LA EDICIÓN DE CÓMICS Y OTRAS HISTORIAS FANTÁSTICAS
JAVIER ALCÁZAR, NORMAN FERNÁNDEZ

Title:
Editing comics and other fantastic stories
Palabras clave / Keywords:
Entrevistas, Industria del cómic en España/ Interviews, Spanish comics industry

LA EDICIÓN DE CÓMICS Y OTRAS HISTORIAS FANTÁSTICAS 
ENTREVISTA JAVIER ALCÁZAR

 

         
         

Isla de Nabumbu es un joven sello editorial con poco más de un año de andadura y fruto del empeño, o empecinamiento, de su creador y principal responsable, Javier Alcázar. Creada en un inicio para recuperar la obra del barcelonés Rafael Auraleón, la editorial ha ido ampliando su oferta más allá del campo de las viñetas propiamente dicho para ir construyendo un catálogo que se caracteriza por el cuidado de la edición como uno de sus valores intrínsecos más reseñables. Las siguientes líneas reproducen la entrevista mantenida con Javier, que tal vez nos permita determinar si lo de meterse a editor, con la actual configuración de nuestro mercado del cómic, en particular, y del libro, en general, era “empeño” o “empecinamiento”.

Vayamos al principio, ¿cuál es el primer recuerdo que tienes asociado con el cómic?

Los primeros recuerdos vienen de mi primera infancia. Mi padre siempre nos compraba tebeos, desde muy pequeños, y esas fueron mis primeras lecturas. Creo recordar algunos tebeos que adaptaban series infantiles de la época cuando yo todavía no leía, los Copito en el mercadillo cuando iba con mi madre, los de Roberto Alcázar y Pedrín y El Guerrero del Antifaz cuando ya sabía leer (los compraba mi padre porque eran los que él leía cuando era chico), alguno de terror sórdido (creo que mi padre no hacía mucha distinción a la hora de comprarlos), Mortadelo, que llegaban de segunda (o tercera) mano a casa, y después acompañar a mi padre los domingos a comprar tebeos al rastro. Ahí ya los elegía yo.

¿Y recuerdas, en relación a los tebeos, en qué momento decidiste que querías hacer algo más que leerlos?

Eso vino mucho después, aunque desde siempre quería buscarle un sentido utilitario (que no económico) a todo. Si tenía una pequeña colección de tebeos, los ordenaba una y otra vez, hacía listados, sacaba fotocopias de lo que me interesaba… Desde pequeño ya apreciaba que los tebeos no se hacían solos, que había personas que los hacían, y ya reconocía a esas personas por su estilo. ¡Qué salao era yo! Cuando ya me metí en serio con lo de la teoría e investigación del cómic fue a finales de los noventa, cuando empecé a colaborar con Manuel Barrero en su Tebeosfera.

¿Qué era La Ventana?

La Ventana fue fruto de ese afán compilatorio y de que tenía la necesidad de hacer “algo”. En los años noventa yo había dejado de lado el cómic y le había prestado más atención al cine de terror (con las revistas Fantastic Magazine, Fangoria…) y la literatura de terror (Stephen King, las novelas de Martínez Roca…). Decidí crear mi propio fanzine fotocopiado dedicado exclusivamente al terror, sobre todo a la literatura. El primer número (nº 0, de 1998) fue simplemente una transcripción del relato de Bob Leman “La ventana”, que se había publicado en la antología Horror nº 5 de Martínez Roca. Lo copié palabra a palabra (ni escáneres ni reconocimientos de texto en aquella época), le puse una portada con una foto de la película Aullidos, y ya. Después elaboré un poquito más la cosa y pulí un poquito más el diseño (maquetaba con Adobe Pagemaker), creé secciones y ya llegaron colaboraciones… Hice hasta promoción y un servicio de suscripción (prometo que algún día recompensaré a los suscriptores que se quedaron colgados…). La cosa no duró mucho más y solo alcanzó hasta el nº 2.

Portadas de los números 1 y 2 de La Ventana.

¿Cómo llegas a Tebeosfera?

