LOS CÓMICS EN LA FACULTAD DE MEDICINA DE ALBACETE
ROSARIO SABARIEGOS JAREÑO(Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM))

Title:
Comics at the Faculty of Medicine in Albacete
Resumen / Abstract:
En este artículo se resume la experiencia que, durante el año 2017 y 2018, hemos acumulado en la Facultad de Medicina de Albacete sobre la utilidad del cómic en nuestro campo. Durante este breve lapso de tiempo hemos organizado una exposición, un ciclo de conferencias y un curso de verano, que tenían como objetivo los cómics y la medicina o la ciencia en general. / This article summarizes the experience gathered in 2017 and 2018 at Albacete College of Medicine on the usefulness of comics in our field. During this brief period of time, we have organized an exhibition, a series of lectures and a summer course, aimed all of them at comics and medicine or science in general.
Palabras clave / Keywords:
Medicina, Medicina gráfica, Exposición, Innovación docente/ Medicine, Graphic medicine, Exhibition, Innovative teaching

LOS CÓMICS EN LA FACULTAD DE MEDICINA DE ALBACETE

 

1. ¿Por qué entraron los cómics en nuestra Facultad?

Cuando me preguntan esto pienso que la verdadera respuesta es un poco larga. A veces, hay que escarbar en el pasado para encontrar algunas respuestas. Al mismo tiempo, el contexto ha de ponerse de acuerdo contigo.

Durante mi tesis doctoral, la cuñada de un compañero falleció de neumonía. Aunque era una mujer joven, aquella neumonía se la llevó en pocos días. Cuando se le realizó la autopsia, se descubrió que estaba infectada con el virus causante del sida (VIH). Su pareja quiso averiguar si él también portaba el virus y pidió la prueba. El resultado fue positivo. María se murió sin saber que, muchos años antes, una pareja anterior la había contagiado del virus mortal, y sin saber que ella había contagiado a su marido. En los ochenta y noventa, el VIH marcaba las relaciones sexuales. Nos enfrentábamos a la pandemia de un virus mortal. El virus del sida afectó a todo el planeta. Lo sigue haciendo.

Les cuento esta historia siempre a mis alumnos para concienciarles de que el virus sigue ahí fuera (como decía el sargento Esterhaus) buscando un nuevo hospedador donde reproducirse. Ahora que el virus tiene tratamiento, los jóvenes se han relajado y los nuevos casos de infección se incrementan. No podemos consentirlo. Hay que enseñarles a protegerse. Al menos, de lo que se puede.

Por eso cuando leí Píldoras azules de Frederik Peeters pensé que la tenía que compartir con ellos. En esta novela gráfica el autor cuenta su experiencia personal con el VIH. Narra cómo se enamoró de Cati, portadora de VIH, y cómo ese microscópico adversario moduló su relación de pareja. El miedo al contagio lo llenaba todo, lo pervertía. En el libro hay cuatro personajes importantes. Tres de ellos son obvios: Peeters, Cati y su hijo de 3 años, también VIH positivo. El cuarto es un médico al que vemos en varias situaciones difíciles con ellos. Les explica de forma muy fácil (sin tecnicismos) cómo es la transmisión del virus, cómo se pueden contagiar y cómo no. Les abre la puerta a un mágico mundo nuevo en el que pueden tener un hijo sin VIH. En otra ocasión, el médico atiende a Peteers sin afeitar, agotado, brusco. Parece un médico diferente al de otras consultas. Peeters termina esas viñetas con una frase que es una joya de la empatía de un paciente hacia su médico: «un ser humano, irritable, desbordado, pero competente, que como si nada, ha cambiado mi vida».

Este médico, este gran profesional, me interesaba para mis alumnos. El resto de la historia, también. La peste, la tuberculosis, el sida o el ébola son ejemplos más o menos recientes del miedo al contagio que impregna las enfermedades infecciosas. Por eso, esta novela gráfica fue de las primeras que compramos para nuestra biblioteca en la Facultad de Medicina de Albacete de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). En clase de Microbiología (área de la que soy docente) les contamos los aspectos biológicos de los agentes infecciosos, es decir, los datos fríos. El cómic ayuda a desarrollar la empatía, cualidad muy importante para los médicos en formación. El cómic expresa, narra, dibuja qué es la enfermedad para el paciente, es decir, nos ayuda a ver a la persona que se oculta tras los síntomas. Esto no está, pongamos por caso, en el Harrison, libro de referencia de las enfermedades infecciosas.

