguaje, del vestido, de la cocina, de las prácticas sociales, etc., cobra relevancia en casi todas las obras de Rius.

 

Algunos aspectos de las historietas de Rius

A diferencia de los tebeos ingleses populares o de los comics, Rius no retrata un mundo imaginario con personajes extraordinarios. La cosa más importante sobre sus historietas es que siempre representa un mundo real, o para ser más exactos, un mundo que es análogo al nuestro, con casi todos los problemas de nuestro mundo conocido. Así que nuestro autor no persuade a sus lectores para que escapen a un mundo imaginario como hacen los comics de Disney o Marvel o DC-comics, etc., sino que critica realmente este mundo. A través de sus sátiras severas Rius muestra los problemas de la sociedad y provoca en sus lectores la conciencia social.

www.tebeosfera.com
Figura 1: El uso de fotografía en «La revolucioncita mexicana».

Rius ha sido un crítico despiadado de la sociedad mexicana contemporánea, y en la serie de Los Supermachos sus dos blancos más preferidos son el gobierno mexicano y la iglesia católica. Luego en Los Agachados, se ocupa de una amplia gama de asuntos, moviéndose desde lo mexicano hacia lo más universal. Y los personajes centrales de sus historietas son generalmente los indígenas de México. Por ejemplo, en el número dos de Los Agachados, Rius comienza una discusión sobre la guerra y es a través del vagabundo pobre, Chon, que nos da su opinión sobre la guerra y la civilización: «los países civilizados son los más guerrosos» (2004:14), y en apoyo de su argumento cita ejemplos de la historia: que todas las guerras famosas del mundo son luchadas o por los gringos, o por los ingleses, o por los franceses, o por los alemanes. Es decir que estos países intentaron extender sus territorios agresivamente en la búsqueda de materias primas baratas para sus industrias y de un mercado lucrativo para sus productos manufacturados. Al oír esto, Calzonzín, le explicó a Chon cómo el negocio de vender armas ha prosperado a lo largo del tiempo y «poco a poco el arte de la guerra fue desapareciendo hasta convertirse en la industria de la guerra» (2004:18, énfasis del autor). Así, aunque las historietas de Rius se basan firmemente en la cultura y las tradiciones mexicanas, los temas llegan a ser universales.

www.tebeosfera.com
Figura 2: Varias voces del narrador en «La revolucioncita mexicana».

Sin embargo, la gran contribución de Rius a la literatura ha sido el formato empleado en sus libros. Las historietas de Rius son diferentes de las tradicionales, no solo en su contenido, sino también en los formatos. Además de sus propios dibujos, Rius también ha utilizado fotografías y recortes del periódico en sus historietas. De hecho, en «La revolucioncita mexicana» (1997) utiliza diversos tipos de letras para citar documentos históricos, a diferencia del estilo de letras para la voz del narrador, que se presenta en una manuscrita diferente y menos seria. Así, las historietas de Rius presentan textos visuales donde la escritura es tan importante como los dibujos. De hecho, estos textos desafían la separación entre escritura y dibujo porque, como Rius nos lo demuestra a través de los diversos tipos de letras, la escritura también tiene un impacto visual.

En el prólogo a «La revolucioncita mexicana» Rius compara su libro con otros libros sobre la historia de la revolución mexicana y clama que él está escribiendo la historia de la revolución: «Y cada uno de esos libros pretende ser el libro de la revolución mexicana... (igual que este)» (1997:3, énfasis del autor). Pero Rius también indica la especialidad de su libro: «Pues inmodestamente, creo que faltaba un libro de humor sobre nuestro movimiento armado» (1997:3, énfasis del autor).

www.tebeosfera.com
Figura 3: El uso del periódico en «La revolucioncita mexicana».

De hecho, es este elemento adicional, es decir, el humor, lo que hace que este libro sea en extremo diferente de los otros que se consideran los oficiales presentadores de la historia. Debido a la popularidad de estas historietas y al hecho de que están escritas principalmente para la educación de los adultos, se abre un horizonte distinto en el campo de la pedagogía –educación con humor. Sin embargo, es importante notar que, a diferencia de la mayor parte de los cómics, las ilustraciones de Rius no son la fuente primaria de su humor. Es decir, su humor no es principalmente humor visual. Las ilustraciones en sus historietas no pretenden ser muy artísticas. Esos dibujitos en blanco y negro no contribuyen mucho al humor visual de las historietas. Efectivamente, el humor proviene del contenido literal. No nos reímos de los personajes mismos, sino de lo que ellos hacen o dicen. Además, como ya se ha señalado, los tipos y estilos de letras son relevantes en tanto soporte en el cual descansan los argumentos narrativos.

Asimismo también es importante observar que en estas historietas no encontramos el regocijo simple, inocente que por lo general se considera como un rasgo de los cómics. Pues, en la época, por Dorfman-Mattelart (1983), ya sabemos que los cómics tampoco contienen un humor simple e inocente. Hay una política bastante compleja de trás de lo que parece un humor simple e inocente. De hecho Rius también utiliza la máscara del humor simple para criticar la sociedad. Satiriza a la sociedadya la realidad contemporáneas para evidenciar los problemas, para hacer a la gente consciente de las injusticias sociales.

www.tebeosfera.com
Figura 4: Calzonzín y Chon: dos personajes famosos de Rius.

