MAITENA: SONRISAS PARA CARMÍN
JAUME CAPDEVILA

Maitena: Sonrisas para carmín.

Es una evidencia que si se habla de historieta argentina, en un momento u otro habrá que decir algo sobre Maitena. Y una de les cosas que me he fijado que pasa con Maitena es que o se la odia o se la adora. Casi no conozco a nadie a quién Maitena le deje en ese limbo tan sobrepoblado del ni fu ni fa.
 
Desde que en 1993 empezó a publicar sus “Mujeres alteradas” en las páginas de la revista femenina Para ti, su carrera fulgurante conforma uno de los últimos éxitos comerciales internacionales del tebeo argentino. Según la información oficial, las viñetas de Maitena se han publicado en más de treinta países, han sido traducidas a doce idiomas, y han vendido dos millones de ejemplares de sus libros.
 
Antes del éxito, Maitena Burundarena, bonaerense con ascendencia vasca por parte de padre y polaca por parte de madre, nacida el 1 de mayo de 1962, y sexta de siete hermanos, además de dibujante fue, también, guionista de televisión, tuvo un quiosco 24 horas, un restaurante y un bar. Publicó en las revistas Humor, Sex Humor, Sex Humor Ilustrado, Cerdos & Peces, varias historietas en la línea del cómic que se estilaba en los ochenta. Según confiesa en una entrevista a Andrés Accorsi:
«me hice fanática de la Metal Hurlant, de El Víbora y de cuanta porquería publicaran en español en esa onda (...) y además José Muñoz, Hugo Pratt, Manara, todo lo más clásico y algunos españoles más modernos.» En Fierro dibujó una gran cantidad de páginas intimistas, amargas, dramáticas, como la serie de aventuras “Barrio Chino”, basada en un cuento de Juan Martini, donde descubrió que se encontraba cómoda en el cómic erótico, que la llevo a dibujar la serie “Historias por Metro”, donde descubrió un mundo, pues, según leemos en la misma entrevista: «Cuando enganché esa veta, lo disfruté más, me divertí más en ese género.» Más adelante, añade: «Me gustaba mucho la cosa cinematográfica, entonces cuidaba mucho el enfoque y la narrativa, intentaba tener siempre la menor cantidad de globitos posibles... siempre me gustó mucho la historieta con poco texto. A mí, como lectora de historieta, no me gusta leer mucho. Prefiero que me cuenten la historia desde lo visual. Y la historieta erótica es especial para eso. Además, yo le daba una mirada femenina al erotismo y eso también era raro, por eso encontré un buen lugar en Fierro.»

No deja de ser curioso leer el planteamiento estético tan distinto de lo que acabará siendo la marca de fábrica del estilo Maitena, donde el punto fuerte es la literatura por encima de las imágenes, limpias, casi asépticas, a veces repetitivas de todas sus mujeres. Les recomiendo la visita del apartado “otros tiempos” en su sitio web oficial donde hay algunas muestras de estas viejas historietas. Es un morboso viaje al pasado que los amantes del cómic disfrutarán al descubrir estilos y estéticas de una época muy interesante.

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"Coramina," una de las primeras historietas publicadas de Maitena

Saltemos un poco atrás para que ella misma nos cuente sus inicios en este mundillo a través de las palabras publicadas en otra entrevista, aparecida en el número 22 de Meridiam (reproducida en Tebeosfera):

«Empecé armando avisos para un suplemento del diario Ámbito Financiero de Buenos Aires. Hasta que una vez faltó un anuncio y, como el hueco no podía quedar, me pidieron que hiciera un dibujito. Lo hice y les encantó, así que -a la semana siguiente- ya había seis huecos armados a propósito para que yo los ilustrara. Ahí me di cuenta de que esto era un oficio y que me gustaba. Trabajé muchos años como ilustradora, haciendo desde libros para chicos y chicas hasta libros de cocina. ¡Hasta la Constitución Argentina versión infantil hice! Además, trabajé en todas las revistas de consultorio que se te puedan ocurrir. ¿Viste esas revistas que te encontrás cuando vas al médico o al dentista, y lo único que tenés para leer es algo del tipo Cámara Argentina del Fideo? Bueno, ésas. Entonces, iba a un consultorio, cazaba la revista, miraba la dirección, agarraba mi carpetita de trabajos y me iba para allá. Siempre tuve suerte... Bueno, suerte no; siempre encaré bien el "laburo". Nunca esperé que apareciera un anuncio en el diario; iba y me ofrecía. Finalmente, lo de retratar a las mujeres, como casi todo en mi vida, surgió por necesidad. En esa época, 1992, yo venía de hacer historietas eróticas, trabajaba desde Buenos Aires para algunas revistas de Italia, Francia y España (como Makoki, de Barcelona). En algún momento esto dejó de servirme, por un lado porque lo económico no era muy sustancioso y, por otro, porque necesitaba tener feedback de mi trabajo, hacer algo que vieran mis amigos y amigas, mis colegas, la gente... Fue entonces cuando me llamaron de la revista Para Ti y me ofrecieron una página semanal para hacer una tira. Como trabajo fijo resultaba una gloria (los humoristas solemos tener problemas con la cantidad y continuidad de nuestras colaboraciones en los medios). Pero, claro, yo venia del sexo y de la vida loca, y me pedían una familia, un personaje femenino o algo así, más del orden de lo cotidiano... Y bueno, al final decidí no hacer un personaje (que siempre termina condicionándote mucho y aburriéndote rápido) y hablar cada semana de un tema diferente, donde pudieran entrar muchos tipos distintos de mujeres. Fue un éxito que todavía me sigue sorprendiendo.»

