LOVELESS - VUELTA A CASA
ANTONIO SANTOS

LOVELESS. VUELTA A CASA. REMORDIMIENTOS, BALAS Y KLAN

WES CUTTER regresa, dos años después de la Guerra de Secesión, a su pueblo natal, Blackwater, amargo acontecimiento que concita inquietud. Missouri es un hervidero de ajustes de cuentas y atroces atentados. Los asesinos no sólo son aquellos que se ocultan en los bosques: medran entre los honestos ciudadanos. 

RECONSTRUCCIÓN 

[...] Nunca comprendí por qué el gran gobierno norteamericano empleaba negros. […] El negro no es peor que otro hombre; y todo el mundo comprende que un hombre no tiene por qué ser esclavo. Es lógico que luche por ser libre. […] ¡Bueno! Pero los yanquis quieren humillarnos. Y eso es lo que no les perdonaremos jamás.

En Texas los liberados se pasean con levitas, balancean bastones y molestan a nuestras mujeres. […] Los yanquis los dejan hacer. Y eso es lo peor de todo. Aunque dentro de cien años no quede más que una pequeña brizna de honor, […] será suficiente para no olvidar jamás esta vergüenza.

E.M. Budd Dagett. Fort Worth. Texas, 1867. 

     Es fácil afirmar que Loveless no es un tebeo del Oeste, pero difícil de demostrar, pues posee todos los iconos y clichés del género realzado por SERGIO LEONE. Pero, en justicia, no podemos considerarlo un western comic.

Loveless recrea el escabroso período histórico de la Reconstrucción tras la Guerra de Secesión, reflejando la dura represión consecuencia del asesinato de ABRAHAM LINCOLN a manos de JOHN WILKES BOOTH, que impulsó a ULISSES S. GRANT a gobernar el Sur “levantisco” con férrea disciplina. El fragmento elegido como cita es ejemplo del ambiente que se vivía allí entonces.

     Para apreciar esta historia en profundidad, debemos poseer ciertas nociones de Historia. Sin conocer esos hechos, Loveless es una saga un tanto sosa que recurre a la sicalipsis y la violencia para mantener su ritmo. Es una lectura con escasos atractivos que seduzcan al lector que vaga buscando un tebeo; la misma leyenda de BRIAN AZZARELLO no justifica del todo su adquisición. Es, no obstante, una valiente y agradable propuesta dentro de un mercado saturado de superhéroes y superheroínas fetish que excitan las parafilias del lector desde sus portadas, pero cuya temática, el Oeste, produce un actual y franco desapego. El título es engañoso, pues parece ser una pseudobiografía del mecamegalómano ARLISS Loveless, el de WILD WILD WEST.

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     Loveless relata la vuelta a casa de Wes Cutter, un ex BUSHWAKER (un guerrillero de Missouri; al principio, un cuerpo de milicianos que combatían a los también irregulares BOTAS ROJAS de Kansas, los JAYHAWKERS, de inspiración unionista, para luego convertirse en temibles DESPERADOS). Cutter está corroído por el cinismo y la mala fe, es vecino de una población hostil con los yanquis, mecenas de los SCALAWAGS y CARPERTBAGGERS, oportunistas y especuladores venidos al Sur para arrancar tierras fértiles a los confederados vencidos y arruinados, y lo peor, protectores de la soldadesca negra que, en algunos casos, volvían a resolver abusos a punta de bayoneta con sus antiguos amos.

     La Reconstrucción está en marcha, le aseguran a Cutter, el pasado ha quedado laminado y un futuro esplendoroso les aguarda a todos. Pero Cutter no da un paso sin que el pasado le asalte y le sugiera, hasta del modo más visceral, que se marche. Todo esto siempre bajo la sombra de su hermano, que Azzarello retrata de modo ambiguo, pero capital, para la trama.

     Blackwater es un cocedero de miedos y rencores y, por encima del odio al negro con uniforme azul, se le teme a él, debido a las circunstancias que rodean el horrible atropello padecido por RUTH, su esposa. 