Una estrategia significativa de presentar la historia en formato de historietas ha sido el uso de diálogos que desafían el concepto de un narrador omnisciente. Los libros de historia narran los hechos desde un punto de vista particular, generalmente el punto de vista del autor. A diferencia de esos libros, Rius ha traído a su propio juego varias voces que destacan en heterogeneidad. Por ejemplo, en «La revolucioncita mexicana», después de explicar el plan de San Luis, por el cual Madero anunció que la revolución comenzaría el 20 de noviembre de 1910 a partir de las 6:30 de la noche, Rius presenta a dos personajes desconocidos que expresan las dudas de la gente común. Una tercera voz, al parecer la voz del narrador, nos dice que fue realmente estúpido anunciar la fecha y la hora de la revolución con anticipación porque esto ayudó a la policía a mantener a los rebeldes bajo la vigilancia.

Es también importante observar que el narrador no habla con una sola voz. Bakhtin (1981) explicó que heteroglosia es una característica del lenguaje de las novelas. Pero en el lenguaje de los libros de Rius también vemos este rasgo característico de mezclar muchas voces en una oración. Utiliza una técnica similar en sus historietas para darnos una vista más amplia de la realidad. Y es la presencia de varias voces lo que les da un tono personal a sus escrituras, a diferencia de los libros de la llamada historia. La pluralidad de las voces amplía el alcance de sus historietas, en comparación con los libros de historia, y también les añade humor.

Con estas historietas Rius ha construido una versión nueva de la historia mexicana, la cual es radicalmente diferente de la versión oficial. Por ejemplo, en «¿Quién ganó la revolución mexicana?» (1989) desafía el concepto de revolución y reduce la gran revolución mexicana al nivel de un movimiento armado que benefició solamente a un puñado de los poderosos. Como don Palangino, personaje de este libro, explica que si hubiera habido una verdadera revolución en 1910, después de 60 años la gente no tendría que andar sin trabajo y no moriría de hambre. Así Rius ha desafiado la versión oficial de la historia destacando en varios aspectos que la versión oficial quiso camuflar. Y de hecho estas historietas hacen a sus lectores conscientes sobre estos temas, como por ejemplo política de las versiones oficiales, del poder, entre otros. Y esto es la política de las historietas de Rius –para transformar a las personas en gente más consciente. Es importante recordar aquí que, de hecho, el poder fue incomodado por estas historietas, y trató también de censurarlas, lo que retrata explícitamente la amenaza que la otra versión de la historia supone para la versión oficial de la historia.

Finalmente, en una entrevista para CNN con Carmen Aristegui, periodista mexicana de reconocida trayectoria, Rius afirmó que lo único que busca con sus libros es que, después de reír, la gente piense un poco también[3]. La inmensa popularidad de Rius entre los mexicanos comunes prueba que su rotundo acierto ha sido mezclar la historia con el humor, creando así una nueva dimensión en lo que atañe a la pedagogía.

 

Referencias:

Bakhtin, Mikhael; Michael Holquist and Caryl Emerson: «The Dialogic Imagination: Four Essays» (tr.: Michael Holquist, Caryl Emerson, Vadim Liapunov), University of Texas Press, Texas, 1981.

Dorfman, Ariel and Armand Mattelart: «Para leer al Pato Donald: Comunicación de masa y colonialismo», Siglo XXI, México, 1983.

Rius (Eduardo del Río García):.«¿Quién ganó la revolución mexicana?», Editorial Posada,.México, 1989.

–: «Los Agachados de Rius», Grijalbo, México,:2004.

–: «La revolucioncita mexicana», Grijalbo, México, 2007.

 

NOTAS


[1] Agradezco a mis amigos Edgar René Pache- co Martínez y Martha Cecilia Jaime González por su ayuda sincera durante la preparación de este artículo.

[2] Claro que estoyrefiriéndome al trabajolegendario de Ariel Dorfman y Armand Mattelart (1983), quienes, a través del análisis de los personajes de Walt Disney, trajeron a la luz el aspecto político de los comics.

[3] (http://www.youtube.com/watch?v=qmXt2pnX fHg). Recuperado el 25 de febrero del 2009.

TEBEOAFINES
 3
  []
Creación de la ficha (2015): Nilanjana Bhattacharya. Edición de Félix López. · El presente texto se recupera tal cual fue publicado originalmente, sin aplicar corrección de localismos ni revisión de estilo. Tebeosfera no comparte necesariamente la metodología ni las conclusiones de los autores de los textos publicados.
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
NILANJANA BHATTACHARYA (2015): "Historia y política en méxico. Algunos aspectos de las historietas de Rius", en REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA, 34 (2-VIII-2015). Asociación Cultural Tebeosfera, Ciudad de la Habana. Disponible en línea el 18/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/historia_y_politica_en_mexico._algunos_aspectos_de_las_historietas_de_rius.html