TINEZ: COLABORADOR FIEL Y HOMBRE BUENO
CARLOS DE GREGORIO

Juan Martínez Buendía nació en Caravaca (Murcia) en 1893. Siendo muy niño, su familia se trasladó a Barcelona, donde estudió dibujo, pintura y anatomía artística en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja, y más tarde continuó sus estudios en el Círculo Artístico de la misma ciudad. Desde los veinte años de edad se dedicó de forma profesional a la historieta, y en 1920 comenzó a colaborar de forma regular en TBO, publicación a la que se mantuvo fiel durante varias décadas, hasta su fallecimiento.

Uno de sus primeros trabajos para TBO, publicado en 1921, fue el ambicioso serial Juan el grumete, una de las pocas aventuras “de continuará” de la revista, cuyos autores fueron acreditados (lo que no solía ser una práctica habitual). El guionista era el periodista y dramaturgo Joaquín Arques, que varios años antes había propuesto al impresor Arturo Suárez el lanzamiento de la revista TBO, cuyo nombre fue sugerido también por el propio Arques. Los dibujos de Tinez en este serial mostraban un estilo más realista que el que posteriormente caracterizaría al autor. Cada página presentaba un episodio con doce viñetas del mismo tamaño acompañadas de textos en la parte inferior.

Salvo excepciones como la señalada, el estilo de dibujo de Tinez solía ser claramente humorístico, con personajes realizados con trazos sencillos y eficaces. Resultan muy reconocibles sus personajes algo cabezones y de narices alargadas. Los guiones de la mayor parte de sus historietas, como las de otros dibujantes de TBO, fueron escritos por Joaquim Buigas, director de la revista durante todo el tiempo en que trabajó Tinez en ella, y se caracterizan por el humor blanco y costumbrista habitual en la publicación. Aparte de su firma más conocida, Tinez[1], empleó también otros seudónimos como Juanito, Buen y Día (desdoblando su segundo apellido).

Tres estilos diferentes de Tinez: el realista en la serie Juan el grumete, publicada en los TBO de anteguerra; el más cercano a lo pictórico en alguna portada de TBO (aquí en el Almaanque TBO 1934), y el habitual de las historietas, aquí en una portada del TBO de posguerra.

Tinez fue uno de los puntales de TBO en sus primeros años, junto con Donaz (el primer dibujante de la revista), Urda y Opisso. En los años treinta solía ocuparse, junto con Nit, de las tiras de relleno y de las ilustraciones que acompañaban a las distintas secciones (Barrero, 2011). Durante los años cuarenta fue uno de los principales dibujantes de las portadas de TBO, junto con Urda y Benejam. En aquella época, estas portadas consistían en un chiste que ocupaba la parte superior izquierda, junto a la cabecera (que iba cambiando de mes en mes), y debajo, ocupando la mayor parte de la portada, una historieta que solía tener entre tres y cinco tiras de viñetas.

Además de dibujar una enorme cantidad de historietas, Tinez realizó para TBO otras muchas labores, tales como dibujos publicitarios, cabeceras de diversas secciones y rotulación de historietas que anteriormente se habían publicado con textos en la parte inferior, sustituidos estos por bocadillos para su reedición. Por ejemplo, a Tinez se debe la cabecera de la sección “1.^er concurso de chistes de Ediciones TBO” en la década de los años cuarenta, cabecera que se recuperó en 1980 para el “2.º concurso de chistes de Ediciones TBO”, cuando la revista contenía casi exclusivamente reimpresiones de material antiguo.

Arriba, cabecera de la sección 1.er concurso de chistes de Ediciones TBO. A la derecha, una de sus contribuciones a la serie Los grandes inventos de TBO.

Aunque Tinez no creó ninguna serie fija, a partir de 1946 realizó cerca de medio centenar de “inventos de TBO”[2], una sección que por entonces no tenía un nombre fijo sino que alternaba títulos como “Los grandes inventos de TBO”, “Los inventos prácticos de TBO” o “Las ideas prácticas de TBO”. En ocasiones, cuando el invento era presentado por el profesor Franz de Copenhague (personaje creado por Serra Massana que aún no era fijo en esta sección), aparecía un título mucho más largo, como “El profesor Franz de Copenhague nos dice cómo se pesca con éxito el terrible pez espada” o “Interesante proyecto del profesor Franz de Copenhague para preservar contra las embestidas de los autos a los agentes que cuidan del tráfico rodado”. Cuando no aparecía el profesor Franz, junto al título de la sección solía figurar el rostro de un hombre en actitud pensativa señalándose la frente (anteriormente, Nit ya había realizado dibujos similares en las cabeceras de su sección). Tinez no solía ofrecer artilugios tan complicados como los de otros autores de esta serie, sino que en sus páginas primaba la anécdota graciosa a partir de alguna idea ingeniosa. Algunas de sus entregas para esta serie tienen el formato de pequeñas historietas que muestran de forma práctica el funcionamiento del correspondiente invento. Benejam se hizo cargo durante años de la sección de “Los inventos de TBO”, hasta que en 1960 fue sucedido en esta labor por Sabatés.

Probablemente el estilo sencillo y humorístico de Tinez influyó en Marino Benejam, un autor tres años mayor que él pero que se incorporó varios años después al elenco de dibujantes de la revista. De la afinidad de estilos entre Tinez y Benejam da fe el hecho de que el primero ayudó al segundo a terminar la historieta de la familia Ulises “Un magnífico cigarro puro”, publicada en enero de 1951, que por algún motivo no pudo terminar Benejam[3]. Aunque no figura la firma de Tinez, se advierte claramente su estilo en las últimas tiras de esta historieta. Posteriormente dibujó en su totalidad otra historieta de la misma serie titulada “Espíritu práctico”, publicada en noviembre de 1951.