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Página de una historieta de Maitena publicada en la revista Fierro

El encargo de la revista Para ti a esta dibujante que venía del “sexo y la vida loca” no era tan descabellado, si tenemos en cuenta que con anterioridad, a principios de los ochenta, había publicado su primera tira cómica en el diario Tiempo Argentino de Buenos Aires. Era una historieta blanca, costumbrista, protagonizada por una familia más o menos típica y una chiquilla llamada Flo que fue recopilada en un libro de Ediciones de la Flor, titulado Y en este rincón, las mujeres.
“Mujeres alteradas”, la serie que encumbró a nuestra autora, consiste en una página sin personajes fijos, donde encontramos un retrato lúcido y acerado de un tipo de mujeres de una franja de edad concreta con un status social determinado. No todas las mujeres del mundo se pueden identificar con los personajes que dibuja de Maitena, pero aún así refleja de forma cruda, entre cómica y sarcástica, la problemática vital de un segmento importante de la población femenina. Es una historieta donde se focaliza la atención en los detalles más superficiales de la condición femenina, ridiculizando los sinsentidos de la vida moderna, satirizando la hipocresía de las relaciones entre mujeres y mujeres y mujeres y hombres, abanderando la feminidad como punto de vista, y con un humor inteligente que hace las veces de bisturí se disecciona un mundo de contradicciones, mentiras y apariencias.
Uno de los mejores análisis de la obra de Maitena lo ha escrito Koldo Azpitarte en las páginas de Tebeosfera:
«las protagonistas de Mujeres Alteradas son mujeres superficiales, de clase media-alta, preocupadas por la estética y las apariencias, que critican los roles sexuales desde la asunción del propio como bueno, sin cuestionar statu quo alguno. Se trata de un humor inteligente, pero en el que se da una ausencia total de crítica social o política. Sin duda estas no son las hijas de las Madres de la Plaza de Mayo, no tienen familiares desaparecidos ni han vivido en carne propia la angustia de no saber si llegaran a final de mes. Esta actitud representa a la perfección el signo de los tiempos que nos ha tocado vivir, tiempos en los que ser crítico con la sociedad o tener una posición ideológica clara incomoda al lector.»
En este sentido, lo más original, y certero de su obra es que la crítica de Maitena apunta hacia las propias contradicciones del sexo femenino. Y utiliza con maestría la sátira como herramienta para fustigar los desencuentros entre el individuo y la colectividad, entre lo que es y lo que debería ser. Como hizo Daumier, deja desnuda la hipocresía y la estulticia; como hizo Hogarth, fustiga sin contemplaciones la hipocresía social; como hizo Siné, disecciona sin remilgos una realidad compleja; todo sin salir de un universo femenino, que aún estaba por explorar. Porque el secreto es, en palabras de la propia Maitena:
«Las chicas siempre tienden a leer o a ver cosas que hablen de ellas. Tendemos siempre y queremos hablar de lo nuestro. En cambio los hombres hablan de cine, de política, de fútbol. Es raro encontrar a un tipo que salude a otro y le diga: ¿Cómo andás?, y el otro le responda ¿Sabés que estoy angustiado? Yo hace tiempo que vengo con el tema del género y lo doméstico. Y lo que creo es que mis historietas no eran para mujeres, pero empezaron a leerlas las mujeres. No me interesa hacer chistes graciosos. Me interesa trabajar sobre determinados temas. Lo que hago funciona más por identificación. Como te decía, las chicas podemos ir al cine, pero siempre estamos esperando el momento en que aparezca la chica.» [ibídem]
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Mujeres Alteradas, el gran éxito de Maitena
 