Pero esto de unir medicina y cómic no es idea mía. ¡Qué va! Antes de que yo me cayera del guindo, muchos profesionales de la medicina ya habían empezado a trabajar en este cruce de caminos. En 2010, Michael J. Green y Kimberly R. Myers, en un artículo centrado en el uso de los cómics en la educación médica y en el cuidado del paciente, acuñaron el término de patografía gráfica y lo definieron como «la narrativa de la enfermedad en forma gráfica» (2010: 574). Las patografías gráficas son herramientas muy útiles a la hora de comprender la enfermedad desde el punto de vista del paciente, permiten al estudiante conocer situaciones y sentimientos que se va a encontrar a lo largo de su vida laboral. Hay cosas que se aprenden en el aula y se comprueban en la práctica. Los cómics pueden ayudar al estudiante a emprender esa práctica.

En distintas facultades de Medicina del mundo se están empleando ya los cómics como herramienta docente. La Facultad de Medicina de Pensilvania (Estados Unidos) tiene desde el año 2009 un curso dirigido a alumnos de cuarto curso dirigido por el Dr. Michael J. Green (uno de los impulsores del movimiento Medicina Gráfica, que, actualmente, se localiza en esta web: https://www.graphicmedicine.org/). El curso se llama Historias Gráficas y Narrativas Médicas. En él, los alumnos reflexionan críticamente sobre algunas novelas gráficas y desarrollan sus propias historias sobre sus experiencias como estudiantes de medicina. También se imparten seminarios parecidos en la Facultad de Medicina de Feinberg de Chicago (Estados Unidos) y en la de Toronto (Canadá) (Mayor Serrano, 2016: 9-12).

Actualmente las clases han dejado de ser meramente magistrales; se apoyan en el visionado de películas, en la consulta de sitios web o en la búsqueda autónoma de información, por ejemplo. ¿Por qué no habrían de ser los cómics una herramienta más en la enseñanza de algunos aspectos de la medicina? «La letra con sangre entra» dice el habla popular. La imagen, es otro cantar, digo yo. Las imágenes han sido siempre esenciales en la educación médica. Pondré algunos ejemplos de cómo un cómic puede ayudar en la práctica médica.

Cualquier estudiante de medicina sabe dónde está la laringe y lo que implica el diagnóstico de un tumor en esta zona. Sin embargo, es difícil imaginar la angustia con la que se emprende la propia marcha, la tristeza abrumadora de los seres queridos. Si eso es difícil, aún lo es más ese momento en el que un paciente suplica al médico en quien confía que no le deje sufrir, que le ayude a irse dignamente. ¿Qué se siente al perder la voz con la que nos comunicamos? Todos esos aspectos son el eje de la novela gráfica de Los silencios de David (Judith Vanistendael). No se la pierdan. Es estremecedora.

De igual forma, los estudiantes de medicina conocen la enfermedad de Crohn a nivel fisiológico y anatómico. Pero ¿son capaces de ponerse en la piel de un paciente que siente un dolor intolerable? ¿Saben lo que es no poder tener una vida normal porque siempre se necesita estar cerca de un aseo? Los dibujos a todo color de Pozla en De tripas y corazón no dejan lugar a las dudas. A Pozla, artista del grafiti, tan solo le ha faltado pintar su dolor por los muros de las ciudades para hacérnoslo llegar. Es una maravilla de cómic. Me habría gustado imprimir, en un tamaño suficientemente grande, una de esas viñetas en las que los colores explotan al mismo tiempo que su intestino. Habría tapizado la fachada de la facultad con esa imagen para anunciar la exposición. Eso sí que habría llamado la atención.

Enseñamos a los alumnos cómo el Alzheimer supone la pérdida progresiva de memoria, pero sólo un paciente como el protagonista de Arrugas (Paco Roca) podrá hacerles sentir el miedo que tiene en esos momentos de lucidez en los que sabe que va a terminar en el piso de arriba, allí donde ya no eres tú, sino tu sombra. ¿Cómo se le dice a alguien que tiene Alzheimer?