Historias y Cuentos de TBO				Almanaque de Colorín 1924.				Pierrot Almanaque 1926.

Tinez dibujó también en otras publicaciones de la empresa editora del TBO, como BB, S, Colección grafica TBO e Historias y cuentos de TBO. Paralelamente a estos trabajos, Tinez publicó también numerosas historietas durante los años veinte en las cabeceras del editor Magín Piñol, como Colorín, Pierrot, Sancho Panza, Mundo infantil, El patinete o Mary Osborne y su negrito. Encontramos también su firma en la colección Aleluyas de Pulgarcito y La alegría infantil de la editorial El Gato Negro y en la colección de cuadernos Titín del sello Tipografía La Academia. Más tarde trabajó para el editor Tomás Marco en La Risa Infantil, Chiquitín y Periquito, entre otras cabeceras (Manzanares, 2016: 115). Periquito era el nombre con el que se bautizó inicialmente en España al popular personaje de los dibujos animados Félix el gato. Tinez no solo trabajó para la revista encabezada por este personaje, sino que dibujó una serie de historietas protagonizadas por Periquito que fueron distribuidas en forma de cromos por una empresa chocolatera.

Una interesante faceta artística de Tinez fue su labor como dibujante de cromos para distintas marcas de chocolate. Las colecciones de este tipo de estampas tuvieron un papel muy importante en la promoción y comercialización de las marcas de chocolate que existían entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Artistas como Apel·les Mestres, Gaspar Camps y José Segrelles dibujaron cromos para empresas chocolateras, y a Tinez se deben también varias de estas colecciones. Generalmente se trataba de series de veinte a treinta cromos de estilos y temáticas muy diversos, y a menudo una misma serie podía ser distribuida por marcas distintas. Aparte de la colección de historietas de Periquito mencionada anteriormente, Tinez ilustró, entre otras, las siguientes colecciones de cromos: Adivinanzas, Fantásticas visiones de Pedrín, Colección de los mejores chistes y ocurrencias, Los mejores chistes, chascarrillos y ocurrencias baturras contadas por un maño, 20 películas cómicas, Física recreativa e Historia de la revolución y proclamación de la República Española.

Anverso y reverso de un cromo de Travesuras del gato Periquito, por Tinez		Primer cromo de la colección Historia de la revolución y proclamación de la República Española, por Tinez. Recortables BB de Ediciones TBO, con Shirley Temple

Ya en los años cuarenta, Tinez dibujó los primeros cuadernos de Jim Pat, una serie de aventuras del Oeste de la editorial Grafidea con guiones de Josep Maria Canellas, que fue continuada en la parte gráfica por Albert Mestre. En esta serie, Tinez muestra un estilo realista y minucioso muy alejado del que ofrecía en sus trabajos humorísticos. Tinez ilustró también rompecabezas infantiles y recortables de muñecas y de construcciones, y compaginó estas labores con el fotograbado, la creación de juguetes y la decoración.

Los testimonios de quienes conocieron a Tinez destacan su bonhomía y su sencillez. Según cuenta Lluís Giralt, Coll decía de Tinez que era una de las mejores personas que había conocido, «un murciano muy buena persona y la mar de salado»[4]. Rosa Segura, secretaria de Albert Viña y autora de un libro de memorias de sus tiempos en la redacción de TBO, dice de Tinez que «si algún calificativo podía aplicársele era el de ser un hombre bueno» (Segura, 2014: 109). Cuenta también que acudía a menudo a la redacción, donde solía quedarse a charlar con Albert Viña, y siempre transmitía una gran sencillez y modestia en el trato.

Portada del primer número de Jim Pat, por Tinez. A la derecha, página dedicada a Tinez en el Número-homenaje de TBO a sus dibujantes y colaboradores con motivo de los 50 años de la revista (1967), con su autocaricatura, su biografía y una de sus características historietas de humor.

Tinez murió en Barcelona el 17 de abril de 1957 a causa de un quiste hidatídico. La revista TBO le dedicó una pequeña esquela al pie de la sección “De todo un poco” del número 136, publicado en mayo en 1957, junto con una caricatura del autor y un texto que decía: «Juan Martínez (Tinez), que por espacio de 38 años colaboró asiduamente en esta revista, falleció el 17 de abril último. Ágil dibujante, fino humorista y excelente compañero, deja en nuestra casa un recuerdo imborrable». Diez años después, la revista le dedicó una página con un resumen de su trayectoria en el extraordinario titulado Número-homenaje de TBO a sus dibujantes y colaboradores con motivo de los 50 años de la revista. Sin duda, el recuerdo de Tinez permanecía vivo entre sus compañeros, igual que sigue vivo el recuerdo de su obra entre quienes han disfrutado alguna vez de sus dibujos.

BIBLIOGRAFÍA:

BARRERO, M. (2001): "El TBO de Buigas, el TBO de siempre”, en Tebeosfera, 2ª: 8. Disponible en línea en: https://goo.gl/GYvdm9

MANZANARES, J. (2016): El tebeo que dio nombre a los demás. Barcelona, Diminuta.

SEGURA, R. (2014): Ediciones TBO, ¿Dígame? Memorias secretas de una secretaria. Barcelona, Diminuta.