LA ÚLTIMA EPOPEYA DEL HACEDOR DE MUNDOS
JESÚS RUBIO VILLAVERDE

Title:
The last epic of the world maker
Resumen / Abstract:
Repaso de Jesús Rubio de Los Eternos, creación de Jack Kyrby para Marvel Comics adaptada recientemente al cine. / Review of Jesús Rubio of The Eternals, Jack Kyrby's creation for Marvel Comics, recently adapted into a feaure film
Palabras clave / Keywords:
Jack Kirby, Los Eternos/ Jack Kirby, Los Eternos
  • Porada de John Byrne, Joe Sinnott y Jack Kirby para FOOM #11
  • Portada de Captain America #193 (I-1976)
  • Ejemplo de doble splash-page de Kirby para The Eternals
  • Portada del libro "Chariots of the Gods" (1968), de Erich Von Daniken
  • Primera página de Portada de The Eternals #1 (VII-1976)
  • Portada de The Eternals #1 (VII-1976), por Jack Kirby
  • La teoría de la evolución, según Kirby
  • Los deviantes, antagonistas de los eternos
  • Portada de The Eternals #5 (XI-1976), por Jack Kirby
  • Doble página de The Eternals
  • Portada de The Eternals #9 (III-1977), por Jack Kirby
  • La Unimente, en la portada de The Eternals #12 (VI-1978)
  • Portada de The Eternals #19 (1977), último de la colección, por Jack Kirby
  • Los Eternos entran en la continuidad Marvel de la mano de Thor
  • Entrega final del complemento sobre los Eternos en What If #30
  • Anual 6 de Iron Man (VIII-1983)
  • Aparición de los Eternos en Avengers #248 (X-1984)
  • Los Eternos de Neil Gaiman y John Romita Jr. (2006)
  • Eternals #1, por Knauf y Acuña (2008)
  • Los Eternos de Gillen y Ribic (2021)
  • Primer número de la nueva colección de Panini que recopila la saga completa

LA ÚLTIMA EPOPEYA DEL HACEDOR DE MUNDOS

 

En 1975, Jack Kirby regresa a Marvel tras su paso por DC Comics. Lo hace con un contrato de 1.100 dólares semanales por trece páginas, más un plus de 85 dólares por cada página de más que “El Rey” dibujara. A diferencia de su desembarco en DC, donde Kirby pidió una colección de segunda para no quitarle el trabajo a nadie, aquí se va a encargar de una de las cabeceras más señeras de la editorial: Capitán América, protagonizada por el héroe que creara junto a Joe Simon en marzo de 1941. Este personaje debía protagonizar una saga cuyo clímax concluyera en 1976, año en el que los Estados Unidos celebraban su bicentenario como nación. Kirby también se haría cargo de la adaptación al cómic de la película 2001, una odisea del espacio, que daría origen a una colección regular, y además crearía otra serie. Esta no sería otra que Los Eternos.

Los Eternos es un ejemplo más de la capacidad del genio creador de Kirby para lo mejor y para lo peor. El apartado gráfico es intenso, con viñetas que ocupan una página entera e incluso dos, con un constante desfile de máquinas imposibles, robots ciclópeos, intensas escenas de acción y muy pocas concesiones a la tregua. Kirby, como ya hiciera en sus series en DC, apabulla por acumulación de ideas, conceptos y personajes, pero no puede decirse que sus tramas sigan una línea coherente y planificada. Kirby narra de manera improvisada. El torrente de ideas a veces le impide contar las historias de una manera asequible para el lector medio, defecto que muchos de los fans le reprocharían. Con todo, Kirby es tanto Kirby que estos tebeos siguen generando una rara fascinación. Una vez realizado el salto al vacío que supone adentrase en la lectura de esta colección, renunciando a comprenderla, solo queda disfrutarla, porque hay elementos para ello.