El cáncer de mama, y lo que supone para las mujeres, está extraordinariamente abordado en dos novelas gráficas:Que no, que no me muero (María Hernández Martín y Javi Castro) yAlicia en el mundo real (Isabel Franc y Susana Martín). Que no, que no me muero es absolutamente exquisita para mi gusto. Ambas carecen de sentimentalismos blanditos: van directas a la yugular del lector y están a años luz del color rosa que abandera la lucha contra el cáncer de mamá.

En fin, había muchas obras que me parecieron interesantes para los alumnos de mi facultad. Podría estar hablando mucho tiempo de ellas. ¿Leerlas podría contribuir positivamente a su formación? Para mí, la respuesta es SÍ, claro.

Le propuse al decano de la Facultad de Medicina de Albacete (D. José Martínez Pérez) abrir una nueva sección en nuestra biblioteca, una sección de medicina gráfica (entonces ni siquiera sabía que existía este término). Es decir, cómics que hablaran del lado humano de distintas enfermedades. El decano, que es lector habitual de cómics, apoyó desde el principio este proyecto.

Tal y como aparece en nuestra página web (http://www.med-ab.uclm.es/), «el objetivo fundamental del Título es formar profesionales con un conocimiento adecuado de las ciencias en las que se fundamenta la Medicina y con capacidad de realizar actividades dirigidas a la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud».

Para alcanzar este objetivo se forma al estudiante en varios aspectos. En algunos de ellos pensamos que el cómic nos podría servir de ayuda:

  • Habilidades de comunicación orientadas a saber escuchar con atención y obtener y sintetizar información; comunicarse de modo efectivo y claro con los pacientes, los familiares, los medios de comunicación y otros profesionales.
  • Formación en valores profesionales: responsabilidad ante sí mismo, ante el enfermo, ante los compañeros de profesión y ante la sociedad para el servicio que le ha sido encomendado.

Antonio Altarriba me ayudó a ampliar la lista de cómics para nuestra nueva sección de la biblioteca. Creo que todos los que hayan llegado a la lectura de este artículo conocerán al dedillo todos sus méritos. No obstante, creo que es preciso señalar que se trata de un autor polifacético que ha abordado el ensayo, la novela, la crítica y el guion de cómics. Ha ejercido, además, como catedrático de Literatura Francesa en la Universidad del País Vasco. Esto es lo que dice la Wikipedia, yo puedo aportar algo más. Le conocí en la Feria del Libro de Madrid en 2017 y se entusiasmó con la idea de que los cómics entraran en la biblioteca de una universidad. Estuvimos hablando largo y tendido. Luego hemos intercambiado varios correos donde se ha mostrado como una persona encantadora y generosa. Creo que no es una aportación menor a su biografía conocida.

Cuando completamos las primeras adquisiciones, teníamos una balda bien repleta de cómics, entre los atlas de anatomía y los libros de infecciosas. Pero lo sabíamos tan solo unos pocos. Una vez comenzada la sección de medicina gráfica, el reto era conseguir que los estudiantes y los profesores conocieran la utilidad que podía tener en el aprendizaje y la enseñanza de algunos aspectos de la práctica de la medicina. Una exposición podría ser una buena manera de lograr ese objetivo. Ese fue el principal motivo para realizarla.

 

2. La Medicina en el Cómic, una exposición

2.1 Obras presentes

Estos son los cómics (la mayoría de ellos, patografías gráficas) que seleccioné de nuestra biblioteca:

- Píldoras azules. Frederick Peeters. Astiberri Ediciones. 2004.

- Alicia en un mundo real. Isabel Franc y Susanna Martín. Editorial Norma. 2010.

- Arrugas. Paco Roca. Astiberri Ediciones. 2007.

- Los silencios de David. Judith Vanistendael. Editorial Norma. 2014.

- Una posibilidad. Cristina Durán y Miguel Ángel Giner Bou. Astiberri Ediciones. 2017.

- Que no, que no me muero. María Hernández Martí y Javi de Castro. Modernito Books. 2016.