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EL FORASTERO DE LOS GRANDES BOSQUES 

     Para urdir su presunto documento histórico, Azzarello y MARCELO FRUSIN (otro artista poderosamente influenciado por MIKE MIGNOLA, que ofrece un mayor detalle y claridad en sus viñetas de las que proporciona el progenitor A de HELLBOY a su creación) se inspiran, al menos, en tres películas que describen la atmósfera del argumento de Loveless: EL FUERA DE LA LEY, de CLINT EASTWOOD, CABALGA CON EL DIABLO, de ANG LEE (de paso meteórico por nuestros cines, y de fugaz recuperación para las pantallas tras el éxito de TIGRE Y DRAGÓN) y COLD MOUNTAIN, de ANTHONY MINGHELLA, estas dos últimas mucho más sucintas esta historia sobre jinetes que llegan en medio de la noche, practican ejecuciones en lugares recónditos y efectúan linchamientos.

     Loveless contrasta su argumento con esa imagen, edulcorada hasta el empalago, que Hollywood, el más poderoso ministerio de propaganda del mundo (¡ya lo hubiera querido GOEBBELS para sí!) fue vendiendo de que el Norte actuó cristianamente en defensa de la libertad de los negros contra el Sur esclavista, y todo aquél vestido con uniforme azul era un caballero de la Tabla Redonda, compendio de justicia y dechado de virtudes. Pero, en las películas citadas, vemos todo lo contrario, y el más somero estudio de este episodio de la Historia americana demuestra que el empeño bélico del Norte no tenía tanta apariencia de dignidad. (Recordemos los disturbios de 1863 en Nueva York contra el alistamiento, recogidos en GANGS OF NEW YORK.) Tampoco podemos presentar al Sur tan deletéreo como aparece en el porche de SCARLETT O´HARA, porque sujetos como BLODDY BILL ANDERSON, WILLIAM QUANTRILL, o GEORGE MADDOX, cualquiera de esos bushwakers agrupados en torno a su bandera negra, no tenían la menor noción de la piedad. De este WILD BUNCH procede JESSE JAMES, mito aureolado injustificadamente, su banda, y otro famoso Wes, JOHN WESLEY HARDIN (que fue algo más que un disco de BOB DYLAN), de leyenda polémica.

     Y, finalmente, consecuencia de todo esto es también el KU KLUX KLAN, cuyos albores Azzarello retrata en estas páginas. 

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EL PAÍS DE DIXIE 

      El guionista trata de cubrir todos los aspectos emocionales posibles de sus personajes, detallando unos con mayor destreza que otros. El de Cutter cabalga con solidez sobre los parámetros del pistolero idealizado por Eastwood, cuyos rasgos a veces asoman en algunas viñetas (aunque otras su cara recuerde más a la máscara de V, el de V DE VENDETTA), pero, al mismo tiempo, psicológicamente, es el que más difuminado está.

      En contraste, empero, encontramos la personalidad de Ruth (su esposa, brutalmente vejada por un pelotón yanqui), y la de ATTICUS, un negro que huyó de la plantación y regresó, bayoneta calada en ristre, al Sur del que huía. Pero no es lo mismo hacerlo liberto que esclavo. Por sus venas circula un raudal de rencor y aun vileza que lo lleva a cometer asesinatos a sangre fría (Azzarello no se atreve, por lo de lo políticamente correcto, a afirmar que el negro era ya malvado de nacimiento; justifica su maldad como consecuencia de los excesos sufridos durante su esclavitud, pero sin embargo no vacila en tildar a todo blanco de racista, como los tiempos actuales solicitan, negando que cualquier otra raza humana lo sea). Los mal definidos flashbacks que motean la obra nos lo muestran, incluso, formando parte del pelotón de soldados que violó a Ruth, con evidente satisfacción personal.

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     Luego está el CORONEL REDD, un idealista moral y convencido de la pureza de su Causa, tan asqueado de Blackwater, con sus johnnies derrotados (que no vencidos) como de la autoridad federal, TROTTER, el especulador yanqui que arrasa con toda la tierra próspera del condado, la granja de Cutter la primera.