 

El hacedor de mundos

Este apelativo bien podría aplicarse a Kirby, y muy bien podría ser también el nombre de alguna de sus creaciones. Siempre ferviente amante de la ciencia ficción, Kirby se suma en este año de 1975, a la moda extraterrestre importada por las teorías del escritor suizo Erich von Däniken y su libro ¿Carros de los dioses? Däniken, que gozó de enorme popularidad en aquellos años de crisis económica, defendía que una civilización superior, llegada del espacio, propició la evolución de la humanidad. La llegada de aquellos dioses del espacio exterior explicaría la presencia en nuestro mundo de construcciones como las pirámides de Egipto o Mesoamérica o los geoglifos de Nazca. Se trata de una historia oculta en la que el fenómeno ovni, tan popular en los años setenta del siglo pasado, es explicado como un capítulo más de la intervención de estas civilizaciones extraterrestres en el devenir de nuestra existencia. Una historia oculta que divertía mucho a Kirby, como relataba Mark Evanier, cuando “El Rey”, a propósito de estas ideas, le interpelaba con esta pregunta: “¿Puedes demostrarme que no pudo ocurrir de esta forma?”.

Con estos elementos, más un cóctel de sincretismo religioso e histórico que incluye todos los mitos creados por la humanidad a lo largo de los siglos, junto con los diferentes panteones religiosos, Kirby elabora una epopeya en toda regla, con nuevos héroes, heroínas, dioses y, por supuesto, villanos. Además, todo ello situado fuera de la continuidad Marvel, en un ejercicio coherente, pues si Los Eternos relata la intervención de civilizaciones superiores en nuestra historia, lo lógico es que también sea una historia oculta a la historia oficial de Marvel. Aunque esto generará, posteriormente, no pocas contradicciones y agujeros difíciles de solventar, con mitos duplicados y cosmogonías divergentes cuando no directamente contradictorias. Pero ese sería un problema con el que tendría que lidiar después gente como Roy Thomas o Neil Gaiman. Poco importaba eso entonces: Marvel estaba en crisis debido a las bajas ventas, y la llegada de Kirby podría atraer a los lectores. Eso era lo que pensaba, al menos, el editor jefe de la Casa de las Ideas en aquel momento, Roy Thomas.

 

El volumen uno

Los números escritos y dibujados por Jack Kirby entre 1976 y 1977 conforman el que ahora conocemos como volumen uno. Son diecinueve entregas mensuales y un anual, aparecido en 1977. Todos los guiones y lápices, así como las portadas, son de Kirby. Las tintas las aportan John Verpoorten (números 1 al 4) y Mike Royer (resto de números y anual). Ambos hacen un buen trabajo, más aún si se tiene en cuenta que los problemas de visión que ya sufría Kirby le restaban facultades, lo que provocaba que “El Rey” realizara diseños con perspectivas más oblicuas de lo habitual, como relata Evanier en su libro. Pero tanto uno como otro saben sacar partido a los lápices que se les entregaban, siendo además muy fieles al estilo del maestro.

El primer número aparece con fecha de portada de julio de 1976. La serie se cancela, por bajas ventas, en el número 19, en enero de 1978. Se publicó un anual en 1977. En este año y medio, la serie va creciendo, como decimos, por acumulación. El lector sale a novedad casi por página. En los primeros números aparecen los personajes principales de la trama: el profesor Damian y su hija Margo, “descubridores” de Ikaris, eterno que se hace pasar por humano con el nombre de Ike Harris. Ikaris será el cicerone por el mundo de los eternos. Rápidamente descubriremos que hay otra especie, la de los desviantes, enemigos de los eternos, seres deformes y genéticamente inestables, que mutan constantemente y que son los responsables de las pesadillas de los seres humanos a lo largo de su historia. Ambas especies, junto con la raza humana, son creación de unos seres todopoderosos llamados los celestiales, que regresan a la tierra en el número dos, para dar inicio al llamado Juicio de los Cincuenta Años, que puede suponer, si el veredicto es desfavorable, el fin de la vida en la Tierra y que, por cierto, debería celebrarse pronto: en 2026.

Durante el resto de números irán apareciendo personajes como Ajak, Makarri (trasunto del dios Mercurio), Sersi (la Circe de la que hablaba Homero en su Odisea), Thena o Zuras, padre de los dioses de Olimpia (he aquí una de las duplicidades del panteón griego, también presente en el universo Marvel). También aparecerán los desviantes, con el Amo Tode y el fascinante Kro a la cabeza. Y desviantes “que se desvían”, como El Proscrito, de belleza sin igual, o Karkas, con un corazón noble pese a su terrible aspecto. También aparecerán los eternos polares, enfrentados a los eternos de Olimpia, como Valkin o Druig. Y, por supuesto, aparecen los celestiales, los de la Cuarta Hueste, con Arishem como líder, dispuestos a que nada impida el Juicio de los Cincuenta años. Hasta aparece un Hulk falso, un robot que, animado por materia cósmica, pone en serios aprietos a Ikaris y Sersi, que se las ven y se las desean para poder derrotarle.