- El paréntesis. Elodie Durand. Editorial Sins entido. 2011.

- Epiléptico. La ascensión del gran mal. David B. Editorial Sinsentido. 2009.

- De tripas y corazón. Pozla. Editorial Dibbuks. 2017.

- El arte de volar. Antonio Altarriba y Kim. Editorial Norma. 2009.

- Majareta. Ellen Forney. Editorial La Cúpula. 2014.

- María y yo. Miguel Gallardo. Astiberri Ediciones. 2007

- Dr. Uriel. Sento. Astiberri Ediciones. 2016.

 

2.2 Lugar y fecha de la exposición

La Facultad de Medicina de Albacete es un edificio moderno y luminoso. En la entrada de la biblioteca hay un pasillo muy amplio con expositores iluminados que habitualmente se utilizan para poner anuncios y para exponer las nuevas adquisiciones de libros. El lugar era inmejorable ya que estaba a la entrada de la biblioteca y permitía exponer los fragmentos de las obras junto con los libros (Imagen 1). Durante todo el tiempo que estuvo la exposición (1 de diciembre de 2017- 28 de febrero de 2018) se permitió el préstamo de estos libros.

 

Imagen 1. Vista de la exposición a la entrada de la biblioteca de la Facultad de Medicina de Albacete.

 

2.3. Bloques temáticos

Eran muchos los fragmentos de cómics que tenía seleccionados, pero ¿qué formato darle a la exposición? Poner unos cuantos fragmentos junto a cada libro era una opción. Sin embargo, de esta manera, el mensaje que quería enviar a los estudiantes quedaba diluido. Preferí organizarla por bloques que destacasen aspectos importantes para nuestros estudiantes. Esto me obligó a dejar fuera de la exposición obras que considero muy interesantes ya que no se ajustaban al esquema general. Los temas en los que me centré fueron estos:

- La entrevista. En este apartado se mostraban distintas entrevistas entre médico y paciente. El alumno podía ver (y juzgar) distintos ejemplos de cómo abordar ese momento en el que hay que comunicarse con el paciente.

- Pruebas. En este apartado se trabajaban las sensaciones (incertidumbre, desconocimiento, estrés, etc.) de los pacientes cuando son sometidos a diferentes pruebas médicas.

- La gran ronda de médicos. Este título es un homenaje a una viñeta muy conocida de Epiléptico. La ascensión del gran mal. Este era un apartado que trabajaba la sensación inquietante que tienen los pacientes cuando los médicos hablan de ellos en su ausencia. Son momentos en los que un conjunto de personas toma una decisión que marcará su futuro; decisiones que determinan la vida de una persona. Distintos autores han representado ese momento en sus obras.

- Salas de espera. En estos lugares en los que esperamos a recibir buenas o malas noticias da tiempo de pensar, y sentir, muchas cosas. Allí se dilata el tiempo como si hubiéramos entrado en una dimensión desconocida.

- Emociones y sensaciones. En este apartado es donde se hacía más evidente el hecho de que una imagen vale más que mil palabras.

- ¿Qué es? La novela gráfica puede ser también una buena forma de obtener conocimiento. En estos fragmentos se explicaba qué es el autismo, el Alzheimer, el trastorno bipolar, un drenaje transglúteo y el Vojta.

 

2.4. Estructura de la exposición

Decidí dar a la exposición el formato de tebeo de tebeos. Para lograrlo, me inspiré en la estética de Paracuellos de Carlos Giménez. En este cómic, la página apaisada se divide en dos filas con 5 rectángulos cada una. En el primer rectángulo de cada página figura el título de esa tira cómica. En el caso de la exposición de La Medicina en el Cómic, el título del apartado se sitúa también en el primer rectángulo, pero el número de rectángulos en cada sección variaba en función del número de fragmentos seleccionados (Imágenes 2-4). Cada rectángulo tenía el tamaño de una impresión A3. Mi amiga de la infancia, Elena Vergara Díez (Tucucu Producciones Culturales), me dio consejos muy valiosos sobre la impresión y fijación de las láminas. A continuación, se muestra el resultado final de algunas de las secciones.

Imagen 2. Vista de la sección «¿Qué es?». Imagen 3. Vista de la sección «Salas de Espera». Imagen 4. Vista de la sección «La entrevista».