     A continuación, viene una pléyade de secundarios que pueden encajar, en mayor o menor medida, con los estereotipos habituales de estas historias: entre ellos destaca BOYD, el bushwaker que, so pretexto de mantener la lucha, saquea y mata yanquis, cabecilla del KKK local, y, en segundo término, la población de Blackwater, cohibida por el retorno de Cutter, debido a su mala conciencia culpable (no auxiliaron a Ruth tras su desgracia; la repudiaron incluso), pueblo un tanto a rebufo del Redemption de RÁPIDA Y MORTAL, de SAM RAIMI, cuya vertiente en cómic pudiera ser también POR UN PUÑADO DE SANGRE, de BISLEY y EASTMAN.

     Este INFIERNO DE COBARDES (Clint Eastwood), temeroso de la venganza de Cutter, va a experimentar la magnitud de su ira, lenta, maquiavélica, suave, la cual, para empezar a funcionar activamente, se adorna de una estrella de sheriff. 

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RECAPITULANDO 

      No es un atractivo de la obra el entintado que Frusin hace sobre sus lápices. Es un mero repaso del contorno y raspado de líneas interiores. El entintado es un arte en peligro de extinción, amenazado por la computadora también, que quizás lo haga con destreza, pero sin emotividad.

      El guión de Azzarello, clasificable con tres rombos censores, se muestra sumamente lacónico, y hasta cicatero, con el texto. Algunos flashbacks inducen a la confusión (como cuando Atticus huye de los linchadores, evocando a la vez el día de su fuga), y un pequeño cartucho de texto explicativo se hubiera agradecido. Azzarello cree explicarlo todo mediante los diálogos, pero hasta éstos padecen unos rigores dignos de PROCUSTO.

      El infocolor palidece ante las portadas, de Frusin, ejecutadas con técnicas tradicionales. Replica un defecto apuntado en otras reseñas: es una labor mecánica cuyo esplendor depende de la destreza del que manipule el teclado. Mulvihill satura todo el relato de ocres y azules, de tonos fríos en general, tratando de reforzar la atmósfera de desesperación y amargura de la historia.

     Nos ha sorprendido ver que la edición de PLANETA-DeAGOSTINI, santa patrona de la ovnitología y el ocultismo, esas poderosas, relevantes y ancestrales disciplinas científicas, que tan pingües beneficios le reportan, no contiene la habitual página laudatoria redactada por uno de los autores que prestan su talento a tal labor. Malvadamente, podríamos sugerir que su desconocimiento del contexto histórico donde se desarrolla Loveless les condena al silencio, lo cual, desde luego, es una vileza infundada, pues para afrontar el reto sobran los entendidos, curtidos en todos los temas, en su plantilla.

     El tomo reseñado reúne las cinco primeras andanzas de Wes Cutter, un personaje por el cual podemos sentir cierta simpatía, resultado de su tragedia personal, aunque Azzarello recubre de cierto teflón su trama, de modo que hace de Loveless una historia poco sugerente, casi para entendidos, pues el ambiente propuesto, el presunto western (que no lo es: ¿dónde está la llanura, las vacas, el aire de frontera mejicana?) no parece capaz, hoy día, computadoras por medio, de atraer un gran número de lectores. No obstante, es un proyecto valiente y audaz, no carente de atractivos. Merece la pena echarle un vistazo. www.tebeosfera.com

 

FICHA TÉCNICA.- 

TÍTULO: LOVELESS – VUELTA A CASA
GUIÓN: BRIAN AZZARELLO
DIBUJO y TINTA: MARCELO FRUSIN
COLOR: PATRICIA MULVIHILL
EDITA (EE UU): DC COMICS, LÍNEA VERTIGO, 2005-2006
EDITA (ESPAÑA): PLANETA DEAGOSTINI, 2007
TRADUCE: SANTIAGO GARCÍA
COORDINACIÓN Y CORRECCIÓN DE LA TRADUCCIÓN: GUILLERMO RUIZ
REALIZACIÓN TÉCNICA EDITORIAL: MAGIC PRESS
FORMATO: TOMO ENCOLADO DE 130 PÁGINAS. RECOPILA CINCO NÚMEROS
ISBN: 978-84-674-3793-5
IMPORTE: 9,95 EUROS

Creación de la ficha (2009): Antonio Santos, editado por M. Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
ANTONIO SANTOS (2009): "Loveless - vuelta a casa", en Tebeosfera, segunda época , 3 (31-V-2009). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 14/XII/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/loveless_-_vuelta_a_casa.html