Y todo ello, como hemos dicho, al margen del universo Marvel, pero dentro de escenarios reconocibles, a diferencia del Cuarto Mundo que Kirby creara para DC. Con todas las posibilidades que ello implica. Un mundo dentro de otro mundo, en un tour de force narrativo que morirá por efecto de su propia expansión. Y todo ello en tan solo año y medio. La última gran epopeya de ese hacedor de mundos llamado Jack Kirby.

 

Un universo con matices

Pero hay en este volumen de Kirby una serie de matices que conviene no pasar por alto. Si bien es cierto que las historias, pese a su espectacular puesta en escena, no dejan de ser muy convencionales: héroes y villanos que pelean, con personajes no especialmente matizados, salvo en algunos casos. Por eso conviene detenerse en algunos de ellos.

Sersi, por ejemplo. Estamos ante una mujer que no parece creada por Kirby, que no suele diseñar mujeres de carácter e independientes. Sersi es todo lo contrario a Margo Damian, típico personaje femenino débil. Sersi es una mujer que hoy calificaríamos de empoderada: independiente, audaz, valiente. Tiene unas evidentes dotes de liderazgo. Un personaje carismático que es, sin duda, uno de los grandes logros de Kirby en esta serie. El nombre de este personaje, ya lo hemos apuntado, es una transmutación de Circe, la hechicera de la Odisea de Homero.

Otro de ellos es otra mujer: Thena, hija de Zuras, el eterno supremo. No solo es poderosa, sino compasiva y solidaria. De especial interés es su interacción con el desviante Kro, con el que mantuvo una relación amorosa en el pasado. También mantiene un fuerte lazo con otros desviantes, como Karkas o El Proscrito. Thena emerge como otro de los grandes aciertos de este volumen uno.

Kro es un desviante, y, por tanto, uno de los malos oficiales de la colección, pero su relación con Thena y su comportamiento general, no exento de nobleza, no hacen de él un villano al uso. Lo mismo sucede con Karkas, uno de los monstruos de Lemuria, cuyo noble corazón también le aleja de ser un demonio sin sentimientos. Hasta tal punto es así, que Thena le traslada a vivir con ella a Olimpia. Por último, El Proscrito es un desviante que ha mutado de tal forma que se ha convertido en un ser de gran belleza, lo que le convierte, en realidad, en un monstruo para los suyos. También marchará con Thena y Karkas a Olimpia. Y será este trío, además, el protagonista de las aventuras narradas en el único anual de la serie.

Los celestiales son los personajes menos desarrollados por Kirby. Son víctimas de la escasa planificación del autor y de la prematura cancelación de la serie. Son seres ciclópeos que no muestran ningún tipo de sentimiento. Su presencia se convierte en la amenaza permanente que eleva la tensión dramática de la serie. Seres que aparecen como lo extraño amenazante de lo que hablaban en su día André Breton y los surrealistas. Pero son los personajes menos desarrollados de todos, junto con la especie humana, que aquí actúa como mera comparsa.

Otro de los aspectos interesantes de la serie es un concepto: la Unimente, un ente formado por la fusión de todos los eternos, que genera una inteligencia colectiva que permite el enriquecimiento de todos y cada uno de los que la conforman. Todo un hallazgo que se produce mucho antes de la llegada de internet y de las redes sociales, que no dejan de ser eso, una inteligencia colectiva que permite a todo aquel que accede a ella crecer en conocimiento y sabiduría. Bien sabemos, de todas formas, que no siempre es así. Una vez más, Kirby se anticipa. No es la primera (las cajas-madre del Cuarto Mundo, como premonición de los actuales smartphones).