 

2.5. Permisos de las editoriales y autores

La exposición no pretendía tener ánimo de lucro. No obstante, solicité, y obtuve, el permiso de reproducción de las siguientes editoriales: Norma Editorial, Astiberri Ediciones, Dibbuks, La Cúpula y Modernito Books. Además, algunas de ellas (Norma y La Cúpula) enviaron espontáneamente las imágenes en alta resolución. Los autores Cristina Durán Costell y Miguel Ángel Giner Bou también me las hicieron llegar. La autora Élodie Durand quiso contribuir con copias de alta resolución, pero tan solo disponía de ellas en francés.

 

2.6. Financiación

La exposición fue impresa gracias a una ayuda del Vicerrectorado de Cultura, Deporte y Extensión Universitaria de la UCLM. Este Vicerrectorado tiene abierta durante casi todo el año una convocatoria de apoyo cultural a los centros, departamentos y delegaciones de alumnos de nuestra universidad.

 

3. La Medicina en el Cómic, un ciclo de conferencias

Durante el tiempo que estuvo activa la exposición tuvieron lugar tres conferencias de autores vinculados, de alguna manera, con el mundo del cómic y la medicina. Las conferencias fueron financiadas por la Facultad de Medicina de Albacete.

El primer autor invitado fue Augusto Saldaña (Imagen 5), autor de La chuleta de Osler, un conocido blog de ilustraciones médicas (https://lachuletadeosler.com/). Saldaña era entonces un residente de cuarto año de Medicina de Familia y Comunitaria. Este autor utiliza la ilustración para facilitar la adquisición de conocimientos de medicina. Es colaborador ocasional del grupo de medicina gráfica español (https://medicinagrafica.com/). Se trata de un profesional muy conocido entre los estudiantes, residentes y profesionales de la medicina. Durante su charla hizo un repaso histórico del papel que las imágenes han tenido en la enseñanza de la medicina.

Imagen 5. Charla de Augusto Saldaña en la Facultad de Medicina de Albacete.

El título de la charla no podía ser más interesante para nuestra facultad: «Su bebé tiene parálisis cerebral, ¿cómo se lo digo?». Cristina Durán dio algunas claves muy importantes en torno a este tema:

Tened cuidado en elaborar la frase que le vais a decir a esos padres porque es muy importante y la van a recordar siempre.

Es importante en esos momentos tener cierto grado de empatía y también dar un punto de apoyo. Decidles a esos padres que vais a buscar especialistas que les puedan ayudar.

[…] decid la verdad, pero decid también que hay medios para sobrellevarlo lo mejor posible.

Cristina Durán fue un lujo de invitada por todo lo que aportó a nuestros estudiantes, que se mostraron entusiasmados durante el coloquio final. Nos hizo un cartel precioso para anunciar su conferencia (Imagen 6).

Imagen 6. Cartel de la charla de Cristina Durán en la Facultad de Medicina de Albacete.

El webmaster del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (Virgilio Cencerrado Redondo) grabó esta charla y se puede disfrutar en este enlace: http://www.chospab.es/mediateca/videos/3409/la-Medicina-en-el-cmic . La ayuda de Virgilio Cencerrado al grabar este tipo de eventos es inestimable para nosotros. Nos resulta muy difícil que los alumnos acudan a cualquier acto si no es obligatoria la asistencia para la evaluación de alguna asignatura. Al grabarla, los alumnos que han acudido hacen buena publicidad del acto y entonces los que no han asistido la pueden visualizar en el horario que más les convenga. El mismo razonamiento aplica para los profesionales clínicos, la otra pata de la mesa que nos interesaba y que, por motivos laborales, muchas veces no pueden acudir a este tipo de actos.

Por su parte, la Fundación Dr. Antonio Esteve (https://www.esteve.org/) nos mandó, de forma gratuita, ejemplares del cuaderno El cómic como recurso didáctico en los estudios de Medicina. Manual con ejercicios, de la autora Blanca Mayor Serrano, que se repartieron al final de esta charla.