Precisamente por un artículo que publiqué en La Ventana, donde hacía un repaso a la obra de Berni Wrightson (el listado de títulos lo conseguí de un amigo a través de las redes BBS, fíjate). Manuel Barrero, que en aquel entonces llevaba la sección de Forum “Fan de Fanzines”, vio mi anuncio en la revista Dolmen y se interesó, me llamó por teléfono y quedamos. Fuimos desarrollando una amistad en torno a los tebeos, y cuando él planteó el proyecto Tebeosfera (la primera versión de revista y recopilación de datos), ahí estaba yo para echarle una mano. Y aprender mucho, mucho.

En Tebeosfera, entre otras muchas tareas, como las de subdirector o tesorero de la asociación, has coordinado la edición de varios libros; algunos, como el de Jan. El genio humilde, que supongo que sería algo así como dirigir un circo de tres pistas, dado el elevado número de colaboradores. ¿Te atrae de manera especial el trabajo de edición?

En Tebeosfera primero colaboré suministrando datos (creo que lo primero que se publicó mío fue el vaciado de la revista Dolmen), después corrigiendo textos, escribiendo reseñas… Como Manuel y yo nos veíamos mucho, acabé formando parte del “núcleo duro” de la revista, hasta nombrarme uno de los redactores jefe. Ya en la segunda etapa, la que incluía el Gran Catálogo de la Historieta, pasé a ser subdirector, hasta hoy. También ocupo el temible cargo de tesorero en la Asociación Cultural Tebeosfera (ACyT), la entidad que tuvimos que crear para poder sostener el proyecto. Durante la segunda época de Tebeosfera coordiné algún número, que es lo más parecido que había hecho hasta ese momento a un trabajo de edición; por ejemplo, coordiné el fastuoso nº 5, dedicado al horror en el cómic, en 2009-2010 (¿ves cómo van encajando las piezas?). Una de las ideas de la ACyT era publicar libros en papel, y al igual que hacía con los números de la revista, me animé a coordinar un libro. Yo siempre había sido un gran aficionado a Jan, y ya había coordinado el número de Tebeosfera dedicado a él; pensamos que sería una buena idea publicarlo en papel, donde podríamos mostrar mucho material que habíamos encontrado desde la publicación electrónica. Volví a contar con los autores anteriores además de varios colaboradores nuevos, y con la ayuda del propio Jan, lo que para mí supuso una enorme satisfacción. También fui el responsable de la colección de libros de bolsillo Bocadillos de Tebeosfera, con dos libros publicados hasta la fecha: La legislación de la historieta en España y Las caras de la guerra, y de dos tebeos donde recogimos los cuentos dibujados por Jan en la revista cubana Din Don.

Títulos de ACyT coordinados por Javier Alcázar.

Y ya que hablamos precisamente de esa obra cubana de Jan, ¿de dónde sacasteis el material para los dos volúmenes de los Cuentos de Din Don?

Mientras trabajábamos en el desarrollo del número de Tebeosfera dedicado a Jan conocimos a varios expertos y coleccionistas de material relacionado con el autor. Gran parte del material publicado en esos dos libros procede de sus colecciones particulares, aunque con el paso de los años yo también había podido conseguir algo de este material estableciendo contactos con aficionados cubanos. Un material MUY difícil de encontrar incluso en la propia Cuba, con un papel e impresión muy deficientes, y que gracias a la magia restauradora de Antonio Moreno hemos podido ver en una edición en condiciones.

     
Portada del libro de Reino de Cordelia.      

Si no estoy mal informado, también has colaborado con la editorial Reino de Cordelia. ¿Qué hacías por allá?