Debo confesar que yo no soy una mujer, por lo tanto es seguro que mi aproximación a las viñetas de Maitena no corresponde, por mucha empatía que le meta, a la que encontrará en ellas cualquier lectora femenina. A pesar de ello, creo que el triunfo de Maitena se debe al enfoque femenino más que feminista de su trabajo. Evidentemente hay una crítica al hombre, al sistema machista y a la relación de sumisión entre varones y hembras en la obra de esta autora argentina. Pero ésta crítica a un sistema y unas relaciones criticables, es la misma que pueden realizar otros autores de sexo indistinto. Maitena, en cambio realiza esta crítica desde la feminidad, y aquí está lo original. Cito el trabajo La imagen de la mujer en el cómic: Cómic feminista, cómic futurista y de ciencia-ficción de Maria Antonia Díez Balda: (Ciudad de Mujeres, p. 20) :
«Como feminista lo que yo busco en los cómics es, además de diversión, el reflejo no distorsionado del mundo y de los sentimientos femeninos; también me gusta encontrar en ellos la crítica del mundo machista y hostil en el que vivimos».
Maitena, creo, va un paso más allá y muchas veces la carga satírica es mayor cuando refleja en las viñetas el mundo y sentimientos femeninos. Maitena -¡y aquí está lo inteligente!– no se sitúa en un lado de la trinchera para fustigar al otro, sino que castiga sin piedad y con gran lucidez todo lo que pasa en cualquiera de los dos bandos. Como cuando Oscar Nebreda realiza la más dura crítica sobre el comportamiento del seguidor barcelonista y triunfa porque él mismo es un culé confeso y recalcitrante, Maitena hace desde su feminidad chistes sobre mujeres que ni el más misógino de los humoristas se atrevería a hacer. Genial, ¿no?
Sea como fuere, las viñetas de Maitena, con un dibujo fuertemente expresivo, de trazo limpio y duro, y un cromatismo muy inteligente (sobretodo antes que se pasase al coloreado con ordenador, que hizo perder unos gramos de personalidad al resultado final), resultaron una maravilla. Esas páginas empezaron a reproducirse en publicaciones de otros países: La Stampa (Italia), El Mercurio (Chile), El País (Uruguay), El Nacional (Venezuela) y, desde 1999, en el suplemento dominical de El País (España). A su vez se agruparon en libros que fueron publicados por la Editorial Sudamericana en Argentina Random House-Mondadori a través de su sello Lumen en España, Penguin Books para el mercado inglés, Editions Metailie para Francia, Lappan para Alemania, Rocco para Brasil, Harlenic para Grecia...
Debido al éxito, entre 1998 y 2003, Maitena empezó a dibujar con el mismo planteamiento una viñeta diaria en el periódico La Nación, que se tituló “Superadas”. Estas viñetas también fueron reproducidas en otros países (en España, por ejemplo, en la revista El Jueves) y recopiladas en tres libros: Superadas 1, 2 y 3. La viñeta diaria fue sustituida en 2003 por una página en la Revista dominical de La Nación que se titulaba “Curvas peligrosas”, recogidas, también, en dos libros. Todo esto hasta el 2006 en que la autora decide tomarse un año sabático que ya supera los treinta meses.

«En los últimos trece años hice diez libros, y para el registro de humor con el que yo trabajo, me parece que es mucho. Me gustaría tener tiempo para ver de qué estoy hablando, para pensar qué estoy diciendo y qué me gustaría decir» afirma al diario La Nación en el anuncio que despide su página “Curvas peligrosas”. 


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Curvas peligrosas, la continuación de la obra de Maitena centrada en el mundo femenino

Una lástima, sin duda para sus fans y seguidores/as, que son muchas/os, pero un acierto –en mi modesta opinión– para el bien de su carrera. Sí, y la misma Maitena me da la razón, cuando reconoce, en la misma entrevista, que «La inercia de la página hace que a veces se pierda un poco el norte; y no me interesa publicar cualquier cosa, ni hacer chistes sobre cualquier tema, ni ponerme demasiado seria. En ese sentido, es una decisión que tiene que ver con lo creativo y con lo artístico».

No creo que la fórmula de Maitena se haya agotado, pero aplaudo este necesario alto en el camino para que la autora se dedique a reflexionar sobre el producto. El planteamiento básico de sus viñetas prácticamente no ha variado. Y ahora cabe preguntarse si lo que fue un acierto cargado de originalidad en 1993, no ha perdido un poco su sentido al llegar al 2008, si la incisiva mirada al mundo femenino desde la feminidad de los años noventa no se había convertido en una monótona reiteración de tópicos que de tan feministas –los extremos se tocan– se antojan machistas. La iteración ingeniosa pero vacía de “Curvas peligrosas”, no puede resistir la comparación con la frescura loca, sutil y lúcida de las “mujeres alteradas”. Maitena se había convertido, con perdón, en una máquina de hacer churros, exprimida por la industria y seguramente a su pesar. En éste punto, comparto la opinión de la periodista Encarni Hinojosa, cuando certifica que
«Algunas viñetas se ven renovadas y originales, otras te recuerdan demasiado a otro chiste ya contado. Y es que no repetirse en mil viñetas con un único tema, ‘mujeres alteradas’, es una misión imposible. La obra de Maitena, aunque brillante, original y 100% femenina, se ha convertido en un producto de fábrica, comercial y sin ese toque de frescura que tenía al principio»

y la misma Maitena en Viva. La Revista de Clarín, 24-IX-06:
«Yo ya no soy tan fresca como cuando hacía ese trabajo (Mujeres alteradas). Tenía muchas ganas de seducir al lector con humor y espontaneidad. Cuando se convirtieron en un éxito muy grande me pasaron por arriba.»
 