La tercera conferencia corrió a cargo de Sento y Elena Uriel, autor y documentalista, respectivamente, de Dr. Uriel. El padre de Elena Uriel, Pablo Uriel, tenía 22 años cuando se graduó en Medicina en 1936. Con mucha ilusión partió hacia su primer destino, un pequeño pueblo de La Rioja (Rincón de Soto). Allí le sorprendió la Guerra Civil. Esta novela gráfica es un relato de la experiencia de Pablo Uriel como médico en la guerra civil española. Durante el sitio de Belchite tuvo que ejercer una medicina prehistórica sin acceso a medicamentos.

Es difícil imaginarse a nuestros estudiantes recién graduados teniendo que enfrentarse a una situación parecida. Precisamente por eso merecía la pena traer a estos ponentes. Como en el caso de Cristina Durán, la charla fue grabada y se puede encontrar en el siguiente enlace: http://www.chospab.es/mediateca/videos/3458/dr-uriel-la-Medicina-en-el-cmic .

Sento también nos hizo un cartel precioso para anunciar su charla (Imagen 7).

Imagen 7. Cartel de la charla de Sento en la Facultad de Medicina de Albacete.

 

4. Los frutos del cómic

Después de tanto trabajo cabe preguntarse cuáles han sido los frutos obtenidos. Si uno no quiere caer en una profunda depresión, hay que intentar no ser muy exigente con la respuesta.

 

4.1. Alumnos

Cualquiera que trabaje en la universidad es consciente de la dificultad que entraña actualmente implicar a los alumnos en actividades extracurriculares. Las delegaciones de alumnos se quejan de lo mismo, no son capaces de atraer a un número significativo de sus compañeros a las actividades que organizan. La única solución a este problema es dar créditos de libre configuración por la asistencia a estas actividades que están fuera de la evaluación curricular. Sin embargo, desde mi punto de vista, eso garantiza que haya alumnos en dichas actividades, pero no que todos ellos estén interesados en ellas.

Nuestro caso particular en Medicina de Albacete es complejo. Por un lado, cualquier grado en Medicina es muy exigente desde el punto de vista curricular, ya que los temarios de las asignaturas que componen los seis años del grado en Medicina son muy extensos. Por otro lado, nuestra facultad sigue un modelo de enseñanza por módulos en el que la presión evaluadora se mantiene constante durante todo el curso. Para el alumno esto implica que tiene exámenes durante todo el año. Creemos que este hábito de estudio constante durante seis años es una de las causas de los buenos resultados que nuestros estudiantes obtienen en el examen MIR. No obstante, para el que quiere organizar una actividad es difícil encontrar una fecha en la que no haya exámenes. Los horarios adquieren la densidad del mercurio y parece que no queda tiempo para nada más que no sea estudiar para el siguiente examen.

A las charlas del ciclo de La Medicina en el Cómic acudieron en torno a 20-30 alumnos. Si bien no es un número muy alto (de unos 700 alumnos totales que tiene el Gado), son alumnos que estaban interesados en el tema y que salieron de las charlas haciendo una valoración muy positiva de las mismas. Después de cada una de ellas, se estableció un intenso y largo debate entre los conferenciantes y el público. Algunos alumnos, interesados en el dibujo y el cómic, formaron un grupo de WhatsApp a raíz de este ciclo de conferencias (Imagen 8).

Imagen 8. Cartel que los alumnos colgaron junto a la exposición tras la charla de Cristina Durán.

Mi valoración de la asistencia a estas charlas es moderadamente positiva. Quiero pensar que hemos sembrado una semilla que puede ir dando frutos.

 

4.2. Profesionales clínicos

El profesorado de ámbito clínico fue impermeable a todas las convocatorias de charlas que se hicieron. Tan solo acudió un clínico a la charla de Cristina Durán. Siendo honesta he de decir que como vicedecana de estudiantes ellos fueron mi foco de interés. Quizá para el profesorado clínico hay que pensar en otras aproximaciones.

 

4.3. Exposición itinerante

La exposición fue pensada inicialmente para que pudiera utilizarse en las facultades de Ciencias de la Salud de la UCLM. Por el momento, ha estado también en la Facultad de Medicina de Ciudad Real durante un mes y tenemos pensada su exhibición en la Facultad de Enfermería de Albacete. Además, actualmente, la organización del Salón del Cómic de Castilla La Mancha (Manchacómic) se ha mostrado interesada en que la exposición viaje a Ciudad Real en su edición de 2018.