 

Los eternos entran en el universo Marvel

Pronto Marvel se planteó qué hacer con la serie, que había quedado inconclusa y al margen de la sacrosanta continuidad, tal y como era el deseo de Kirby. Pero esto generaba problemas, ya que se creaban duplicidades con otros personajes de la editorial, ya que existían otros panteones, como el asgardiano o el olímpico. Existía otra traba: la trama principal de Los Eternos consistía en el Juicio de los Cincuenta Años, acontecimiento que, si se dejaba al margen de la continuidad, provocaba una disrupción de primer orden, pero que, si se incluía, tendría que afectar necesariamente a parte del entramado editorial, cuando no a todo él.

Así las cosas, la decisión no fue complicada: había que incluir a los personajes de Kirby en la continuidad del universo de Marvel. El elegido para hacerlo fue Roy Thomas, y la colección en la que se presentarían eternos, desviantes y celestiales no sería otra que Thor, escrita en ese momento por él. Habría un prólogo a la saga: el anual número 7 de Thor (septiembre de 1978), que sería escrito por Thomas y dibujado por Walter Simonson (lápiz), Ernie Chan (tinta), Glynis Wein (color), con Tom Orzechowski como rotulista y el propio Thomas y Jim Shooter, como editores. En este anual se narra un primer encuentro entre los personajes de Kirby y los dioses de Asgard, mil años antes de nuestra era.

La Saga de los Celestiales, que así es como se conoce, se inicia en el número 283 (mayo de 1979) y continuará, con algún interludio, hasta el 301 (noviembre de 1980). Todos los números están escritos por Thomas. En el arte se alternarán John Buscema y Keith Pollard (lápices) y Chic Stone y Gene Day con los pinceles. George Roussos, Glynis Wein, Marie Severin, Bob Sharen y Carl Gafford se encargarían del color, y Joe Rossen de la rotulación. Jim Salicrup y Bob Budiansky editarán la serie en estos números. Thomas elabora una compleja trama en la que matiza algunos conceptos y en la que celestiales, eternos y desviantes se mezclan con asgardianos y mitos germánicos como los nibelungos. El resultado es un enorme y complejo tapiz que algunos consideran una obra maestra y muchos otros creen que se cae por contradictoria, confusa y grandilocuente. En todo caso, el trabajo estaba hecho: los eternos ya estaban dentro del entramado marvelita.

Para atar más cabos, la serie What If, entre los números 23 al 30, incluiría un complemento en el que se redefine el origen de los eternos y su vinculación con los kree y los inhumanos y con otros eternos, los del planeta Titán, estableciendo así el parentesco de estos con Thanos, una de las grandes creaciones del escritor y dibujante Jim Starlin. Estos complementos fueron publicados entre julio de 1980 y diciembre de 1981. Mark Gruenwald y Ralph Macchio se encargaron de los guiones y Ron Wilson y Rich Buckler de los dibujos. La vinculación de las creaciones de Kirby, con una reescritura del origen y naturaleza de los eternos, con el resto del universo Marvel se hace más compleja. Para algunos será, más bien, confusa e incoherente.

Habrá dos vinculaciones más de los eternos con el resto del universo Marvel antes de la llegada del volumen dos de la serie. Será en el anual 6 de Iron Man (agosto de 1983), en el que Jim Rhodes se ve envuelto en Olimpia en la lucha entre eternos y desviantes. Peter Gillis firma el guión, Luke McDonnell dibuja, Roy Richardson entinta, Carl Galford colorea, y Diana Albers rotula. El  editor es un viejo conocido de los personajes: Mark Gruenwald.

Gruenwald también editará la siguiente aparición de los eternos en una colección de la Casa de las Ideas. Será en los números 247 y 248 (septiembre y octubre de 1984) de Los Vengadores, en la etapa cuyo equipo creativo estaba compuesto por Roger Stern (guión) y Al Milgrom (dibujo a lápiz). El trabajo de Milgrom está entintado por Joe Sinnott. Del color se encargan Christie Scheele (247) y Juliana Ferriter (248), y de la rotulación, Jim Novak (247) y Diana Albers (248). En esta minisaga, vengadores y eternos se enfrentan a Maelstrom, que pretende manipular la Unimente.