La valoración de la gente que se dedica al humor gráfico ofrece alguna dificultad. ¿Hay que valorar el conjunto de la obra como corpus sólido y coherente? ¿O en el caso de los que dibujan una viñeta a diario lo que hay que valorar es cada obra por separado teniendo en cuenta el contexto determinado del día en que aparece la viñeta y su carga crítica, su osadía, su originalidad concreta en aquel preciso instante?
Mi valoración personal para la obra de Maitena en el último lustro y medio, en el primero de los casos se resumiría en la palabra “cargante”; más en el segundo de los casos, creo que sería “genial”. Me explico. A mi entender, cada una de las páginas de Maitena retrata de forma drástica una situación concreta, minúscula a veces, interesante siempre, que afecta de algún modo a la feminidad, y la resuelve inteligentemente con hallazgos humorísticos que rayan la genialidad:
«No entiendo por qué decís que el secreto de tu casa está en mezclar lo moderno con lo antiguo. ¡Si tenés todo remoderno! –Sí, pero esperá a conocer a mi marido, (…) La verdad es que es un tesoro, que me tiene como a una reina. te diría que más que un esposo es un esponsor, ¿Viste? [o…] En cambio mi mujer tiene un renovado interés por el sexo... –¡Qué suerte! Descubrió que es divertido? –No…, se enteró de que quema calorías.»
Pero, el conjunto de la obra (por demás explotada en multitud de libros, reediciones, calendarios, agendas y toda suerte de papelería) es, por lo menos redundante. Es decir que el ingenioso uso de los tópicos, agota su eficacia al repetirse una y otra vez. Que las brillantes respuestas satíricas se vuelven fácilmente predecibles después de haberlas visto un par o tres de veces. Maitena, que bebe a partes iguales de Feiffer y Fontanarrosa, no llega por un lado al fondo psicológico de sus personajes como lo hacía el más sarcástico y escéptico Feiffer con los frustrados y casi sicóticos monologuistas que protagonizan las tiras del Village Voice, y no aprovecha del todo los retruécanos humorísticos con los que Fontanarrosa rompe las barreras del sinsentido vital de los monigotes que protagonizan sus viñetas. A pesar de ello es una de las autoras, si no la autora, que ha conseguido el mayor éxito en el campo del dibujo de humor. Hay que recordar que muchas otras antes que ella estuvieron, están, en la batalla: Bretécher, Pompeia, Doucet, Mariel, Satrapi... -¡aún son pocas!- Y a la vez reconocer que, con esa asunción personal de que sigue «siendo punk, básicamente porque me chupa todo un huevo» (web de FLACSO), sus viñetas abrieron un camino (¿o un mercado?) pues con posterioridad llegó Bridget Jones (1996) o Sexo en Nueva York (1998) que explotan exactamente el mismo filón, con mayor o menor acierto.

www.tebeosfera.comMaitena supuso un soplo de aire fresco, una inusitada novedad por la franqueza de sus personajes, la acidez de sus comentarios, la lucidez de sus reflexiones, lo demoledor de sus planteamientos. Revolucionó el panorama del humor gráfico con su pirueta sin red: «me río de lo que me hace llorar». Sus viñetas son radiografías de una sociedad convulsamente contradictoria, a la que prescribe como eficaz medicina el mejor humor capaz de destilar su plumilla. Pienso que el acaparador éxito de las viñetas de Maitena le han impedido evolucionar, reinventar su concepto de humor y adaptarlo a la sociedad, que cambia mucho más deprisa de lo que somos capaces de percibir. Veremos si el regreso (parece que será pronto) de Maitena nos sorprende con algo original, fresco, inteligente como ella –ya lo ha demostrado– es capaz de hacer.

Creación de la ficha (2008): J. Capdevila, con edición de M. Barrero
CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:
JAUME CAPDEVILA (2008): "Maitena: Sonrisas para carmín", en Tebeosfera, segunda época , 2 (11-XII-2008). Asociación Cultural Tebeosfera, Sevilla. Disponible en línea el 30/IV/2024 en: https://www.tebeosfera.com/documentos/maitena_sonrisas_para_carmin.html