RAMÓN Y CAJAL: UNA VIDA AL MICROSCOPIO. UN CÓMIC PARA EL NOBEL
En “La prueba tangible de afecto”, capítulo 16 de la temporada 6 de la serie norteamericana The Big Bang Theory, la asistente Alex Jensen cuenta al doctor Sheldon Cooper que Santiago Ramón y Cajal, el padre de la neurociencia moderna, dibujó a mano células cerebrales y le muestra uno de esos grabados firmado por el propio científico español. Al protagonista de la serie le gusta tanto, que, en vez de regalarlo, se queda el grabado para sí mismo (Desequilibros, 2016). Así, de una manera cómica, se introduce una referencia académica fundamental dentro de una serie de éxito. Los “científicos” más conocidos del siglo XXI recuperan para el gran público una de las figuras principales de la ciencia entre los siglos XIX y XX. Una historia de ficción nos sirve para aprender muchas cosas sobre la ciencia.
Sin embargo, uno de los preconceptos sobre el uso del cómic en la educación es que este tenga muchas posibilidades didácticas para ser llevado fácilmente al aula: que en la concepción de la propia obra se encuentre este objetivo pedagógico y que su estructura esté diseñada con este fin docente. Nada más falso. Para que una obra artística funcione en un centro escolar, lo primero que debe tener es una buena calidad estética y su objetivo principal sea interesar al receptor, el lector en nuestro caso, o el espectador en ejemplo anterior.
Y la Colección Científicos de Jordi Bayarri, enfocada a un público infantil, cumple totalmente con este objetivo estético. En esta reseña, nos centraremos en el número 5 de la colección: Ramón y Cajal. Una vida al microscopio, publicado originalmente en 2015, por ser un volumen ejemplar dentro del concepto de medicina gráfica.
Aunque para el público en general la obra más conocida de este autor valenciano (Alboraya, 1972) sigue siendo Magia & Acero (1998), desde nuestra perspectiva, la Colección Científicos es posiblemente la que tenga mayor proyección y transcendencia. Tal como podemos ver en su ficha, fue iniciada en 2008 con el primer volumen, Darwin. La evolución de la teoría, y consta, hasta el momento, de siete números, incluyendo el que nos ocupa. Antes de centrarnos en este, queremos destacar que toda esta colección ha sido, desde el primer número, lanzada a través de crowdfunding. Este hecho nos demuestra que la dinámica del micromecenazgo para la narrativa gráfica es posible en nuestro país (Rovira-Collado y Conca-Pardo, 2018), y que posiblemente Jordi Bayarri sea uno de los autores que mejor han sabido aprovechar plataformas como Lanzanos . Toda la colección está disponible en la plataforma de distribución digital Lektu, además de contar con una tienda online Anillo de Sirio; el propio autor se preocupa de darle una constante promoción en los medios digitales. Pero incluso, debemos destacar que toda la colección cuenta con una web independiente propia, demostrando también Bayarri una sensibilidad especial para promocionar estas producciones «infantiles» separadas del resto de su obra.
Centrándonos ya en el cómic sobre Santiago Ramón y Cajal, queremos comenzar diciendo que es una biografía gráfica al uso, que recorre los principales momentos de la vida del investigador navarro, nacido en 1852: una de las principales figuras científicas de nuestro país. La biografía como género o fuente de inspiración influye en todas las artes desde el principio de los tiempos (Del Olmo, 2015), pero en el ámbito de la narración gráfica, como término aglutinador de todas las expresiones del noveno arte, tiene una relevancia fundamental.
Desde la experiencia autobiográfica personal y las memorias de vidas de familiares, como por ejemplo Maus, Persépolis o El arte de volar, hasta las revisiones de vidas de personajes históricos, como el clásico Kafka (1993) de Robert Crumb y David Zane Mairowitx o la biografía ilustrada de James Joyce Dublinés (2012) de Alfonso Zapico, como referentes de la «biografía gráfica literaria», la temática biográfica ha dado posiblemente varias de las obras más importantes de la narración gráfica. Y Bayarri ha conseguido hacerse un espacio propio en esta corriente con la citada colección.
Con un trazo personal y reconocible, Bayarri dibuja, en menos de cuarenta páginas, con color de Jesús Huguet, la biografía de Ramón y Cajal, el primer premio Nobel de Medicina para un español, otorgado ex aequo al italiano Camillo Golgi en 1906, por sus investigaciones respecto al sistema nervioso. Debemos destacar que solamente Severo Ochoa, en 1959, recibió también esta distinción en España. Desde las primeras páginas conocemos la pasión de Ramón y Cajal por el dibujo (pp. 4-5) y por la fotografía, aficiones que como luego veremos le serán muy útiles para sus investigaciones en medicina. Esta introducción a través de las aficiones del joven protagonista, se pueden interpretar como reflexión del propio autor para reivindicar la afición al cómic de los propios lectores.