 

Los otros volúmenes y demás apariciones de los eternos

Sería uno de los guionistas de What if, Paul B. Gillis, el responsable del segundo volumen de Los Eternos, que llegaría en octubre de 1985. Se trataba de una serie limitada de doce números, si bien los últimos cuatro estarían escritos por Walt Simonson, ya que al topoderoso editor en jefe de Marvel, Jim Shooter, no le convencía nada el trabajo de Gillis. El dibujo de los ocho primeros números corre a cargo del siempre solvente Sal Buscema, que unas veces se entinta a sí mismo y otras veces es asistido por artistas como Al Gordon, Keith Williams y Danny Bulanadi. Keith Pollard coge los lápices para los números 9, 10 y 11, y Paul Ryan se encarga del ejemplar que cierra la serie. En estos últimos cuatro números se encargan del pincel Bulanadi, Geof Isherwood, Al Williamson y Walter Simonson. El villano es Ghaur, que debuta en el universo eterno.

El volumen tres llegaría en 2006, con la miniserie de siete números escrita por Neil Gaiman y dibujada por John Romita Jr. Aquí, el creador de The Sandman opta por partir de cero. Los eternos van recuperando poco a poco la memoria y van tomando conciencia de sí mismos y de su misión. Esta miniserie está plenamente vinculada a la continuidad Marvel, y más concretamente al crossover del momento: Civil War. Está considerada como una de las mejores versiones de los personajes creados por Kirby.

Dos años después llegaría el volumen cuarto de Los Eternos, compuesto por una nueva miniserie de nueve números y un anual. Está escrito por Charles y Daniel Knauf. Del arte se ocupan Daniel Acuña, Eric Nguyen y Pascal Alixe, que también entintan algunos números, apoyados por Sara Pichelli. La trama de los Knauf sigue un tanto la estela de Gaiman, como también lo hace el actual volumen, el quinto, obra de Kieron Gillen y Esad Ribic, que ha comenzado a publicarse este 2021 y que va por su noveno número en Estados Unidos y por el sexto en España.

Además, los eternos protagonizaron dos números unitarios: The Herod Factor (1991, por Roy Thomas y Mark Texeira) y The New Eternals: Apocalypse Now (1999, por Mike Higgins, Joe Bennett, Karl Bollers y Scott Hana), además de un intento de relanzamiento en la línea Max de Marvel, a cargo de Chuck Austen y Ken Walker (seis números entre 2003 y 2004). Por otro lado, algunos personajes, como Sersi e Ikaris, volvieron a aparecer en Los Vengadores, concretamente en los números 370 y 371 (enero y febrero de 1994, por Glenn Herdling, Geof Isherwood, Al Milgrom, Chrys Mattys y Bill Oakley). Su última aparición, hasta el actual volumen quinto, fue en un arco argumental publicado en los números 1 al 6 del octavo volumen de esta misma colección, que corresponde a los números 691 a 696 de la numeración antigua y que fueron editados entre mayo y octubre de 2018. Se trata de la etapa escrita por Jason Aron y dibujada por Ed McGuinness, Paco Medina y Sara Pichelli, que también realiza parte del entintado junto a Elisabetta D´Amico, Mark Morales, Jay Leisten, Juan Vlasco y Karl Story. Del color se encargan Judit Ponsor y David Curiel. En esta saga, los Vengadores se enfrentan a la Primera Hueste de los celestiales y a la Hueste Final de los celestiales oscuros. El mito del juicio final de Kirby se retoma, con lo que las aventuras de eternos, desviantes y celestiales vuelven a la casilla de salida, cerrando un círculo que parece ser un tributo a Jack Kirby, el hacedor de mundos.

 

Guía de lectura

La mayoría de las aventuras aquí citadas fueron editadas por las diferentes editoriales que han tenido los derechos de publicación del material de Marvel en España: Vértice, Forum y Panini. Muchos de ellos se pueden encontrar en el mercado de segunda mano. Pero en estos momentos, Panini está recopilando todo el material dedicado a Los Eternos en diez tomos que abarcan los diferentes volúmenes, así como las diferentes apariciones en otras colecciones.

Creación de la ficha (2021): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Jesús Rubio Villaverde (2021): "La última epopeya del hacedor de mundos", en Tebeosfera, tercera época, 17 (22-II-2021). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 15/XII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/la_ultima_epopeya_del_hacedor_de_mundos.html