Conocía a Jesús Egido, editor de Reino de Cordelia, por haber participado en un curso universitario en La Coruña en 2012 sobre el aniversario de Bram Stoker. Él coordinaba el evento para la UIMP junto a Eduardo Riestra, de Ediciones del Viento, y yo hablé sobre las adaptaciones de la novela de Stoker al cómic y otros vampiros. Desde entonces habíamos hecho buenas migas, y en una ocasión le propuse la recuperación de una obra de Jaime Tomàs, otra de mis fijaciones. No me planteé hacerlo con ACyT porque tras el “fracaso” de Los cuentos de Din Don no quería embarcar a la asociación en otro proyecto infructuoso, caro y muy trabajoso (había que restaurar de nuevo páginas impresas). Y la verdad es que lo convencí a la primera: o yo demuestro mucho entusiasmo al explicar los proyectos o Jesús es un bendito (me inclino por lo segundo). La idea era recuperar una historieta significativa (básicamente, una edición casi facsímil de El Mago de los Penetes) junto con un amplio texto introductorio, que me salió largo, porque ocupa casi lo mismo que el cómic, pero del que estoy muy orgulloso porque es el texto más documentado que se ha publicado jamás sobre Tomás, un autor injustamente olvidado tras la Guerra Civil y que podría haber llegado muy lejos de no ser por este hecho tan desgraciado.

Llegamos al momento en que te echas la manta a la cabeza y tomas la decisión de crear tu propio sello editorial, Isla de Nabumbu. ¿De dónde sale semejante idea?

Pues pasó una cosa similar que con El Mago de los Penetes: yo quería recuperar la figura y la obra de Rafael Auraleón, un magnífico artista que fue puntero en los años setenta y ochenta y que tuvo un final trágico… pasando al olvido. Y tampoco quería enfangar a la asociación con una obra que ni se sabía si se iba a poder comercializar, así que decidí crear mi propio sello, Isla de Nabumbu, y correr el riesgo por mi cuenta (aunque apoyado por la asociación). Antes de nada, busqué el apoyo y la aprobación de Antonio Moreno, sin el que nada de lo que he publicado podría haber visto la luz; pero como me dijo que sí (otro bendito), aquí estamos.

Por cierto, ¿por qué la bautizaste con ese nombre?

Eso solo lo sabemos Mary Norton y yo.

¿Y por qué empezar con Auraleón?

Isla de Nabumbu se creó para publicar / recuperar la obra de Auraleón. Su figura me fascinó al investigarlo para el ya comentado especial de horror de Tebeosfera: su soledad y aislamiento, cómo su psicología podría haber influido en su obra, el secretismo en torno a su persona y su final, el olvido posterior que no han sufrido otros autores de esa época… ¡A pesar de, artísticamente, ser un autor muy destacado y muy prolífico! La verdad, me llamaba la atención que un autor de ese nivel no hubiera sido reivindicado hasta la fecha…

Los dos primeros libros dedicados a la obra de Auraleón.

Tras los dos volúmenes de Auraleón (Auraleón/Echevarría el segundo, por hacer honor a la exactitud) sorprendes con una recopilación de cuentos fantásticos y terroríficos españoles del siglo XIX. Aparte del motivo, cabe preguntar si fuiste consciente de “descolocar” un poco al público con ello.

Es que no entiendo cómo el público se puede “descolocar”. Primero, porque no tenemos un público tan fiel y abundante. Segundo, porque Planeta edita fascículos de cocina, coleccionables de series de televisión y grandes obras de la literatura, y nadie se descoloca. He visto que algunas editoriales crean “sellos” distintos para publicar material de unas características especiales (por ejemplo, para literatura infantil), pero precisamente cuando escogí el nombre de la editorial era porque me valía para publicar cualquier cosa: desde libros de fantasía hasta cómics de terror, pasando por tebeos infantiles y libros de viajes. ¡Anda que no estaría bien un libro de viajes con el sello Isla de Nabumbu!

Lo de la publicación de este libro fue un capricho mío, quería publicar algo para el Día de Difuntos y topé con esta obra de Armando Boix que había quedado en su momento inédita. Tras los preceptivos retoques, surgió una obra impecable y muy adecuada para esas fechas. ¡Ay del que se la esté perdiendo! porque no sabe lo que hace…

Novelas de temáticas acordes a los gustos del editor.

Ampliado ya el campo más allá del comic con esa recopilación literaria, Los muertos la tumba dejan, arrancas con la colección Amenazas, también de narrativa. ¿En qué consiste y por qué la bautizaste con un nombre tan “peculiar”?