Repasar una vida de investigaciones y reconocimientos en tan pocas páginas es posiblemente uno de los éxitos de este cómic. Bayarri, con el asesoramiento científico de Tayra Lanuza, confiesan «haber forzado» algunas situaciones o anécdotas para hacerlas más atractivas al público. Además, seguro que se han servido de la propia autobiografía del autorRecuerdos de mi vida comenzada en capítulos sueltos en la Revista de Aragón (1901-1904), que luego servirían de base a posteriores publicaciones, siendo una biografía científica con un amplio recorrido editorial. En la introducción de una de las últimas ediciones, Juan Fernández Santarén (2006: 9-10) nos recuerda cómo en el testamento de Ramón y Cajal quedó escrito que se entregara al futuro alumnado más aventajado esta obra junto con Reglas y consejos sobre investigación biológica. Esta intención de transmisión del conocimiento está reflejada en la biografía de Bayarri. Todas las viñetas del Ramón y Cajal adulto nos muestran esta pasión por la ciencia y, sobre todo, por compartir los descubrimientos a través de tertulias, publicaciones, conferencias y por supuesto, a través de las lecciones universitarias (pp. 12, 19, 24, 32). La divulgación de la ciencia es un objetivo inherente en esta colección, y en este número se cumple completamente: no solamente recoge los momentos fundamentales de la biografía del autor y sus principales logros científicos; además, nos despierta el interés por profundizar en sus investigaciones y en su importancia para la ciencia moderna. Este cómic nos anima a «saber más» sobre el protagonista y este es su principal éxito.
Aunque, como hemos dicho, no debe ser una «obra didáctica»; debemos anotar algunos elementos que podrían enriquecer este cómic. En primer lugar, la inclusión de algunas referencias bibliográficas, aunque sean superficiales o generalistas. Algunas de las recientes biografías gráficas literarias, como, por ejemplo, Rulfo. Una vida gráfica (Pantoja y Camargo, 2015) o Cortázar (Marchamalo y Torices, 2017) cuentan con unas breves referencias que nos pueden servir para saber más sobre el protagonista de la obra. Seguro que la ya mencionada asesora científica de la obra, Tayra Lanuza, doctora en Historia de la ciencia, conoce suficientes referencias accesibles para el gran público, como la citada autobiografía del autor o la página que le dedica el Centro Virtual Cervantes . En segundo lugar, alguna propuesta de explotación didáctica. No es imprescindible que se incluya en la propia edición, como sí se ha hecho con los bocetos originales, pero podrían proponerse algunas actividades concretas, enfocadas a diversas edades. Blanca Mayor Serrano (2016) nos ofrece una completa reflexión sobre el cómic como recurso didáctico en el ámbito de la medicina y seguro que podrían aplicarse muchas dinámicas a la lectura de esta obra. Estas actividades podrían alojarse en la web de la colección o incluso ofrecerse como recompensas para futuros proyectos de crowdfunding, que seguro Bayarri ya tiene en mente.
Entre sus múltiples investigaciones, hemos partido con un ejemplo sobre los grabados de células cerebrales de Ramón y Cajal. Este episodio queda reflejado en el cómic (pp. 15-16), donde cita la importancia de método de Camilo Golgi sobre las tinciones de las láminas del cerebro, demostrando la importancia de la colaboración en la ciencia. También en las últimas páginas, Bayarri recoge una de las reflexiones fundamentales de Ramón y Cajal, que nos pueden servir como última aportación de esta reseña. Además de estudiar la regeneración de las neuronas, Ramón y Cajal también estaba interesado en su capacidad para crecer y aprender. Y al hablar de ellas, nos dice «porque es así como avanza el conocimiento científico: ¡con comunicación y aprendizaje en común!» (p. 33). Y es así como podemos aprender ciencia a través de la narrativa gráfica.
Referencias bibliográficas:
CENTRO VIRTUAL CERVANTES (2012): Santiago Ramón y Cajal, [web]. Disponible en línea el 20-XI-2018 en: https://cvc.cervantes.es/ciencia/cajal/default.htm
CONCA PARDO, J. A. y ROVIRA-COLLADO, J. (2018): “El crowdfunding en la narración gráfica en España: estudio de casos”,Creative Industries Global Conference. Colección Mundo Digital de Revista Mediterránea de Comunicación 12. Alicante: Universidad de Alicante, pp. 387-403. Disponible en línea el 20-XI-2018 en: http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/73337
DEL OLMO IBÁÑEZ, María Teresa (2015): Teoría de la biografía. Madrid: Dykinson
DESEQUILIBRIOS (2016): “Ramón y Cajal y Big Bang Theory”, Desequilibros [blog]. Disponible en línea el 20-XI-2018 en: http://desequilibros.blogspot.com/2016/01/ramon-y-cajal-y-big-bang-theory.html
MAYOR SERRANO, Mª Blanca (2016): El cómic como recurso didáctico en los estudios de Medicina. Manual con ejercicios. Barcelona: Fundación Dr. Antonio Esteve. Disponible en línea el 20-XI-2018 en: https://www.esteve.org/libros/cuaderno-comic/
RAMÓN Y CAJAL, Santiago (2006): Recuerdos de mi vida. Barcelona: Editorial Crítica. Edición de Juan Fernández Santarén