 

4.4. Curso de verano

La utilidad del cómic es indiscutible a la hora de comunicar y divulgar conocimientos científicos. Por ello, muchos compañeros están comenzando a utilizar este recurso para algo más que provocar sonrisas.

Pondré un ejemplo para que se vea claramente el potencial del cómic en este terreno. Cuando vamos al médico con una infección bacteriana, este nos receta un antibiótico y nos insiste mucho en que lo tomemos exactamente de la forma que nos dice. Es decir, tenemos que respetar la pauta y el tiempo de tratamiento. Muchos pacientes no lo hacen: ¿saben lo que se están jugando? Creo que no. Por otro lado, los médicos no deben recetar antibióticos cuando la infección es vírica. Muchos pacientes no entienden esta decisión porque «a ellos se les quita el catarro con antibiótico».

¿Cambiaría algo si los pacientes entendieran que está pasando dentro de su cuerpo al tomar antibióticos? Seguro que sí. Las siguientes viñetas (Imágenes 9-10) informan sobre este problema. Son divulgación y comunicación científica en estado puro, fáciles de entender y sin tecnicismos.

         
Imagen 9. Cómic de Jesús Sánchez, autor del blog de divulgación científica A Lymph´s life. La dramática historia de una infección  (http://www.alymphslife.com/). © 2017

          Imagen 10. Cómic de Miriam Rivera, autora del blog de divulgación científica Bioomics. Biología en cómics (http://miriamriig.com/). © 2017

Cuando este monográfico vea la luz, ya habremos celebrado en la Facultad de Medicina de Albacete un curso de verano titulado: «El cómic como herramienta de divulgación y comunicación científica». El curso se ha diseñado para que resulte muy práctico, con muchos talleres y con clases magistrales muy interesantes. Acudirán profesionales que llevan tiempo trabajando en el cruce de caminos entre cómic y ciencia. El programa se puede consultar en este enlace. Esperemos que sea un éxito. Si llegamos a buen puerto, será también gracias a la ayuda económica de la Fundación Dr. Antonio Esteve.

Creo que la UCLM ha sido la primera universidad española en abordar este tema en un curso de verano. Creo que también ha sido la primera en hacer una exposición de medicina gráfica.

 

5. Agradecimientos

Quiero terminar dando las gracias a todos los que se lo merecen. Este proyecto de cómic y medicina ha sido sumamente gratificante; me han respaldado muchos profesionales de distintos ámbitos. Ellos han sido el contexto que se puso de acuerdo conmigo. Es justo que se lo reconozca aquí. Han apoyado esta iniciativa, de una u otra forma, en mayor o menor medida: el decano (José Martínez Pérez) y el equipo decanal (Elena Caminos Benito, Eduardo Nava Hernández, Francisco Sánchez Sánchez y Joaquín Jordán Bueso) de la Facultad de Medicina de Albacete; el Vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria de la UCLM, la Fundación Dr. Antonio Esteve, las editoriales Norma, Astiberri, Dibbuks, Modernito Books y La Cúpula; Elena Vergara Díez, Virgilio Cencerrado Redondo, Élodie Durand, Augusto Saldaña, Antonio Altarriba, Sento, Elena Uriel, Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou. Mi compañera Llanos Canales Cepeda realizó todas las fotografías de la exposición mostradas en este artículo.

 

Bibliografía

GREEN, M.-J., y MYERS, K.-R. (2010): “Graphic medicine; use of comics in medical education and patient care”, BMJ, 340, pp. 574-577.

MAYOR SERRANO, B. (2016): El cómic como recurso didáctico en los estudios de Medicina. Manual con ejercicios , Barcelona, Fundación Dr. Antonio Esteve.

Creación de la ficha (2018): Félix López
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
Rosario Sabariegos Jareño (2018): "Los cómics en la Facultad de Medicina de Albacete", en Tebeosfera, tercera época, 9 (18-XII-2018). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 14/XII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/los_comics_en_la_facultad_de_medicina_de_albacete.html