Pues otro experimento: ¿si publicamos una serie de novelas de temática atrayente para el público aficionado a los géneros, por ejemplo, el terror, con unos personajes fijos, ambientada en España, con un diseño llamativo, ilustraciones de portada chulas, también creadas para la ocasión, y a un precio asequible, tendrán éxito…? El proyecto surgió como una llamada de Raúl Montesdeoca en el grupo de Facebook “Proyecto Pulp”, a la que yo valientemente (ejem) me apunté. Raúl organizó un consejo editorial, entre todos pactamos las condiciones y planteamientos el universo en el que se mueven los personajes, y echamos a andar. No recuerdo ahora mismo cómo surgió el nombre, pero probablemente sería una propuesta de Raúl: tenía que ser algo llamativo y que aludiera a la temática que estábamos tratando, además con un doble sentido: los protagonistas “buenos” eran tenidos por amenazas por el Gobierno, pero al mismo tiempo luchaban contra las verdaderas amenazas sobrenaturales que acosan a la humanidad.

     
Mata-Hari, como el resto de las publicaciones del sello,
ha gozado de una edición muy cuidada.
     

El último cómic que has publicado hasta el momento es la recuperación del Mata-Hari de Marika y Andreu Martín. ¿Cómo te dio por ello?

Queríamos publicar, para variar, algo que no tuviéramos que recuperar del material impreso. Y entre las distintas opciones que nos planteamos, tuvimos la suerte de toparnos con Marika y Andreu y su obra Mata-Hari. Preguntamos a los autores si nos dejarían recuperar la obra, y amablemente accedieron. Ojalá todas las recuperaciones que tenemos previstas las pudiéramos realizar así, contando con material original y con la colaboración de los autores.

Ahora una pregunta clave, ¿cómo haces para distribuir los libros y por qué?

Dada nuestra escasa / inexistente / nula infraestructura, y nuestro deseo de conseguir unos precios asequibles para los lectores, siempre nos hemos planteado realizar la distribución con nuestros propios medios. El primer libro, Caos, contó también con la ayuda en la distribución de ACyT, y casi desde el principio también cuento con Joan Antón Sánchez, de Diminuta Editorial, que distribuye mis tebeos por las librerías especializadas de Cataluña y me ayuda mucho en la promoción. Hemos intentado establecer un nuevo sistema de distribución más directo (la economía obliga), pero, salvo honrosas excepciones, las librerías no han confiado en nosotros, a pesar de que ofrecemos las mismas ventajas que cualquier distribuidor. Habrá que insistir más, demostrar que somos serios y que ofrecemos un producto de calidad o, si es necesario, claudicar y recurrir al circuito habitual.

Una pregunta obligada es la que reza sobre lo que te traes entre manos ahora mismo.

En lo más inmediato, completar la primera tanda de novelas de Amenazas, que llegará a su número 6 en mayo de 2020. En ese momento reevaluaremos el proyecto y valoraremos su continuidad o su transformación. También un libro biográfico sobre Auraleón, que forma parte de la primera tanda de libros que hemos llamado “Proyecto Auraleón”, pero que es complejo de hacer y caro de producir. También estamos negociando con los editores estadounidenses para poder publicar material de Warren en España, y tenemos otros proyectos más difusos entre manos, y que dependerán del éxito de los proyectos anteriores.

Recuerdo que, en una película de vaqueros que ahora soy incapaz de decir cuál era, un personaje le contaba a otro que, en una ocasión, se había encontrado a un tipo en cueros revolcándose sobre una mata de cactus, y cuando le preguntó por qué había hecho tal cosa, le contestó: “Antes me pareció buena idea”. Ahora, después de la experiencia de todos estos meses como editor, ¿te sigue pareciendo buena idea?

Ahora mismo me parece mejor idea lo de los cactus.

TEBEOAFINES
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Creación de la ficha (2020): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JAVIER ALCÁZAR, NORMAN FERNÁNDEZ (2020): "La edición de cómics y otras historias fantásticas", en Tebeosfera, tercera época, 13 (22-III-2020). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 20/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/la_edicion_de_comics_y_otras_historias_fantasticas.html